Estos tres días los incluiré en una sola etapa, ya que se puede resumir en: animalitos, animalitos y más animalitos.
El primer día llegamos a Kruger nada más abrir el parque, bueno miento, ya que nos costó bastante encontrar la puerta de entrada. Nuestro GPS se volvió loco, incluso nos metimos de lleno dentro de un township. Finalmente conseguimos llegar, nuestra puerta de entrada fue Orpen, donde allí hicimos el papeleo y pagamos las tasas del parque.
Estuvimos 3 días en el parque, cada día en un alojamiento distinto para que así nos fuese más sencillo y menos pesado ver la zona sur del parque, que era la que nos interesaba.
El primer alojamiento fue en Satara, zona de felinos, allí hicimos un safari nocturno y pudimos ver mogollón de animales, incluso una familia de leones con tres leones bebés, eran adorables jugando entre ellos. En ese momento me puse a llorar directamente de la emoción.






Nuestro segundo alojamiento fue Skukuza, aunque realmente queríamos alojarnos en Lower Sabie, pero estaba más que completo. Aun así nos gustó mucho Skukuza, era muy grande, tenía piscina (que en Satara estaba cerrada por obras) y, sobre todo, unas impresionantes vistas al rio Sabie donde siempre había elefantes refrescandose o alimentandose. En este parque hicimos un safari al amanecer donde no vimos mucho pero fue interesante de todas formas.



La última noche la pasamos en Pretoriuskop, es un campamento muy pequeño donde apenas hay un supermercado y un restaurante de comida rápida Wimpys (super famoso en Sudáfrica), lo bueno del restaurante de fasftfood es que tenía Wi-Fi, así que fue genial podernos conectar un poco sin tener que pensar en los megas. El principal motivo por el que elegimos este campamento era que el último día Kruger no lo ibamos a aprovechar, ibamos a salir directos hacia el aeropuerto de Lanseria, teníamos 5 horas de viaje así que queriamos salir lo antes posible del parque, ya que allí el limite de velocidad si no recuerdo mal era de 30km.
De todas formas para aprovechar al máximo el tiempo allí hicimos otro safari guiado al anochecer, que resultó ser un desastre. La guía se le notaba que era muy nueva y apenas encontramos nada interesante que ver, se paraba con cada girafa y con cada impala que veía. Se hizo muy muy pesado la verdad.
Si tuviese que volver atrás elegiria exactamente los mismos campamentos, creo que fueron un acierto total.
Bueno y lo más importante, vimos a los BIG FIVE!!! Que ilusión, nos costó un poco encontrar a los rinocerontes ya que no dan información de donde verlos por la caza furtiva, pero aun así vimos dos de ellos.