Ese día desayuné un vaso de leche (por cortesía de mis anfitriones) con galletas. Salimos un poco tarde, sobre las 10:15, ya que como dije antes, me acosté tarde. Fuiimos andando hacia el centro con una temperatura de 1º, con pensamiento de ver primero el Museo de defensa, que es gratis.
Como era Semana Santa, ¡los noruegos también estaban de vacaciones! No pudimos acceder al interior del museo. Aunque sí pudimos ver la parte de afuera, en la que prácticamente solo se encontraba este tanque:
[align=center]Tanque
Como era Semana Santa, ¡los noruegos también estaban de vacaciones! No pudimos acceder al interior del museo. Aunque sí pudimos ver la parte de afuera, en la que prácticamente solo se encontraba este tanque:
[align=center]Tanque
Al estar cerrado, la visita fue muy corta. Así que nos dirigimos a la fortaleza Akershus, que también se puede ver gratis. Se trata de un castillo medieval que se construyó para proteger la ciudad de posibles invasores. Por la zona también hay algunos patos campando a sus anchas. La visita no os debería de llevar más de una hora. Tras finalizar aquí, pusimos rumbo al centro de la ciudad, donde el Parlamento, Ayuntamiento, catedral y el edificio de la ópera se encuentran relativamente cerca.
El Parlamento lo vimos por fuera, al no suscitar interés en nosotros como para visitarlo por dentro. Justo enfrente del edificio hay un agradable parque con su fuente, el cual se convierte en una pista de patinaje sobre hielo en invierno (según pude ver en fotos) Yo me lo encontré tal que así:
Tras pasear un ratito por allí y sacar algunas fotos, pasamos por el edificio del ayuntamiento, de nuevo sin llegar a entrar.
Ya se acercaba la hora de almorzar, así que decidimos entrar a un lugar llamado Espresso House para pedir un chocolate caliente (costaba sobre unas 45 coronas) y entrar en calor… además de hacer una españolada: sacar unos bocatas para almorzar jajaja. Allí dentro se estaba de escándalo, buen ambiente, muy calentitos, y asientos muy cómodos. Estuvimos unas dos horas allí.
Una vez reanudada la marcha, nos acercamos a Akker Brygge, el barrio más “chic” de Oslo. Pero entre el frío, las vacaciones de los noruegos y el hecho de que empezó a llover no la zona no tenía la vida que cabría esperar. Así que decidimos volver otro día. La recta final de la jornada sería pasada por agua…
Acto seguido, vimos la catedral de Oslo o Iglesia de nuestro Salvador. Aunque se puede entrar gratis, nosotros la vimos sólo por fuera. Esta vez no hubiera estado mal entrar para resguardarnos de la lluvia, pero ese día cerró pronto (a las 16:00 creo recordar). Así que hicimos una parada en una tienda de souvenirs cercana.
La última visita del día fue para el edificio de la ópera. Si tenéis mucha curiosidad en verlo por dentro, podéis sacar entrada por 100 NOK, algo más de 10€ (adultos). Si tenéis la Oslo pass, os hacen un descuento del 20%. Yo me conformaba con verla por fuera y pasear por su techo para ver las vistas de la ciudad, pero como era ya casi de noche, acordamos en volver otro día, así que pusimos punto y final al primer día en Oslo.
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