Comento aquí un somero compendio de mis anecdotas en La Habana, que en su conjunto conforman una parte importante de lo que fue mi mala experiencia en La Habana. Por si puede servirle de algo a alguien.
Aviso: creo que este es un hilo adecuado para ponerlo. Aunque reconozco que me ha salido un tocho, así que os lo podeis saltar tranquilamente e ir a por el siguiente comentario.
Y repito: esta es MI experiencia. Lo repito porque no es mi intención entrar en ningun debate, ni contradecir otras experiencias de otra gente. Cada uno tiene sus experiencias. Lo que cuento aquí es lo que YO he vivido en primera persona, es MI experiencia, y eso no me lo puede discutir nadie, al igual que yo no discuto las de los demas.
Intentare no generalizar. No hablare mal de Cuba. Solo estuve en La Habana. Tampoco hablare mal de La Habana. Basicamente me movi en tres zonas: Centro Habana, Habana Vieja, y Vedado. Tampoco hablare mal de estas tres zonas. Que un alto porcentaje de mi contacto con la gente de allí haya sido negativo, no quiere decir que todo el mundo allí sea igual. Puede que, simplemente, haya tenido mala suerte. Yo tengo formación en ciencias, así que me baso mas en la experimentación, la repetición de la experimentación, el analisis de los resultados conforme a la amplitud de la muestra tenida en consideración, las estadisticas y el calculo de probabilidades. A mi, todo esto, tenido en cuenta, me lleva a una conclusion. Pero no voy a exponer mi conclusion. Voy a exponer datos. MIS datos. Voy a hacer como Faemino y Cansado: yo te doy los datos, y tu ya con ellos, pues haces lo que mas te convenga.
Eso si, voy a adornar un poco la redacción, para intentar que el relato sea un poco ameno. Y voy a cebarme en los personajes que me han amargado la existencia durante 11 días interminables de agobio sin igual. Es lo minimo que puedo hacer.
Caracteristicas personales: soy bastante alto, de complexion fuerte, y tengo la tez del color de los muertos a la luz de una lampara de laboratorio de C.S.I. O sea, que soy mas blanco que la leche. Esto que digo, que pudiera parecer una tonteria, para mi resultó muy significativo. El hecho es que cuando caminaba por ciertas zonas turisticas de La Habana, parecia un faro ambulante. Atraia a todas las moscas, moscones y moscardones hacia mi.
Conoci allí a un chico de Madrid, y tuvimos la oportunidad de salir juntos varias veces. Aquel hombre tenia medidas mas estandard, la piel con una tonalidad mas acorde a una persona originaria de la zona mediterranea, y se movia por allí como pez en el agua. De hecho, yendo juntos por la calle, a el practicamente lo ignoraban, y me entraban todos a mi sin compasion. Recuerdo cómo él mismo convino conmigo en que ciertamente me asaltaban sin concederme cuartel ni respiro alguno.
En los 11 días que estuve allí, cualquier desplazamiento que realizaba suponia para mi un autentico infierno. O mejor dicho, un calvario. Continuamente me abordaban por la calle, aquello parecia una tragicomedia surrealista. Y muchas de las ocasiones en las que intervenia una transacción economica, a la postre degeneraban en un intento de sablazo. En general, una gran parte de las situaciones en las que tuve contacto con la gente local, voluntario o no, suponian al final un intento mas o menos chapucero para sacarme dinero.
Qué entiendo por contacto voluntario: los que yo provocaba, a saber, acceso a restaurantes, supermercados, casas de cambio, interacción con la dueña del piso donde me alojaba, etc. Qué entiendo por contacto involuntario: aquellos en que se me abordaba (por la calle principalmente) por el motivo que fuera. Mejor dicho, con la excusa que fuera, el motivo era siempre el mismo. Eeeeefectivamente, el dinero. MI dinero.
Bagaje como turista/viajero: antes de Cuba, habia estado en Rusia y Ucrania, Tailandia, y China. Europa occidental aparte, pero eso no cuenta para lo que quiero decir. En el bloque ex-sovietico concretamente, he estado en repetidas ocasiones, viajando bastante por la zona. Entonces, que quiero decir? Pues que ya tengo los… huesos pelados de darme vueltas por ahí y de interactuar con la gente local, en zonas cada una de ellas con sus peculiaridades y su casuistica humana particular. Que ya estoy minimamente curradete, vamos. Y esto, y menos a esta escala, no me habia sucedido nunca.
Fui a Cuba a finales de 2006. 11 días, sin contar desplazamiento. Mi intención era tener como base La Habana, y realizar una escapada a Santiago, o bien un par de excursiones mas cercanas. No queria recorrerme la isla, en verano ya me habia dado un palizon, y ahora tenia ganas de tomarmelo con calma, viendo como era la vida allí. Habia leido y oido mucho sobre Cuba y queria ver como estaba aquello con mis propios ojos.
Tal como fueron las cosas, me quedé todos los días en La Habana. Los cuatro ultimos, practicamente sin salir del piso. Cualquier intento de preparar una visita a otra localidad, iba a suponerme una inevitable cadena de interacciones no deseadas con la población local. Incluso las interacciones voluntarias, como he explicado antes, tenian una alta probabilidad de acabar de forma negativa. Así que aborté cualquier operación de reconocimiento de territorios mas lejanos, y posteriormente opté incluso por no salir del piso, con la excepción de breves incursiones en territorio hostil para avituallarme y no morir de inanición. Ah, es verdad, y también para ver si conseguia salir de allí en cualquier avion lo mas pronto posible. Es lo que tienen las islas, que estan rodeadas de agua. Salir de allí justo cuando tu quieres, así de improviso, puede ser complicado.
Permitidme unos breves comentarios sobre el alojamiento y la comida. Para que se vea que no estoy obcecado y que no tengo un afan de crítica indiscriminada.
Alojamiento. Lo que yo conozco dirigido al turista.
- Estuve en un hotel barato en el centro la primera noche. El hotel habia visto tiempos mejores, pero por el precio, estaba correcto.
- Luego estuve en una casa particular el resto de mi estancia. Finca recia y mobiliario al uso, pero todo correcto. Tuve la oportunidad de ver cuatro casas particulares mas, todas ellas con mobiliario reformado y mas que correcto. Todas entorno a 30/35 CUC. Las habra de otros precios, y en otras condiciones. Como todo.
- Apreciación: en la casa particular contaba con la famosa “ducha electrica”. No es que me hiciera mucha gracia, pero en fin, tampoco he acabado muerto electrocutado.
- En general: lo que yo he visto (exceptuando la ducha), correcto.
Alimentación. Lo que yo conozco.
- Restaurantes para turistas: muy buena calidad. Recuerdo con mucho agrado un restaurante del Barrio Chino (zona conocida por sus buenos restaurantes y sus buenos precios), y el restaurante en la terraza del hotel Ambos Mundos. Muy recomendables. Precios: pues son para turistas. Caro? Pues no. Si quieres calidad, lo tienes que pagar. Y ademas hay que tener en cuenta el bloqueo.
- Restaurantes para turistas, mas tipo fast-food. No es el termino correcto, pero no se cómo definirlo exactamente. Digamos que el sitio tipico donde lo normal es comer pizza, carne con patatas fritas, bocadillos diversos, san jaconbos con guarnición, etc.
Calidad aceptable, mas baratos que los del apartado anterior, aunque con el precio un poco inflado comparado con el producto ofrecido. Del tipo que hay en cualquier ciudad turistica, vamos. Así que normal.
- Comida en casa particular: correcta. El tema en general mas en la linea de arroz, frijoles, pollo, etc. O bien, pagando mas, pescado, etc. Todo correcto. Y el precio acorde con ello.
- Comida servida desde ventanas a pie de calle: basicamente, los ubícuos bocatas de pan con jamon dulce. Baratisimos, a pagar en pesos cubanos. Comí unos cuantos. No estaban mal.
- Supermercados: hay de todo mas o menos. Me eran utiles para aprovisionarme de galletas, queso, leche, bebidas, etc. Para el que quiera cocinar en casa, hay mas oferta de productos. No me acuerdo de mucho, mas que nada por no fijarme, pero sí puedo asegurar haber visto carniceria dentro de un super al que iba yo.
- En general: lo que yo he visto, correcto. Teniendo en cuenta la situación del pais, para el turista, mas que correcto.
A partir de aquí entro ya en el aspecto que queria realmente comentar: el trato con el personal local. Mejor dicho: MI trato con el personal local. Mejor dicho, el trato que el personal local me ha dispensado a MI.
Mi experiencia en este aspecto ha sido tan negativa, que dificilmente creo que vuelva a Cuba. Hablando en plata, que no vuelvo a Cuba ni loco, vamos.
Repito y repetire hasta la saciedad: esta ha sido MI experiencia. No quiero generalizar, ni quiero sentar cátedra. Puede que os encontreis allí en alguna situación particular parecida, y algo de lo que cuento os sirva de referente. O puede que no.
En fin, procedo a enumerar algunas de las tipologias con las que tuve el dudoso placer de establecer contacto, y expondré algunos ejemplos ilustrativos. Algunas de estas tipologias se dieron una sola vez. Otras, y sus múltiples variantes, se repitieron a lo largo de los 11 días, hasta alcanzar en algunos casos unas cotas de crueldad que estan prohibidas por la Convención de Ginebra.
Veamos:
- El de los puros.
- El de los puros, le dices que no, entonces droga, le dices que no, entonces chicas, le dices que no, etc. Hasta que se le acaba el repertorio, o se acaba la calle y entonces pasa a agobiar a otro turista que camina en sentido contrario.
- El que pide dinero pa esto.
- El que pide dinero pa lo otro.
- El que pide dinero pa lo de mas alla.
- El de “de donde tu eres”.
Diferentes variantes. - Hola, amigo, de donde tu eres.
La version poliglota: - Hello, where are you from?
Que bonito es saber idiomas para poder agobiar a distintas gentes de todos los rincones del planeta.
La version femenina: - Hola, guapo, de donde tu eres.
Se puede substituir el adjetivo “guapo” por otras expresiones, tipo “mi amol”, “mi vida”, etc.
Da igual la variante. La finalidad sieeeeeempre es la misma. Sacarte la pasta.
- El que te dice cualquier tonteria, con la finalidad de acabar pidiendote dinero.
N variantes, donde N es un numero natural que tiende a infinito.
- El del quid pro quo. O sea, tu le preguntas algo, como por ejemplo, donde esta el Barrio Chino, que es que no me ubico bien. Y él te lo indica. Muchas gracias. Pero claro, la información tiene un precio, eso lo sabemos todos, así que acto seguido te pide que lo invites a comer, o que le pagues esto, o que le des lo otro, etc. Diversas variantes.
Al final resultó que lo mas eficiente era preguntarle directamente a un policia. Tenia una dilatada experiencia con los cuerpos policiales en otra zona concreta del globo, y no me atraia mucho la idea. Pero resultó ser que allí, en mi caso, y hasta lo que pude ver, la policia se comportaba profesionalmente.
- El que se te engancha a lo largo de media calle soltandote un rollo que no te lo puedes quitar de encima, y que al final, oh sorpresa, te pide dinero con la excusa que sea.
De esta tipologia, recuerdo especialmente el del tipo que al final te pide dinero pa comprarle leche a su nene. Le dices que cuánto vale un carton de leche, pa quitartelo ya de encima, y porque uno tiene su corasonsito y piensa que a lo mejor es verdad lo del nene, el cual no tiene ninguna culpa del bloqueo ni de que su papá sea un pesao de cojones. Entonces va y te pide una suma exagerada (pero muy exagerada), y es ahí donde solo te deja como unica opción razonable enviarle a tomapolculo, a el, y a su nene imaginario.
- El del cumpleaños. Y su variante hiperbolica, el del cumpleaños doble. Este es muy bueno. Fue la primera noche. Fue entonces cuando conocí al compañero de Madrid, y salimos a tomar algo. Ya sentados en el garito, se nos acerca un chico local, que estaba allí con sus amiguetes. - Hola, que de donde sois, ah, españoles, que bonito, mira tu que bien (asi no hace falta que me esfuerce en intentar liaros en ingles. Joer, mucho mas comodo, donde vas a parar).
Primero un pequeño rollo introductorio sobre las bondades de la madre patria, el Real Madrid, el Barça, y otras banalidades al uso. Y entonces, una vez roto el hielo, empiezan las hostilidades: - Po mira chico, no podriais invitarnos a una botellita de ron, que tu sabe que hoy es mi cumpleaños? Y tu sabe que cosa mas grasiosa, - ven p'aca Alfredo -, que resulta que he salido con mi primo a celebrarlo, y se han venido unos amigos suyos también, pues que resulta que este chico -Alfredo entra en escena-, que yo no lo conosia de antes, verdad Alfredo? -Alfredo asiente con inusitada vehemencia- pues qué casualidad que nos hemos conosido hoy, y que también es su cumpleaños!
Solo habria faltado ya ver a Travolta y a Samuel L. Jackson, ahí sentados, mirandose perplejos el uno al otro, y diciendose aquello de “Puedes creerlo”.
Vamos a ver, yo admito que me quieran timar, sablear, etc. Es lo que hay. Vale. Pero joder, no me trates como si fuera imbecil. Con un cumpleaños ya es suficiente, ya sabemos todos a lo que estamos jugando, y podemos ir a por la pelota o quedarnos en la porteria a observar. Pero hombre, no me cuentes ese rollo macabeo, que no hay quien se lo crea, y que ademas ofende a mi inteligencia. Un poco de respeto, por favor.
- El de qué hora tienes. Truco recurrente hasta el cansancio extenuante. Viene a ser como la tortura aquella de la gota de agua. Una gota no hace daño. Pero gota a gota, te va trastornando hasta el paroxismo. Que pesaos.
- Que hora tienes? Si le respondes en la lengua de Cervantes, ya la has cagao. Entonces empieza la conversación de siempre, encaminada a crear un buen rollete, para escalar luego hasta el sablazo de rigor, con la excusa que sea. Si les contestas en ingles, el rollo te lo van a meter igual (comprobado), pero es mas descansado para ellos si te pueden agobiar sin necesidad de recurrir al uso de idiomas ajenos.
El truco de contestar en ruso, también te puede salir por la culata, por razones historicas que todos conocemos.
No contestar no es una opción. Es demasiado sutil. Entonces te persiguen, y venga, y dale, “Hey, que hora tienes?” y siguen, “Hey, amigo, que hora tienes”, y otra vez, “Oye, te estoy preguntando, amigo, que hora tienes”, hasta que al final los tienes que enviar a tomapolculo de una puñetera vez. Entonces lo captan. Y entonces te puede entrar ya el siguiente. Venga, vayan pasando, que hay para todos.
Un día, durante el trayecto a pie por una misma calle, me llegaron a abordar por este metodo tres veces consecutivas, a un ritmo de una por manzana. Pero como, solo uno por manzana? Bueno, es que la calle estaba fuera de ruta turistica y era poco transitada. Por favor, qué he hecho yo para merecer esto, porque no me pegais ya un tiro, me robais, me dejais en una cuneta, y me dejais descansar en paz de una vez. Al menos, un poco de variedad, hombre. Id intercalando los distintos tipos de abordaje, así podria jugar mentalmente a intentar adivinar, a ver con qué me salen ahora. En fin, el tercero ya ni se levantó de donde estaba sentado. Ahí repantingado, el tio me suelta la frase, lo observo, y veo que lleva un reloj de muñeca! Pero hombre, quitatelo al menos! Un poco de profesionalidad, por favor! Curratelo un poco, por Dios! Quiero decir, por el Che! Vamos, le pegué una mirada tal, que no hizo falta nada mas.
Ahí estaba la solución: la mirada asesina fulminante.
- Otro caso de ineptitud manifiesta para el sablazo: "Hey yuma".
Por lo que vi (me lo explicaron también unos de allí, pero vamos, que no hacia falta, yo solito ya lo habia captado), es costumbre llamar "yuma" a los turistas. Vendria a ser, con los matices que sean, como cuando nosotros aquí llamamos "guiris" a los turistas. Pues vale. Yo, allí, soy un yuma. Me parece bien.
Lo que no me parece muy inteligente es que, cuando vas paseando por el Malecón, o por alguna otra calle, el/la asaltante de turno, para llamar tu atención e intentar el consiguiente sablazo, te diga "Hey, yuma!". No se, a mi no se me ha ocurrido nunca, lo haya pensado o no, decirle "Hey, guiri" a la cara a un turista para llamar su atención, con el fin de intentar encima sacarle el dinero. Me parece un error de "marketing" tremendo. Por decirlo de algun modo. Hay mas modos de describir lo que me parece, pero sin recurrir a proferir improperios malsonantes, no se me ocurre ninguno.
Total, a partir de ahí, lo podemos combinar también con la variante “ademas soy un vago”, o sea, la de aquel que es tan manta que ni siquiera se levanta para acercarse a ti, sino que te lo grita sentado en su silla y te hace gestos para que te acerques a el. Como aquella en el Malecón. La veo como si fuera ayer mismo. Increible.
Repetid todos conmigo: "Hey yuma". Si lo dices varias veces seguidas, hasta suena pegadizo. En fin...
- En el bar.
Un grupo de gente. Tomando unas copas. En el grupo, dos yumas, mi compañero madrileño, y yo mismo. Pagan los yumas. Traen la cuenta. Aquello no cuadra. Efectivamente, nos pretenden cargar mas de lo que toca. Se ve que hay algunos que no acudian regularmente a clase de Matematicas cuando tocaba. Curiosamente, en estos casos, como en los casinos, la banca nunca pierde. Toque de atención, corrección del “error”, y aquí no ha pasado nada. Hasta la proxima, que habra que estar vigilante de nuevo, por si los “errores”. Ya se sabe, errare humanum est.
- En el bar (2). La del “Pero si yo solo te estoy disiendo”.
Esta también es una de las que ofrece multiples variantes: tabaco, alcohol, etc.
En el bar, con tu cerveza, pasando el rato, ahí a tu rollo. Se acerca una. - Hola mi amol, bla bla bla, tienes un cigarrillo? - No, lo siento, es que no fumo. - Bueno mi amol, pues invitame a un-paquete-de-tabaco-mi-amol. - No, mira, otro día, vale? Venga, hasta luego. - Pero mi amol, si yo solo te estoy disiendo que me invites a un-paquete-de-tabaco-mi-amol... Bla bla bla…
En cuanto oia la frase, era como si me hubiesen inducido un acto reflejo por hipnosis. Se me desconectaba el audio, y pasaba a modo autista. Hasta que la chica en cuestion abandonaba por agotamiento y desaparecia.
Se acerca otra. - Hola mi amol, bla bla bla, me invitas a una-copa-mi-amol? - No, mira, otro día, vale? Venga, hasta luego. - Pero mi amol, si yo solo te estoy disiendo que me invites a una-copa-mi-amol... Bla bla bla…
Ala, venga. Desconectando en 3, 2, 1, ya.
Y así otra vez. Y otra. Y otra mas.
Vamos a ver, por qué tengo que invitarte a nada? Te he pedido yo algo? No te he dejado claro que estoy muy tranquilo ahí y que no quiero compañia ni quiero pagarte nada? Pues entonces pa que insistes? Te crees que por presionarme en ese plan te voy a hacer mas caso? Precisamente vas a conseguir lo contrario. Pero independientemente de esto, por qué te tengo que pagar nada? Que no soy de la ONG Cigarrillos y Cubatas sin Fronteras. Tengo que ir pagando allí el tabaco y la bebida a todas? Es que no me puedo tomar una copa tranquilo?
Ah, que no es eso? Que a lo mejor lo que pretende es ver si estoy interesado en una transacción comercial? Y puesto que le digo que no (porque se lo puedo decir mas alto, pero no mas claro), entonces pretende sacarme algo, lo que sea? Pues todavia mejor me lo pones. Pa que te voy a pagar na, si no me interesa tu compañia. Así, por tu cara bonita? Si, hombre, y de paso me monto un chiringuito, doy numero como en las ferreterias, y que vayan pasando, que invita la casa.
“Pero si yo solo te estoy disiendo que me pagues esto o que me pagues lo otro”. Cantinela cansina donde las haya.
- Comiendo en una casa particular.
Habia conocido a un chico de Bilbao en el avion, el tio que tenia en el asiento de al lao, vamos. Intercambiamos telefonos, y quedamos para dar una vuelta por ahí un día de estos. En fin, que este chico se alojaba en una casa particular, donde la dueña ofrecia ademas servicio de comidas. Cierto día, fuimos allí a comer los dos. Todo muy bien, pero cuando toca pagar, la dueña nos dice el importe y, curiosamente (ehem), la cantidad no se corresponde con lo que hemos comido. Se da cuenta mi compañero. Ya llevabamos allí unos días, de modo que él ya habia comido allí unas cuantas veces. Digamos que, así grosso modo, la señora tenia disponibles unos menus mas o menos estandards, con sus diferentes precios, dependiendo de si comias pollo o pescado. Una de pollo y una Bucanero, tanto. Esta vez hemos sido dos. Dos de pollo y dos Bucanero, pues dos veces tanto. Pues no. Mi colega se lo hace notar a la dueña. Esta entonces coge un trozo de papel, y empieza a hacer calculos. Pongo esto, le añado esto, esto otro, lo de mas alla, en total, el mismo importe de antes. Mi compañero la corrige: - No, se equivoca, esto es tanto y cuanto, esto sobra, da esto. La señora se resiste: - No, perdone, a ver, si, pues por eso, es tanto, cuento lo otro, esto de aquí, esto de alla… - No, oiga, mire, es esto y esto otro, lo ve, como se esta equivocando?
Bueno, al final, la señora se aviene a razones. Se ha resistido la condenada. Cuesta soltar la presa, yo lo entiendo. Lo que ya no entiendo es, que si te han pillado ya a la primera de cambio, pero bien pillada ademas, joder, pues disimula como buenamente puedas, aceptalo, y a otra cosa. Ya lo intentaras de nuevo la proxima vez. Pero nooooo. Que van a piñon fiiiiiijo. Que lo inteeeeentan y lo inteeeeentan y veeeeenga y daaaaale. Ni vergüenza, ni decencia, ni dignidad, ni nada que se le parezca remotamente.
- El del Coco Taxi, unos que son una turistada total, como tuk-tuks amarillos y redondeados. - Venga, subete. - No gracias. - Subete, anda. - Voy aquí al lado. - Vamos, subete. - Que no. - Venga, te llevo barato, no me seas catalan (sic).
Aquí el individuo en cuestion ya la cagó del todo (eeeeefectivamente, soy catalan. De Barcelona concretamente). Antes de hacer según que cachondeo, enterate de donde es el turista al que estas intentando presionar. Enfadarme, no me voy a enfadar por esa tonteria. Es mas, hasta me hizo cierta gracia (el sentido del humor muchas veces es la mejor arma para afrontar algunas situaciones). Pero esta claro que ya no me subo en su taxi ni harto de vino. Puntuación en marketing directo: zero points.
- En el restaurante.
En principio, el servicio muy atento. Ya cuando repites el segundo día, pues te cogen confianza, es natural, el cariño humano y esas cosas que pasan entre las buenas gentes. - Pues nada, oigame usted, que el otro día me dieron unos dolares (o mi prima me ha dado unos dolares que le ha dado no-se-quien. Tengo ambas versiones. No tengo mas, porque solo repetí en tres restaurantes, y el tercero era del tipo cadena fast-food que he descrito anteriormente, donde el contacto con el personal era minimo y distante. Afortunadamente.). Pues que si usted me los podria cambiar, porque yo con ellos no puedo hacer nada, y como usted es español y tal y cual...
Digo yo: - Ya, pero es que nosotros no usamos el dolar, tenemos el euro.
Dice él: - Si, claro, bueno, pues por eso, es que yo con ellos no puedo hacer nada, he pensado que usted me los podria cambiar, porque patatim porque patatam.
Opciones que se le plantean a uno:
A) Seguir este dialogo de besugos y entrar en un bucle sin fin, hasta que uno de los dos contendientes caiga exhausto, y el ganador se alce victorioso, arropado por los vítores y aplausos del publico asistente. Tiene cierto toque dramatico, pero es poco practico. De momento la dejamos aparcada, a ver si tenemos mas opciones.
B) Explicarle la realidad de la coyuntura española, el uso del euro, etc.
Visto lo visto, no sé si vale la pena. Bueno, sí que lo se. Que no vale la pena.
C) Cambiarle los dolares por pesos, con lo cual le hago un favor a el, pero de una forma u otra, cambios de por medio, voy a acabar perdiendo dinero. A ver si me explico. Que no soy una ONG, leches. Mi dinero, lo mio me cuesta ganarlo, y sacrifico ciertos "lujos" en mi casa, para poder viajar y dejar divisas en el extranjero. Así que va a ser que no.
D) Insistir en que no me va bien, y punto. Me quedo con esta.
- En el supermercado.
* El primer día en el super. Al ir a pagar. - Hola mi amol. De donde tu eres? Ay que bien, mi amol. Mira tu, qué te llevas mi amol, unas Bucanero (cerveza)?
-Entra en escena la compañera que estaba en la otra caja-
- Oye mi amol, tu no puedes darnos una cervecita para nosotras dos? Que luego tenemos una fiesta y pa tener algo que beber. Aquí la cosa esta muy dificil, ya tu sabes.
Lo que ya me sabia yo, era el tema como iba, por la noche antes (vease mas arriba, el cumpleaños con doblete). Pero era mi primer día allí, me lo habian pedido con cierta gracia, y todavia no estaba quemado. Así que, por un par de cervezas, no me venia de aquí.
- Muchas gracias mi amol, bla bla bla.
- Hasta luego Lucas.
* El segundo día en el super. Al ir a pagar. - Hola mi amol, como estas mi amol. Bla bla bla. Ay, no me daras tu una cervecita o algo...
No tienen medida. Les das un día, les tienes que dar tooooodos los días.
- No puedo, mira, cada día que vengo no te puedo comprar algo.
Evidentemente, no atiende a razones.
- Pero mi amol, bla bla bla cerveza bla bla bla.
Entonces me acuerdo del tio del Coco Taxi. Me digo, ya esta, vamos a probar, a ver si me funciona un truco con esta tipa.
- No puedo mi amol, es que soy catalan.
Y entonces me suelta: - Ah, eres catalan? - Pero es que puso una cara, como diciendo, puf, otro de esos que no suelta un duro, aquí no hay nada que hacer.
Pues nada, mira tu por donde, que no pensaba yo que esto me iba a servir de algo en La Habana. Sablazo evitado, objetivooooo… Conseguido!
Aviso para navegantes: ahora no vale que lo useis todos, solo vale si sois catalanes, que tenemos el copyright
De todos modos, como se vio mas tarde, realmente no sirve de mucho. No se puede argumentar ni razonar ni nada.Van a piñon, ya os lo he dicho antes.
* El ultimo día en el super. Algunos tienen recursos para todo. Deben jugar al brain training o alguna variante revolusionaria similar. Ya se sabe, en cada barrio, revolusion. Total, en la caja otra vez. La misma de antes. Pago. Mientras empaqueto: - Bla bla bla ay, que malita estoy, ay, mira si puedes darme algo bla bla bla. Habia que cambiar de tactica. El argumento del otro día, se conoce que ya habia prescrito.
Le digo: - Ay, pues si, haces muy mala cara, tienes que cuidarte mas.
Y aprovecho que se queda ahí hecha polvo y con cara de pasmo (esta no se la esperaba) para darme el piro, deseando poder atravesar el super hasta la salida sin que me aborde nadie mas. Ya se que en la calle me van a asaltar, pero al menos que pueda caminar cinco metros seguidos sin que me toquen los huevos, por Dios! O por el camarada Fidel y todos los camaradas revolusionarios. Me da igual, por quien sea. Si hace falta, hasta por Odin, las walkirias, y todos y cada uno de los guerreros que blanden sus espadas en las llanuras de Asgard.
- En la casa de cambio.
Voy a cambiar 100 euros. No recuerdo exactamente el cambio, pero la situación vino a ser similar a esta: pongamos que el cambio mostrado es de 1'18. Pues 100 x 1.18 da... Tachaaaaaaaaaan! 118 CUC. Facil, no? Pues no.
Entro, me dirijo a la taquilla que esta libre y, segun me acerco, la chica que esta allí y un par de compañeras suyas, me dirigen unos comentarios, algo así como "uy, mira tu que alto", "ay, si, que guapo", etc. Vale, procesando datos, a ver… archivo encontrado: el acercamiento con uso de piropos en una zona libre de comercio sexual, revela una tactica de despiste por parte del enemigo, e indica que en breves segundos pasare a ser el objetivo de un posible sablazo/timo/mamoneo en general.
Archivo anexo con información complementaria: si dicho acercamiento se produce en una zona de comercio sexual manifiesto, el dinero te lo van a querer sacar igual, pero al menos ahí ya sabes a cambio de qué. Que ya es algo. El saberlo, digo.
Eeeeefectivamente. La chica me da 115 CUC. Vamos a pensar bieeeeen, todos somos humanos y nos equivocamos a veeeeeces. O tal vez no he tenido en cuenta la comision. Pues va a ser que no. Le digo: - Perdona, es que cobrais comision aquí? Me dice: - No, no cobramos comision-mi-amol, son 100 euros, y el cambio esta a 1’18, o sea, te tengo que dar 115 CUC.
Vamos a veeeeeeeeer, no perdamos los neeeeeeeervios. Igual es que yo lo veo muy facil porque soy de ciencias, no se. Que no es por los 3 miserables CUC, si no es por eeeeeso, que nooooo, lo que pasa simplemente es que no me gusta que me tomen por imbeeeeecil. En fin, para no alargarlo mas, que si, que tengo yo razon, que son 118. Que me queria tangar, vamos.
Si yo ya lo tengo asumido, ya se que tengo que pagar el impuesto revolusionario por haberme atrevido a abandonar mi triste hogar y querer pasar unos días en esta maravillosa ciudad con esta gente acogedora y su encomiable “savoir fer”. Si es que yo quiero colaborar, que ya me imagino que esto de tangar a los yumas no lo haces a mala fe, que te crea stress y te deja con la sensación de ser una persona ruin y despreciable, cosa que tu y yo sabemos que no eres.Y por eso, como no le pones interes, pues no te acaba de salir bien. No pasa naaaaaada. Yo te ayudo, que para eso estamos. A ver, no te he preguntado si teneis comision? Que te la he dejao botando, jolines. Pues tu me contestas que si, que cobrais comision, y yo entonces puedo dejar que me saques los 3 CUC sin tener que pasar por lo que no soy. Y todos contentos. Pero no, es que ni siquiera se lo curran un poquito. Es triste. Es lamentable. Es patetico.
- En la casa particular.
Llego el primer día, en taxi, desde el hotel. Bajo con mi mochila y con mi pedazo bolsa de viaje tamaño king size. Está la dueña de la casa en el balcon esperandome. Baja a abrir, me saluda, me indica que suba, y sube ella hasta el rellano del piso, que tiene una vista panoramica preciosa sobre el trayecto que va de la entrada al susodicho piso. No hay ascensor, así que tiro p’alante por la escalera, con la megabolsa, y con la mochila al hombro. Se me acerca un vecino que esta en el portal, presto y raudo, para ayudarme con la megabolsa. Quietorl!!! La bolsa es mia, ya me la subo yo. No llegó ni a rozarla.
Todo el proceso tuvo lugar bajo la atenta mirada de la dueña. A que viene esto? Ahora lo vereis, todo os sera revelado a su debido tiempo.
Al día siguiente, hablo con la dueña, y me dice: - Sabe usted? Que tuve que hacerle un regalo al vecino, ya sabe, porque le ayudó a usted ayer a subir la bolsa, bla bla bla... Quietorl!!! Que me ayudó con la bolsa? Bromea o que? Usted vio perfectamente que la subí yo solo, que él no la llegó ni a tocar. Usted estaba en el rellano. Se acuerda, verdad? -Naturalmente que se acordaba. Punto para McEnroe.
- En la casa particular (2).
Llega el día en que se me plantea el hecho de hacer la colada. Lo hablo con la dueña, y me dice que ella no toca ese tema, pero que tiene una vecina que se encarga de eso cada vez que ella tiene huespedes. Que ya se lo dira para que yo le suba la ropa que quiero lavar. Le digo que cómo hacemos lo del pago por este servicio, y me dice que ya lo hablaré con la vecina yo mismo. Le doy a entender que si quiere, ella me gestiona lo de la ropa, yo le pago, y ya se entiende luego con la vecina. No, me repite que ya me pondre de acuerdo yo mismo con la vecina. Sea, pues.
Al día siguiente, una vez avisada ya la susodicha vecina, le subo la ropa. Toco someramente el tema del pago, y le vengo a decir que le pagaré lo que ella estime oportuno, una vez que ella haya visto el trabajo y los gastos que le supone. Muy bien.
Al cabo de dos días, subo a recoger la ropa. Me dice: - Tanto. Le digo: - Vale. Me pregunta: - Le parece bien? Le digo que me parece bien, que lo que ella crea conveniente, y le doy a entender que si quiere hacer una nueva estimación y subir el montante a pagar, que por mi no hay ningun inconveniente. Me dice que no, que ya esta bien así. Por tanto, le pago, recojo mi ropa, y me voy. Hasta aquí, todo correcto.
Pues bien, al día siguiente hablo con la dueña, y regreso de nuevo a la realidad. Me dice que piensa que el dinero que le he pagado a la vecina es poco, y que deberia darle mas... Vamos a ver. Analicemos la jugada.
A) Si ha sido la vecina la que le ha dado instrucciones al respecto, ha tenido tres días para pensarse lo que me iba a cobrar, antes de decirme ningun precio. Y ademas, cuando he ido a pagar, y habiendo oido la primera cifra que ella me ha dado, le he dado opción clara a que allí mismo me subiera dicha cifra, la cual pagaria yo gustosamente y sin rechistar. Pero no.
B) Si es la dueña por su cuenta la que se quiere sacar una comision, ha tenido tres días para pensarse cómo idear una manera de hacerlo. Y no solo eso, sino que yo mismo se lo puse a huevo para que se encargara del asunto y me cobrara lo que quisiera, dandole opción veladamente a quedarse con una “comision por gestion”. Pero no.
C) Si ha sido una maniobra conjunta de ambas, pues también han tenido tres días para discutirlo, de manera que la vecina me podria haber cobrado mas, y darle luego la comision a la dueña. Pero no. Tampoco.
Es decir, doy carta blanca para que me carguen lo que quieran, como quieran, que se organicen entre ellas como les de la gana, que me carguen las comisiones que quieran, con tiempo, incluso doy opción a subir el precio en el ultimo momento, después de que me haya dicho el importe a pagar y me pregunte si me parece bien o no. Lo que no se puede hacer entonces, es intentar sablearme un día después, cuando ya he pagado, maxime teniendo en cuenta todas las facilidades que he dado. Que no. Que no hay manera. Ya no es el hecho del intento en si, es que ademas la manera de intentarlo es de lo mas chapucero que he visto. Que uno no puede dejarse sablear así, por mas que tenga buena disposición, hombre.
- El del Granma.
Llevo ya una semana. Me acuerdo que hay un compañero en la oficina que me ha pedido que le traiga un numero cualquiera del Granma. Pues venga, ya estoy mas que quemado, pero vamos a intentar completar una transacción economica sin complicaciones, para variar. Entro en una tienda-papeleria-libreria, y le pregunto a la dependienta si tienen el Granma. Me dice que no, que lo venden por la calle, que hay justamente un viejito ahí en la calle Obispo que lo vende. Como ya me conozco el percal, le pregunto que cuanto vale mas o menos. Me dice, tanto (no me acuerdo exactamente, pero era irrisorio).
Vale. Voy p’alla. Le veo, me dirijo hacia el, y me digo, bueno, ahora este (tambien) me va a querer e**(AutoEdit)**a fijo. Me va a aplicar una comision por yuma, como viene siendo habitual. Pues nada, hombre, vamos a colaborar un poco. Solo quiero un Granma, pero le voy a pedir dos, mira, me siento así de esplendido. Así le doy opción a que se saque la comision dos veces. Si, ya lo se, yo soy así, como ya dije antes, tengo mi corasonsito. Desde que llegué, cada vez está mas ennegrecido, pero ahí está. También le podria comprar uno y pagarle directamente mas dinero, pero eso es dar limosna, a un hombre que se esta ganando la vida con el sudor de su frente. Entiendo yo que eso seria denigrante. Total, que le digo: - Dos Granma. Me responde: - 2 CUC. -Pero así, tal cual, sin pestañear ni nada. - 2 CUC!!!??? Pero tu estas tonto o que te pasa. Anda y metete el Granma por donde te quepa, hombre. Una cosa es una “comision”. Y otra muy distinta, un robo a cara descubierta. No es por los 2 CUC. Que no es por eeeeeso. Es porque la relación entre el precio real, y el precio aplicado, es excesivamente exagerada. Es insultante, hombre.
Total, que mientras me alejo, todavia oigo que me dice: - 1 CUC !
(que todavia sigue siendo un robo descarado)
Y pienso: - Demasiado tarde, pequeño saltamontes. Tendras que probar con el proximo yuma, a ver si tienes mas suerte.
Esto ya fue la gota que colmó el vaso. No es el dinero en sí. El dinero es el dinero, pero no lo es todo. Siempre que voy fuera soy consciente del riesgo de sablazo, y tengo en mente que una parte del presupuesto, por pequeña o no tan pequeña que sea, la voy a dedicar inevitablemente a eso. Sin entrar en detalles, y de diferentes maneras (timo "consentido", limosnas, mordidas, etc.) he "cedido" dinero en Tailandia, China, Rusia, la mayor parte he sido consciente de ello y lo doy por dinero bien empleado.
Pero aquí ha sido la combinación de atropello, falta de respeto, ausencia de un minimo de picaresca o picardía, el tratarme como si fuese imbecil, y sobre todo, la pesadez y la repetición constante y exagerada, lo que ha desbordado mi paciencia.
No fui allí a ciegas. Tenia una idea de lo que me iba a encontrar. Y tenia dos referentes cercanos que ya me habian puesto mas o menos al corriente. Lo habia ido postergando mucho tiempo, porque sabia que seria un destino algo "problematico". Hasta que finalmente fui. Y aquello supero todas mis expectativas y lo que habia visto hasta entonces.
En fin. De todo lo que recuerdo, lo mas agotador eran los abordajes por la calle. Y el conocimiento anticipado de no poder evitarlo. Cada día lo mismo. Habia zonas en que practicamente no me dejaban ni respirar, era un asalto continuo. Entra uno, fuera, entra otro, fuera, el siguiente, fuera, y venga, y dale, y otro, y otro mas, venga, no os corteis, pim, pam, pim, pam, otro, fuera, y otro, y otro, y otro, y otro... Llegué a pensar incluso en dar tanda para que no se agolparan y me pudiesen agobiar ordenadamente.
No toda la gente en La Habana es así. Yo tan solo me estoy refiriendo a aquellos que no paraban de intentar timarme o sablearme. A aquellos que convirtieron mis vacaciones en una pesadilla. Todo lo que he contado es veridico. Repito, este ha sido mi caso. No tiene por que ser el de los demas. Y como he dicho antes, lo he adornado, con un poco de ironia y algo de sarcasmo. Por tanto, suavizado de alguna manera. Porque a decir verdad, en aquel momento, la cruda realidad no era para mí comica en absoluto.Y aun me he dejado una parte en el tintero. Tal vez he tenido mala suerte. Tal vez me he tropezado con todos los seres zafios, ruines y despreciables que habitan en La Habana. Este tipo de gente, la hay en todas partes. Aunque yo no la haya visto nunca en tales proporciones.
Podria llegar a discutirse mi disposición ante la multitud de los eventos aquí descritos, y la posible exageración del impacto psicologico que todo ello me provocó.
Puedo asegurar que mi disposición inicial era abierta y hasta, en algunos casos, como ya he contado, de "franca colaboracion". Pero día a día, caaaaada vez lo mismo, uuuuuna y otra vez, uno se va quemando. Hasta que al final solo vienen a tu mente pensamientos cuya realización, de llevarse a cabo, estan tipificados convenientemente en el codigo penal.
Puedo soportar abordajes con una cadencia temporal mas o menos aceptable a escala humana. Por ejemplo, si habeis estado en la calle Nanjing en Shanghai, o en Wangfujing en Beijing, sabreis de lo que estoy hablando. Pero lo que he vivido aquí, el asalto continuo al que fui sometido, fue algo inhumano.
No entro en el por qué del comportamiento de estos individuos con los que he tenido la mala fortuna de tropezarme. Esa no es la cuestion que estoy tratando. Lo que estoy exponiendo es que, por el motivo que sea, obligados por las condiciones que sean (y que por cierto, de las cuales yo no tengo ninguna culpa), el trato que me han dispensado estas personas han convertido cada día que he estado allí en una tortura insoportable.
No discuto las experiencias de otra gente en absoluto. Me consta que mi colega madrileño, al que he hecho referencia, se lo pasó muy bien allí.
He intentado contarlo con cierto humor. Espero haberlo conseguido.
Como siempre, lo mejor es tener acceso a todas las versiones, poder cotejar datos, y sobretodo, ver las cosas por uno mismo. Eso es lo que hice yo. Ir allí en persona. Y no me arrepiento de ello. Era algo que tenia que hacer. Y, al fin y al cabo, ahora puedo recordarlo, y hasta puedo reirme de ello. Con mas o menos amargura, pero puedo reirme.
Aunque si os digo la verdad, de vez en cuando al recordarlo me hierve la sangre.
Saludos, y disculpad el tostón.
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