Foro de Cruceros por el Mediterráneo: Cruceros por el Mediterraneo: España, Italia, Francia, Monaco, Grecia, Islas Griegas, Turquía, Croacia. Excursiones, barco, escalas, búsqueda de compañeros, navieras, salidas, puertos.
Como lo prometido es deuda, paso a hacer un resumen con carácter didáctico de diferentes aspectos del crucero que se hayan comentado menos por aquí con el fin de que sirva para viajeros futuros y ayude a dar una idea de lo que os vais a encontrar y os sepáis desenvolver, sin tratar de desvelar la “magia” que se tiene descubrir por uno mismo para todo lo que va viniendo.
Iré poniendo diferentes post para que no resulte muy largo de leer.
Pese a las críticas que hago, decir que sigo recomendando el viaje porque los aspectos positivos superan los negativos.
Espero que os sirva para preparar vuestro viaje. Un cordial saludo.
Decir que no hay problemas ni en el embarque ni en el desembarque porque a la ida ya en el propio aeropuerto hay un cartelón de Quail Cruises con personal que te va indicando donde tienes que ir, donde facturar, etc, etc. Al llegar a destino también hay gente con carteles que te va señalando dónde están los autobuses que te van a llevar al barco, por lo que en ningún momento te pierdes. A la vuelta, lo mismo: todo bien indicado y sin problemas.
En cuanto a zonas comunes:
La parte más tranquila del área de la piscina es la cubierta alta de proa, donde siempre hay tumbonas de sobra para descansar y donde está menos masificado, sobre todo el día de navegación.
La piscina aunque parece pequeña realmente cubre las expectativas en cuanto a poder moverse en ella. Para que os hagáis una idea mido 1,77 y en parada y sin impulso pude dar 8 brazadas de un extremo al otro. Eso sí, el agua está fría aunque ello lo compensa que los jacuzzis tienen agua calentita por lo que, cuando se puede, el contraste de temperatura viene muy bien. Para poder disfrutar de ellos, aprovechad cuando hay excursiones y después de comer que suelen estar vacíos.
La biblioteca del barco, si se la puede llamar así, es de muy pequeño tamaño y, básicamente, son best sellers antiguos y novelas de Pérez-Reverte. Por ejemplo, tenían “el asedio”, lo último de este escritor pero por tamaño no cogí ningún libro porque en una semana no me iba a dar tiempo a acabar ninguno puesto que leería a ratos sueltos.
Es conveniente llevarse algo de manga larga para los espectáculos nocturnos y en la cena ya que hace algo de fresco con el aire acondicionado (a lo largo de los días fueron mejorando porque los primeros salía la gente tiritando). Hablando del Salón Galaxy, los primeros días con ir con diez minutos de antelación a coger sitio para ver el show de turno era suficiente para sentarte en una buena ubicación pero los últimos días aun yendo con 20 minutos ya era complicado pillar un sitio decente sin columna o muy esquinado. Lo de que no se puede reservar asiento es una falacia porque la gente reserva y se producen escenas tensas de gente reclamando sitio, malas caras y demás. Donde sí hay tortas para coger sitio es en el salón Tropicana en los shows de medianoche porque el aforo es escaso y se junta todo el barco.
Hablando de shows no perderse a Ángel Rielo, el humorista, y, sobre todo, su taller de humor del día de navegación. Os sorprenderá gratamente porque pensareis que vais a una cosa y os encontrareis con otra distinta que colmará vuestras expectativas.
Tema discoteca. Punto negro en mi opinión porque considero que no cumple un mínimo para animar a la gente y me explico. Se supone que a las 00:00 empieza y que es la alternativa para quien no quiera ir al show del Tropicana o a oír música a algún salón. Pues bien, uno se encuentra un portátil que va poniendo música de manera aleatoria mientras que el dj de vez en cuando se pasa por allí para ver que la máquina no se quede sin suministro. Conclusión: todo el mundo sentado tomando copas o en la terraza fumando. Cuando ya ha pasado una hora y media y empieza a llegar gente del Tropicana y, sobre todo, el equipo de animación entonces sí se pone manos a la obra por decir algo porque la selección de música no es la más adecuada. Baste 2 ejemplos: el día del buffet tropical en la cubierta actuaban los del “flamenquito”. A todo aquél que el “flamenquito” no le llama pues lógicamente se marchó en masa a la discoteca para oír y bailar otro tipo de música y tomar algo. ¡Qué casualidad!, en la discoteca también había “flamenquito” y durante bastante tiempo de seguido. Segundo ejemplo, el mejor día que se oyó música allí fue cuando el humorista se puso a los platos y empezó a poner música de los 80, con lo cuál está dicho todo. Mi impresión, que puede estar equivocada, es que aquello se ha convertido en una especie de fiesta privada para los tripulantes tras sus labores de animación. Conclusión, no vayáis con la idea de que os podéis quedar bailando hasta las tantas porque no va a ser así y habla una persona que es del gremio y le duele que esta instalación esté desaprovechada.
Asunto comida: como ya se ha dicho, hambre no vais a pasar ninguna. Aconsejo comer en el restaurante el día de navegación para no veros inmersos en una lucha por una mesa libre en el buffet. Tema importante que supongo que en próximas salidas se habrá corregido: en nuestra salida entraron camareros nuevos para sustituir a los que estaban desde el principio y para foguearse de cara a la ruta del Caribe que harán a continuación de ésta. Pues bien, como les estaban enseñando y se estaban haciendo con el asunto, los pobres no daban abasto y se les veía fallos de bulto. Doy dos ejemplos, en nuestro turno de cena en ningún día todos los cubiertos y copas de la mesa eran iguales o estaban completos (hubo días en que un comensal tenía para beber una copa de vino, el de al lado 2 copas de agua, el de al lado una de cava, etc, etc) y que nunca se comiera caliente en el restaurante porque traían los platos cubiertos con bandejas que se dejaban en un apartado y luego se iban sirviendo. Como todo iba tan lento, los platos venían de 2 en 2 o no venían por lo que comer a la vez todos los de la mesa era imposible y muchas veces o estabas con un plato comiendo y otro al lado esperando y enfriándose o estabas 20 minutos esperando sin nada en la mesa y cuando llegaba estaba ya frío. Todo esto lo compensaban con mucha amabilidad y demás pero el resultado era que siempre se cenaba templado o frío por lo que en mi caso acabé optando por pedirme los platos que iban fríos para no estar sufriendo.
Relacionado con lo anterior, fue curiosa una cena en la que la tardanza estaba siendo suprema y, para colmo, los camareros se tuvieron que poner a bailar y a animar en una especie de coral dejando desatendidas las mesas. Las mesas que llevaban retraso cuando vieron que encima su camarero se ponía a bailar y tenía que dejar de servirles pues había que verlas…
En orden a las bebidas, los camareros tienden a echar kilos de hielo lo que provoca que en el vaso vaya poco líquido y haya que hacer más viajes. Se arregla rápido solicitando que no se eche hielo o muy poco.
Para ir a coger el vaporetto desde el barco está muy fácil. Es salir de la estación de embarque, pasar el control de policía y subir cuesta arriba la carretera. Pasareis por 2 rotondas algo peligrosas pero teniendo cuidado seguís rectos y llegaréis arriba a una gasolinera Agip amarilla frente por frente. Cogéis la carretera que sale a vuestra derecha y para abajo hasta Piazzale Roma. La taquilla está a mano izquierda al final de esa carretera y los vaporettos a la vuelta. El nº 2 está en las primeras dársenas y el nº1 un poco más seguido.
Como Venecia es cara, si queréis comprar alguna cosa económica de alimentación podréis hacerlo en un supermercado Billa que está en el barrio de Dorsoduro. Para orientaros, desde el puente de la Academia cogéis recta la calle Río Tera Antonio Foscarini hasta el final hasta llegar al canal de la Giudecca y cogéis a vuestra derecha la Fondamenta Zattere ai Gesuiti hasta al final donde está el supermercado, teniendo siempre el agua a vuestra izquierda. Muchos tipos de pasta, por ejemplo, y mucho más barato que por el centro.
Si elegís la opción del autobús para ir hasta la ciudad amurallada desde el puerto os doy una ruta completa para cambiar a Kunas, sacar el billete del autobús y pillar la parada al lado. Sales del barco, enfilas los tenderetes de recuerdos y sigues a tu izquierda hasta llegar al control de policía. Luego según sales giras a la derecha hasta llegar a la estación de autobuses de largo recorrido que hay allí. En la estación, a pié de calle, está la oficina de cambio en el extremo más alejado, cambias a kunas y retrocedes entre los diferentes puestos de empresas de alquiler de coches y demás y llegas a un quiosco o Tisak donde compras los billetes (incluso los de vuelta porque son de los de picar y luego no te tienes que entretener en comprarlos en Pile que se monta la marimorena). Nada más sacar los billetes ves la salida que está justo enfrente y justo a la derecha está la parada de los autobuses que van a Pile (lo pone en el frontal del autobús) y lo pilláis. Doy este truco de esta parada de autobús porque todo el mundo se fue andando a la siguiente que es la del famoso Hotel Petka de las ventanas azules. Si lo coges donde os indico el autobús va poco lleno y os podréis sentar porque luego, en la parada del Petka, como está atestada, te toca ir apretujado y de pié.
A la hora de comprar cosas en Dubrovnik mirad bien en todas las tiendas porque hay mucha diferencia de precios entre unas y otras. No compréis en la primera que veáis.
A la hora de hacer el recorrido de las murallas, en principio pudiera parecer que empiezas en Pile y puedes hacerlo por la derecha pegado al mar o por la izquierda empezando por la Torre Minceta junto a la montaña. Pues no, hay un sentido único obligatorio y te obligan a hacer el recorrido por la derecha por la costa por lo que si quieres subir a la Torre Minceta por ser la vista más elevada de la ciudad desde la muralla te toca dar toda la vuelta. El itinerario completo es de una hora o una hora y cuarto como mucho y eso parándose a descansar y echando fotos. Lo digo por aquello de programarse la excursión.
Si queréis ver el Palacio del Rector aceptan Euros porque nosotros cambiamos de menos y nos encontramos sin Kunas suficientes cuando quisimos entrar a verlo. Preguntamos en taquilla si se podía pagar en Euros, la chica puso mala cara pero cuando vio nuestro ademán de irnos nos dijo que sí, nos hizo un papel de entrada solicitando un DNI para apuntarlo y nos cobró en Euros.
Fira, la capital, se ve en 2 horas y media a 3 horas como mucho. Ia, por lo que contaba la gente que fue, no merecía la pena y era más de lo mismo pero también leí aquí en su momento que sí lo merecía. Queda a gusto del consumidor.
En Fira, no perderse la catedral ortodoxa (la que cuida del recinto y evita que se echen fotos va hablando sola por allí y si estás avispado puedes hacer vídeos del sitio aunque no fotos con flash porque “canta demasiado”) y las vistas desde el camino que va a Firosterani (según sales del funicular a mano derecha).
Nos avisaron que los burros que hacen la subida a Santorini tienen pulgas por lo que ya lo sabéis si os lo estabais pensando porque parece que más de uno se trajo una pequeña plaga al camarote.
Puestos a comprar cosas allí, esperaros al día siguiente a Rodas porque vais a poder comprar casi lo mismo y a unos precios más económicos dado que todo en Santorini está desorbitado.
Si os sobra tiempo el museo prehistórico de Fira está bien pero si por lo que sea no podéis ir consolaos porque podréis ver cosas parecidas en Rodas en el Museo Arqueológico o en el Palacio del Gran Maestre.
La playa para bañarse allí está situada enfrente de la muralla junto a la Puerta de la Virgen, a 5 minutos andando desde el barco. Al respecto tuvimos una diatriba bastante curiosa entre varios pasajeros puesto que en la playa, de roca y pegada al puerto, pone que está prohibido “swim”. Mucha gente del barco se bañó allí porque según ellos bañarse no es lo mismo que nadar, que es lo que estaría prohibido. En mi opinión, el “swim” englobaría ambas cosas pero, vamos, tampoco fue nadie a echar a nadie. Parece que hay otra playa mejor tras las columnas donde estaba el Coloso pero está mucho más retirada.
Manejaba la información de que existía una entrada conjunta de 10 euros por la que podías visitar el Museo Bizantino, el de Artes Decorativas y el Arqueológico, situados los 3 casi pegados. Pues no, la tal entrada la han debido quitar, o eso me gritó el taquillero en medio inglés en el Arqueológico, y hay que pagar uno a uno por lo que ya por precio no es tan interesante. Concretamente, el Arqueológico, que es el que vimos, está bien pero mucha parte de su contenido lo podréis ver muy parecido en el Palacio del Gran Maestre que es visita obligatoria en mi opinión.
Si queréis hacer compras más baratas que en Santorini y sin tanto vendedor pesado como en Kusadasi aprovechad para hacerlas aquí porque aquí también tienen ropa y cachivaches de imitación de marcas.
Saliendo del Palacio del Gran Maestre a la izquierda en dirección a la salida de la Puerta de Amboise hay un parquecillo con árboles a los lados en los cuáles han pintado ojos y figuras en los troncos los cuáles son curiosos de fotografiar.
Si os planteáis la opción de ir a Éfeso en autobús o dolmus seguid adelante porque no es nada complicado y está andando a 15 ó 20 minutos del barco (yo no las tenía todas conmigo hasta el último momento porque se me antojaba un lío, cambio de moneda, que iba estar desorganizado, que te podías pasar de parada, etc, etc). Os cuento: salís del puerto de Kusadasi y justo enfrente está la oficina de turismo. Pasáis y allí preguntáis por la estación de dolmus y os dan un plano y os indican cómo ir muy amablemente (apunte: en recepción pedí un plano de Kusadasi porque el que llevaba del Google Earth se había puesto algo borroso y, por preguntar, inquirí acerca de si sabían donde se pillaban los autobuses. Me dijeron que no había autobuses a Éfeso mientras que en el propio plano había una D, de Dolmus, grande como una casa como indicativo. Conclusión, no preguntéis en recepción sobre este tipo de cosas de las escalas porque se ve que no tienen mucha idea. Me dieron ganas de decirle a la chica de recepción que, uno, sí hay autobuses a Éfeso y, dos, en el propio plano que me estás dando lo pone y dónde se cogen, pero, total, para qué…).
Como os decía, coges la calle de la oficina de turismo recta, dejando ésta a tu derecha y cambias a liras turcas en una oficina de cambio que hay un poco más adelante a mano derecha. Llegas a una intersección de calles y tienes 2 opciones, o giras a la izquierda pasando por delante de la puerta del Hotel Karavanserai hasta que llegas al comienzo de un bulevar a tu derecha, con lo que te ahorras a los pesados de los tenderos o bien sigues recto en calle que hace curva a la izquierda y te tienes que ir sacudiendo a los comerciantes. En ambos casos das a parar al bulevar aludido que subes hasta que se ve un arco al final del camino, hay que pasar el arco y después de 200 metros, se ve una Mezquita en el lado izquierdo. Giras a la izquierda de la Mezquita y sigues recto hasta llegar a la rotonda (al llegar a la rotonda se ve el edificio del Ayuntamiento a la izquierda con un pedazo de bandera de Turquía que cubre toda la fachada). Sigues recto en la rotonda unos 300 metros y se llega a la estación de Dolmus que está en el cruce del Bulevar Adrian Menderes con el Bulevar Candan Tarhan. Aparte de que llevareis el plano de la oficina de turismo lo veréis fácil porque está a mano izquierda según vas en el bulevar donde se ven minibuses y una pequeña parada como de autobuses. Allí preguntais por el dolmus que va a Éfeso, sino os lo han preguntado antes los que están por allí, y os subís si está allí ya el minibús u os esperáis si está por llegar, que tardan 20 minutos o salen antes si se llena. Pues eso, os subís y tenéis que pagar al conductor (son 4 liras turcas por persona y trayecto) porque nadie os pide billete (nosotros no pagamos a la ida porque nadie nos pidió billete y al bajarnos tampoco el conductor nos dijo nada por lo que nos salió la ida gratis. A la vuelta, como todo el mundo se bajó en Kusadasi, todos al bajarse se acercaron al conductor y le pagaron y nosotros, evidentemente, también).
Bueno, pues ya estáis camino de Éfeso en el dolmus (tarda media hora) y ahora entra la inquietud de que va parando y no hay paradas al uso. No pasa nada porque el conductor siempre para en Éfeso y a lo largo de la carretera hay carteles de dirección Éfeso, con lo cuál siempre se lo podéis recordar pero no hay problema. Os bajáis del minibús y a mano derecha de la carretera está otra carretera que sube a Éfeso (está indicado). Bueno, pues habrá taxistas y caleseros que os dirás que está a 6 km pero vosotros ni caso porque a 10 minutos andando está la entrada principal (no la de Magnesia para hacer el recorrido cuesta abajo porque ya no quisimos investigar más). Pasan muchos autocares y sólo tenéis que seguirlos hasta el parking donde está la taquilla (incluso os podéis ahorrar trayecto si en la curva a la izquierda en la carretera seguís por el camino de tierra en vez de ir por la propia carretera y que usan las calesas).
Para volver, haces el recorrido inverso. Cuando llegas a la carretera principal, junto a la parada de taxis, una persona puede que os pregunte si quereis coger el autobús a Kusadasi (pensábamos que era un taxista que nos quería vender el viaje de vuelta pero no, es de la empresa de los dolmus que te indica que la “parada” de vuelta está cruzando la carretera y avisará al dolmus por walkie-talkie de que tiene pasajeros a recoger). Si no hubiera nadie, cruzáis al otro lado de la carretera y os ponéis debajo de los árboles (insisto no hay parada física pero os ponéis justo enfrente de dónde os bajasteis a la ida) a esperar a que se acerque un minibús, le hacéis señas, se parará, preguntáis si va a Kusadasi, os sentáis y al final pagáis el billete. Recordad que son minibuses porque un poco más atrás de la “parada” paran autobuses de línea que van a Kusadasi pero que no son éstos y son más caros.
Capítulo aparte y aquí hablo del que desgraciadamente nos ha tocado porque no sé si las otras categorías serán iguales. Se trataba del 3136, interior superior a popa. Os cuento y no entro en las dimensiones porque cuando uno contrata la categoría más económica tampoco puede exigir espacio: cabina con 2 camas unidas una más alta que la otra por ser cada una de su padre y de su madre, baño sin dispensador de jabón (sólo tiene dispensador de champú y gel, olvidaos de más extras como peines, bastoncillos, etc., por lo menos en nuestro caso ya que había leído en este foro que te ponían hasta botecitos de suavizante para el cabello, albornoces y zapatillas, aunque esto puede que sea así en las suites y camarotes superiores y no en los más económicos), con desagües roñosos de viejos, con solo un vaso para el cepillado de dientes (preguntando a la cabinista nos soltó que faltaban y ahí lo dejó) por lo que tuvimos que usar los que ponen para beber agua y toallas sucias y rotas de puro viejas (todos con los que hablamos comentaban que ningún día habían tenido toallas limpias (sí, las cambiaban, pero las que reponían seguían teniendo manchas negras y restos de manos).
Pero lo que realmente nos ha fastidiado el viaje ha sido el ruido del camarote. Según llegamos ya nos dimos cuenta de que esta cabina nos iba a dar problemas por 3 vías: ruido del aire acondicionado, ruido de las máquinas y vibración de las mismas, pero decidimos darle la 1ª noche de margen por si acaso. Craso error: no pegamos ojo. Al día siguiente a primera hora me personé en recepción y comuniqué lo sucedido, comentándome que lo mirarían. Esto eran las 08:10 de la mañana y a la vuelta de Venecia, como a las 14:00 horas, pasamos por el camarote y todo seguía igual. Paso de nuevo por recepción y me dicen que ahora se pasan de mantenimiento y lo miran. Efectivamente se pasan y les explicamos que el aire acondicionado sisea como una olla a presión pese a estar apagado y no digamos en funcionamiento, amén del ruidito de las máquinas. A lo primero me dicen que van a intentar apagar el sistema pero que nos quedaremos sin aire a lo que asentimos porque nos da igual y sólo queremos no tener ruido. A lo segundo (recuerdo que aún estábamos parados en Venecia y aún no estaba en marcha en barco) que sólo se podría quitar si el barco dejara de funcionar (vamos, que ajo y agua).
Continúo. Al rato eliminan el ruido del aire acondicionado, con lo que ya parece que no estás al lado de una olla express pero el barco se pone en marcha y al ruido anterior se une la vibración en la cabina, rápidamente visible en los vasos con agua que no se agitan por el bamboleo del barco sino por la vibración (como cuando pones un vaso encima de una lavadora antigua). Como estamos reventados y llevamos 2 noches sin dormir por pasar la primera en el aeropuerto, probamos a ver qué pasa y pasa lo que tenía que pasar: tampoco pegamos ojo porque se junta el ruido de los motores con que la cama no para de moverse. Día siguiente, ojeroso perdido, me planto de nuevo en recepción, les expongo el caso y me dicen que no pueden hacer nada, porque es lo que es, y que tampoco se plantean un cambio de camarote porque vamos completos y no hay cabinas libres. Eso sí, como ellas no tienen poder decisorio alguno, quedan en pasar el tema a un responsable, el cuál se pondría en contacto con nosotros para dar la cara y ver qué se podría hacer (todavía sigo esperando ese contacto porque nunca se llegó a producir).
Para más inri, el ruido del aire acondicionado volvió a aparecer lo que, en perspectiva, casi fue mejor porque ayudaba a tapar el ruido de las máquinas. A grandes males, grandes remedios y en Dubrovnik nos hicimos de algodón y tapones para los oídos, lo cuál palió para el resto de la travesía algo el tema del ruido pero no así la vibración y dormíamos largas siestas en cubierta (parte alta de proa, recordad, sin apenas gente, ruido de música ni de motores) para poder ir sobrellevando el día a día por lo que no puedo contar nada de las actividades de entretenimiento diurnos del barco porque en esos periodos, ya sea por la mañana, desde el desayuno hasta el desembarque del día, o por la tarde, desde la comida o el embarque hasta la hora de arreglarse para el show o la cena, las dedicábamos a intentar dormir lo que no podíamos por la noche. No logro entender cómo siguen vendiendo cabinas de este tipo, por lo que advierto de los peligros de la cubierta 3 en cuanto a camarotes interiores y como a mitad de barco se refiere.
Pese a lo último descrito, he de decir que mi impresión general del crucero es satisfactoria porque el viaje merece la pena en lo que a escalas se refiere y al trato que se le da al pasajero por parte de camareros y cabinistas. Por ello destacaría puntos positivos y negativos:
Positivos:
- El recorrido y escalas del barco.
- El ambiente sano que se respira en el mismo.
- La restauración, como lo llaman ahora. El que no andas mirando cuándo toca comer o beber ya que ambas necesidades están satisfechas las casi 24 horas del día.
- La calidad de las actuaciones y entretenimiento. Menos mal porque la impresión que se queda uno en el 1º show de bienvenida es que había un nivel de hotel de 3 estrellas del Inserso en Benidorm, por lo cutres que parecían.
Negativos (pueden parecer más o menos importantes pero creo que son aspectos que deberían mejorarse):
- Situación de determinados camarotes.
- Descuido en aspectos como la limpieza (platos y cubiertos con restos de comida muy a menudo o las toallas de los camarotes) o la intendencia (servilletas mojadas en los turnos de cena supongo que porque no había dado tiempo a secarse de la comida).
- Material muy justito: escasez de toallas de baño, de menaje en algunas mesas, de ingredientes en algunos platos (platos anunciados que luego no eran tales por ser otro o de calidad inferior).
- Como no te guste la salsa, el merengue o similares, la vas a oír todos los desayunos sin solución de continuidad porque los camareros son casi todos cubanos y se ponen esa música para animarse mientras están en el servicio de desayuno. Imaginémonos al pobre pasajero soñoliento que ya a buena mañana le anden despertando con tanta “animación”.
- La excesiva “exaltación de la camaradería” que indicaba otro forero durante el último día y cuya opinión comparto. Un poco está bien pero tanto resulta hasta algo artificial.
- La mala educación de cierto pasaje y de lo cuál no tiene la culpa el barco.
- El manejo de la discoteca, explicado anteriormente.
En definitiva, lo hemos pasado bien pero creo que no repetiré más con Quail Cruises. Sin embargo, el ratio precio pagado con resultado obtenido está aceptable porque un recorrido similar con otras navieras resulta mucho más caro, partiendo de la base de que el trato al pasajero es excelente navegue uno con quién navegue.
A los que vais a embarcar, animaos con el viaje que lo vais a disfrutar.
Por supuesto, cualquier duda o consulta que tengáis, os voy respondiendo para ayudar en la medida de mis posibilidades, tal y como a mí me ayudaron para preparar el viaje.
Pese a lo último descrito, he de decir que mi impresión general del crucero es satisfactoria porque el viaje merece la pena en lo que a escalas se refiere y al trato que se le da al pasajero por parte de camareros y cabinistas. Por ello destacaría puntos positivos y negativos:
Positivos:
- El recorrido y escalas del barco.
- El ambiente sano que se respira en el mismo.
- La restauración, como lo llaman ahora. El que no andas mirando cuándo toca comer o beber ya que ambas necesidades están satisfechas las casi 24 horas del día.
- La calidad de las actuaciones y entretenimiento. Menos mal porque la impresión que se queda uno en el 1º show de bienvenida es que había un nivel de hotel de 3 estrellas del Inserso en Benidorm, por lo cutres que parecían.
Negativos (pueden parecer más o menos importantes pero creo que son aspectos que deberían mejorarse):
- Situación de determinados camarotes.
- Descuido en aspectos como la limpieza (platos y cubiertos con restos de comida muy a menudo o las toallas de los camarotes) o la intendencia (servilletas mojadas en los turnos de cena supongo que porque no había dado tiempo a secarse de la comida).
- Material muy justito: escasez de toallas de baño, de menaje en algunas mesas, de ingredientes en algunos platos (platos anunciados que luego no eran tales por ser otro o de calidad inferior).
- Como no te guste la salsa, el merengue o similares, la vas a oír todos los desayunos sin solución de continuidad porque los camareros son casi todos cubanos y se ponen esa música para animarse mientras están en el servicio de desayuno. Imaginémonos al pobre pasajero soñoliento que ya a buena mañana le anden despertando con tanta “animación”.
- La excesiva “exaltación de la camaradería” que indicaba otro forero durante el último día y cuya opinión comparto. Un poco está bien pero tanto resulta hasta algo artificial.
- La mala educación de cierto pasaje y de lo cuál no tiene la culpa el barco.
- El manejo de la discoteca, explicado anteriormente.
En definitiva, lo hemos pasado bien pero creo que no repetiré más con Quail Cruises. Sin embargo, el ratio precio pagado con resultado obtenido está aceptable porque un recorrido similar con otras navieras resulta mucho más caro, partiendo de la base de que el trato al pasajero es excelente navegue uno con quién navegue.
A los que vais a embarcar, animaos con el viaje que lo vais a disfrutar.
Por supuesto, cualquier duda o consulta que tengáis, os voy respondiendo para ayudar en la medida de mis posibilidades, tal y como a mí me ayudaron para preparar el viaje.
Hola a todos¡nostros regresamos ayer,en general una buena impresion,ambiente muy familiar,xo.....lo peor de todo era el ruido de la habitación,insoportable,se te metia por el oido y era imposible dormir,y la comida.....uf¡el bufet insoportable,la gente iba como alas rebajas por la comida,y era un poco siempre lo mismo,y la cena,para quien cene bien,se quedaria con ambre,por que eran platos pijadas,de adorno¡pero bueno,ha merecido la pena solo por ver los paisajes q hemos visto,y ala buena gente que hemos conocido¡
hola a todos¡nostros regresamos ayer,en general una buena impresion,ambiente muy familiar,xo.....lo peor de todo era el ruido de la habitación,insoportable,se te metia por el oido y era imposible dormir,y la comida.....uf¡el bufet insoportable,la gente iba como alas rebajas por la comida,y era un poco siempre lo mismo,y la cena,para quien cene bien,se quedaria con ambre,por que eran platos pijadas,de adorno¡pero bueno,ha merecido la pena solo por ver los paisajes q hemos visto,y ala buena gente que hemos conocido¡
Yo también estuve en el barco y dormimos de maravilla e ibamos en la cubierta 2, en la mas baja que hay.
Yo todos los días comía en el buffet y nunca comía lo mismo, ahí depende de ti, vete cambiando y siempre encontraba sitio.
En el restaurante nunca te puedes quedar con hambre pues te dicen que repitas y comas todas las veces que quieras, nosotros salíamos hartos de comer, incluso un día que no me apetecía la cena, me dijeron que si quería pizza o hamburguesas......
hola a todos¡nostros regresamos ayer,en general una buena impresion,ambiente muy familiar,xo.....lo peor de todo era el ruido de la habitación,insoportable,se te metia por el oido y era imposible dormir,y la comida.....uf¡el bufet insoportable,la gente iba como alas rebajas por la comida,y era un poco siempre lo mismo,y la cena,para quien cene bien,se quedaria con ambre,por que eran platos pijadas,de adorno¡pero bueno,ha merecido la pena solo por ver los paisajes q hemos visto,y ala buena gente que hemos conocido¡
Me solidarizo con tu situación con el camarote porque a nosotros también nos pasó lo mismo (a propósito, ¿qué cabina era para que podamos hacer una minilista de camarotes "malditos" y sirva para futuros viajeros y que intenten no pillarlos?).
Lo del buffet era cuestión de organizarse e intentar comer en horas con la menor afluencia posible porque, sí, había mucho desesperao. En cuanto a la cena, la cuestión era pedirte bastantes platos. Yo tenía por norma pedirme 2 de los 3 entrantes, más luego 2 platos principales y luego todos los postres y, claro, hambre no pasaba uno, porque, efectivamente las raciones no es que fueran muy abundantes que digamos.
Como bien dices, sólo con las visitas de las escalas merece mucho la pena el viaje. De hecho, yo elegí este crucero por las escalas, no por la naviera ni el barco, porque el resto de navieras tenían un recorrido que no me convencía.
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