9 de julio de 2023.
Hoy disponemos de nuestro último día completo, y como ayer ya nos dio la impresión de que quedaba poco Estrasburgo por visitar, decidimos acercarnos en tren a la bonita localidad de Obernai.
Es domingo por la mañana y apenas hay nadie. El pueblo medieval tiene pinta de ser turístico, porque hay un montón de restaurantes que ahora están cerrados.
Detrás de la plaza mayor encontramos la oficina de turismo y allí compramos un pequeño mapa que señala varios puntos de interés.
Empezamos por el campanario, una sobria torre de piedra con una capillita adyacente.
Se sitúa en un lateral de la Plaza del Mercado. En el lado opuesto se encuentra la antigua carnicería pública, llamada Halle aux Blés, de estilo renacentista.
En una callejuela se conserva una vivienda con restos románicos, como columnas, capiteles y arcos de medio punto.
De camino a la iglesia vemos un peculiar pozo renacentista con seis cubos a rebosar de flores.
La iglesia es neogótica y están haciendo misa así que nos asomamos sólo un poquito.
![Ojos que se mueven Ojos que se mueven](/images/smiles/icon_rolleyes.gif)
Finalmente recorremos un buen tramo de las murallas que rodean el casco antiguo. En su época tenía una veintena de torres pero ahora quedan unas pocas.
Hemos estado un par de horas y el pueblo no da mucho más de sí. Es muy tranquilo y agradable, pero no mejora lo anteriormente visto.
![Mr. Green Mr. Green](/images/smiles/icon_mrgreen.gif)
Regresamos a Estrasburgo y después de comer nos dirigimos al museo de Historia de la Ciudad.
No sólo porque hace un calor abrasador en la calle sino porque nos parece interesante la historia de esta región.
![Guiño Guiño](/images/smiles/icon_wink.gif)
El museo es muy completo y cubre toda la evolución desde el primer asentamiento hasta la actualidad. Estrasburgo y toda esta región ha tenido una historia política complicada, pues ha formado parte del Sacro Imperio Romano, luego fue francesa, luego alemana, luego francesa otra vez, luego alemana otra vez, y finalmente después de que se fueran los nazis, ahora es definitivamente (o no
![Mr. Green Mr. Green](/images/smiles/icon_mrgreen.gif)
Después de un par de horas bien buenas en el museo, nos acercamos al Neustadt, el barrio de construcción decimonónica con grandiosas avenidas y edificios públicos majestuosos.
Es particularmente bonita la vista desde el puente real de la iglesia neogótica protestante de Saint Paul.
Cruzamos la plaza de la Republique, rodeada por los elegantes edificios del Teatro Nacional, la Biblioteca Nacional y el renacentista Palace du Rhin.
La última cena, como no podía ser de otro modo, es en un restaurante tradicional, con un buen plato de carne y choucroute.
![Muy feliz Muy feliz](/images/smiles/icon_biggrin.gif)
Y como no tenemos nada de prisa por regresar al hotel, tomamos la ruta larga paseando por la orilla del río y despidiéndonos de la Petite France una vez más.
![Heart Heart](/images/smiles/heart.gif)
El día siguiente simplemente tomaremos el tren hacia el aeropuerto que nos llevará de regreso a Barcelona, y así finalizará nuestro viaje.
![Guiño Guiño](/images/smiles/icon_wink.gif)
Como siempre quiero agradecer al lector su tiempo y en esta ocasión especialmente, dar las gracias a Roger por las fotos y por el regalo.
![Amistad Amistad](/images/smiles/flor.gif)