Voy a buscar ahora la Tierra de los descubrimientos, la del futuro que fue en la mente de privilegiados visionarios como Julio Verne.
Haré un viaje interplanetario en medio de una guerra entre galaxias. No sé si llegaremos sanos y salvos a la luna de Endor con un conductor tan novel como éste.
Vaya, ahora el extravagante profesor Szalinski se ha empeñado en encoger a todo un teatro. No tenía suficiente con haber encogido a sus hijos. Y si somos tan pequeños y hay una serpiente suelta... me temo lo peor. Yo me voy de aquí.
Unas vueltas circulares entre planetas, conduciré un coche en un mundo utópico que bien podría llamarse autopía ( ingenioso juego de palabras, ¿verdad?) y recorreré el Nautilus con cuidado de que no nos ataquen pulpos gigantes. Si fuera gallego iba a hacer una vinagreta que daba de comer rico pulpo a, por ejemplo, todo un parque temático.
Listos para el lanzamiento hacia la montaña espacial de alta velocidad. Recorreremos galaxias hasta llegar a los confines del universo. Preparados, tres, dos, uno...
Voy a innovar en mi sueño algunas cosas, por ejemplo subiré a un crucero espacial y, armado con una pistola láser, ayudaré a salvar el mundo de los juguetes. ¡Toma!, ¡toma! y esto para tí, malvado alienígena. Vamos Buzz, a por ellos. ¿Buzz Lightyear del Comando Estelar? Ahora, sí. Hacia el infinito y más allááááááá.
Un gran recinto que he bautizado en mi sueño como Videópolis, me dará un respiro mientras veo un espectáculo de los que imagino en mi mente. Por ejemplo hoy quiero ver a Simba y ¡hakuna matata!, es decir, sin problemas.
Ha sido un sueño largo, emocionante y divertido. Me siento agotado y feliz.
Vuelvo a recorrer la calle principal de aquella ciudad que imaginé al principio. Sigue siendo amable y limpia.
Haré un viaje interplanetario en medio de una guerra entre galaxias. No sé si llegaremos sanos y salvos a la luna de Endor con un conductor tan novel como éste.
Vaya, ahora el extravagante profesor Szalinski se ha empeñado en encoger a todo un teatro. No tenía suficiente con haber encogido a sus hijos. Y si somos tan pequeños y hay una serpiente suelta... me temo lo peor. Yo me voy de aquí.
Unas vueltas circulares entre planetas, conduciré un coche en un mundo utópico que bien podría llamarse autopía ( ingenioso juego de palabras, ¿verdad?) y recorreré el Nautilus con cuidado de que no nos ataquen pulpos gigantes. Si fuera gallego iba a hacer una vinagreta que daba de comer rico pulpo a, por ejemplo, todo un parque temático.
Listos para el lanzamiento hacia la montaña espacial de alta velocidad. Recorreremos galaxias hasta llegar a los confines del universo. Preparados, tres, dos, uno...
Voy a innovar en mi sueño algunas cosas, por ejemplo subiré a un crucero espacial y, armado con una pistola láser, ayudaré a salvar el mundo de los juguetes. ¡Toma!, ¡toma! y esto para tí, malvado alienígena. Vamos Buzz, a por ellos. ¿Buzz Lightyear del Comando Estelar? Ahora, sí. Hacia el infinito y más allááááááá.
Un gran recinto que he bautizado en mi sueño como Videópolis, me dará un respiro mientras veo un espectáculo de los que imagino en mi mente. Por ejemplo hoy quiero ver a Simba y ¡hakuna matata!, es decir, sin problemas.
Ha sido un sueño largo, emocionante y divertido. Me siento agotado y feliz.
Vuelvo a recorrer la calle principal de aquella ciudad que imaginé al principio. Sigue siendo amable y limpia.



*** Imagen borrada de Tinypic ***