169 km
1h 47'
Dejamos el apartamento de Mestre, hemos estado muy a gusto. Antes de irnos aprovechamos para avituallarnos en un súper al lado. Lo bueno que haya tanto turismo en la zona es que en los supermercados hay un montón de opciones de comida para llevar. Sobre las 10:30 ya estamos en marcha. Nuestro destino de hoy es Divača, pero como el check-in no es hasta por la tarde, nuestra primera parada serán las cuevas Škocjan, patrimonio de la humanidad por la Unesco.
Aviso para futuros viajer@s: ¡hay que comprar las entradas con antelación! En nuestro caso como íbamos en ruta no sabíamos exactamente la hora a la que íbamos a llegar hasta el último momento. Por eso sacamos las entradas online en su web la tarde antes y nos encontramos que la visita de las 13:00h. que es la que nos interesaba ¡estaba llena! así que tuvimos que comprarla para las 14:00h. Las 4 entradas fueron 64€. Empezamos a ver que Eslovenia no resulta nada barato, pero en este caso ¡realmente vale la pena!.
Llegamos al recinto donde están las cuevas sobre las 12:00h. Vemos que hay un parque infantil con tirolina, toboganes y mesas de picnic con sombra, ¡genial! pues aprovecharemos para comer mientras esperamos nuestra visita. Como vemos que nos sobra tiempo me acerco a preguntar a las taquillas si es posible que nos adelanten la hora de la visita (con pocas expectativas ya que todas las entradas para todos los turnos de tarde estaban ya vendidas). Para mi sorpresa me las cambian sin problema y sin coste adicional.
A la hora convenida nos dirigimos en un grupo muy numeroso hasta la entrada de la cueva. Nos distribuyen en diferentes grupos (esloveno e inglés) y entramos de forma escalonada, con un guía. La visita de las cuevas incluye una visita guiada de 2,5 km (y 400 escalones) y cuando ésta finaliza hay tres opciones de finalizar la visita (como explicaré más adelante).
La visita a la cueva de Škocjan nos deja sin palabras constantemente. Es espectacular, no tengo fotos del interior ya que no está permitido. En primer lugar, se visitan con una iluminación muy tenue, en casi completo silencio - sólo roto por las explicaciones del guía -, para más adelante escuchar el sonido del río Reka. Casi no nos damos cuenta de la distancia recorrida ni los escalones, no se nos hace nada pesado. Atravesamos un puente altísimo, impresionante. Durante toda la visita el guía nos señala con la linterna por dónde pasaba el recorrido de visita a la cueva original, ¡era peligrosísimo! impresiona ver las condiciones como se visitaba la cueva antiguamente (escaleras con 4 tablones, literal).
Quiero resaltar que el camino es una gozada, muy bien acondicionado. En nuestro caso íbamos con niños y no lo vimos nada peligroso.
En definitiva, la visita guiada nos deja sin palabras, además, el ambiente era como muy mágico, un 10.
Cuando acaba la visita guiada, hay tres opciones de salida:
- 1: 300m. y 100 escalones más (15')
- 2: 600m. y 400 escalones más (30')
- 3: 2,5 km y 700 escalones más (1,5h.)
En principio, preveíamos realizar el itinerario más corto, ya que no sabíamos si los itinerarios 2 y 3 serían too much para los peques, pero estamos con tal subidón que nos animamos con el más largo.


El camino sale entonces al exterior, atravesamos diversos puentes, divisamos el natural bridge, flipamos con las vistas y finalmente llegamos a otra cueva (Mahorciceva jama). En la primera foto se puede ver restos de la antigua pasarela por la que se visitaban las cuevas



Al final del recorrido, salimos al exterior y tenemos unos 10' hasta el centro de visitantes donde hemos empezado la visita. Estratégicamente situado hay un puesto donde venden limonada (algo que veremos durante todo el viaje) y hacemos una parada técnica para reponer fuerzas. En total han sido algo menos de tres horas, que se nos han pasado rápido.
Cogemos el coche y nos vamos hacia nuestro siguiente alojamiento, el Homestead Vrbin en Divača. Lo cogimos por una recomendación en este foro y la verdad que no nos decepcionó. Nos alojamos en una habitación cuádruple durante dos noches (cenaremos y desayunaremos allí también).
La idea es descansar un rato, puesto que nos hemos dado una buena caminata. Pero al poco rato ya estamos pensando en salir a visitar algo más antes de cenar. Propongo ir hasta Piran y dar una vuelta mientras atardece. La verdad es que eran bastantes km (40' de ida y otros tantos de vuelta) para estar sólo una hora más o menos, pero no lo podemos evitar, ¡así somos! Entre protestas de nuestros hijos que preferían quedarse en la habitación un rato más nos vamos hacia Piran.

Eslovenia tiene muy pocos km de mar y Piran es una pintoresca población de costa, un punto turístico importante. No está permitido acceder en coche al centro de la población, así que dejamos en coche en un macro parking de 7 plantas a las afueras, que incluye el traslado gratuito al centro en un bus lanzadera. El trayecto es corto (unos 5') y te deja en el centro de Piran, la plaza Tartini. Por lo que vemos tiene un 'aire' a Venecia, se nota la influencia italiana. Como tenemos poco tiempo, nos dedicamos a recorrer el paseo marítimo hasta la iglesia de San Clemente. Hay un gran ambiente playero con una peculiaridad, ¡no hay arena! así que el pavimento del paseo hace las veces de arena y ves las toallas extendidas, neveras... para entrar al adriático debes sortear las rocas que separan el paseo del mar y bajar por unas escaleras metálicas tipo piscina


De vuelta a recoger el coche decidimos ir a pie en lugar de en autobús, se está poniendo el sol y las vistas sobre el mar Adriático son preciosas. Hacemos un montón de fotos y finalmente nos ponemos en ruta a nuestro alojamiento.


Llegamos un poco tarde a la cena

Después de un largo día, nos vamos a descansar, pues al día siguiente nos espera el monumento más visitado de Eslovenia, ¡las cuevas de Postonja!