![]() ![]() COSTA AMALFITANA NAPOLES en 7 dias ✏️ Diarios de Viajes de Italia
Este diario no va acompañado de fotos, ni de grandes descripciones; para eso Google va genial. Es un diario austero que solo quiere transmitir mis experiencias y los pocos conocimientos que he podido adquirir en este viaje, para que te sea más...![]() Diario: Costa Amalfitana y Nápoles⭐ Puntos: 5 (3 Votos) Etapas: 3 Localización:![]() Este diario no va acompañado de fotos, ni de grandes descripciones; para eso Google va genial. Es un diario austero que solo quiere transmitir mis experiencias y los pocos conocimientos que he podido adquirir en este viaje, para que te sea más fácil realizarlo por tu cuenta. Gastos previos por persona: • Pasajes con Ryanair desde Tenerife: 304 € • Tren: 35 € • Seguro de salud/viaje: 22,50 € • 3 hostales: 32,40€ (Nápoles), 234€ (Sorrento), 70€ (Nápoles) TOTAL: 697,90 € En los 3 hostales nos han cobrado la tasa turística en efectivo. Solo en uno nos dieron recibo. ______ 9 de octubre de 2024 Salimos de Tenerife Sur a la hora prevista y, después de cuatro largas horas, llegamos al aeropuerto de Nápoles. Nada más abrirse las puertas del aeropuerto, nos aborda un ejército de taxistas ilegales. También hay una guagua que, por 5 €, hace varias paradas en el centro de la ciudad. Decidimos coger un taxi convencional que, según Google, tiene tarifa fija de 18 €. Sin embargo, nos engañan y finalmente nos dicen que esa tarifa es de día, y que de noche son 30 €. Cierto es que no regateamos y, en el de 10 minutos, llegamos al hotel. Uber costaba 25 €. Nuestro hotel es el Hotel Garden Napoli. Justo enfrente cenamos; primera cena napolitana, muy buena, por cierto: 68 €. El hotel está muy cerca de la estación de tren, que es nuestro destino de mañana a primera hora. Quisimos dar un paseo, pero ya eran las 23:00, y el ambiente del barrio nos dio respeto. Así que volvimos al hotel. Por la mañana nos dimos cuenta de que la zona buena era saliendo del hotel a la derecha y no a la izquierda, como cogimos la noche anterior. ______ 10 de octubre de 2024 Desayunamos en el hotel, nada del otro mundo, pero cumple su función. Preguntamos en recepción la manera más rápida de llegar a la estación de tren, ya que Google nos hace dar una gran vuelta. Resulta que, solo pasando dos calles, estamos en ella. Vamos a la estación central de Garibaldi. Nuestro tren a Sorrento lo compramos por internet y nos costó 15 € ida y vuelta por persona. La compañía es Campania Express. Los mostradores están un poco escondidos, pero preguntas y enseguida te indican. Hay mucha información y también máquinas para comprar el ticket en el momento. Nuestro tren sale a las 11:25, y a las 11:10 nos llevan en modo "excursión guiada" hacia nuestro vagón. Enseñamos los tickets, los asientos están asignados y rumbo a Sorrento. Es una línea totalmente orientada al turismo, aunque el tren es bastante cutre. Al viajar en octubre, se supone que estamos en temporada baja, pero el tren va lleno. Por eso recomiendo comprar los tickets con antelación. A las 12:45 llegamos a Sorrento. En la estación de tren hay una oficina de información turística, aunque nosotros nos dirigimos directamente al hostal. El hostal se llama "RossHouse", y nos costó un poco encontrarlo. Google nos llevaba al patio de un edificio y, efectivamente, había que pasar la cancela. El cartel era tan pequeño que ni lo veíamos. Al llegar, nos cobraron 32 € en efectivo por el impuesto que no teníamos contemplado, ni habíamos leído en ningún lado nada de este impuesto. Cerca, justo en la esquina, hay un establecimiento de alquiler de motos. Preguntamos para mañana coger una moto, nos cuesta 40 € por 10 horas, o 45 € por un día completo. Dos días costarían 85 €, y la podemos dejar aparcada en la puerta del hostal, lo consultamos a la persona que nos hizo el check in. Ya con esta información, nos vamos a conocer el pueblo de Sorrento. Llegamos al centro neurálgico en pocos minutos, la Piazza Tasso. Ahí está el barranco que separa la ciudad en dos. Entramos por la calle San Cesareo, llena de tiendas de souvenirs, limoncello y algo de ropa. Nos tomamos algo en una placita: el primer limoncello spritz (coctel de limoncello, vino proseco y gaseosa). Vigila, porque, aunque parece inofensivo, sube bastante. En la calle Corso continuamos hasta la Villa Comunale. La iglesia estaba cerrada porque había una boda. Paseamos por los jardines con vistas y bajamos por una prolongada escalera hasta la Marina Piccola. También hay un ascensor, pero decidimos bajar a pie. Paseo y fotos por los balnearios, muy curiosos, unos diques con hamacas, un chiringuito y escaleras al mar cobran entrada. En la Marina Piccola están las taquillas para comprar los billetes de barco que llevan a Amalfi, Positano y Capri. Paseamos un poco más y luego cogimos un minibús de 2 € que nos devolvió en pocos minutos a la plaza central de Sorrento. Seguimos callejeando y acabamos cenando en Da Gigino, muy recomendable. No cobran el servicio y te invitan a un chupito al finalizar la cena. ______ 11 de octubre Nuestro hostal ofrece desayuno, no es nada especial, pero cumple con las expectativas. Tras desayunar, nos dirigimos a alquilar una moto en un local cercano al hostal. El costo por 10 horas es de 40 euros. Antes de partir, revisamos la moto, firmamos varios documentos y dejamos una fianza de 300 euros que nos devolverán siete días después (con tarjeta de crédito). El alquiler se paga al devolver la moto. A las 10:30 ya estamos en marcha rumbo a los encantadores pueblos de la Costa Amalfitana. Primera parada: Positano Aparcamos en la carretera, donde hay línea amarilla (no de pago). Positano es mayoritariamente peatonal, por lo que recorrimos sus calles buscando los puntos turísticos más importantes. Nos mojamos los pies en la playa, donde nos sorprendió que algunas zonas están delimitadas y son de pago. A pesar de ser una playa, no puedes acceder libremente a estas áreas. Segunda parada: Amalfi Aquí, aparcamos en el muelle en una zona azul, a 4 euros la hora. Pasamos dos horas recorriendo el pequeño pueblo, donde disfrutamos de un bocadillo italiano por 7 euros y un helado de sorbete por 10 euros. (Dato curioso: fuera de la plaza central, el mismo helado cuesta menos de la mitad). Visitamos la hermosa catedral de Amalfi, aunque el pueblo en sí me decepcionó un poco; lo esperaba más grande. Vuelta a Sorrento Planeábamos visitar Ravello, pero a las 18:15 ya oscurece, así que emprendimos el regreso a Sorrento. Hicimos una breve parada en el fiordo de Furore para tomar fotos y continuamos el viaje, llegando a Sorrento al atardecer. Ya en Sorrento, nos dirigimos a la Marina Piccola para comprar los billetes para Capri al día siguiente. Los precios oscilan entre 43 y 47 euros. Elegimos el más económico y reservamos el barco de las 11:20, con regreso a las 18:30. Sin opción de volver antes, tendremos que aprovechar bien el día en Capri. Cenamos en la pizzería Aurora. Tiene buena fama en Instagram, pero nos pareció cara y no tan buena como esperábamos. ______ 12 de octubre Tras desayunar, nos dirigimos paseando a la Marina Piccola. Nuestro barco hacia Capri sale a las 11:20. En el trayecto, nos ofrecen una excursión de una hora para rodear la isla por 23 euros, y aceptamos. Pagamos 5 euros a bordo y abonamos los 18 euros restantes al llegar a Capri, justo al salir del barco esta la oficina ahí pagamos el restante y otra ve al barco a hacer la excursión. Capri La excursión en barco nos encantó y completó nuestra experiencia del día. Una vez en tierra, tomamos el funicular (2,40 euros) hasta la plaza central. Sales del barco vas hacia la izquierda. Justo detrás de la entrada del fonicular está la taquilla donde compras el ticket. Capri está llena de calles peatonales con tiendas carísimas, lo cual no fue de mi agrado. Decidimos visitar Anacapri, una zona más tranquila de la isla. Tomamos un autobús por 4,80 euros (ida y vuelta). Saliendo del fonicular a la derecha esta otra taquilla para comprar los tickets de las guaguas. En Anacapri, planeamos subir en telesilla hasta Monte Solaro, pero desistí al ver que las sillas no eran cerradas y llevaba vestido. Por lo que , paseamos por sus calles, almorzamos, compramos souvenirs y visitamos una iglesia con una hermosa plaza decorada con azulejos. Regresamos a la Marina Grande tras cola para coger la guagua, y esperamos hasta las 18:30 para tomar el barco de vuelta a Sorrento. En general, Capri me decepcionó; su fama no correspondió a lo que encontré. En Sorrento, subimos a pie a la plaza central y paseamos por las tiendas de souvenirs. Degustamos limoncello en la tienda Nino’s y cenamos en L'Ostería nel Cortile dal Gigante, un lugar de bocadillos delicioso. ______ 13 de octubre Después de levantarnos temprano, nos dirigimos a la estación de tren, donde compramos billetes para los autobuses locales por 10 euros, válidos para todo el día. Los billetes se compran en una pequeña taquilla a la izquierda de la puerta de la estacion de tren, si la miras de frente. Amalfi y Ravello Hay una cola infinita rumbo a Amalfi, nosotros salimos e la tercera guagua eran de las grandes. El trayecto a Amalfi fue largo, más de una hora en guagua por carreteras de curvas. En Amalfi compramos un helado de limoncello por 3 euros. En la misma plaza donde te deja la guagua hay otra parada con un cartel enorme que te dice a los pueblos que van las guaguas que paran en esa parada. Otra vez colas infinitas. Luego, tomamos un autobús hacia Ravello. Las colas eran caóticas, y los horarios de los autobuses no se respetan. A pesar de la espera, Ravello resultó ser una villa encantadora de piedra que se puede recorrer en una hora y media. Decidimos no visitar la Villa Rufolo (entrada: 8 euros). Volvemos a la parada de Ravello, que nos devuelve a Amalfi. Otra vez cola para coger la guagua a Sorrento. Entramos en la primera guagua, pero de pie. 1:30h de pie por curvas hasta Sorreto. La vuelta fue agotadora. Las colas para los autobuses eran interminables, los vehículos estaban saturados y el trayecto fue un reto. Llegamos a Sorrento exhaustos, con la sensación de haber perdido el día en transporte. La Costa Amalfitana, aunque hermosa, está saturada incluso en octubre. Los pequeños pueblos no están preparados para recibir a tanta gente. La logística del transporte hace que la experiencia no sea tan agradable. Cerramos la noche cenando en Gigino, donde la comida fue excelente. El vino de la casa también fue una grata sorpresa. Una manera agradable de terminar un día lleno de altibajos. 📊 Estadísticas de Etapa ⭐ 0 (0 Votos)
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