Despierto sobre las 2:00 am, me había acostado muy temprano, antes de las 22:00, por lo que no había nadie y escondí el mando, pero...el indio lo había encontrado en la estantería más alta que había y le había dado a tope. Craso error dejarlo a mi vista. Apago total el aire, le quito las pilas, las meto bajo mi almohada y a dormir , que vaya resfri llevo.
Había preguntado el día anterior en la estación de vans, por el precio para ir a Port Barton, que estaba a casi cuatro horas de camino y era mi próximo destino. Pero eran solo 50 pesos menos que haciéndolo en mi hostel y encima me recogían allí .
A las 8:00 ya estoy en la furgo, gracias a Dios, al lado de la ventanilla en la primera fila, de los mejores sitios, pues luego, la van va petada. En cuatro horas y una parada, ya estamos en Port Barton. Tan diferente, tan verde.
Port Barton
A pesar de tener nombre de una gran población costera, la verdad, son cuatro calles de tierra y una asfaltada en obras. Pero ahí está el éxito de ese destino, un destino sin el turisteo de El Nido, mucho más barato y mucho más auténtico. Tiene tres playas estupendas y unas buenas rutas de trekking.
Por primera vez en el viaje, tengo cabañita para mí solito. Ya tocaba. Aunque la verdad, me lo paso de pm en los hostels compartidos, la gente va de muy bien rollo, y aunque normalmente soy el más mayor de todos, bueno, el padre, me desenvuelvo muy bien conociendo gente nueva. Aunque seamos sinceros, de vez en cuando, esa privacidad de hacer lo que quieres cuando quieres...
Descanso un poquito de siesta como buen español y me voy a bañarme a la playa de Port Barton. La verdad que muy chula.
Después una buena cena, charla con españoles que estaban en el mismo Guesthouse que yo con unas cervezas y a dormir, que por la mañana toca trekking.
Aquí tampoco voy a alquilar moto, pues pone mucha lluvia para el día siguiente y el camino dicen que es muy malo cuando llueve.