Día 1: Sofía
Nos despertamos prontito. Nos acicalamos y observamos con curiosidad la ducha búlgara, que no es ducha en sí pues no hay un recinto para ello si no que cae enmedio de la habitación, luego solo hay que pasarle el mocho ya diseñado para ello. Me parece muy limpia y práctica pero así a primeras pues nos chocó un poco.
Lachezar vive con su jovencísima novia, nos preparan el desayuno: muesli con fresas salvajes y pudding de chia con miel. Pensaba que la noche anterior iba de farol pero no, se calza los zapatos y se viene con nosotros a enseñarnos la ciudad. Por la mañana hace fresquito pero a medida que avanza el día se impone una temeratura superagradable.
Nos habla de la situación en Bulgaria y del carácter búlgaro, caminamos 10 minutos hasta el Zhenski Pazar o Mercado de las mujeres, donde observamos el producto básico de la alimentación búlgara y las diferencias con el mercado de casa. También observo toda la cerámica local que me quiero llevar a casa.
Pasamos el mercado central, la Sinagoga, San Jorge rotunda, una iglesia oculta en un bajo que pasó inadvertida durante el dominio otomano y comunista, la Santa Sofía, la pequeña iglesia que alberga los restos de Vasyl Levski (Vasyl Levsky el famoso héroe búlgaro cómo no habíamos oído hablar de él), las ruinas de Serdika, la Mezquita, las fuentes donde probamos el agua con ligero sabor a azufre, el parlamento, el zar y finalmente acabamos frente a la Catedral de Alexander Nevski. Todo eso y más en un fantástico tour de dos horas. Lachezar se portó superbien con nosotros, no somos de tours pero el suyo fue muy interesante. Pudimos observar también lo orgullosos que están los búlgaros de su nación, cultura y héroes.
La ciudad nos parece muy bonita, no entendemos porqué muchos búlgaros están acomplejados por la misma, los edificios aunque necesitarían una mano de pintura tienen un aspecto europeo decadente que le queda muy bien al otoño. Pero qué sabré yo, a Lachezar le parece todo horrible, a nosotros nos encanta. La temperatura ideal por cierto.
este edificio, antiguas termas, alberga ahora el museo de sofía
Nos recomendó el Food Free Tour que comenzaba una hora y media más tarde, pero a esas alturas necesitaba yo comer y un café, no necesariamente por ese orden. Así que en cuanto se despidió, entramos en la Catedral, muy bonita como todas las ortodoxas y continuamos hasta la estatua del zar salvador, donde bajando la calle que deja a sus espaldas encontramos un montón de sitios donde comer.
Como más o menos todos nos parecían iguales, P decidió que entrábamos en el Supa Star donde gracias a que una de las chicas que trabajaba allí hablaba inglés, escogimos una sopa de setas, un caldo invernal de pollo, un sandwich, una ensalada y una cerveza, todo por el módico precio de 17,70LEV (8'85€). Sopa para el cuerpo y el alma. Una vez recargadas las pilas nuestro siguiente objetivo era encontrar café, cosa que hicimos rápido por 5'80LEV (2'9€) - voy a empezar a valorar hacerme yo el café con leche porqué en todos los países es carísimo -.
Vamos callejeando por la ciudad para ver sus rincones y sus monumentos, nos paramos en una Iglesia ortodoxa rusa en cuya cripta según Lachezar, puedes depositar tres deseos que parece ser que se cumplen. Así que nada, bajamos unas angostas escaleras y en el subterráneo encontramos unas mesas donde la gente escribe sus tres deseos que luego depositan con una donación en una urna. No ibamos a ser menos.
y aquí, en su cripta podéis depositar vuestros tres deseos
No es una ciudad demasiado grande, así que nos acercamos hasta la estación de trenes para calcular cuanto se tarda desde nuestro airbnb, en unos 20 minutos nos plantamos y compramos en sus taquillas de trenes internacionales dos billetes para el Sofía-Istanbul Express para tres noches más tarde. El tren recorre la antigua ruta del Orient Express en Bulgaria, para en Sofia y Plovdiv y hay que comprar los billetes y luego el tipo de cama que quieres. Nosotros elegimos una privada de dos camas, en total todo nos sale por 116LEV o 58€. Nos parece muy económico.
Desde la estación bajamos al metro (dos billetes 3'20LEV) y sin perdernos llegamos a la parada del Museo Nacional de arte extranjero, donde por ser jueves la entrada no vale 5€ por cabeza sino 1€. La verdad es que no teníamos ni idea y fue pura suerte. Habíamos visto algunas fotos y nos apetecía mucho ver la pequeña colección de arte de Europa Oriental que tenían, las obras del XVIII, XIX y principios del XX nos parecieron fantásticas. Desgraciadamente no nos dio tiempo de ir a ver el Museo de arte socialista.
Decidimos pasarnos por el Boulevard Vitosha para ver qué se cocía allí y después de considerar que realmente el ambiente es envidiable, buscamos un sitio más tranquilo para tomar algo. Nos alejamos un par de calles y nos sentamos en The Cocktail Bar, una reconvertida glorieta en una plaza que tiene una terraza de lo más agradable. Allí pedimos dos cervezas búlgaras por 6LEV (3€) y cenamos más tarde en el Checkpoint Charlie, de donde salimos un poco decepcionados, un starter, un primero, una cerveza y un ayran por 32LEV. No puedo decir que la comida no estuviera buena, si no el conjunto de las pretensiones del local, la presentación de la comida y el precio de la misma.
Volvimos al airbnb caminando después de un día completísimo.
Gastos:
Alojamiento: 14€
Comida y bebida: 30,75€
Transporte:1'6€
Entradas: 2€
Billetes a Turquía: 58€
Total: 48'35€ /2: 24€ (de los 25€ por persona que nos presupuestamos)
Total con billetes a Turquía: 106'35€