Siem Reap, lago Tonle Sap (14 de febrero)
Hoy no tenemos prisa, ni que madrugar. Damos un pequeño paseo por la ciudad, visitando algún templo. Pero volvemos al mercado Old Market, es por la mañana y está en pleno apogeo, el tiempo pasa rápido.

Ya está Tour con el tuk tuk esperándonos, siempre con una sonrisa, salimos hacia el lago, concretamente a la aldea flotante de Kampong Phluk, nos separa un poco más de una hora, para los 31 kilómetros que hay que recorrer.
Debemos ser el Tuk Tuk más lento de la ciudad, nos adelantan todos, Tour es muy cuidadoso y precavido. Al principio el recorrido es por asfalto y grandes avenidas, luego se torna en carreteras rurales, para acabar en una pista de tierra. Llevábamos mascarillas y gafas de sol, lo que nos vino muy bien ya que cada vez que nos pasaba un vehículo se formaba una gran polvorera.
Paramos a sacar las entradas, con esto hay bastante controversia, no se quien estará en lo cierto. Hay gente que piensa que no hay un precio fijado por persona que cobran lo que les da la gana. Creo que la explicación a esto es que cobran por embarción y no por personas. A nosotros nos cobraron 20 $ a cada uno, en la embarcación solo íbamos nosotros dos, o sea han ganado 40 dólares. Si en la embarcación van 4 personas probablemente les cobre 10 al final ganan lo mismo 40 dólares.
Subimos en la embarcación, con algo de recelo, hay algún que otro agujero, en el eje del volante hay una cuerda enrollada que recorre los laterales de la embarcación hasta llegar a los timones, los cuales se mueven al girar el volante. La mejor época para visitar la aldea es la de lluvias de mayo a octubre, es cuando la casas están casi al mismo nivel del agua y parecen flotar. Remontamos el rio Thas y a ambos lados, hay casas sobre unos pilotes de madera, también llamados palafitos de 6 a 10 metros de altura parecen estar en equilibrio. Como he comentado en época de lluvias estos no se verían. Según se remonta el rio uno va viendo la vida cotidiana de estas gentes, en su mayoría pescadores.

El rio desemboca en el Lago Tonle Sap, enorme. Es el lago más grande de todo el sudeste asiático. Llegamos a un restaurante que flota en el lago, tomamos una cerveza y Tour nos dice que si queremos montarnos en un bote de remos que te lleva a los manglares, decidimos que era mejor ver el atardecer. Por lo visto esta aldea es la más autentica, ósea la que menos turistas recibe, no se…
De vuelta hacia el hotel barajamos dos opciones, visitar el templo Banteay Srei a una hora de Siem Reap o repetir el circuito corto. Aunque parezca raro escogimos la segunda, a mí personalmente ya no me entran más templos en la cabeza, por otra parte, preferimos volver a visitarlo otra vez, más tranquilos y ver las cosas que el otro conductor se saltó. Llegamos al hotel le propongo a Tour la idea de realizar el circuito corto, pero esta vez en sentido contrario, es decir acabar en Angkor Wat. Sin problemas me responde, acordamos el precio y la hora 8:30 horas y 20 dolares.