ENTRE PUEBLOS Y PLAYAS ✏️ Diarios de Viajes de España

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SÁBADO 8 DE SEPTIEMBRE DEL 2012

Nos levantamos temprano para aprovechar el día. Habíamos decidido ayer hacer una ruta por algunos pueblos de la isla combinándolos con algún descansito en algunas playas; ya que no somos de estar todo el día en la playa.

Lo primero que íbamos a hacer era ir a desayunar a Tiscamanita uno de esos bocadillos de pata con queso majorero tan famosos que tienen. Así que, nos tomamos un par de zumos, hicimos el check in y a las 08:30 ya estábamos en el coche rumbo a Tiscamanita.

Justo antes de llegar a Tiscamanita, leí el letrero de un pueblo que me resultaba conocido

Un pueblo en donde una amiga mía tenía casa allí, y es donde me quedaba cuando iba a la isla. Es el típico pueblo totalmente tranquilo, en el que recuerdo que nos sentábamos fuera de la casa a pasar el tiempo hablando y...cuando veíamos pasar algún coche que se acercaba al pueblo, era como toda una atracción. ¿Quién será? ¿lo conoces? En fin chismorreando un poco jeje.


Por supuesto, ya que estábamos allí le dije a Dani de entrar un rato al pueblo para recordarlo un poco, y la verdad es que ya no era tan pequeño como antes; vamos que sigue siendo pequeño, pero hace 10-12 años debía haber unas 12 casas, y ahora hay unas cuántas más...

Tras esto, nos fuimos con un hambre atroz directos a Tiscamanita a un bar bastante conocido, "Bar Tio Pepe" conocido por sus bocadillos de pata con queso, pero...nuestro gozo en un pozo: CERRADO POR VACACIONES LA 1º QUINCENA DEL MES DE SEPTIEMBRE.
Menudo chasco que nos llevamos, con las ganas que teníamos...
Y para colmo, la panadería de al lado, que también es famosa por su pan de leña y su queso también cerrada porque creo que pertenece a los mismos dueños
En fin, nosotros íbamos a por un bocadillo de pata, y no nos íbamos a quedar sin él, así que entramos en el único bar que vimos abierto en el pueblo, una especie de bar pizzeria cerca del otro y allí mismo nos lo metimos.

No se si sería el hambre o qué, pero el bocadillo estaba de vicio.
Ya con la barriguita llena y el corazón contento, le preguntamos a una chica del pueblo si el restaurante Casa Luis abría por las noches (no vaya a estar de vacaciones jeje) y nos dijo que si. Así que...ya sabíamos donde ir a cenar esta noche, que tiene muy buenas criticas y barato.

Decir que es Tiscamanita esta el centro de interpretación del Los Molinos, pero nosotros no fuimos porque ya hemos visto muchos de esos en Lanzarote y nos apetecía más ver otras cosas.

Pusimos rumbo al pueblo de Pájara (no confundir con el municipio).
Este pueblo es muy pequeño, con unos 700 habitantes.

En seguida damos con lo que queríamos ver (es tan pequeño y agradable, que ni yo me pierdo).
La iglesia de nuestra señora de la Regla:"Construida entre los años 1687 y 1711"
Una pequeña ermita con dos naves que las separa una puerta muy decorada. La gente dice que los relieves de la puerta tiene motivos aztecas, aunque reconozco que no los vi. Aunque no estoy yo muy familiarizada con esos símbolos (todo hay que decirlo), así que...juzguen ustedes mismos.


La pena que estaba cerrada, ya que preguntando a la gente nos dijeron que habría a las 11. Por lo que nos conformamos con verla solo por fuera.

Luego fuimos a dar un paseo por la parte trasera, con restaurantes y tiendas de souvenir.

Al irnos nos percatamos del molino de agua que esta justo al lado de la ermita, ni lo habíamos visto antes, andábamos medios dormidos todavía.


Luego nos fuimos en dirección a la costa, hacia Ajuy; a unos 10-15 min de Pájara; un pequeño pueblo de pescadores con una playa de arena oscura y famoso por sus cuevas.
El pueblo, más que un pueblo es una pequeña aldea, con unas cuantas casas y alguna tienda de souvenir.
Aparcamos ya en la zona de la playa y estuvimos dando un paseo por ella. Dicen que es muy turística esta playa, pero este día no había casi gente, asi que debimos tener suerte.


Seguimos por un sendero con pasarelas y escaleras que había en el lado derecho de la playa.
Al poco de empezar a subir nos encontramos con algo curioso... un montón de piedras apiladas que la gente iba formando al pasar por allí.


Por supuesto, no íbamos a ser menos y nos estuvimos entreteniendo un rato jeje

El sendero, fue toda una maravilla por las impresionantes vistas que había.


Una cosa curiosa si os pasáis por allí, son las formas de las paredes, como piedra pómez, llena de agujeritos.

Tras estar un rato caminando, decidimos no seguir porque ya divisábamos las cuevas y tampoco nos parecieron una gran cosa.


Por el sendero también se pueden ver unos antiguos hornos de cal.

Desde aquí volvimos a Pájara, para continuar por la FV30 hacia Betancuria, una carretera panorámica y con muuuuchas curvas con altura considerable. Nosotros a estos más o menos ya estamos acostumbrados, pero... para los que no, algo de temblique si que da jeje.

En esta carretera hay varios miradores para parar.

El 1º de ellos fue el mirador Risco de las Peñas a 426 metros de altitud con vistas al valle de Fénduca y al de Granadillo. Y por supuesto al risco de las Peñitas, de hay su nombre.
Un paisaje precioso, con sus valles y sus suaves montañas con diferentes tonalidades de ocre que contrastaban muchisimo con el azul del mar que se divisaba, todo ello salpicados con algún que otro caserío.


También paramos en el mirador de las Peñitas a 338 metros de altura, siendo más de los mismo, con la excepción de que contaba con un poco más de vegetación. En el fondo del barranco esta la presa de las Peñitas, en la que apenas se puede ver su estructura debido a la acumulación de un montón de sedimentos provenientes de la gran erosión que sufre la zona. Esto ha producido que a penas almacena agua, y la poca agua que se queda es lo que ha ayudado a crecer vegetación en esa zona.

Por cierto, una cosa curiosa que tiene Fuerteventura y que me encanta son las entradas a los diferentes municipios:


Y tras estar un rato parando entre mirador y mirador y en algún que otro sitio que no se podía parar , entreteniendonos con los pequeños animalitos de la zona, y tras una larga charla con unos amigos que nos encontramos de Las Palmas, con lo poco que nos gusta hablar jeje...
Por fin llegamos a otro pueblo, La Vega del Rio Palmas, un pueblo que parecía estar totalmente en fiestas. Todo lleno con hileras de banderitas y todas esas cosas.

Aquí fuimos a ver la ermita de nuestra señora de la Peña, una ermita de 1796 famosa porque en su interior tiene la patrona de la isla: LA VIRGEN DE NUESTRA SEÑORA DE LA PEÑA.

"La leyenda cuenta, que una noche de primavera, San Diego echó de menos al Padre Santorcaz que había salido a buscar yerbas, ante la tardanza de este, San Diego había alertado a todos los vecinos, preocupado el Santo, preguntaba a los pastores si lo habían visto, a lo que ellos respondieron que no, pero le dijeron los pastores que habían pasado toda la noche sobrecogidos porque habían vistos luces y entre ellas, una muy fuerte que corría hacia Mal paso o Vega de Río Palmas. Bastó esto para que todos se encaminaran hacia ese sitio, al pie de una peña muy escarpada dentro de una poza de más de veinte palmos de agua vieron el sombrero de Fray Santorcaz. Ante el asombro descubrieron posteriormente al padre inclinado de rodillas con su rosario al cuello. Un pastor se arrojó al agua sacando ileso al clérigo, ni su ropa mostraban signos de humedad. Recuperándose, el cura comentó que aquello se debía a que en una peña inmediata se escuchaba músicas celestiales.No se hizo esperar y se trajo instrumentos para romper esa roca, abollándose los picos y las barras de hierro, hasta que San Diego, señala de nuevo en la parte que se tenía que romper, este golpe fue definitivo, viendo que una pequeña imagen blanca representaba a la madre de dios con su hijo en brazos, secándola de ahí la colocaron en una cueva."

Texto sacado de : www.fuerteventuradiario.com/ ...orero/?p=4

La verdad que la ermita por fuera es muy bonita, y por dentro sencilla, pequeña y acogedora.
Por supuesto lo que más llama la atención en su altar con esa pequeña virgen en una especie de vitrina y rodeada por un retablo lleno de pinturas con alegorías, ángeles y motivos vegetales.


La verdad que la ermita se ve en poco tiempo, ya que es pequeñiiiisima, asi que aprovechamos en el pueblo para tomar un refrigerio porque el calor ya apretaba de lo lindo.

La mala suerte que al ser festivo en el pueblo, esa mañana estaba todo cerrado. Y mira que dimos vueltas y vueltas para encontrar algo frío, pero na de na. Así que a conformarnos con el agua recalentailla que teníamos en el coche.

Por fin llegamos a BETANCURIA, en donde se produjo el primer asentamiento en la isla y llegó a ser tan importante que fue la antigua capital de Fuerteventura hasta 1834.
Este pueblo es muy pintoresco, lleno de palmerales, pequeños jardines, parques y un entramado de calles alrededor de su iglesia digno de pasear. Además de tener bastantes sitios a visitar.

Evidentemente lo primero que hicimos fue comprar algo frío porque ya mi garganta estaba en las últimas de la sed que tenia.


Luego nos dirigimos a la iglesia de Santa Maria Betancuria. Es fácil de reconocer ya que se puede decir que desde todos los lados del pueblo se ve su torre con el campanario.


“La 1º iglesia levantada en Betancuria se comenzó a construir en 1410 en un estilo gótico francés a las ordenes del conquistador Jean de Bethencourt (de hay proviene el nombre del pueblo). Luego, fue destruida por piratas berberiscos en 1593 y en el s XVI empezaron con la restauración, finalizando las obras alrededor de 1691. Esta restauración fue dirigida por Pedro de Párraga, cuyo nombre aparece reflejado en una inscripción en la torre. Tiene varios estilos como el gótico, mudéjar, renacentista y barroco.”


Decidimos no entrar, ya que en alguna otra ocasión ya la habíamos visto y pasamos un poco de pagar el dinero. Pero estuvimos dando vueltas y haciéndonos 23478 fotos por los alrededores de la iglesia, que bien bonitos son.

Toda la zona de alrededor es preciosa, con pequeños callejones con casas típicas con sus balcones canarios, jardines, palmerales...



Vamos, una autentica delicia pasear por la zona.

Después de estar como una hora paseando por allí, calle arriba, calle abajo que no te lleva a ningún lado, entrando en las tiendas y tropecientas mil cosas más; acabamos en la calle principal por la zona del museo etnográfico. Y... pensando si entrar o no, ya que con el peazo calor que hacía nos apetecía irnos ya a la playa... acabamos entrando, pero... en la tienda de al lado a mirar los quesos, ya que dicen que en el pueblo los hacen muy buenos.
Y tras la típica degustación que no me llamo tanto la atención, la chica de la tienda, muy amable ella, nos indicó como llegar a dos queserías en las que vendían queso, ya que ella solo los tenía de un par de tipos, y nos dijo que allí conseguiríamos más tipos.

Así que nuestra siguiente parada fue LA QUESERÍA LA VILLA (abierto L-S de 10-20h).


Justo en la entrada, ya se veían a las cabras pastando.


Y lo mejor de todo... éramos los únicos turistas, ya que justo un poco más arriba hay otra quesería en donde van en guagua todos ellos.

La chica muy simpática nos enseño las instalaciones, viendo algunas salas donde iban madurando el queso para convertirlo en tierno, semiduro, duro...; otra en la que se podía ver los equipos de extracciones de la leche, y por fin a la tienda a degustarlos


Había de todo: semiduro, duro, con pimentón, con gofio...
Total que acabamos comprando 3 piezas, 2 para nosotros y uno para llevárselo a mi suegra.

Salimos de allí y fuimos un poco más arriba para ver la famosa quesería de LA FINCA DE PEPE (abierto diario 8-20h).
Esta si que se notaba que era bastante turista, ya solo en el aparcamiento había muchísimas guaguas.
La verdad, que llama bastante la atención. Es una especie de finca con la zona de la casa principal.


Y luego tenía un montón de terreno en donde había, cada uno en una zona, un montón de animales, desde patos, muchísimas cabras, camellos, y mis preferidos...los burritos.


Estuvimos un poco entreteniéndonos con los animales y luego pasamos al interior. Aquí vimos una sala con diferentes utensilios para la ganadería, otra sala como la que habíamos visto en la anterior quesería con aparatos para ordeñar la leche, solo que esta era mucho más grande, otra sala en la que tenían expuesta pieles de animales.


Y... por último la zona de compra y degustación. Todo muy bien montado, pues había una sala enorme con sillas y mesas en los que los diferentes grupos se sentaban para degustar mojos, queso y ron miel. Y aparte estaba la zona de compra en donde había expuesto un montón de quesos de diferentes tamaños que tenían una pinta estupenda.


Así que nos pusimos a probar los quesos, pero directamente en la tienda y por supuesto que compramos otro más.


Por cierto, a quien le interese, se puede ver una demostración de elaboración de queso de 9 a 12, aunque nosotros llegamos tarde y no la vimos.
También decir que tiene un precio distinto para los de la península, y otro más barato para los canarios; cosa que no voy a entrar en debate, pero no me parece correcto. Así que si vais y compráis podéis decir que vivís en otra isla en plan decir algo como“¿y el precio para los que vivimos en Canarias es igual?” y si os pregunta de que isla, tenéis 6 más para elegir.

Como opinión personal, decir que me gusto mucho más el queso de la villa, tenía más fuerza pero sin llegar a ser tan seco.
Por cierto Chari, lo siento...pero el queso no te llego a destino. UUUFFFFFFF es que estaba tan bueno que...
Tras esto nos fuimos hacia la ciudad de Antigua, aunque antes paramos en el mirador de Guise y Ayose cerca del mirador de Morro Velosa, en el que a parte de una pedazo vistas de la desértica zona norte, también estaba las enormes estatuas de bronce de Guise y Ayose.




“Guise y Ayose representan a los Antiguos Reyes de Fuerteventura antes de la conquista en 1.402, Guise y Ayose, quienes gobernaban los dos reinos en los que se dividía la isla: Jandía y Maxorata, y que estaban separados por un muro defensivo el cual se cree que estaba emplazado donde hoy se encuentra este mirador.”

Por supuesto, nos pusimos a hacer cola para sacarnos la típica foto cogido de la mano de uno de ellos ¿quién sería?...

Seguimos y a escasos metros estaba el mirador de Morro Velosa, pero decidimos no parar por la hora y porque creímos que más o menos lo mismo que desde el mirador anterior. Además de que había que subir una pronunciada cuesta y no teníamos muchas ganas de hacer ejercicio jeje.

Llegamos a Antigua, una de los pueblos más antiguos de Fuerteventura (no confundir con el municipio, que es mucho más extenso), incluso llego a ser capital de la isla durante un año.


En el pueblo había bastante movimiento, y justo en la plaza en la que se encuentra su iglesia había preparado como una especie de cóctel con sus mesas y aperitivos, supongo que para una boda. Estuvimos tentados a quedarnos jeje, pero tal como íbamos vestidos, con cholas (las chanclas ó típicas zapatillas de playa), pantalón corto de playa... iba a ser que no iba a colar mucho.

Echamos una miradita a la iglesia de Nuestra señora de Antigua, por fuera simple pero bonita, blanca con su pequeña torre con el campanario. Por dentro no la pudimos ver bien, ya que estaba en faena y llena de gente y no era plan de entrar, por lo que sólo la contemplamos desde la puerta.


Dimos unas vueltillas por el pueblo y nos fuimos ya definitivamente con dirección a la playa.

Para los que le interese decir que en este pueblo también esta el Centro Turístico Cultural Molino de Antigua. Nosotros no nos paramos en ningún molino porque ya hemos visto muchos, sobre todo en Lanzarote y Holanda; pero para quien no lo haya visto, suelen ser bastante interesante entrar a alguno.

Seguimos camino y tras pasar el pueblo de la Ampuyenta, nos desviamos para ir a la playa de los Molinos a darnos un chapuzón y descansar un rato.


Dicen que esta playa es totalmente diferente en invierno (playa de piedras) que en verano (playa de arena), aunque personalmente no lo he comprobado, ya que en ese momento era totalmente de arena.



Solo se que, tras el tute entre el madrugón y la visita a la isla; ya era hora de...


La playa genial, con poquita gente, así que aquí nos pegamos un par de horas con siesta incluida.

Por cierto una cosa curiosa de esta playa, que justo en el acceso a ella hay una especie de arroyo muy pequeño que desemboca en la playa. Curioso, aunque con el color de ese agua, la verdad que no metería los pies en ella.


Tras el descanso y recuperados nos fuimos hacia la Oliva para ver la casa de los coroneles.
Por el camino pasamos por Tefia, conocido por sus molinos y molinas que hay en sus alrededores. Y por tener un montón de plantaciones de aloe vera.


En este pueblo también esta el ecomuseo de la alcogida al que estuvimos indecisos de entrar, pero como queríamos ver la casa de los coroneles decidimos no hacerlo. Otra vez será.

Pasamos por la mágica y enigmática montaña de Tindaya conocida por sus 300 grabados podomorfos en forma de pie que tiene y por su valor geológico que podría dar sobre la formación de la isla; y... lamentablemente, por el que considero un desastre, cuando el escultor Eduardo Chillida plasmó su idea de introducir el espacio en la materia, “una gran escultura para la tolerancia”, en su Proyecto Monumental Montaña de Tindaya.
Supuestamente con este proyecto, arte y naturaleza se unen. No estoy para nada de acuerdo, ni voy a entrar en debate. Lo único que se, es que se lío una buena para que conservaran esa montaña tal cual estaba, preservando y estudiando sus grabados y su geología; y por supuesto ni caso; demostrando, a mi modo de ver, una falta de respeto al patrimonio y cultura de esta tierra y de su gente.
Os dejo un enlace por si os interesa la historia, aunque si ponéis en la web “salvemos Tindaya” aparecerán miles de historias.
amec.files.wordpress.com/ ...indaya.pdf
Y a pesar de todo esto, según he leído en las últimas noticias, el proyecto se mantiene.

Bueno, por fin llegamos al municipio de la Oliva para ver la famosa casa de los Coroneles (abierto de martes a sábados – festivos cerrados, 11:00-14:00 y 16:00-18:00, gratis)

“La Casa de los Coroneles data del siglo XVIII, siendo uno de los monumentos históricos más emblemáticos de Canarias, no solo por ser la vivienda de mayor longitud conservada en Canarias, sino también por haber sido residencia oficial del Coronelato, que ejercía el dominio militar en la isla.Fue declarado Monumento Histórico Artístico en 1979 por el Ministerio de Cultura del Gobierno español, y en 1985 fue declarado Bien de Interés Cultural.La misma se alza en medio de un extenso llano que está delimitado por el Lomo del Pájaro, la Montaña del Frontón, la Montaña de Escanfraga, y el Volcán de la Arena, origen del malpaís de mismo nombre, quedándole, en última instancia el caserío de La Oliva al Sur. El complejo cívico-militar comprende varios espacios, todos interconectados entre sí, y al servicio de una familia que regentaba los futuros de una isla. De manera que la Casa de los Coroneles fue cimentada en la segunda mitad del siglo XVII bajo los auspicios de la familia Cabrera Béthencourt, atribuyéndosele su construcción a Ginés de Cabrera Béthencourt (1650-1722), pero continuando la obra sus descendientes, en particular su nieto, Agustín Cabrera Béthencourt Dumpiérrez (1743-1828), quinto coronel de la Isla.”

Nuestra sorpresa, al llegar fue todo un chasco, porque resulta que estaba cerrada. Había leído en las páginas de turismo que habría a las 16:30, pero eran sobre las 15:30 y no íbamos a esperar tanto. Por lo que nos conformaríamos, algo apenados, de ver solo su exterior.

La verdad que el exterior no es que resulta muy bonito a la vista, es un edificio rectangular de dos plantes en el que lo que más destaca son los balcones de madera de la 2º planta. Otra curiosidad son sus dos torreones de las esquinas.


Ya que estábamos allí, estuvimos metiéndonos por las ruinas que hay a su alrededor, que al parecer era donde vivían los ayudantes. Todo bastante en mal estado.
Tras estar un rato por allí y justo cuando nos dirigíamos al coche, de repente...abrían las puertas.


Resulta que abren a las 16, así que entramos y... la verdad que por dentro si que cambia, muy bonito todo.

La planta baja hay una serie de habitaciones conectadas entre si, rodeando a un patio central.
En estas habitaciones hay una exposición muy bonita sobre fotografía con retratos de personas de diferentes nacionalidades y culturas; además de unas cuantas frases preciosas que tienen que ver con el respeto a las diferentes nacionalidades, filosofías, lenguas y religiones.


El patio central es un patio tradicional canario con soportes de madera y en el que se puede ver el 2º piso.


Al parecer en esta planta baja es donde se situaban los graneros, la cochera, los almacenes, etc...

Subimos al 2º piso en el que también tiene las habitaciones conectadas. Aunque esta vez la exposición es sobre la rama familiar de los coroneles que la habitaban con fotos, árboles genealógicos, historias de la vida de los coroneles....
Esta parte superior albergaba la residencia familiar del Coronel de la isla, además de la capilla.

Algunas de estas habitaciones no solo daban al patio interior, sino que tenían una balconada hacia el exterior en donde contemplamos unas vistas de infarto del famoso volcán de la arena (creo que se llama así), una montaña que a mi personalmente me encanta, ella sola y solitaria en ese paisaje tan desolador.


Contentos por haberla visto nos fuimos en dirección al Cotillo para almorzar, o... más bien para una merienda-cena porque con las horas que eran.

Teníamos varios restaurantes apuntados, pero al final y por su situación, justo al lado de la playa nos decidimos por el restaurante La Capitana.
Pedimos una parrillada mixta de marisco y pescado, acompañada de una pequeña ensalada y un tentempié (esto gratuito) con 2 cervezas, 1 refresco y un café por 38 euros. No estuvo mal, pero no fue ni por asomo de las mejoras que he probado, además de casi su ausencia de marisco.

Pero bueno, todo lo compensa con estas preciosas vistas.


Luego nos fuimos hacia la zona del faro que esta a la derecha del pueblo, por una carretera que se iba convirtiendo en tierra.
Esta zona es muy bonita, entremezclando la arena blanca con matorrales y unas piscinas naturales que forman los huecos que tienen las rocas junto al mar.


Y todo esto con unas increíbles vistas al faro del Tostón que hacía una estampa preciosa del lugar.


Por cierto, a quién le interese, en el faro esta el museo de la pesca tradicional

Nos quedamos un ratillo por allí, paseando por las rocas y disfrutando del paisaje hasta que decidimos ir hacia el otro lado del pueblo, hacia la playa del Águila.

Para llegar a la playa del Águila si que hay que ir por tierra jeje, pero cualquier coche puede llegar sin problemas.
La playa no estaba mal, aunque ya me sonaba que había ido. Hay unas escaleras para bajar a la playa y lo bueno que tiene que es una cala con poca gente.
Desde aquí se puede ver unos acantilados impresionantes.


Como era algo tarde y queríamos ver la caída del sol en las dunas de Corralejo, no nos demoramos mucho y nos fuimos para ya.

Tardamos en llegar menos de lo que nos imaginábamos y... a pesar de haberlas visto muchísimas veces, me sigue impresionando.
No es tanto como la primera vez que las vi, que hacia viento y la carretera (que pasa por el medio de las dunas) estaba totalmente llena de arena; pero a pesar de que esta vez la carretera estaba totalmente despejada, sigue siendo magnifica. Es increíble ver dunas a ambos lados de la carretera, lástima lo de los hoteles que en mi opinión allí sobran.


Paramos en un par de sitios que daban hacia el mar con unas vistas hacia la isla de Lobos.



Y por último vimos una zona de grandes dunas en la zona que no da al mar y paramos por allí para ver la puesta de sol.

Estuvimos un rato por allí haciendo el tonto, subiendo dunas, bajando, enterrándonos un poco , tirados por la arena, foto por aquí, foto por allá; mientras el sol iba cayendo.


La verdad que la estampa es espectacular, vas viendo como va cambiando la luz mientras el sol se va escondiendo por las dunas. Una estampa de película.


Tras este increíble final del día, nos fuimos al apartamento y allí, a pesar de que habíamos pensado en ir a cenar a Tiscamanita en casa Luis; al haber almorzado tan tarde y estar tan rendidos decidimos comprarnos unas cervezas y tomarlas en la terraza del apartamento.


UUUUUFFFFFFF, después de este día, final perfecto y acopladísimos.

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