Muy buenas de nuevo!
Hoy teníamos en el plan visitar Nara, cerquita de Kyoto y a la vuelta visitar Fushimi Inari. Estuvimos barajando hacerlo al revés pero la verdad es que así salió bastante bien.
En Nara hay como no… templos!! Y lo mejor de todo: más ciervos que templos hay en todo Japón… y mira que eso es difícil ehhh. La mayor atracción es ir andando visitando los templos y que te rodeen decenas de ciervos queriendo comerse lo que pillen… Probamos la experiencia de comprar galletitas y darles de comer, pero son unos ansiados y no te dejan respirar… algunos pegan algún bocadito pero tampoco hacen mucho daño. Es gracioso quedarse mirando como algún turista compra galletitas y acaba tirándolas al suelo huyendo de los siempre hambrientos ciervecitos jaja. De hecho parece haber dos tipos de ciervos, los que están sin parar buscando comida a la caza del turista, y los que están hinchados a comer y no se pueden ni mover. Les reconoceréis enseguida porque están tirados en la hierba con cara de empacho.
Visitamos el Todaiji Temple con el Budha de 15 metros en su interior y la zona de templos. La verdad es que aunque ya te saturas de ver tantos templos a lo largo de todo el viaje estos tenían un algo distinto… Quizá ser más grandes, más antiguos… no sé, pero merece mucho la pena ir a pasar el día a Nara.
Comimos en un sitio recomendado de pollo empanado con panko, que estuvo maravillosamente delicioso, tampoco fue caro y lo gozamos pero bien, jajaja. Este es el sitio: www.tripadvisor.es/ ...Kinki.html
De vuelta a Kyoto paramos en Fushimi Inari. Está facilísimo llegar porque es la misma linea de tren que te lleva a Nara desde Kioto, pero tened cuidado de no coger el tren rápido, que no para en Fushimi Inari. Además, la misma puerta de la estación da al templo. Ya habíamos leído que merecía la pena subir del todo y tampoco está tan alto así que pateja pateja y a subir escalones. Como ya hemos comentado, nosotros cogemos la opción machaca siempre que podemos. Lo único malo es que se puso a llover que daba gusto y entre que íbamos subiendo escalones y teníamos un paraguas para dos pues se aguó un poco la admiración del lugar (nunca mejor dicho). Aún así, una pasada el lugar. 100% recomendable.
Pasados por agua y por si no habíamos tenido poco ese día (aun no se había hecho de noche) pensamos en volver a Osaka a la zona de Mamba que nos dejó fascinados el día que fuimos. Así que genial, fuimos a tiro hecho porque ya conocíamos el amino y disfrutamos paseando volviendo a recorrer la zona, flipando con la gente, las luces, los carteles… una pasada.
Cenamos un maravilloso okonomiyaki y de vuelta a Kyoto acordamos en el hotel el traslado de nuestras maletas a Tokio por mensajería. Ibamos a estar un par de días por Kanazawa y Takayama y no queríamos estar cargado con bártulos innecesariamente. Fueron dos mochilas y nos costó alredor de 2000Y en total. a dormir después de este intenso y estupendo día.