El cuarto día del viaje por Tailandia empezamos nuestros traslados por carretera. Estos traslados por carretera nos llevarían desde Chiang Mai, en el norte de Tailandia, hasta Bangkok pasando por tres ciudades: Chiang Rai, Sukhothai y Ayutthaya. Para estos trayectos alquilamos desde Madrid y vía web una minivan en la empresa North Wheels, con sede en Chiang Mai. La minivan era una Toyota Commuter, un modelo de furgoneta que abunda en Tailandia (casi todas las excursiones de turistas se mueven en este tipo de furgonetas). El alquiler de la furgoneta con conductor durante estos cinco días nos costó 14000 BTH, de los cuales 5000 fueros una penalización por dejar la furgoneta en Bangkok y no en Chiang Mai. Además tuvimos que pagar la gasolina (sólo echamos un par de veces en el viaje).
El trayecto entre Chiang Mai y Chiang Rai son unas tres horas y media de viaje, pero por en medio existe una parada que todos deberíais de hacer si os acercáis al norte de Tailandia: el Templo Blanco o Wat Rong Khun. Se trata de un templo bastante moderno que comenzó a construirse por el año 1997. Dicho templo está construido completamente en color blanco lo que lo hace único. Su forma muy sobrecargada de adornos, su puente de entrada acompañado por los laterales llenos de manos hacen que quedes totalmente sorprendido. Pero incluso cuando entras en el templo te sorprendes más. Una de las paredes del interior está decorado con imágenes de cosas que los budistas no consideran buenas. Estas cosas son dibujos bastante modernos entre los que destacan Neo de Matrix, Goku, Doraemon, el cabezazo de Zidane a Materazzi, La Guerra de las Galaxias, etc. ¡Totalmente increible! Quizás dentro de unos siglos descubran esto y piensen que estábamos locos...
El Templo Blanco, personalmente, fue uno de los más bonitos que he visto y además diferente. ¡Incluso sus baños te sorprenderán! No dejéis de acudir al baño porque merece la pena.
Tras visitar el Templo Blanco nos dirigimos a la ciudad de Chiang Rai, a apenas 5km de esta parada. Como llegamos prácticamente a la hora de comer decimos buscar una Guest Houses donde dormir y después comer. Las guest houses son una especie de hostal o albergue en el que normalmente duermen los mochileros o gente que prefiere ahorrar en alojamiento. Los precios son muy bajos y la calidad es variable.
Esta fue la primera vez que tuvimos que buscar alojamiento en Tailandia. Todo el mundo nos había dicho que sería fácil y nos saldría mucho más barato que si reservábamos el alojamiento desde Madrid. Sin duda fue más barato y, respecto a lo de la facilidad hubo varios aspectos. Por un lado hay muchas Guest Houses en todas las ciudades luego podrás buscar todo lo que quieras. Hay de varias calidades y precios, pero lo bueno es que en todas te enseñan las habitaciones lo que te ayuda muchísimo a elegir.
El problema que tuvimos nosotros fue que al ser 9 tuvimos que separarnos en dos Guest House. Yo dormí en la Baan Bua Guest House. La habitación triple nos costó 450 BTH. La calidad de la habitación fue normal, no era mala pero tampoco podíamos esperar mucho. Como nota negativa tengo que decir que la cama adicional (era una habitación de dos) era una colchoneta y mi amigo Paco tuvo que sufrirla.
Como digo, tras elegir alojamiento nos dirigimos a comer y tras eso a visitar los templos más importantes de Chiang Rai. La comida fue en un lugar bastante típico de allí, una especie de establecimiento abierto completamente a la calle con mesas y un mostrador en el que ver qué platos tienen. Lo que más me gustaba de estos sitios era que allí comían muchos tailandeses, lo que indica que el sitio es bueno y tradicional.
Entre los templos más famosos destacan los templos Wat Phra Sing, Wat Phra That Chom Thong y Wat Phra Kaeo. Todos estos templos son bastante parecidos a los que ya vimos en Chiang Mai, por lo que tras ver unos siete templos acabamos bastante cansados y decidimos descansar tomando una cerveza. También es interesante de ver la torre del reloj, una pequeña plaza con un monumento dorado. Como podéis ver Chiang Mai y Chiang Rai no destacan por tener unos templos maravillosos. Para ver ese tipo de templos son mucho mejor ciudades del centro como las antiguas capitales, Sukhothai y Ayutthaya. Si tuviera algo que elegir del norte de Tailandia serían los paisajes de la selva y no los templos.
Entre los templos y nuestro lugar de descanso pudimos pasear por las calles de la ciudad encontrándonos con un mercadillo de comida donde pudimos ver dónde compran en realidad la comida la gente de allí. Había muchos puestos de carne, fruta, algo de pescado, especias, etc.
Y justo en ese momento descubrimos uno de los sitios más espectaculares de Chiang Rai, el Cat Bar. Si señores, un bar puede ser mucho más impresionante que un templo. Y el trato que nos dieron en este bar Sam y su mujer, los dueños, fue de diez. Nunca se me olvidarán varios momentos vividos en el Cat Bar: desde que nos recibió el primer día con toallitas para secarnos el sudor, hasta el último día cantando con Sam la Bamba pasando por las partidas a las cuatro en raya o el billar. No podéis iros de Chiang Rai sin pasar por este bar, ¡no os arrepentiréis!
El día llegaba a su final cuando pudimos visitar el mercado nocturno de Chiang Rai. Más pequeño que el de Chiang Mai, pero con el mismo encanto. En medio de este mercadillo también cenamos, en una plaza bastante grande con muchísimos puestos de comida y mesas en el centro. La noche acabó, como no podía ser de otra manera, en el Cat Bar, tomando unas cervezas y jugando a la Jenga, un juego tan divertido como adictivo.
// Lo más importante
- EL templo blanco es una parada imprescindible
- El alquilar una furgoneta fue un acierto
- Los templos de Chiang Rai y Chiang Mai son muy similares
- Es fácil encontrar Guest Houses de distintos precios y calidades
- No os vayáis de Chiang Rai sin pisar el Cat Bar
NOTA: cuando Google decida arreglar los mapas pondré un mapa actualizado de la ciudad de Chiang Rai.