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Como el día anterior, con nuestros billetes impresos habíamos ido a la estación de Hamburgo a coger el primer tren que saliese con destino a Lübeck.
De Lübeck había leído que era la ciudad prototipo ideal del siglo XII, así que imaginad las ganas que tenía de descubrir esta ciudad.
Mi idilio con con ella comenzó poco después de abandonar la estación central, con la primera visión del emblema de la ciudad, Holslentor una de las puertas de acceso a la ciudad medieval.
desde la lejanía
*** Imagen borrada de Tinypic ***
desde el otro lado
*** Imagen borrada de Tinypic ***
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Atravesamos el río y nos encontramos con unos preciosos almacenes de sal que como curiosidad os contaré salen en la película de Nosferatu.
En ese momento ya nos damos cuenta de las maravillosas fachadas de los edificios de diferentes estilos que copan la ciudad.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Comenzamos a callejear mientras buscábamos la iglesia de St Petri dónde existe la posibilidad de subir a un mirador en el que contemplar desde las alturas la ciudad.
Pagamos 3 euros pero mereció la pena, que belleza de ciudad.
vistas desde las alturas
*** Imagen borrada de Tinypic ***
*** Imagen borrada de Tinypic ***
El casco antiguo de la ciudad es prácticamente original, afortunadamente se salvó casi en su totalidad de los bombardeos de la segunda guerra mundial y eso hace que se respire un ambiente medieval por todos los rincones.
Al estar rodeada por agua, se encuentra en una isla, cuando en la etapa de prosperidad la ciudad comenzó a crecer pronto se quedaron sin espacio,.. para solucionarlo abrieron pasillos desde las calles a los patios interiores donde hay más casitas apiladas.. Así que os daréis cuenta que la ciudad es como un laberinto... a las preciosas calles que te hacen retroceder muchos siglos hay que añadir el efecto sorpresa de encontrar pasadizos en muchos lugares algunos ahora con puerta o rejas otros sin ellas en los que entras (no te de apuro son públicos) y no sabes lo que te vas a encontrar,... un patio de vecinos, un parque infantil, más pasillos con salida a otra calle, algún bar... Perderse en este entramado es maravilloso.
Callejones y Patios de Lübeck:
*** Imagen borrada de Tinypic ***
*** Imagen borrada de Tinypic ***
*** Imagen borrada de Tinypic ***
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Paseamos hasta que anocheció pero nos quedamos con ganas de más..
No puede ser más bonita, verdad?...
*** Imagen borrada de Tinypic ***
*** Imagen borrada de Tinypic ***
-Si volviese a la zona trataría de quedarme un día más.. si sois afortunados y viajáis en verano escasos 15 kilómetros la separan de Travemünde playa en el Mar del norte.
-En la Holslentor hay una oficina de turismo puedes conseguir un mapa de la ciudad, no debe ser gratis pero que lo sepáis, si no un gps con el plano de la ciudad os servirá o simplemente dejaros llevar.
-Los patios que nosotros vimos están en estas calles: Engelsgrube, Whamstraße, Glockengießerstraße, Engelswisch, Füchtings-Hof, Glandorps-Gang y Glandorps-Hof seguro que nos dejamos mucho pero estos nos los marcó un español que vivía allí y nos hizo alguna recomendación de por dónde encontrarlos
-Nosotros no entramos en ningún museo o iglesia, pero si tenéis tiempo hay muchas opciones.
-Lübeck es la ciudad del mazapán y el Cafe Niederegger toda una institución, entrad aunque sea para ver todo lo que ofrece esta pastelería y si os apetece probarlo detrás de la tienda os podéis sentar a degustar un buen pastel de mazapán.
-Como curiosidad contaros que tres premios Nobel que han vivido en la ciudad, y es que no cabe duda que es especial...
Y así, con un gran sabor de boca terminó nuestra escapada, un destino del que la verdad no esperábamos tanto, y que si no hubiese sido por el frío hubiese sido un viaje perfecto.
Ya sólo quedaba la vuelta a Hamburgo, volver a preparar el equipaje y como siempre vuelta a casa con la maleta llena de recuerdos y nuevas experiencias.
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