Desayuno en el hotel y rumbo hacia el desierto!!!! Hoy es un día muuuy largo en el coche, con alguna que otra parada para contemplar los paisajes. Poco a poco empieza a haber cada vez mas viento, se avecina tormenta de arena, pero antes de seguir, paramos para ver el valle del Draa, impresionante extensión de palmeras que ocupan todo el valle. Es dificil ver donde empieza y donde acaba.
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Seguimos la ruta dejando el palmeral a mano izquierda y viendo cada pocos kilómetros preciosos pueblos de adobe que se camuflan con las montañas.
A medida que nos acercamos a nuestro destino la tormenta de arena se hace mas presente, hasta el punto de que cuando paramos para comer, en lo que tardo en salir del coche y entrar en el restaurante ya tenía la boca llena de arena!!! jejeje.
Allí nos encontramos con un matrimonio americano muy descontento con su guía ( que suerte hemos tenido nosotros con Zaid y con Ramlia Camels, que se me había olvidado comentarlo antes: la persona de contacto se llama Hassan y es suuuper majo, Zaid es su hermano y ellos dos y su primo son los que hacen los tours, os dejo su página web:http://www.viajes-marruecos4x4.com/).
El matrimonio nos contó que no pudieron hacer la noche en el desierto el día anterior por culpa de la tormenta de arena y se tuvo que suspender. Ahí fue cuando me entró miedooo!!! Lo que mas me apetecía de todo, la razón principal de este viaje corría peligro, así que lo que me quedó de viaje hasta el hotel en el desierto de Merzouga lo viví un poco preocupada, haciendo mil preguntas a Zaid sobre qué creía que iba a pasar ya que nosotros teníamos esa excursión al dia siguiente.
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Cuando empezamos a ver poco a poco clarear las dunas en el horizonte... bufff, la cosa fue mejorando hasta el punto de que cuando llegamos a las 4 de la tarde estaba totalmente despejado y con un sol reluciente, así que dejamos todas nuestras cosas en la habitación del Nomada Palace (que está literalmente a los pies de las dunas) (se llega por una pista de arena) y nos fuimos perdernos en las dunas del desierto de erg chebbi que resultó una maravilla. Nos subimos a una de las mas altas de la zona y contemplamos la puesta de sol, preciosa con la arena naranja que nos rodeaba.
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Antes de que anocheciera volvimos hacia el hotel y aunque llegamos ya de noche no tuvimos problemas para llegar, había sido genial, y lo mejor estaba por llegar, un día y una noche entera en el desierto. Mañana mas!!!
