7º día del viaje, Jueves, 15 de Septiembre. Tras la jornada tan larga del día anterior recorriendo los Tres Puertos, la de hoy no se queda atrás. Va a hacer muy buen día, según nos han dicho en recepción, así que hoy vamos a hacer senderismo en el valle de Lauterbrunnen. Pero lo primero es pagar la cuenta. Casi me da una indigestión. Será que el primer día, cuando llegamos después de las 9 de la noche, estaría muy cansado y no entendí la pronunciación de la dueña, pero juraría que había dicho que costaba 114 FS, no 140 FS Por suerte nos vamos de este antro para marcharnos al albergue de Interlaken, mucho más barato, limpio y con una habitación mucho más espaciosa
Para llegar hasta Lauterbrunnen la carretera es durante un tiempo la misma que la de Grindelwald, al fin y al cabo Lauterbrunnen está en el valle contiguo. De Lauterbrunnen me sorprende sobre todo que es un valle estrecho y alargado.
Para llegar hasta Lauterbrunnen la carretera es durante un tiempo la misma que la de Grindelwald, al fin y al cabo Lauterbrunnen está en el valle contiguo. De Lauterbrunnen me sorprende sobre todo que es un valle estrecho y alargado.
Vamos a la oficina de turismo para pedir algún folleto y que nos recomienden algún sendero.
Nosotros nos decidimos primeramente por subir hasta el pueblo de Wengen. El sendero se inicia cruzando por debajo de la estación, para enseguida comenzar a subir sin pausa por un maravilloso bosque. El camino no se hace pesado, ya que la cuesta es progresiva, con excepción de los últimos cientos de metros, ya fuera del bosque. Además, de camino nos encontramos con un señor de Bélgica que quiere hacer una ruta de escalada. En total tardamos algo más de 1 hora en subir hasta el pueblo, con un desnivel de 400 m. La panorámica de este pueblo es fabulosa. Las casas del pueblo están desparramadas hasta llegar cerca del borde superior del valle de Lauterbrunnen. Es como si fuera un escalón. A pesar de la cercanía de Lauterbrunnen, es imposible casi ver este pueblo, al ser un valle tan vertical y estrecho.
Nosotros nos decidimos primeramente por subir hasta el pueblo de Wengen. El sendero se inicia cruzando por debajo de la estación, para enseguida comenzar a subir sin pausa por un maravilloso bosque. El camino no se hace pesado, ya que la cuesta es progresiva, con excepción de los últimos cientos de metros, ya fuera del bosque. Además, de camino nos encontramos con un señor de Bélgica que quiere hacer una ruta de escalada. En total tardamos algo más de 1 hora en subir hasta el pueblo, con un desnivel de 400 m. La panorámica de este pueblo es fabulosa. Las casas del pueblo están desparramadas hasta llegar cerca del borde superior del valle de Lauterbrunnen. Es como si fuera un escalón. A pesar de la cercanía de Lauterbrunnen, es imposible casi ver este pueblo, al ser un valle tan vertical y estrecho.
Después de pasear un rato por esta animada estación de montaña y de tomar un aperitivo para recuperar fuerzas, optamos por coger el teleférico del Männlichen, que nos lleva hasta los 2227 m de altitud. Se trata del teleférico más largo de Europa (6.2 km) y nos ha permitido ahorrarnos la nada despreciable cantidad de 900 m de desnivel desde Wengen. Durante el trayecto, observamos a alguna que otra persona que va subiendo por el sendero. Por lo que se puede apreciar tiene mucha pendiente y es estrecho, encima va bordeando la montaña sin ninguna vegetación como quitamiedos. Con mi vértigo lo hubiera pasado mal No puedo negar que cuando el chisme se va acercando a la montaña, para entrar en la estación, me da un poco de miedo.
Desde la estación (no llegamos a subir al Männlichen propiamente dicho) la visión es total. Mirando hacia la izquierda se observan montañas que están al fondo del valle de Lauterbrunnen: Breithorn, Tschingelhorn, Gspaltenhorn o Schilthorn.
Desde la estación (no llegamos a subir al Männlichen propiamente dicho) la visión es total. Mirando hacia la izquierda se observan montañas que están al fondo del valle de Lauterbrunnen: Breithorn, Tschingelhorn, Gspaltenhorn o Schilthorn.
Hacia la derecha se observa la cadena montañosa que separa el valle de Grindelwald de Interlaken. A diferencia del Martes hoy está totalmente despejado.
Y también la pradera y el bosque por el que se baja hasta Grindelwald.
Desde Männlichen vamos a bajar andando hasta Wengen por otro camino que se nos antoja más fácil que el que vimos durante la subida en el teleférico. Nuestro primer punto intermedio será la estación de tren de Kleine Scheidegg, en la que para normalmente el tren cremallera que sube a la Jungfrau. Se ve lejana desde Männlichen, pero el camino es fácil y agradable, rodeados de pastos de alta montaña.
Llegamos a la estación de Kleine Scheidegg. Hay gran ambiente, porque en estos momentos hay un tren que se dirige a la Jungfrau. Esta debe ser la última estación al aire libre antes de que el tren empiece a ascender por el interior del Eiger, el cual vemos muy cerca de nosotros.
La estación me parece un poco extraña. Parece que deben organizar un show para los huéspedes del refugio, porque si no, no entiendo que hace una tienda de campaña de los indios en este lugar. ¡Ni que hubieran venido a hacer el rodaje de una película del oeste!.
Dejamos la estación y continuamos bajando por el camino, es más como una pista, porque es bastante ancho. Nos encontramos gente bastante mayor (de 70 años y me puedo quedar corto) subiendo por el mismo camino que llevamos nosotros, tanto andando como en bicicleta. El día que estuvimos en el Faulhorn, a la vuelta, una señora que tampoco debía bajar de los 70 ó 75 iba subiendo tan pancha con sus bastones. Tiene mérito ver a gente tan mayor practicando estos deportes. Debe ser la regla en Suiza. Nuestra pista baja con bastante pendiente.
De vez en cuando nos encontramos con bifurcaciones que nos dirigen hacia otras estaciones de tren, pero nosotros seguimos bajando hacia Wengen. De vez en cuando nos encontramos también con varias bifurcaciones para este pueblo. Como el mapa que llevamos es bastante infantil y no sirve para gran cosa (sólo lleva los nº de itinerarios y la topografía sólo permite saber si el itinerario elegido te va a tirar por un precipicio o no), elegimos la opción que no nos haga llegar demasiado tarde. Poco a poco vamos entrando en un bosque de pinos
así que nos tenemos que despedir del Jungfrau.
Poco a poco nos vamos acercando cada vez más a Wengen. Pasamos por varias cabañas junto a las que están pastando las vacas, hasta que llegamos a Wengen. Podemos apreciar la fisura que hay junto al pueblo, y que es ni más ni menos que el valle de Lauterbrunnen.
Pasamos Wengen de un tirón y bajamos por el sendero que utilizamos por la mañana para subir desde Lauterbrunnen. Ahora se empieza a notar bastante el cansancio, no en vano hemos subido 400 m de altitud pero hemos bajado sobre 1300 ó 1400.
A pesar de la fatiga cogemos el coche y continuamos hasta el final del valle para ver las cascadas de origen glaciar de Trümmelbachfälle. Sus aguas proceden de los glaciares del Eiger, Mönch y Jungfrau. Por si fuera poco, son interiores, o sea que para verlas tenemos que subir en un funicular que asciende por el interior de la montaña hasta unas galerías acondicionadas para la visita. El agua del Trümellbach aparece por una fisura y va cayendo a través de varias ollas de erosión, formando remolinos. El recorrido acaba en un pozo donde cae la cascada superior y de ahí al exterior.
A pesar de la fatiga cogemos el coche y continuamos hasta el final del valle para ver las cascadas de origen glaciar de Trümmelbachfälle. Sus aguas proceden de los glaciares del Eiger, Mönch y Jungfrau. Por si fuera poco, son interiores, o sea que para verlas tenemos que subir en un funicular que asciende por el interior de la montaña hasta unas galerías acondicionadas para la visita. El agua del Trümellbach aparece por una fisura y va cayendo a través de varias ollas de erosión, formando remolinos. El recorrido acaba en un pozo donde cae la cascada superior y de ahí al exterior.
En el interior, las galerías son tan estrechas que debe permanecer encendida la luz. Caen miles de litros de agua por segundo. El estruendo es increíble. Es tal la fuerza del agua que la mayoría de las fotos que realizo quedan inservibles y las que se salvan no reflejan el espectáculo.
Dejamos el paraje pasadas las 6 de la tarde y paramos cerca de Lauterbrunnen para ver cómo se lanzan en parapente varias personas desde lo alto de las verticales paredes del valle.
A partir de aquí ya sólo nos queda llegar al albergue de Interlaken y descansar hasta una nueva y no menos interesante jornada.
Dejamos el paraje pasadas las 6 de la tarde y paramos cerca de Lauterbrunnen para ver cómo se lanzan en parapente varias personas desde lo alto de las verticales paredes del valle.
A partir de aquí ya sólo nos queda llegar al albergue de Interlaken y descansar hasta una nueva y no menos interesante jornada.