Tras el superdesayuno cargado de colesterol, caminamos hasta Buckingham Palace.
Es curioso ver cómo se mantiene una tradición tan arraigada como la de la guardia real, que llega a convertirse en un auténtico espectáculo:
A pesar de la cantidad de gente, hay muchos detalles en los que fijarse:
El Queen Victoria Memorial de lejos:
Vale la pena detenerse un rato aquí. Tiene muchas pequeñas obras de arte:
Paseamos por Green Park y Constitution Hill hasta el Arco de Wellington.
Antes de llegar hay un monumento dedicado a los soldados de las colonias caídos ("Our future is greater than our past").
Mientras esperábamos a que dieran las 11.00 para hacer el tour de Sandeman´s, pasó la guardia a caballo hacia Hyde Park.
El tour parte del Arco de Wellington, donde también otro memorial recuerda a los soldados desconocidos caídos en la 1ª Guerra Mundial (hay varios por toda la ciudad, lo cual es lógico, claro). La primera parada fue en el Palacio y seguimos por la avenida The Mall, que bordea St. Jame´s Park. Aquí nos detuvimos en St Jame´s Palace, para fotografiar de nuevo a los guardias.
Subimos por Marlborough hasta Pall Mall y paramos nuevamente en Waterloo Place.
Después seguimos hasta Trafalgar Square. No me extraña que sea uno de los lugares más valorados de Londres, a pesar de estar rodeado de tráfico y lleno de gente. La National Gallery como telón de fondo:
La columna de Nelson:
St. Martin in the Fields a la derecha...
pero, sobre todo, mirar hacia Whitehall con el Big Ben al fondo, el tráfico, los buses rojos, gente por todas partes…
En Admiralty Arch el guía nos contó una anécdota, y es que según los ingleses, Napoleón no está enterrado en Invalides en París, sino en este gran arco.
Al parecer lo enterraron de pie y le dejaron por fuera la nariz, de forma que al pasar los soldados a caballo le daban y se reían de él. Lo cierto es que hay una nariz de goma que sobresale de las piedras del arco. Realidad o ficción, es lo que más nos atrae de los recorridos de Sandeman´s. Son super amenos y aprendes bastante. Seguimos por Horse Guard´s Road...
...viendo la trasera de Horse Guard's Parade y de la casa del primer ministro, y St. Jame´s enfrente. Este parque nos enamoró solo con verlo de lejos, así que regresaríamos.
El circuito terminó, tras ver el Big Ben de lejos, en la Abadía de Westminster. Aunque el recorrido es gratuito, la gente suele dar sus aportaciones al guía.
Fue un acierto hacer este tour, pues habíamos cumplido con gran parte de lo que teníamos previsto para ese día y encima con explicaciones en español.
Caminamos hasta Whitehall para ver la guardia montada en Horse Guard`s Parade. El espectáculo que hacen con los cambios atrae a mucha gente. Después bajamos para ver por delante y más de cerca la casa del primer ministro, en el 10 de Downing Street. Desde la época de Margaret Thatcher está vallada la calle y las medidas de seguridad son muy fuertes.
Como era ya mediodía, fuimos a St. Martin con intención de ver algún concierto, pero no pudimos entrar, así que calle arriba comimos en Starbucks unos sándwich y chocolate calentito (12£). Hay muchos por toda la ciudad y benditos sean, por sus bebidas calientes y sus baños, porque con el frío…
Durante un par de horitas estuvimos en la National Gallery, donde no dejan hacer fotos. La colección de pinturas que alberga, desde el siglo XIII al XX es impresionante (Van Eyck, Boticelli, Leonardo, Tiziano, Rembrandt, Vermeer, Rubens, Velázquez, Turner, Monet, Van Gogh…).
Al salir ya había oscurecido y el contraste de luces y oscuridad nos regaló fotos como estas, de la iglesia de St. Martin in the Fields...
...y de Trafalgar Square con el Big Ben al fondo.
Caminando al azar, echamos a mano izquierda y encontramos Whitcomb Street. “Me suena esta calle”. “Que no”. “Sí, es la de las puertas chinas”. Efectivamente, en un momento estábamos en Chinatown. Había muchísima gente, los restaurantes y bufetes empezando a llenarse… Nos recordó a cualquier ciudad una víspera de reyes. Como llovía y ya empezábamos a notar el cansancio, entramos en un buffet chino, “Young Chen”, en Shaftesbury Avenue. Es muy pequeño, pero bien atendido y servido; por unas 8£ cada uno, bebida aparte, pero a precio normal, comimos como reyes.
Un último paseo por esta misma calle nos llevó sin esperárnoslo, hasta Picadilly Circus, con sus características luces, gente, carteles de espectáculos, neones…
En Leicester Square cogimos el metro hasta el hotel, a descansar por fin. ¡¡¡Todavía nos quedaban 8 tramos de escaleras!!!

Es curioso ver cómo se mantiene una tradición tan arraigada como la de la guardia real, que llega a convertirse en un auténtico espectáculo:

A pesar de la cantidad de gente, hay muchos detalles en los que fijarse:


El Queen Victoria Memorial de lejos:

Vale la pena detenerse un rato aquí. Tiene muchas pequeñas obras de arte:


Paseamos por Green Park y Constitution Hill hasta el Arco de Wellington.

Antes de llegar hay un monumento dedicado a los soldados de las colonias caídos ("Our future is greater than our past").
Mientras esperábamos a que dieran las 11.00 para hacer el tour de Sandeman´s, pasó la guardia a caballo hacia Hyde Park.

El tour parte del Arco de Wellington, donde también otro memorial recuerda a los soldados desconocidos caídos en la 1ª Guerra Mundial (hay varios por toda la ciudad, lo cual es lógico, claro). La primera parada fue en el Palacio y seguimos por la avenida The Mall, que bordea St. Jame´s Park. Aquí nos detuvimos en St Jame´s Palace, para fotografiar de nuevo a los guardias.

Subimos por Marlborough hasta Pall Mall y paramos nuevamente en Waterloo Place.

Después seguimos hasta Trafalgar Square. No me extraña que sea uno de los lugares más valorados de Londres, a pesar de estar rodeado de tráfico y lleno de gente. La National Gallery como telón de fondo:

La columna de Nelson:

St. Martin in the Fields a la derecha...

pero, sobre todo, mirar hacia Whitehall con el Big Ben al fondo, el tráfico, los buses rojos, gente por todas partes…

En Admiralty Arch el guía nos contó una anécdota, y es que según los ingleses, Napoleón no está enterrado en Invalides en París, sino en este gran arco.

Al parecer lo enterraron de pie y le dejaron por fuera la nariz, de forma que al pasar los soldados a caballo le daban y se reían de él. Lo cierto es que hay una nariz de goma que sobresale de las piedras del arco. Realidad o ficción, es lo que más nos atrae de los recorridos de Sandeman´s. Son super amenos y aprendes bastante. Seguimos por Horse Guard´s Road...

...viendo la trasera de Horse Guard's Parade y de la casa del primer ministro, y St. Jame´s enfrente. Este parque nos enamoró solo con verlo de lejos, así que regresaríamos.

El circuito terminó, tras ver el Big Ben de lejos, en la Abadía de Westminster. Aunque el recorrido es gratuito, la gente suele dar sus aportaciones al guía.
Fue un acierto hacer este tour, pues habíamos cumplido con gran parte de lo que teníamos previsto para ese día y encima con explicaciones en español.
Caminamos hasta Whitehall para ver la guardia montada en Horse Guard`s Parade. El espectáculo que hacen con los cambios atrae a mucha gente. Después bajamos para ver por delante y más de cerca la casa del primer ministro, en el 10 de Downing Street. Desde la época de Margaret Thatcher está vallada la calle y las medidas de seguridad son muy fuertes.
Como era ya mediodía, fuimos a St. Martin con intención de ver algún concierto, pero no pudimos entrar, así que calle arriba comimos en Starbucks unos sándwich y chocolate calentito (12£). Hay muchos por toda la ciudad y benditos sean, por sus bebidas calientes y sus baños, porque con el frío…
Durante un par de horitas estuvimos en la National Gallery, donde no dejan hacer fotos. La colección de pinturas que alberga, desde el siglo XIII al XX es impresionante (Van Eyck, Boticelli, Leonardo, Tiziano, Rembrandt, Vermeer, Rubens, Velázquez, Turner, Monet, Van Gogh…).
Al salir ya había oscurecido y el contraste de luces y oscuridad nos regaló fotos como estas, de la iglesia de St. Martin in the Fields...

...y de Trafalgar Square con el Big Ben al fondo.

Caminando al azar, echamos a mano izquierda y encontramos Whitcomb Street. “Me suena esta calle”. “Que no”. “Sí, es la de las puertas chinas”. Efectivamente, en un momento estábamos en Chinatown. Había muchísima gente, los restaurantes y bufetes empezando a llenarse… Nos recordó a cualquier ciudad una víspera de reyes. Como llovía y ya empezábamos a notar el cansancio, entramos en un buffet chino, “Young Chen”, en Shaftesbury Avenue. Es muy pequeño, pero bien atendido y servido; por unas 8£ cada uno, bebida aparte, pero a precio normal, comimos como reyes.
Un último paseo por esta misma calle nos llevó sin esperárnoslo, hasta Picadilly Circus, con sus características luces, gente, carteles de espectáculos, neones…
En Leicester Square cogimos el metro hasta el hotel, a descansar por fin. ¡¡¡Todavía nos quedaban 8 tramos de escaleras!!!