Espera, que traigo información fresquita (y nunca mejor dicho )
SENDAS DE AGUA EN EL VALLE DE LECRÍN: RUTA DE "LOS BOLOS" EN DÚRCAL
Acabo de pasar unos días en el Valle de Lecrín al refugio de la anomalía térmica que sofocaba la costa levantina y vengo maravillada del caudal de ríos, acequias y cascadas en este verano tan seco. Nos gusta recorrer senderos y un objetivo del viaje era acometer rutas de agua, caminando junto a ella o por el lecho mismo de los ríos.
La Ruta de los Bolos parte de las afueras de Dúrcal junto a cuyo instituto de enseñanza secundaria puede quedar aparcado el vehículo.
La primera parte transcurre por la acequia Mahina o de Márgena y es una estupenda ocasión para observar bien de cerca los sistemas de regadío medievales de origen árabe. Cuando se lleva al desierto en la memoria colectiva, cada gota de agua cuenta. También quiero señalar que este tramo tiene su peligro de caída con pasos estrechos en altura. Subiendo a hora temprana íbamos solos y conveníamos en que no era ruta para llevar a niños pequeños. Lo que vimos a la bajada nos dejó boquiabiertos, incluyendo un par de bebés de pocos meses portados en brazos en un río de gente. Me moriré sin entender a mis semejantes. Consejo de caminante veterana: Escoge bien tu ruta. Las hay a la medida de todas las circunstancias.
Llegamos a la toma de la acequia y, de ella, al lecho del río Dúrcal por el que transcurre la segunda parte de la caminata. El agua está fresquita y, visto el caudal en la segunda mitad de agosto, no debe de ser ruta para pleno deshielo. El lecho irregular, pedregoso, reclama un buen calzado. Yo, que le estoy tomando el gusto a estas cosas, tengo zapatillas anfibias provistas de buena suela y sistema de drenaje. Si no se llega a tanto, atendamos al menos al grosor de la suela y a la puntera bien protegida. Mejor unas botas de montaña que unos escarpines de suela fina o algo tipo sandalia.
El camino tiene final interesante para valientes en una poza con potente cascada.
Madre mía, yo no he visto tantos perros en mi vida. Y no sé yo. Entre los pasos enrejados sobre la acequia, la corriente de agua, el gentío, no me pareció que disfrutaran. Al menos la mayoría. En mi recuerdo un caniche dejado sobre una roca alta que emergía del agua mientras los dueños se bañaban, que nos ladraba lastimero pidiendo con los ojillos negros que lo bajáramos de allí, quienquiera que fuésemos. Lo dicho, yo cada vez entiendo menos.
Veo que la ruta es conocida (¿qué no lo es en la era de Instagram y lo que venga después?) y esto le da un carácter que va más allá del senderismo. Mi consejo es empezar temprano para disfrutar de las aguas cristalinas. A partir de las once ya parece otro lugar, al menos en día festivo. Se regresa por donde se fue y, de bajada, el fondo removido no permitía distinguir las piedras. Aparte, se forman algunos cuellos de botella y la presión y la falta de visibilidad aumenta el peligro de resbalón.
Por lo demás, es un gozo de ruta y quien pueda evitar fecha y hora punta, lo va a apreciar.
Dejo descripción detallada y buenos consejos a cargo del Ayuntamiento de Dúrcal: adurcal.com/ ...los-bolos/
Dúrcal tiene otras zonas de baño que pueden visitarse individualmente o enlazarse mediante sendero. A saber:
-Baños de Urquízar (Baño Chico)
-Baños de Vacamía (Baño Grande)
-Arroyo del... Leer más ...
Me alojaré cerca del ayuntamiento de Tomares (Sevilla), metro queda lejos, y la parada de bus mas cercana se llama Instituto Nestor Almendros y es de color morado y pone M-101A, pero me meto en la web del transporte de Sevilla y no me entero de nada... quisiera coger un bus que me deje lo mas céntrico posible, cerca de la catedral o del alcázar.
Gracias.
EDITO: me acabo de dar cuenta que eso no es bus, es tranvia, y creo que no llega a Sevilla centro... pero no veo ninguna otra parada cerca del ayuntamiento de Tomares. He llamado a la empresa de transportes y me han dicho que en esa misma parada pasa el bus 161 que me dejaria en unos 10 minutos en Plaza de Armas, y que eso es bastante centrico, que el fin de semana pasa cada hora, asi que arreglado.
TORO PRESENTA EN INTUR SU LEGADO HISTÓRICO Y LA NUEVA RUTA DE LAS BODEGAS
El patrimonio municipal de la localidad zamorana estará presente en INTUR, con la D.O Toro como embajadora de la ciudad
Toro lleva a la Feria de Turismo de Interior su patrimonio, legado y su gran riqueza vinícola. El Ayuntamiento presenta en INTUR ‘Monumentalia’, un recorrido por edificios que hablan de historia y que al mismo tiempo, y a día de hoy, se ponen a disposición de la sociedad. También se descubre la nueva ruta de las bodegas, excavadas bajo tierra y que guardan la identidad de la ciudad, la esencia de la vid y el vino.
Visitar Toro es adentrarse en páginas de la historia y el arte, descubrir un conjunto monumental y artístico rodeado por la vega del Duero y el olor de sus viñedos. Calles que evocan un intenso pasado, escenario de batallas y conspiraciones cortesanas y que forman un trazado urbano salpicado de iglesias, conventos o palacios. Este gran tesoro toresano no podía faltar, un año más, en el mayor escaparate del turismo de interior. Este 2017, Toro presenta en INTUR su oferta turística y la nueva ruta de Bodegas.
‘Monumentalia’ es un recorrido por el legado patrimonial público de la ciudad de Toro que muestra los bienes culturales que el tiempo ha depositado en las manos de los habitantes toresanos y que enseñan la magnificencia de la ciudad de las Leyes y de su importancia histórica. Representa un recorrido por espacios monumentales que, aún hoy, siguen siendo de utilidad para todos y que ejemplifican a la perfección la riqueza artística de la ciudad.
Una experiencia que supone un viaje por siglos de historia, comenzando por su Alcázar, la fortaleza que dio origen a la ciudad. En su interior se desarrollaron importantes episodios como la proclamación como rey de Fernando III. El Hospital de la Cruz, un edificio fundado en 1508 que contó con el mecenazgo de Juan Rodríguez de Fonseca. El Teatro Latorre, levantado a mediados del siglo XIX, de tipo isabelino. Debe su nombre al actor toresano Carlos Latorre, uno de los más importantes del siglo XIX. La Plaza de Toros, inaugurada en 1828, es un conjunto único de arquitectura tradicional del siglo XIX.
No se pueden olvidar importantes palacios, como el de los Condes de Requena, una construcción del siglo XV, del que se conserva su patio, a caballo entre el gótico y el renacimiento. El Palacio de los Marqueses de Castrillo, del siglo XVI, actualmente sede de la Casa de Cultura Municipal. Testigo de la importancia histórica de la ciudad fue su muralla, de la cual se conservan varias puertas, la de Corredera, la de Santa Catalina y el Arco del Postigo. Multitud de iglesias, la Torre del Reloj, el ayuntamiento… Son muchos los bienes culturales municipales de la ciudad de Toro.
Pero como no podía ser de otra manera, el vino D.O. Toro también es embajador de la ciudad. Las bodegas tradicionales de Toro constituyen un magnífico testimonio para determinar la identidad de una ciudad ligada a la vid y al vino desde épocas muy antiguas. Centenares de aprovechamientos subterráneos se dejan ver en cualquier calle o plaza, hasta el punto de que la tipología más común de arquitectura civil de Toro es aquella que incluye dentro del alzado de la fachada del edificios un respiradero o zarzera. En 2005 el Instituto Español de Patrimonio puso en marcha un proyecto de conservación de las bodegas tradicionales de Toro y Tierra del... Leer más ...