Patinaje sobre hielo
Sobre las 8:00 todos en pie para desayunar y llegar pronto a la cola de la pista de patinaje. Llegamos sobre las 9:00 y eramos de los primeros. A las 10:00 nos dieron los patines y a la pista. La mayoría de la gente patinaba muy bien. Nosotros pegaditos a la barandilla para tener un punto de sujeción. Al dar varias vueltas nos fuimos soltando un poco. Cuando acabó la hora de patinaje devolvimos los patines y nos fuimos a tomar algo caliente a una cafetería.
La actividad les gustó tanto a las niñas que nos preguntaron si podíamos repetir al día siguiente.

Castillo de Trakai
Desde la cafetería pedímos un Uber para que nos llevara al castillo. Nos costó 25 euro.
El horario del castillo era de 10:00 a 18:00, y el precio 10 euros por adulto y 5 euros las niñas.
Se accede cruzando una pasarela. Al otro lado de la pasarela hay tiendas de souvenirs, restaurantes y un mirador (Castle Island Viewing Deck) con unas vistas espectaculares del castillo con su reflejo en el agua.


Dentro del castillo se pueden visitar varias salas en las que se exponen objetos de varias épocas.



Comer
Los restaurantes estaban casi todos cerrados. Imagino que por ser temporada de poco turismo. Comimos en Markizas. También comimos muy bien.
Después de comer nos fuimos a ver los puestecillos donde compramos algún recuerdo. Y pedimos un Uber. Después de un rato esperando, la aplicación nos decía que estaban buscando uno libre en la zona y cuando parecía que ya llegaba nos volvían a informar que no era posible e iniciaba una nueva búsqueda.
Fuimos a información turística y nos informaron que podíamos ir al pueblo a unos 2km para regresar a Vilna en bus o tren, que Uber no funcionaba allí. Le preguntamos precio por una taxi, llamó y nos dijo que 30 euros. Así que decidimos regresar en taxi. Le pedimos que nos dejara en la Calle Gedimino, que es una de las calles principales con tiendas comerciales.