Hola.Somos una pareja con dos niños pequeños (la mayor años y el menor 17 meses).
Siempre hemos sido muy viajeros.De solteros,de casados sin niños...y con ellos.
Como colocar dos niños no es fácil,está claro que si queremos viajar,tiene que ser con ellos.Lo que nunca pensé antes de ser padre,es lo difícil que resulta viajar con ellos.Por ellos...y por la gente.
Ya en algún otro viaje por Europa había sentido algún rechazo ocasional a los niños en restaurantes (en Londres,la niña con 18 meses,dormida en su carrito,y diluviando...nos echaron,literalmente,en la puerta de un restaurante vietnamita).los niños ocupan sitio...y no comen.
Pero ha sido en este viaje por las Islas Griegas cuando peor nos hemos sentido.En algun restaurante directamente nos han recibido con un "no nos gustan los niños" a lo cual hemos tenido que contestar "muy bien,pero mis niños tienen que comer".Por supuesto,haciendonos plegar en todos los sitios el "molesto" carrito del bebe (aunque fuera de las ultimas comidas que iban a servir y estuviera el local casi vacio.procurabamos evitar los horarios punta).
Eso,los restauradores...Pero peor han sido los comensales.Cambios de mesa,miradas asesinas..y hasta quejas al restaurante por los niños.Mi niña mayor es muy tranquila y no da un solo problema.El bebe de 17 meses tiene un momento crítico en la espera de la comida,poniendose nervioso y llorando.Por lo que leida rapidamente la carta en ingles,en cuanto nos toman la comando me lo llevo a la calle hasta que llega la comida,para evitar esos duros momentos de espera.
Entiendo el silencio de un pequeño restaurante intimo de 5/8 mesas.Pero que en un restaurante con 200 comensales,hablando alto,hablando por telefono...se cambien de mesa y se quejen al camarero por una llantinela de 4 minutos de un bebe...¡no lo entiendo!.Y nos pasaba...la mayoría de los dias.Y especialmente con algunos colectivos especiales
A veces me como el coco reflexionando y filosofando.¿A donde vamos...?
La sociedad occidental (y las sociedades que imitan nuestros modelos) es tremendamente egoista.Ven su estado de bienestar social y bon-vivendus actual,sin querer mirar más allá.Los apoyos a la familia,ya lo vemos todos,van desapareciendo de todos los programas politicos.No se apoya la paternidad...¡¡hasta Renfe ha puesto vagones del silencio prohibidos a niños en el ave (podian poner vagones con parquecitos para pequeños...je,je!)Y así no hay futuro!.¿Que nos quedan...dos generaciones,tres?¿Y después...qué?.
He sido single hasta la cuarentena.Evidentemente vivia por y para mí.Pero siempre me ha preocupado el futuro...
Por eso,alguno de estos dias que he sentido el rechazo hacia mis niños,me he quedado con ganas de decirle a alguna de esas personas que los rechazaron,que quizas en unos pocos años sean quienes tengan que trasplantarlos un corazon,arreglarles sus neuronas...o limpiarles sus partes pudendas en una residencia de ancianos.
Enfin,la próxima o me busco megahoteles con media pension.O colocarlos por ahí...O quedarme en casa.