![]() ![]() Sureste de Estados Unidos en 24 días ✏️ Blogs de USA
Relato de nuestro viaje por el Sureste de Estados Unidos y FloridaAutor: Axun Fecha creación: ⭐ Puntos: 4.9 (7 Votos) Índice del Diario: Sureste de Estados Unidos en 24 días
01: Preparativos
02: Atlanta
03: Atlanta - Savannah
04: Savannah
05: Savannah - Charleston
06: Charleston
07: Charleston - Winston Salem
08: Blue Ridge Parkway
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Etapas 4 a 6, total 15
No íbamos a poder ir en coche al centro así que preguntamos en recepción por el precio y si necesitábamos el importe justo para el autobús. 25$ nos contesta la empleada. ¡¿Cómo?! ¿25$ un autobús de línea? ¡Ah no! El de línea no, sino que el autobús organizado por el hotel para ir a la marathon. No, nosotras no queremos ése, queremos el de línea. ¡Ah! De ese no sabe nada. ¡Ella no coge nunca el autobús! ![]() Fuimos a la parada. Sabíamos que era cada media hora, pero no las horas de paso. Esperamos unos tres cuartos de hora. El billete, 3$ ida y vuelta. Salimos del extrarradio, vamos haciendo infinidad de paradas y una espera, parados, de unos 15 minutos. Empezamos a ver casas impresionantes y árboles, muchos árboles. Y colgando de todos ellos el musgo español, lo que le da un aspecto genuinamente gótico y algo siniestro. ![]() Total, que para cuando llegamos al centro era más de mediodía y el tráfico ya se había restablecido. Paramos, o nos pararon, frente a la oficina de información (una antigua estación de tren reconvertida) donde cogimos unos mapas e información sobre Tybee Island. ![]() Ya estábamos en Savannah. Ciudad de referencias históricas y escenario de diversas películas. La más conocida, supongo, Medianoche en el jardín del bien y del mal. Empezamos el recorrido siguiendo el del tranvía turístico, viendo pequeñas plazas enclavadas entre edificios históricos, la Catedral de San Juan Bautista, hasta llegar a Forsyth Park, donde había terminado la marathon y había bastante animación. Escenario con grupo de música local, The Train Wrecks, gente tirada en la hierba... ![]() ![]() ![]() ![]() ![]() Seguimos subiendo y pasamos por la plaza Chippewa, donde se rodó las escenas del banco de Forrest Gamp Al llegar a la calle Brouthton seguimos hacia el City Market. El ambiente era genial, mucha gente (no sé si debido a la marathon o porque era domingo). ![]() ![]() Pasamos por uno de los restaurantes más famosos, Lady & Sons, para ver si tenían sitio para comer. Estaba a tope y nos daban hora para las nueve de la noche. Vale, en vez de comer, cenaríamos. Pero teníamos hambre, así que buscamos otro. Anna's, también en el City Market: Bayou chicken, French onion soup, Crab raviolli, dos buds. Riquísimo. La cuenta venía ya con la "gratuity" incluida, 40,99 $ ![]() Después de comer nos acercamos al paseo del río, el Riverfront, con edificios antiguos, pequeñas tiendas de recueros y bares, suelo de adoquines, hoteles con vistas al río, y barcos. Los típicos de palas y alguno de recreo. Había un velero impresionante, 130 pies. Evidentemente la gente se quedaba mirando, por lo que habían colocado un par de hojas con información técnica sobre el velero para "no molestar a la tripulación con preguntas", pero el nombre del propietario y el coste de la construcción estaban en blanco. ![]() ![]() En uno de los edificios hay una fábrica-tienda de chuches enorme: Savannah's Candy Kitchen, en el que hay dulces para todos los gustos. Los dulces se transportan por el aire, en pequeñas vagonetas sobre rieles, hasta caer sobre la zona de empaquetado, pero de vez en cuando se te cae alguno encima. Además la tienda es muy bonita. Con posterioridad, hemos visto sucursales de esa casa en varias ciudades. Al final del paseo está la escultura The waiving girl, en honor a Florence Martus, quien se estima que a lo largo de su vida saludó a más de 50.000 barcos que entraban o salían del puerto de Savannah. ![]() Volvimos hacia el centro y entramos en el Centennial Park Cemetery, un pequeño cementerio en mitad del casco histórico, con los típicos robles llenos del colgante musgo español lo que, sumado a que estaba ya oscureciendo, le daba un cierto aire fantasmagórico. Seguimos entre plazas y mansiones hasta la calle Broughton, con tiendas elegantes y otras muy originales, y... la heladería Leopold's, donde se hace el mejor helado, para tomarnos un par de cucuruchos. Había un montón de gente, haciendo cola. El local está lleno de fotos de actores, claquetas y carteles de películas, ya que el propietario -hijo del primer dueño, un griego llegado en 1919- ha sido productor de Hollywood y de muchas películas de éxito. ![]() ![]() La calle Broughton, y otras también, estaba llena de banderas, y es que al día siguiente era el Veteran's Day. De vuelta en el City Market, entramos en otra sucursal de Savannah's Candy Kitchen, donde los empleados se lo estaban pasando en grande lanzando caramelos a los clientes y no acertando éstos a cogerlos a la primera. Había llegado la hora de cenar, pero tras tantas chucherías, refrescos y helado, no teníamos hambre. Así que desperdiciar una cena que imaginábamos estupenda, comiendo a desgana y no apreciando lo comido, no nos pareció bien. Cancelamos la reserva. No les iba a importar mucho, porque seguía habiendo cola. Al pasar junto a un local, The Jinx, vimos que había música en directo, country, así que entramos, para lo que tuvimos que enseñar el carnet en la puerta!! Cerveza y country, buen final de día. ![]() Etapas 4 a 6, total 15
El trayecto entre las dos ciudades no era muy grande, así que decidimos que bien podíamos aprovechar el día visitando algo antes de llegar a Charleston. Tybee Island, el punto más oriental de Georgia, se encuentra a unas 20 millas de Savannah, una media hora. En ella se encuentra, según la guía, el faro más antiguo de Georgia, uno de los siete que quedan en pie de la época colonial, aunque ha sido modificado en el pasado. El recorrido hasta la isla es realmente bonito, atravesando zonas de marismas. LLegamos y aparcamos junto al faro. 1,5 $ por una hora. Nos acercamos a la entrada y allí descubrimos que junto al faro hay un parking gratuito para los visitantes. Pues nada, un dolar y medio tampoco era tanto. La entrada cuesta 9 $ y junto con el faro se puede visitar el Museo. El faro tenía colgando una enorme bandera, por ser el Día de los Veteranos. ![]() La subida son 178 escalones, de caracol, pero cada 25 hay un rellano, con una ventana, para ir descansando y admirando las vistas. Y en verdad que merecen la pena. Se ve la playa, las casas diseminadas entre árboles, vamos, típico de película. En la parte baja se conservan varios artículos de época, entre ellos la primera bombilla eléctrica utilizada en el faro. ![]() ![]() Tras un rato aguantando el viento en las alturas, volvimos al coche y nos dirigimos a la parte sur de la isla, a la playa, donde anduvimos un rato. ![]() ![]() El tiempo no invitaba demasiado, pero había unos cuantos valientes en el agua, surfeando o remando sobre las tablas. Se estaba muy bien, pero no era cuestión de quedarse toda la mañana en la playa así que nos llegamos hasta el muelle. Está muy bien montado. Los pescadores tienen sus sitios para poder limpiar y cortar el pescado e indicaciones de que especies está permitido pescar y cuales no. Había gente pescando desde el muelle y un afortunado sacó un pez enorme, le costó un rato, pero al final lo consiguió. Un "red fish" dijeron. Le cortaron el anzuelo con unas tenazas y, tras los aplausos y las fotos de rigor, lo devolvieron al agua. ![]() ![]() ![]() ![]() ![]() Saliendo del muelle nos encontramos con una advertencia para casos de huracanes. ![]() Buscamos un lugar para comer y nos sentamos en Fannies, frente al aparcamiento donde habíamos dejado el coche. Y aquí nos tocó el momento hilarante del viaje. Pedimos unas ensaladas con gambas y yo, que conducía, un refresco. Mi amiga pidió una cerveza. Y la camarera, con cara de inocente, le pide que le enseñe una identificación para comprobar que era mayor de edad. Nos empezamos a carcajear; le pregunto a la camarera, ¿pero cuántos años crees que tiene? Y ella seguía con cara de ¿eh? Le enseñó el carnet, y creo que ni supo encontrar la fecha de nacimiento. Nos estuvimos partiendo de risa como unos cinco minutos (los de la mesa de al lado nos miraban como si nos hubiéramos vuelto locas) y a la camarera no le sentó muy bien. Cuando volvió con las bebidas tenía un careto que le llegaba al suelo. Luego se le pasó y ya nos sonreía. Yo entiendo que si tienes delante alguien de 25 años dudes, pero vamos, a nuestra edad... Y tras la comida y el momento carcajada, vino el momento ¡¡aghh! al volver al coche. ¡Nos habían puesto una multa! Pero, ¿dónde estaba el parkímetro? Ni lo habíamos visto. 35 $ que pagamos vía internet, con un suplemento de 1,5 $ Carretera y camino a Charleston. Dos horas y media de carretera. Algunas veces desesperante: 40 millas a la hora en carreteras de doble carril en cada sentido! Llegamos al Best Western, a unas 4 millas del centro. Check-in y tras descansar un rato, a buscar donde cenar. Vimos un local que parecía agradable, típico americano, Ye ole fashioned ice cream & sandwich cafe. Hamburguesas, bebida y patatas fritas por 17$ Etapas 4 a 6, total 15
La mayoría de los hoteles que hemos ido cogiendo tenían desayuno incluido. Unos muy bien, otros más flojo, pero en general suficiente. Éste hotel también. Tras el desayuno nos acercamos a la ciudad en coche. Preguntamos a unos policías por un parking público y nos indicaron uno, pero finalmente aparcamos en uno que estaba junto al Visitor Center. Y vaya centro para visitantes, enorme. Unos antiguos almacenes reconvertidos. Tenía incluso una pequeña exposición de pintura. Cogimos folletos varios y preguntamos por la hora del desfile del Día de Veteranos. La respuesta, no estaban seguros. Tras preguntar a otros compañeros nos dicen que el desfile fue la semana anterior! En fin. Mi amiga se había quedado sin tarjeta para la cámara de fotos, así que preguntamos a una chica que nos indicó que el mejor sitio que se le ocurría era una farmacia CVS. Pasamos por la zona del campus universitario, muy animada, llena de gente joven y algunos locales muy majos. Y no podía faltar el coche del policía del campus. A primer vista, Charleston parece una ciudad muy agradable. ![]() ![]() Al igual que en otras ciudades circulan tranvías antiguos. ![]() Seguimos hasta el mercado, uno de los más antiguos del país, con sus escaleras exteriores y barandado de forja. Hoy en día aloja puestos de artesanía y pequeñas tiendas. En la entrada había puestos de venta de cestos y otros productos fabricados con "sweetgrass", cuya traducción exacta no he encontrado, pero eran como hojas de palma. Esta tradición vino a Charleston con los esclavos traídos desde África y continúa con sus descendientes. En la parte superior del mercado se puede ver un letrero de "Daughters of Confederacy" una sociedad creada a finales del siglo XIX por las hijas de los soldados que sirvieron a las fuerzas de la Confederación en la guerra civil. ![]() ![]() ![]() Saliendo del mercado, buscamos la Gateway Walk, que se supone es una zona de pequeñas placitas y árboles, pero no fuimos capaces de encontrarla. Así que seguimos hacia la calle Church, viendo antes la Iglesia Circular, sólo por fuera ya que estaba cerrada. El cementerio adyacente es el más antiguo de la ciudad que cuenta con monumentos. ![]() Seguimos bajando por Church St. ¡Vaya casas! Era ir admirando edificios uno detrás de otro. Y los coches aparcados frente a las entradas estaban en consonancia. De una de estas casas salió una mujer, que al ver que mi amiga estaba haciendo fotos le preguntó "¿qué era lo que le gustaba de la casa?" Vamos, que si le hubiera preguntado que era lo que no le gustaba habríamos terminado antes. Y en Charleston también hay un Barrio Francés. Y calles de adoquines. Muchas de las casas tienen un cartel con información sobre la historia de la misma. ![]() ![]() ![]() ![]() ![]() ![]() ![]() ![]() Llegamos hasta Battery, pero gran parte estaba en obras y continuamos por Battery St. hacia arriba. Más casas impresionantes. ![]() ![]() Al fondo de la bahía se veía Fort Sumter. ![]() Otro de los puntos destacados en las guías sobre Charleston es Rainbow Row, una hilera de casas pintadas de colores. He de reconocer que he visto pinturas y fotos e imágenes de dichas casas con un buen surtido de colores, pero en la actualidad los colores son bastante pastel y algo descoloridos. Supongo que el color en las pinturas y las fotos promocionales está bastante retocado. He visto incluso alguna casa que es de color distinto a como sale en fotos más antiguas. Antes era rojiza y ahora es azul. ![]() Como buena ciudad histórica, hay paneles y señales indicativas en cualquier punto de la ciudad. Como la que informa de la captura, durante la Guerra Civil, del barco Planter , por parte de un piloto esclavo, junto con otros marineros, que lo dejó en manos de las fuerzas unionistas, ganándose su libertad con este acto. Seguimos hasta el Waterfront Park y el muelle, que tiene vistas a la bahía pero poco más. Enfrente está Patriot's Point, con el portaviones de la II Guerra Mundial USS Yorktown, reconvertido en museo. También es visible Castle Pinckney, una pequeña fortaleza construida a principios del siglo XIX que está siendo devorada por la maleza, abandonada. ![]() ![]() ![]() ![]() El Smokehouse Brewery, en el 161 E Bay St., como su nombre indica, es una antigua fábrica de cerveza reconvertida en restaurante. Hicimos un alto ahí para comer algo. El lugar es enorme, y muy agradable. Tiene hasta un pequeño escenario. ![]() ![]() Tras un buen descanso, continuamos por las calles de Charleston y fuimos a unos de los lugares que, junto con las plantaciones y sus historias, más tristeza me han causado: el antiguo mercado de esclavos. La entrada cuesta 7 $ y muestra, con un display de fotografías, sonido y utensilios, la historia de la esclavitud. A principios del siglo XIX se prohibió la venta de esclavos en la calle, por lo que se construyeron edificios como éste para seguir con el comercio. Llegó a haber 48 en Charleston. Todos hemos visto películas de esclavos. Quién no recuerda Raíces. Pero viendo los anuncios de subasta o venta en los periódicos, con las edades de los esclavos, algunos tan sólo de meses, sus oficios, el precio y valor que tenían -los de 20 años eran los más valiosos- se te cae el alma a los pies. En el interior no está permitido sacar fotos. ![]() En Charleston hay varias casas históricas que se pueden visitar, pero tal vez la más interesante pueda ser la de Nathaniel Russell, un rico hombre de negocios que la mandó construir a principios del siglo XIX. Su elemento más destacable es una escalera de caracol, "suspendida", es decir, que tan sólo se apoya en su base y en el rellano de cada piso. En el interior de la casa no está permitido hacer fotos, así que la que os dejo aquí es de la web de Historic Charleston Foundation. La casa sólo se puede visitar en tour organizado, 9 $ por 35 minutos, en los que van enseñando las distintas dependencias de la casa, pero no se puede subir por la escalera. ![]() ![]() ![]() Iba anocheciendo en Charleston y volvimos a buscar Gateway Walk, y la conseguimos encontrar tras dar varias vueltas. Pero ya estaba demasiado oscuro, así que no se veía apenas nada. Eran las seis de la tarde y en la calle King ya estaba todo cerrado. No había nadie en la calle. ![]() ![]() Pero era demasiado temprano para cenar, así que fuimos hacia la zona del campus universitario, y en el Caviar & Bananas de la George St. nos tomamos unas cervezas. Es un local con comida, bebidas, tienda... Pensamos que en la costa tendría que ser un lugar bueno para tomar marisco, así que probamos en la calle Meeting, en Hyman's Seafood. Cuando llegamos a la puerta correcta (ya que hay tienda, otro restaurante...), la chica que estaba allí nos pregunta si queremos mesa, le decimos que sí, mira hacia arriba, hacia una pantalla de tv. y nos dice que subamos y que al empleado que nos pregunte le digamos que nos lleve a la mesa 903 ![]() El lugar es enorme, fuimos por una sala, luego otra y otra hasta que finalmente nos sentaron a una mesa. Y debe de ser muy conocido, ya que en cada mesa hay pequeños letreros indicando qué famoso ha comida en ese sitio. En el mío comió Neil Armstrong. En otros Steve Guttenberg, Sarah Jessica Parker... Pedimos un Captain's Platter y un especial del día, Gambas rellenas. Antes de traernos los principales nos sacaron una especie de croquetas, muy duras y pastosas. Luego nos sacaron coleslaw y finalmente el plato. Una típica ración estadounidense, enorme. Ni que decir tiene que no pudimos terminárnoslo. Mientras esperábamos el plato se pasó por nuestra mesa, y por la de todos, primero el Primo Martin y luego Eli Hyman, el dueño del restaurante, dando la bienvenida y las gracias por ir. ![]() Etapas 4 a 6, total 15
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