Aprovechando el día de navegación que teníamos por delante, decidimos pedir la noche anterior el desayuno al camarote para el día siguiente, para así desayunar mientras navegábamos.
Así pues, como ese día no teníamos prisa por madrugar, el camarero nos trajo lo que habíamos pedido para desayunar a las 9:00h. El menú para pedir el desayuno al camarote es bastante más sencillo que el buffet, lógico a su vez, pero con menos variedad en comparación al desayuno de otros barcos que conocemos. Puedes pedir la cantidad que desees de cada producto, entre los que hay: tostadas, bollo de pan blanco, mermelada, mantequilla, zumo de naranja o de frutas, café, leche, chocolate, cereales de varios tipos, yogur natural y de frutas, bollería variada (napolitana de chocolate, croissants, una espiral con pasas, etc.). Para nuestra sorpresa, no había la opción de pedir embutido, ni huevos, ni bacon y, una cosa que me pareció muy extraña, fue que no hubiera la opción de pedir fruta, aunque yo se lo puse por escrito en la orden del desayuno, y no me la trajeron . No obstante, como en el buffet había bandejas, subí un momento arriba para coger un bol de fruta y un poco de pechuga de pavo y queso de untar para la tostada, así pude completar lo que faltaba en el menú del desayuno . Vuelta de nuevo al camarote, nos acomodamos en la cama, corrimos las cortinas y disfrutamos de ese desayuno mientras veíamos el espléndido sol que hacía y el Armonia surcaba tranquilamente los mares.
Fotos desayuno camarote
Disfrutando de la navegación
Hoy era un día ideal para explorar el barco de arriba abajo. Pero antes de ponernos manos a la obra, fuimos directas a la zona comercial del barco, localizada en la cubierta 5 y otra parte en la 6, al lado del Casino, donde encontramos la Logo Shop, la tienda de perfumes, una tienda de moda y una tienda variada, con productos de MSC y alimentos como chocolatinas o chucherías. Dunia necesitaba comprarse una chaqueta para llevar por las noches, pues había zonas en las que el aire acondicionado estaba muy fuerte y lo requería. Así pues, se compró una sudadera con el nombre de MSC Armonia bordado y el dibujo del barco, a muy buen precio, aprovechando una oferta que tenían al 40% de descuento. Asimismo, aprovechamos para comprar algún que otro detallito y recuerdo del barco.
Una vez hechas ya todas las compras, fuimos también a la Galería fotográfica, situada en la cubierta 6, antes de llegar al restaurante La Pérgola. Allí estaban ya expuestas las fotos que nos habían hecho en la terminal de Palma, una vez hecho el Check-in, junto con una sesión fotográfica que nos habían hecho en el barco la noche anterior. Dunia aprovechó también para preguntar por el Golden DVD Package del crucero, el cual había comprado desde casa y allí no estaban al tanto, por lo que tuvo que bajar la factura para que nos lo dieran al llegar al puerto de La Spezia. Al final, al llegar a casa y probarlos, resultó ser que los DVD vienen defectuosos y no los podemos reproducir bien, además de estar repetido el vídeo de las excursiones en 2 de los CD. Así que ahora estamos en trámites de que nos los puedan cambiar por otros que estén en correcto estado.
Dunia intentando hacer el “monito” en las escaleras de regreso al camarote, pero cada vez que se ponía, subía o bajaba alguien, jajaja.
Una vez vistas las fotos pendientes, fuimos al camarote a dejar las bolsas y a tomar algo fresquito en la piscina, aprovechando el ambiente que había por parte del equipo de animación. Coincidimos allí con Ascensión y María, y nos quedamos un ratito a charlar con ellas mientras disfrutábamos de otro de los cócteles de la carta!! Al final, entre tanta charla se nos pasó la mañana volando, y como queríamos ir al restaurante Marco Polo para probar el servicio de comidas, llamado Pronto Bistro, y solamente era de 12:00h a 14:00h, decidimos ir a comer prontito para poder ver qué tal era. Así pues, nada más llegar nos pusieron en una mesa grande, compartida con un matrimonio mallorquín y 2 chicas italianas, y pudimos ver que el ambiente era mucho más relajado que el del buffet. Para nuestra sorpresa, no sabíamos que el Pronto Bistro constaba de un buffet en el centro del restaurante, con ensaladas y otros platos como primero, pasta hecha al momento por 2 cocineros, algún otro plato caliente de carne y pescado, panes y los postres (fruta y repostería). Por tanto, te podías coger lo que quisieras de este buffet y después el camarero te traía una carta para pedir el plato principal, a escoger entre 5 o 6 platos diarios, de manera que mientras te comías el primer plato o lo que quisieras del buffet, ellos iban a buscar el plato principal a la cocina, como si fuera el servicio de cenas.
Como ya sabíamos que en el Caffe San Marco había algún dulce para tomar con el café, decidimos no tomar el postre en el restaurante y nos fuimos a hacer a esta cafetería para comernos un cupcake junto a un té, en mi caso, y un zumo en el caso de Dunia. Qué decir de los cupcakes… Estaban buenísimos y para nada empalagosos, ya que ambas pensábamos que por la cobertura que llevaban iba a estar muy dulce, y nos sorprendimos gratamente . De todas formas, solamente vimos los cupcakes en 2 o 3 días, el día de Palma de Mallorca, el de navegación y el último día, por lo que aprovechad si queréis probarlos en alguna de estas ocasiones, ya que los otros días también tienen otras pastas pero no los cupcakes.
Después de la sobremesa en el San Marco y de un ratito de charla, decidimos ir en busca de uno de los lugares “secretos” a bordo del Armonia. Cuando digo secretos, quiero decir que no vienen especificados en los mapas, de manera que poca gente va allí a no ser que alguien se lo haya dicho o que, como hacemos nosotras, investigando por el barco vean esa puerta. Así pues, ya sabíamos por el diario de unas chicas inglesas que escribieron sobre el Armonia, que en la cubierta 8, en la proa, había 2 puertas (una a babor y otra a estribor), que permitían salir a fuera y ver toda la punta del barco. La verdad que merece la pena acercarse ahí más de una vez, sobretodo mientras navega, porque puedes sentir con una mayor cercanía esa sensación de estar navegando. Precioso, la verdad.
Una vez descubrimos dónde estaba “la puerta secreta”, Dunia decidió quedarse por el barco para grabar cubierta por cubierta y seguir descubriendo todos los rincones, mientras yo cogí la toalla y me fui para la piscina a tomar un poco el solecito. En las horas punta, sobre todo cuando es navegación, es difícil encontrar una tumbona libre justo en el área de las piscinas, aunque tuve suerte y vi una libre. No obstante, hay muchas otras zonas para tomar el sol aunque estén más alejadas de la zona de aguas. Otro detalle que me gustó, fue que las tumbonas tenían una especie de visera, muy útil si no querías que te molestara el sol en la cara.
Después de estar un rato tomando el sol y de Dunia haber hecho parte del recorrido que quería grabar, nos fuimos a jugar un ratito al minigolf, pues aún no habíamos tenido la oportunidad de hacerlo. Para ello, se deben solicitar los palos de golf y la pelota en el mostrador que preparan los chicos de animación justo delante de las piscinas, tanto por la mañana como durante la tarde. Os pedirán el número de camarote, una firma y bloquean un saldo en la cuenta de 30€ en concepto de fianza por si pierdes alguno de los materiales que te prestan, importe que luego te devuelven al retornar los palos y la pelota.
En opinión sobre el minigolf, la verdad que nos sorprendió muchísimo al verlo allí, pues en fotos solamente se veía una pequeña parte del recorrido, cuando en realidad rodea toda la chimenea y está bastante bien, la verdad. Como nos somos muy expertas en la materia (Dunia más que yo, eso sí, jajaja ), pues tampoco contabilizamos mucho los puntos que habíamos hecho, pero lo importante fue pasar un buen rato mientras disfrutábamos de la navegación y de la soleada y calurosa tarde.
Una vez finalizado el circuito al minigolf, tuvimos que ir a devolver los palos y la pelota a Recepción, pues el mostrador que había en la piscina ya lo habían recogido, así que no os asustéis si cuando vayáis a devolver algún juego, pelotas de fútbol/básquet/vóley, palos de golf,… y veis que ya han cerrado el mostrador, pues vais a Recepción y lo devolvéis allí sin problema.
Después de pasar por Recepción para devolver el material, fuimos un rato al camarote para aprovechar a pasar las fotos y vídeos que ya habíamos ido haciendo durante esos casi 3 días al ordenador de Dunia, pudiendo liberar así espacio en las tarjetas de memoria y pasarnos el material de la una a la otra. Fue mientras esperábamos a que se acabaran de pasar las fotos que a Dunia le dio por mirar un momento por la ventana hacia el mar y sabéis qué vio? Delfines!!! . Fue muy bonito, pues saltaban justo al lado del casco del barco, sin asustarse lo más mínimo por la presencia de este ni el ruido de los motores, como si nos quisieran saludar. Una experiencia preciosa, pues los teníamos justo debajo de nosotras y la pena fue que se fueran quedando atrás conforme el Armonia avanzaba con rumbo fijo. Menos mal que Dunia pudo inmortalizar ese momento en vídeo, pues la verdad que fue impresionante.
Aprovechamos después para ducharnos y prepararnos para la noche Italiana, pues la vestimenta sugerida para esa noche era verde, blanco y rojo, por la bandera de Italia. Así pues, como teníamos reservado el espectáculo del teatro, Italian Journey, para las 20:00h e iba a ser el primer espectáculo que veíamos, decidimos estar con 30 minutos de antelación, aunque los siguientes días estando con 15-20 minutos era suficiente. Había 3 pases distintos: a las 20:00h, a las 21:45h y a las 23:15h. Justo en la puerta de entrada al teatro La Fenice (cubierta 6), hay una chica de MSC esperando con una máquina para pasar por el lector la tarjeta de crucero y comprobar que la reserva estaba efectuada correctamente para ese día, espectáculo y horario.
El espectáculo estuvo bastante bien, de variedades, con canciones italianas cantadas por la pareja de cantantes del Armonia, Nello y Maria, coreografías del equipo de ballet internacional, un dueto de chicos trapecistas, una chica muy elástica que hacía muchísimas posturas y un chico asiático con un aro. La duración aproximada de los espectáculos, a no ser que sea un día especial como la Cena de Gala y la presentación del capitán y la tripulación, es de unos 30 minutos.
Tras finalizar el espectáculo, fuimos a dar una vuelta al Bar del Duomo para ver la ambientación para la noche Italiana, aprovechando para probar un poquito del aperitivo italiano que habían preparado, con Melanzane alla parmiggiana, Ensalada Capresse, y otros platos típicos de la gastronomía de Italia.
Después de disfrutar del resto de la tarde escuchando un poco de música del Trio Supernova (fantásticos los 3 chicos ) en el Armonia Lounge & Library, nos fuimos a La Pérgola para la cena. Esa noche fue la que más tiempo tardamos en cenar, 2 horas y media, pues no sabemos por qué los platos tardaban en salir y nuestro camarero ya no sabía cómo disculparse, además de tener que aguantar quejas por parte de algunas parejas. Nosotras, como estábamos de vacaciones y no queríamos estar de mal humor, tampoco quisimos quejarnos al camarero, pues él hace su trabajo y si los platos no salen a su debido tiempo en cocinas, él tampoco tiene la culpa. Así pues, a pesar del lento ritmo entre plato y plato, nosotras aprovechamos para hablar sin parar (como hicimos toda la semana, jajajaja ), y así la espera se hizo mucho más amena. También pasó una de las fotógrafas para hacernos unas fotos, una a las 2 juntas y después una individual a cada una, pues por ser de la experiencia Fantastica, nos habían dejado una invitación en el camarote diciéndonos que nos regalaban una foto por persona de la Noche italiana.
Dunia y yo con el sol poniéndose en el horizonte
Carta Cena Italiana
Sopa Minestrone alla Milanese
Sopa Minestrone y Tortellini in brodo all’emiliana
Insalata tricolore
Scrigno dorato di pesce spada alla siciliana
Tagliata di manzo alla griglia
Tiramisù
Helado de vainilla para acompañar el tiramisù (a petición mía, qué bien cuidadas nos tenía Melvin, jejejeje ).
Plato de fruta fresca
Una vez finalizada la cena, ya se nos dieron las 23:30, hora en la que comenzaba la MSC Little Italy, la fiesta Italiana, en el Bar del Duomo, lugar donde se celebraba cada noche la mayoría de las fiestas temáticas que había durante la semana. Fue una velada muy animada, con canciones como la de “Dime cuando tu vendrás… Dime cuando, cuando, cuando…” junto al fantástico equipo de animación.
Sobre la 1:00h de la madrugada, decidimos retirarnos ya a nuestro aposento, pues al día siguiente llegábamos a Olbia a las 9:00h y teníamos la excursión a la Costa Smeralda con MSC con punto de reunión en el Teatro La Fenice a las 8:15, por lo que ya teníamos que estar desayunadas a esa hora.
Había sido un día de relajación a bordo pero a la vez con emociones muy intensas, y las horas e en el Armonia se pasaban volando. Era el turno de dormir, descansar y reponer fuerzas para comenzar el día en Olbia con energía.