Ecuador, agosto de 2014 ✏️ Blogs de Ecuador

Acabo de terminar un viaje por este país (hace 1 año) y quiero colaborar poniendo algunas impresiones sobre aquello.
Antes empezar, decir que lo que escribo son mis opiniones personales.

Hicimos un viaje de casi un mes, del 3 al 31 del agosto de 2014, con este recorrido:

3 Madrid - Quito
3 Quito
4 al 6, 3 noches en la cuenca del Amazonas, por la zona de Coca, en un lodge
7 paso por Quito a la vuelta
8 y 9, 2 noches en Baños
10 a 12, taxi a Ríobamba, 3 noches
13 a 17 bus a Cuenca, 5 noches
18 bus a Guayaquil, 1 noche de paso para Galápagos
19 a 22 Puerto Ayora, isla de Santa Cruz
23 y 24 Puerto Villamil, isla Isabela
25 Puerto Ayora, isla de Santa Cruz
26 a 28 Quito
29 Otavalo
30 taxi para el aeropuerto a por el vuelo de vuelta.

Todo el recorrido lo tengo grabado en un data logger que uso en todos los viajes. Me facilita saber en cualquier momento en dónde y cuándo estuve, georeferenciar las fotos y es un cachivache minúsculo que no se nota que se lleva encima. Si alguien quiere el track de un trozo, o el total, solo tiene que pedirlo.

Este es el recorrido en el continente.
*** Imagen borrada de Tinypic ***

De entrada decir que no esperaba mucho de este país; mis favoritos está casi todos por el sudeste de asia y sabía que este iba a ser diferente.

Lo que vimos después corroboró mi suposición. Exceptuando Galápagos, que es excepcional, y Cuenca, que está bastante bien, el resto nos dejó bastante indiferentes. La parte de la Amazonia ya la conocíamos de hace una temporada, en la que hicimos un crucero por la zona de Manaos, río Negro, y lo que vimos e hicimos en el río Napo fue bastante parecido.

Lo que más nos llamó la atención, sobre todos los primeros días, fue el problema que tiene esta gente con su alimentación. A todas horas y en todos los sitios los veíamos comiendo fritangas de chiringuito y bebiendo coca-cola o bebidas azucaradas de ese tipo. Parece que no les gusta comer en casa y el resultado es que el sobrepeso es la norma incluso en críos de 10 años.

Otra cosa curiosa es la de los buses. Suelen costar 1,25$ por hora de trayecto, en general no están mal, o muy mal, y son un método muy económico para moverse por el país.
A cambio toca aguantar a vendedores de crecepelo, cd's de bachata y pócimas milagrosas que curan desde el sida a las dolencias hepáticas o renales. A veces se convierte en un suplicio.
Otro peaje de los buses son sus conductores, unos auténticos sociópatas que no respetan a dios ni a su padre y se encargan de mantener a raya a la población canina. Adelantan cuando pueden, cuando no pueden, y solo frenan cuando enfrente aparece otro de mayor tamaño. Una experiencia interesante.
Para llevar controladas las mochilas y un trolley en donde iba un ordenador y aparatos de ese estilo, lo que hacíamos era comprar tres billetes, y el tercer asiento lo usábamos como maletero particular. Había leído en algún foro este método y no ponen pegas.

Los que salen de estaciones de ciudades grandes, como los controlan, llevan a todos los pasajeros sentados y si alguien pregunta lo mandan a las taquillas a por el ticket. En cuanto salen de la terminal empiezan a recoger a todo aquel que levante la mano, y si no hay asiento va de pie en el pasillo; cobran en efectivo dependiendo de la distancia, los que vi pagaban unos 50 centavos, y pasaban del billete. Me imagino que será un suplemento para conductor y ayudante.
La parte chunga de esto es que van a toda leche para adelantar a los otros buses y recoger a todos los que esperan en la carretera.

bus entre Cuenca e Ingapirca
*** Imagen borrada de Tinypic ***

Las carreteras en general no están mal, no vimos muchos baches, pero son casi todas de un carril por sentido; esto unido a la ortografía hace que los recorridos sean bastante largos. Un ejemplo, extremo, es el del trayecto entre Quito y Otavalo, 110 kms en los que empleamos 4:30 horas debido a que un desprendimiento bloqueó una carretera y la alternativa se colapsó. Tras pasar la rotonda por la que se accede al aeropuerto, empleamos una hora en recorrer 1,5 kms.
El camino de vuelta desde Otavalo al aeropuerto, sin embargo, lo hicimos en 1:30, bastante más rápido de lo previsto.

La comida, en general, nos gustó bastante. Nada más llegar, gracias a una sugerencia, probamos el "Locro de papa". Es algo a medio camino entre la sopa y el puré, de patatas, al que añaden aguacate y otras cosas. Nos gustó mucho.
Del resto de la comida creo que lo mejor fueron los pescados: truchas, pez espada, atún, corvina ... Muy buenos.
En la mayor parte de los sitios en donde comimos las raciones que ponen son enormes, al menos para nosotros que no somos tragaldabas, y acabamos optando por pedir casi siempre cosas para compartir.
Lo del vino es un capítulo aparte. En las cartas había vinos, de los que aquí consideramos corrientes, marcados con 70, 80 o 100 dólares; botellas que en un supermercado de aquí costarían 4 o 5 euros.

Salvo honrosas excepciones el servicio de hostelería es bastante mediocre: pides algo y se lo ponen a la mesa de al lado, se les olvida la mitad del pedido, y cosas de este estilo. No se si sería casualidad, pero los más espabilados casi siempre solían ser los que habían estado en España trabajando y los echó la crisis.

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Amazonia.

Estuvimos 3 noches en un lodge cerca de Coca, Sacha Lodge. Su precio es un disparate, o anda cerca. Está a dos horas en lancha de Coca, en un sitio espectacular, aunque con alguna pega. Una de ellas es que la mayor parte de los bungalows son palafitos y debajo hay agua permanentemente. Deberían haber buscado tierras más altas y secas para ubicarlo. La parte buena es que en sus terrenos hay lagunas, ríos y algunos lugares muy especiales.
Tienen un puente colgante de 300 metros de largo que, desde una altura de unos 50 metros, permite ver la selva desde arriba, es espectacular.

*** Imagen borrada de Tinypic ***

También hay torres de observación fijas, de unos 40-50 metros de altura. Esta se hizo alrededor del tronco de un árbol y la parte superior está unos 20 metros por debajo de la copa.

*** Imagen borrada de Tinypic ***

Lo mejor de este sitio es que tienen guías en varios idiomas. La mayor parte de los huéspedes eran norteamericanos, algunos alemanes, japoneses, dos parejas de italianos y españoles solo nosotros. Tuvimos a nuestra exclusiva disposición, durante los tres días, un guía en nuestra lengua y un naturalista nativo, que no hablaba español, y era el que mejor conocía la selva y lo que hay en ella.

Los bungalows ya tienen unos años, y se nota; la comida, es pensión completa, bastante mediocre. Los cocineros, NPI. La bollería y bizcochos que hacían para desayunar valdrían como ladrillos en cualquier obra.

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Quito
Pasamos por aquí tres veces: una noche al llegar, otra a la vuelta de Amazonia y 3 noches al final.
La verdad es que esta ciudad no nos gustó nada. Es un tobogán continuo con unos atascos interminables. Esto es debido a su forma alargada y que está en el fondo de un valle; a ambos lados hay laderas, algunas con bastante pendiente.

Llevábamos reservado un hotel del que habíamos leído cosas buenas, Stubel Suites en Guápulo. No nos pareció gran cosa. Guápulo está lejos de casi todo, y mirando mapas no me había dado cuenta. Anulamos la reserva de las últimas tres noches y nos fuimos a una casona restaurada en medio del centro histórico, La casona de la Ronda. Su precio, bastante más alto, pero el cambio mereció la pena. Desde allí podíamos ir andando a casi todo lo que nos interesaba ver. En este hotel, como en casi todos, interesa tener una habitación que no de a la calle. En este caso el problema no es de tráfico y adoquines; esta calle está cerrada al tráfico, pero por la noche hay mucho ambiente y bastante fiesta, sobre todo los fines de semana.

La Ronda
*** Imagen borrada de Tinypic ***

Parque de la Carolina, en el centro histórico
*** Imagen borrada de Tinypic ***

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