Ahora vamos a visitar algunas de las Aldeas Históricas de japón, pero antes haremos una breve parada en otros lugares como Kohan no Sato.

Es una pequeña zona residencial junto a un área de descanso con cabañas de madera, restaurante, baños públicos y el Lago Miboro a pocos metros.


Dejamos el coche aparcado junto a las cabañas y paseamos un rato viendo el paisaje tan bonito y lleno de color que hay.




Me voy tras un matorral para hacer pipí y así me puse llena de pinchos, jajajaja.

A 12km se encuentra la Antigua residencia de la familia Toyama. La casa pertenecía a un agricultor que antiguamente se ganaba la vida con la sericultura, actividad basada en el cultivo de la morera, en la crianza del gusano de la especie Bombyx Mori para la obtención de seda a partir del hervimiento de sus capullos, con lo que se obtiene entre 700/1500 metros de hilo por cada capullo para obtener la fibra textil

Curiosamente, este año para Reyes me regalaron unos pendientes muy originales hechos por los gusanos de seda y pintados a mano, me encantaron por ser artesanales y originales, os pongo la foto.

La arquitectura de la casa es de estilo gassho-zukuri, muy típica de aquella época. También está catalogada como una propiedad cultural importante a nivel nacional, pese a que no es nada conocida para turistas y poco para nacionales, de echo éramos las únicas que estábamos en el lugar y alrededores, toda la zona muy solitaria.

Hoy día la casa es un museo de historia local, estaba cerrado cuando llegamos pero vimos los alrededores.


Frente a la residencia se encuentra un pequeño santuario sintoísta.

Toda la colina donde se encuentra situado, dicen que es un lugar de culto a Hakusan y una montaña sagrada, hay que subir una empinada escalera de piedra para visitarlo, yo solo subí un tramo ya que está muy vertical la subida y mi rodilla no es apta para estos retos, jajaja.



Carmen subió hasta arriba e hizo algunas fotos.


Desde arriba se aprecia mejor lo empinada que está la escalera y la altura que hay hasta la carretera.




Desde la parte baja del templo se puede ver al otro lado de la carretera la Antigua Residencia de la familia Toyama.

Cogemos el coche y continuamos ruta disfrutando de este otoño tan colorido que nos está regalando Japón
