Los armenios no madrugan nada. A las 6:15, ya iba caminando hasta el lugar de encuentro del tour, que empezaba a las 7:00. Apenas nadie por las calles, y eso que era un miércoles. Llegué el primero, a los dos minutos llego la furgo y pude elegir el mejor asiento delante en la ventanilla. Una armenia intentó hacerme el lío intentando que me pudiese entre el conductor y la ventanilla, pero ese es el peor sitio y no la dejé.
A en punto sale la furgo con 16 personas, armenios, checos, una saudita, un australiano y yo. Primera parada, en un restaurante de carretera para desayunar..mmummm, esto no me está gustando nada, no es mi forma de viajar, aunque sabía a lo que venía. Espero a que desayunen ya que yo ya lo había hecho en el hostel y en media hora, salimos de nuevo, hasta llegar a una cascada, Shaki, que bueno, quizás allí eso sea la caña, pero nada espectacular, aunque estuvo bien la parada y empezar a conocer a la gente del tour.
Breve parada a continuación, en un paisaje precioso junto a la carretera , lago con montañas al fondo, tipo Heidi
La siguiente parada, fue en una localización muy antigua, de nombre impronunciable, Khndzoresk, donde vivían en cuevas. Este sitio me gustó mucho, encima tienen un puente colgante para llegar a las cuevas, que está de pm. Allí echamos más de una hora y estuvo muy bien esa parada. Tiene una pequeña iglesia, muy antigua e interesante, algún armenio de la excursión, rezaba allí.
Pensaba que ahí haríamos el lunch, pero no, íbamos a piñón fijo, furgoneta y para el teleférico de Tatev, incluido en el Guinness de los Records.
Si os soy sincero, me decepcionó un poco. No sé por qué, pero pensaba que íbamos a ir en un teleférico de esos con las piernas colgando, y no, era una cabina de última generación, en la que no sentías ninguna sensación, aparte de las increíbles vistas a través de una pared acristalada. A esas alturas del viaje, ya me había hecho amigo de las checas y la saudita, y teníamos un grupito muy divertido.
Llegar al monasterio de Tatev en teleférico es una pasada, aunque la foto bonita, se saca desde otro lado, arriba de una montaña. Después de llorarles , porque íbamos mal de tiempo, el conductor tiro para allá para tener esas vistas y la preciada foto. El monasterio estuvo muy bien, pero ya a esas horas había muchos turistas (en general, en Armenia,
muchísimos más de los que esperaba, en especial rusos). La guía, que era una chavalita súper simpática, nos hizo un tour en inglés muy bueno por todo el monasterio, aunque yo con mi inglés mercadillero, pues pillaba la mitad y mi amiga checa con un español perfecto, me contaba la otra .
Después de otra hora allí y hacer la parada para la foto chula, y arrepentirme de no haber pillado un coche de alquiler, pues allí hay muchas cosas que hacer y ver, salimos pitando hacia una cata de vinos, en Areni, típica turistada en esos tours, pero bueno, le pegas un tiento a tres o cuatro vinos y ya sales con una sonrisilla.
Llegamos a Yerevan sobre las once de la noche, 16 horas de tour!! Habíamos parado quince minutos a hacer una cena express, pues desde el desayuno a las 8, no habíamos comido nada, bueno, todos llevábamos algo en la mochila. Esta excursión es muy recomendable para los que quieran perder peso.
Ya me iba para mí chozo y las checas me dijeron que nos tomáramos la última con la saudita. Soy de personalidad débil y me convencieron rápido. A las dos y media estaba metiéndome en la camita con el sonido angelical de los ronquidos del afgano.