Este día visitamos el palacio de Schönbrunn. Cogí el Sisi ticket por Internet unos días antes. Este ticket incluye el gran tour en este palacio y el museo de Sisi en el Palacio de Hofburg, pero los puedes visitar en días distintos y la entrada no tiene ni día ni hora de entrada. Aunque este era el palacio de verano de los emperadores, ahora está realmente dentro de la ciudad, aunque no en todo el centro como el Hofburg y hay que coger un tranvía o autobús para ir allí.
El palacio es precioso, es enorme y se aprecia el lujo con el que vivían y el esplendor del imperio austrohúngaro. La entrada incluye audio guía y está muy bien, explica lo que es cada sala y algunos detalles de la vida de los emperadores, pero sin enrollarse demasiado. Todo se centra mucho en la época de Francisco José y Sissi, pero la zona de Maria Teresa también es súper interesante y algunas de las salas más bonitas están en esa zona, yo creo que merece la pena coger el gran tour para verlas. Aquí una foto del techo de uno de los salones más espectaculares.

A la salida recorrimos parte de los jardines, que también son muy bonitos, con varias fuentes y una especie de cascada. Además merece la pena alejarse un poco por el jardín para tener la panorámica de todo el palacio.


Pasamos bastante calor y después de esta visita nos fuimos al apartamento a comer (un kebab) y descansar. Después de la siesta nos acercamos en tranvía a la iglesia de San Carlos o Karlskirche. Por fuera es muy bonita, porque tiene una fuente delante en la que se refleja y se pueden hacer unas fotos muy chulas, aunque cundo fuimos nosotros uno de los lados estaba en obras. Es de estilo barroco, muy distinto de las iglesias románicas y góticas que estamos acostubrados a ver en España, con mucho dorado y como muy recargado. A priori no es un estilo que me guste mucho, pero reconozco que esta iglesia y la abadia de Melk me han hecho apreciar un poco más este estilo. Además en eesta se puede subir hasta la cúpula para tener una panoramica de la ciudad.

Desde aqui fuimos caminando a la zona de la ópera. Como los cafés más conocidos como el Central o el Sacher tenían cola para entrar, fuimos al Café Imperial. Pedimos un par de tartas, apfel strudel y la tarta imperial típica de aquí y algunas bebidas y pasamos un rato en uno de los famosos cafés de Viena. El strudel lo sirven caliente y está riquísimo, la tarta imperial tiene chocolate y mazapán y no nos gustó tanto. Si pides eis café, te sirven una copa enorme con café, helado y nata. Como habíamos gastado poco en comer un kebab, pues el presupuesto del día se nos fue en la merienda, pero al menos un día creo que merece la pena darse un capricho e ir a uno de estos cafés. Una de las cosas que me gustó de este café es que está dentro del hotel imperial, asi que el baño es el del hall del hotel y por unos minutos es como si te alojaras en este hotel tan lujoso.
Desde aquí seguimos caminando admirando los lujosos edificios de esta zona, como la ópera y entramos a la cafetería Sacher para comprar un par de porciones de tarta para llevar y así nos ahorramos hacer cola. Pasamos por los museos de Historia Natural y de Historia del Arte por fuera, por el Volksgarten y fuimos caminando hasta la plaza del Ayuntamiento. Aquí en verano hay puestos de comida y una pantalla donde proyectan películas. Nos costó un poco encontrar sitio, pero pudimos cenar unas típicas salchichas, con su cerveza y la tarta Sacher de postre. El día que fuimos nosotros proyectaban óperas de Puccini desde Venecia, pero otros días hay conciertos de rock y todo tipo de películas. Creo que esto lo hacen no se si todo el verano o todo agosto, pero está muy bien para cenar un día.