Por si las seis iglesias de ayer nos parecieron pocas


Es la archibasílica San Giovanni in Laterano.
Si la fachada es gigantesca, el interior no se queda atrás. Diseñado por el arquitecto Borromini, impresionan las enormes estatuas de santos que se alinean en las columnas de la nave central.
Resulta que justo ahora empieza una misa en alemán para un montón de chavales (participantes de coros internacionales) y no podemos acercarnos al ábside pero sí que logramos admirar también los frescos de la nave transversal.
Entramos también al claustro (cuesta 4€) muy tranquilo y modesto, es una peculiar muestra de mosaico cosmatesco, es decir, las columnas están decoradas con motivos geométricos formados por pequeñas teselas doradas, rojas, verdes…
El siguiente destino de esta mañana son las Termas de Caracalla. La entrada cuesta 10€.
Son las ruinas del enorme complejo termal que montó el emperador homónimo y su predecesor en el siglo III d.C. para albergar más de 1.600 personas.

Quedan en pie los muros de dos de las tres salas principales: el tepidarium y el frigidarium, además de los espacios que servirían de gimnasio y una piscina exterior.
Se mantienen en notable buen estado grandes fragmentos de los mosaicos que cubrían el pavimento.
Además se pueden visitar los restos de una villa que los romanos enterraron para construir las termas. Son un par de salas con frescos auténticos de la época.

Finalizamos la visita en una hora y media y vamos a comer en uno de los numerosos restaurantes de la calle del Circo Máximo.
Hoy en día el Circo es más o menos una explanada larga con una pendiente a lado y lado.

Por la tarde tomamos un bus hacia el Castel Sant’Angelo.
Una construcción muy peculiar. En primer lugar, porque no parece un castillo. Si es que en realidad se construyó en el siglo II para ser el mausoleo del emperador Adriano.

En el siglo V tuvo su primera reinvención, siendo usado como fortaleza.
En el siglo VI un papa le puso el nombre de Sant Angelo y posteriormente varios papas lo usaron como residencia. En tiempos de guerras era más seguro refugiarse aquí dentro que en el Vaticano.
En la época medieval también se usó como cárcel.
Y finalmente en el siglo XX se ha convertido en un museo.

Se puede visitar también el interior, donde vemos varias salas decoradas por los papas y también obras de arte medieval.
Y así transcurre la tarde. Retiramos prontito a cenar y a dormir que se empieza a notar el cansancio.
