Para empezar el día con plena inmersión, desayunamos una buena ración de Scottish Breakfast. Viene a ser casi igual que un English Breakfast: salchicha, bacon, tomate asado, judías… pero con el añadido de una rodaja del famoso Haggis.
Foto de la web Britannica

Es una morcilla que además de carne lleva avena, y la sirven frita. Lo que hoy probamos no nos gusta mucho, pero tendremos varios intentos a lo largo de los días y finalmente encontramos algún haggis realmente bueno.

El día de hoy nos dará tiempo de visitar casi todo Glasgow.
Empezamos el día visitando la Catedral y su cementerio (llamado Necropolis).
Esta catedral gótica está dedicada a San Mungo. La tumba del santo se encuentra en la cripta.
En el cementerio destacan cruces celtas con sus característicos grabados entrelazados. Además hay unas bonitas vistas del exterior de la catedral.
Posteriormente y después de comer, nos dirigimos al museo y galería Kelvingrove. Como todos los museos públicos del Reino Unido, es gratuito.

El elegante edificio fue construido para formar parte de una exposición internacional de principios del siglo XX.
La colección se divide en dos grandes temáticas, por un lado, arte, y por otro, ciencia.
Una de sus obras más destacadas es un crucifijo de Dalí, pero en este momento está en préstamo y no lo podemos ver.

Es de nuestro especial interés la sala de arte nouveau dedicada al arquitecto y diseñador Mackintosh y sus contemporáneos. En Glasgow es la figura equivalente a Gaudí para los barceloneses.
A continuación nos acercamos a la Universidad, que está a corta distancia, donde hacen tours guiados, pero no llegamos a tiempo así que exploramos las instalaciones a nuestro albedrío.
Destacan los claustros, el patio de columnas y el museo The Hunterian.
Parece ser que es habitual en los museos escoceses tener un amplio abanico de temáticas “todo en uno”.

Aquí tenemos una sección sobre la muralla antonina, una zona de ciencias naturales con fósiles y gemas, y una exposición sobre los inicios de la medicina moderna, entre otras.
Además, cruzando la calle, está la Galería de Arte Hunterian, pero actualmente está medio en reformas. No queremos dedicar mucho tiempo a museos, ¡hace demasiado buen tiempo!
La universidad se visita rápido, y todavía es media tarde, así que nos acercamos caminando a los jardines botánicos donde hoy se ha reunido toda la población de la ciudad para disfrutar de la ola de calor tumbados en el césped.
Hay un precioso palacio de cristal que hace de invernadero y dentro el calor es definitivamente tropical.

Para acabar el día iremos a cenar al pintoresco callejón Ashton Lane. La callecita peatonal está repleta de restaurantes de todo tipo.
Volveremos al hotel cruzando nuevamente el parque Kelvingrove donde vemos ensayar a un grupo de gaiteros.
