Una vez más toca madrugar, salir de casa con un niño, ya sabéis que lleva tiempo. Hoy tocaba ir a Ierapetra (a unos 40 minutos de Agios Nikolaos) para coger un ferry y visitar la famosa isla de Chrissi.
Queríamos coger alguno de los primeros ferrys para volver más o menos pronto a casa. El sistema que tienen para el control del número de visitantes en la isla es que la hora del ferry que te lleva a la isla determina la hora de recogida de tu ferry. Pero hay ferrys cada 15 minutos de las distintas compañias, no tendréis problemas para coger uno.
En el gps pusimos la dirección del puerto de Ierapetra, y nos llevó la zona del puerto de los barcos pequeños, no donde atracan los ferrys, que está a menos de 10 minutos andando. No importó demasiado porque allí mismo había un stand vendiendo los tickets para el ferry.
El hombre fue muy amable, cuando le dije que mi hijo tenía 3 años, me respondió que para el tenía 2.5 años y así no pagaba, ja, ja.
El ticket nos costó 25 euros el trayecto de ida y vuelta y nos dieron un planito de la isla. Antes de subir al barco hay que pasar por una caseta y se paga 1€/persona por tasa de puerto.
Cogimos el ferry que salía a las 10:15 y volvíamos a las 15:30.
El viaje dura 1 hora y una vez más le pusimos el chaleco al niño, como digo, mejor prevenir. A mi se me hizo pesado el viaje, mucha gente, mucho calor…uff, nada que ver con el barquito chiquitito de Spinalonga.
Una vez allí nos bajamos y aquello era una marea de gente!!!!
En vez de quedarnos por la golden Beach andamos por unas pasarelas de maderas y fuimos a otra playa, pero seguía habiendo mucha gente, las hamacas cogidas y nosotros sin sombrilla!!!
Nos refugiamos en una gran sombra que daba un árbol, pero estaba muy lejos de la playa, que por cierto es de pequeñas piedrecitas al entrar, importante detalle para los peques.
Total que según pasaba el tiempo más gente llegaba y más se parecía eso a una playa de Benidorm en agosto. El agua súper bonita eso si, pero nada más.
A mi hijo no le gustó nada y a nosotros tampoco. Comimos lo que habíamos llevado. Allí hay un bar por si no tenéis que comer, y un baño portátil, que estaba de aquella manera…
A las 15:00 iniciamos la vuelta al puerto, nosotros y otros tantos, éramos riadas de gente. Aún así en el camino de vuelta en el barco no retornábamos todos los que habíamos ido, no se como controlaran eso.
Yo tenía preparada una ruta alternativa si no íbamos a la isla de Chrissi, visitar zakros y kato zakros y ahora creo que hubiera sido mejor.

Después de esto volvimos al apartamento a dormir la siesta, mi hijo llevaba mucho tute de estos últimos días.
Una vez se despertó nos fuimos a dar una vuelta por Agios Nikolaos, merece la pena pasear por sus callecitas, este pueblo pesquero con su lago y su iglesia escavada en la roca, con las tiendecitas y los restaurantes nos encantó.
Yo me tomé mi primera copa de vino griego y me costó 4 euros, eso sí me llenaron la copa como si fuera de agua, ja, ja, asi que como si hubieran sido 2 copas.
Nos pedimos como snack unas patatas fritas y nos las trajeron con orégano (rígani en griego), oye que ricas, y todo un triunfo para mi pequeño que le encantaron. A partir de este momento las pedíamos siempre así. Después cenamos por la zona y a dormir. Que ya habíamos cumplido.
