-11 septiembre 2020-
Buenos y cansados días….
La noche anterior tuvimos visita

Estábamos durmiendo, y me desperté con el sonido de un coche.
Bajé muy muy poco la ventanilla y vi un coche que pasaba por nuestro lado muy muy lento. Primero pensé, la policía, pero no eran, y luego pensé en alguna pareja que iban a “festejar” por allí perdidos.
El caso es que era un camino sin salida y que no llevaba a ninguna parte. Así que ya me costó dormirme, y a los 10 minutos volvían otra vez. Y esta vez se pararon justo delante de la furgoneta un par de minutos…

Enric seguía tan tranquilo durmiendo, pero yo… Yo no pegué ojo en toda la noche.
Con un pie en la cama y otro casi que en el asiento del piloto por si había que salir por patas.
Islandia es uno de los países más seguros del mundo, pero oye, que colgados hay en todos sitios. En unos lugares más que otros, pero haberlos los hay.
Así que bien temprano ya estaba preparando el desayuno y un montón de café.
Volvimos hasta el pueblo Seydisfjördur, y tuvimos que parar sí o sí para inmortalizar esta imagen.
Y desde aquí directos a Studlagil Canyon a uno 100 km.
Hay un trekking para ir a la base de las columnas que en tantas fotos se ven, pero ese día estaba muy feo y llovía a ratos por lo que decidimos ir directamente a los miradores.
Y bien que hicimos, porque el agua no es del azul maravilloso que suele haber por las redes sociales. Nos hubiéramos llevado un buen chasco….

Aun así, es muy bonito y merece la pena ir a verlo

Antes del siguiente punto del día, tuvimos que ir a Egilsstadir a buscar una bombona de gas para la furgoneta.
Y sorpresa!!
No tenían de las que usaba la camper…

Estuvieron llamando a varios sitios, y o bien íbamos a Akureyri (3 horas), o a Reydarfjördur a media hora.
El chico les dijo que guardaran la única bombona que les quedaba que íbamos directos para allí.
La verdad que son muy amables.
Nos ayudaron en todo momento, y al llegar a Reydarfjördur nos ayudaron incluso a cambiarla

Como consejo, al recoger la furgoneta, que os digan donde podéis comprar bombonas del tipo que lleva vuestra furgoneta. Por lo visto hay 2 diferentes… Y así podéis organizaros un poco mejor y no tener que perder el tiempo en buscar

Y ahora si! vamos que nos vamos!
No me digáis que no es una pasada conducir con estos paisajes

Retrocedemos nuestros pasos otra vez hasta Egilsstadir y media hora después llegamos al parking de las cascadas Hengifoss y Litlanesfoss.
A 1,5km mas o menos de subida desde el parking llegamos a Litlanesfoss
. Un salto de agua entre columnas de basalto que nos dejó totalmente embobados.
Empezaba a llover, así que fuimos hacia Hengifoss por si apretaba y teníamos que volver corriendo al parking…
El camino es precioso.
Justo unas semanas antes pusieron unos tablones para facilitar el acceso a la cascada.
Yo personalmente lo veo bien.
Esto hará que la gente no pise donde no debe y que se mantenga lo “más virgen” posible. Además de facilitar el acceso a muchas personas.
Cuando nosotros fuimos no había nadie, pero no quiero imaginar un mes de julio o agosto antes de la pandemia. Gente pisando por todos sitios…
Es triste, pero mejor así (bajo mi punto de vista).
Es una pasada ya desde lejos. El paisaje es de película (como casi todo en la isla…)
Y ahora si. Con todos ustedes Hengifoss!
Con 118 metros es la 3ª cascada más alta de todo Islandia. Rodeada de estratos de basalto con capas rojas de barro entre las capas basálticas.
Una verdadera preciosidad.
Y con estas maravillosas cascadas grabadas en nuestras retinas, nos fuimos dirección a Djúpivogur, donde buscaríamos algún sitio donde dormir.
Cuanto más nos acercábamos a la costa, más viento hacía, así que, dando vueltas por allí, encontramos un merendero bastante resguardado y tranquilo. Y aquí pasamos la noche
