Mexico DF, Puebla, Oaxaca y Zipolite ✏️ Blogs de Mexico

Después de otro rico desayuno en el mercado 20 de Noviembre, con varios puestos de Chapulines a sus puertas (saltamontes tostados con chile) y visitar la Iglesia de La Compañía (llena de feligreses, como el resto en esta epoca Navideña) nos dirigimos de nuevo a tomar un taxi colectivo en dirección al mercado semanal de ZAACHILA.

En la oficina de turismo de OAXACA en el mismo Zócalo te entregan un mapa de la ciudad y en reserso el detalle de mercados semanales de la comarca (a máximo 2 horas desde la ciudad).

Agarramos un TAXI COLECTIVO (granate y beige) con la indicación de Zaachila en el cristal frontal, y por 10 pesos por persona nos llevaron.
Es un mercado tradicional de comida.VIVO. No hay ni artesanía ni turistada, sino productos locales que los propios agricultores de la zona se acercan a vender: fríjoles, maiz, garbanzos, ....todo producto de sus huertas; cada quien se siente con su producto, y negocia con los compradores los precios. Todo fresco y natural!!

Sorprende la venta de cuadraditos de CAL, sí , Cal viva. Y hay una última parte donde se venden ropa y textiles. Todo muy barato. Te será difícil encontrar otro turista en este entorno.
Se puede comprar rica fruta (piña, papaya, ...) cortada al momento por 10 pesos, riquísima. Y la gente va con bolsas de refresco, sí, bolsas con pajita!! tipo Tang.

De aquí agarramos un MOTOCARRITO y nos fuimos al Baratillo: el mercado de ganado. Está a 3 kilómetros del centro de Zaachila, y el viaje cuesta 10 pesos por barba. Muy curioso el viaje, y según nos dijo el conductor son más de 300 motocarritos oficiales en Zaachila!! Desde el Baratillo nos contó a veces le toca bajar a clientes con cabras, cerdos, gallinas...

Llegamos al Baratillo "tarde", eran las 12h de la mañana y apenas quedaban animales. Lo que sí, tienen montado una zona de "almuerzos-comidas". SUUUUPER BARATO y riqúisimo!!
Aquí además nos invitaron a un rico MEZCAL de barril...muy bueno, acompañado con las pipas de calabaza y chile con limón!! La gente como siempre ENCANTADORA y los precios suuuuper baratos: cerveza bien fresca 10 pesos!!!

En mini-furgoneta colectiva bajamos de nuevo al centro de Zaachila (10 pesos por barba,niño gratis) y desde allí vía AUTOBÚS colectivo fuimos a CUILAPAN, a 15 kilómetros más o menos. Cada billete 8 pesos. aquí la gente ya estaba de vuelta del mercado con sus compras. Ayudamos a unas señoras a subir 3 sacos de 50 kg de maíz. Y allí visitamos el convento de Cuilapan, edificio del s. XVI que nunca se terminó de construir, de increibles dimensiones, y que cuenta con una curiosa capilla ABIERTA al cielo. Merece la pena. La entrada son 38 pesos. (Niños gratis hasta 12 años). Aquí también había mercado semanal, pero ya era tarde...y apenas quedaban puestos (ni donde comer)

Por eso, agarramos un autobús de línea (que pasan constantemente, y donde el chófer tiene un ayudante que va gritando el destino del bus). El bus nos dejó en otra zona de Oaxaca,la calle de los hostales y las tiendas de licores!!
De nuevo vuelta por el centro, paradita en San Pablo Tiovivo y ludoteca infantil gratuita con varios juegos en el jardín.

Por la tarde, y dado qeu estaba próximo el día de los Reyes Magos, desde el Ayto y algunas asociaciones culturales impulsaron el KILÓMETRO DEL juguete en la misma plaza. Se recogían juguetes nuevos o en buen estado para regalar. Allí hicimos nuestra aportación con varios puzzles y juegos de ingenio, pegandolos sobre la cinta del kilómetro, que el día 6 de enero repartirán a los niños y niñas con menos oportunidades. Alrededor de esta inicativa había payasos, música... y el ambiente era genial!!

Última vuelta por el animado Zócalo de OAXACA y despedida....

A las 21.30 agarramos nuestro autobús desde la estación ADO hacia PACHUTLA. Un bus de lujo...con WC y asientos reclinables...que durante 9 horas recorre 331km de puertos y curvas.

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LLegamos en 9 horas PUNTUALMENTE a Pachutla. Viaje en bus duro, a pesar de que se podía reclinar mucho el asiento. Ponen la TV a tope!! 2 películas de guerra a todo trapo!! sin cascos, sonido en abierto...

Y el chófer además lleva su música particular...en nuestro caso MEXICANAS de Luis MIguel a topppppe durante 4 horas. Luego hicieron un cambio de chófer y nuestra mente descansó...no TV y radio bajita...uf... atención también a la temperatura: a pesar de ser enero ponen el aire frío!! la gente va bien equipada: con mantas!!

En Pochutla tomamos un TAXI particular y por 150 pesos nos llevó hasta Zipolite.
Máxima sorpresa al llegar... a nuestro hostal Dos estrellas: eran las 7.30 de la mañana, estaba amaneciendo y al parecer habían tenido una dura noche...había gente durmiendo en tiendas de campaña, en las hamacas, en la playa... botellas por todos los lados, jack daniels, cervezas, .... alucinando!! Allí aparece un tipo balanceandose..y le preguntamos ¿ eres el dueño del hostal? .... Afortunadamente NO... uf... era otro que seguía de fiesta..jejje
Después de la matada en autobús y este primer contacto...estabamos un poco flipados...
eso sí...la playa era espectacular y el sol estaba abriendose hueco entre unas rocas de la playa. ALUCINANTE!!

Al cabo de 1-2 horas los empleados de cada mini local (pegadito a la playa) empezaron a recoger y "barrer" su entorno... nuestro ánimo se levantó....jeje ... Conseguimos contactar con el recién despertado dueño del hostal Dos estrellas, y si bien no tenía el registro del alojamiento que habíamos hecho por booking, tenía disponible dos habitaciones, a 400 euros por habitación con vistas al mar. La habitacion era pequeña, contaba con bañoduña, pero estaba realmente sucio, y las sábanas, mesita o las toallas no daban confianza...en fin...
todo ello se olvidó cuando pasamos el día en este maravilloso entorno de Zipolite.

La playa es larga, con unas grandes rocas tanto a la derecha como izquierda, y es una playa con gente joven y se respira tranquilidad absoluta.

Al borde de toda la linea de playa hay tranquilos chiringuitos, con sus palmeras y mesas, máxima tranquilidad y desde bien temprano comienza la gente a pasear, correr, jugar...y disfrutar del bravo mar...que si bien en enero dicen está tranquilo...tiene fuerte oleaje y te arrastraba hacia la derecha de la playa. Para nuestro hijo un divertimento más, pero ojo, hay que estar atentos, pq los vigilantes d ela playa sólo dan servicio algunas horas y están en un unico punto.

Ciertamente no parece una playa familiar....mucho "rollo" hippie, muchos perros -algunos abandonados que merodean constantemente- ; gente fumando marihuana y cuadrillas de gente a su bola, que luego de noche hacen fogatas y beben y disfrutan de la nada en esta preciosa playa.
Más adecuada debe ser la playa de Mazunte para familias. Apenas si había otros 6-6 niños.
Además, excepto en estas fechas el oleaje debe ser siempre muy intenso, ý costantes mareas; luego, no muy recomendable para niños. En fin...de todo se aprende!!

Lo que sí es un lugar paradisíaco, en el que tumbarte en la hamaca con tu cerveza y estar de tranqui es ideal. Los amaneceres y atardeceres son IDEALES, de esos que se te quedan en la memoria.

La única calle, detrás de la playa se transforma de noche en un mercadillo, con super-rule (no de caracter puro mexicano) sino típico de hippies, donde se repiten los puestos de pulseras, collares...etc..y hay bastantes mini actuaciones de jóvenes con aros, con fuego, tipo aztecas... que luego piden una cooperación. Es curioso el contraste de la máxima tranquilidad en la paradisíaca playa con el vaivén repentino de la calle de "atrás", al menos cuando anochece y los turistas buscamos donde cenar.
En esta calle "comercial", de apenas 100mtrs, tienes además un ciber-cafe y dos tiendas de comestibles (con bebidas, fruta, ...) a buenos precios. Recuerda que en Mexico no puedes beber alcohol en la calle... (salvo en la terraza de un bar-restaurante).
El desfile también de personas con perros es constante...que parecen buscar un hueco donde colocarse y simplemente estar.

Cenamos en un localito de la calle "comercial", donde tenían 2 suuuper TV con fútbol...vaya...nada de PURO mexico...jejeje. Y es constate el "acoso" de artistas que pasan y repasan por los restaurantes buscando una cooperación...aburren...uf...

Luego breve paseo por la preciosa playa, donde grupos de jóvenes se agrupan para charlar, fumar y conversar entorno a pequeñas fogatas.

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La siguiente mañana, a eso de las 7.20h ya estabamos en la playa, en bañador (ya a 20 húmedos grados) dando un breve paseo esperando al amanecer.
Eramos más de 50 personas las que estabamos esperando esta preciosa estampa, además de unos cuantos "deportistas" haciendo footing, haciendo yoga o simplemente recostados en las hamacas.
Es cierto que esta playa parece que el tiempo se paraliza...al menos el ritmo se relantiza y dado que es una amplia playa, no hay agobio. Cada quien tiene su amplio espacio para su actividad.
Nosotros dimos 2 ó 3 vueltas mientras el sol ganaba espacio, y después desayunamos en el localito de al lado de nuestra pensión Dos Estrellas (que ya mencionamos antes, nos cobraron 400 euros la habitacion con vistas al mar; bastante sucia tanto los suelos, sábanas como toallas). Lo cierto es que por la noche no hubo ni gota de ruido, y dormimos agotados y encantados de las maravillosas vistas desde el balcón del pasillo de nuestra habitación.

Después del rico desayuno con jugo de papaya, revuelto de huevos con tocino y rico chocolate con leche, fuimos al Ciber-café a contratar una visita colectiva en barca para avistar ballenas, tortugas y hacer snorkeling. Pagamos 150 pesos por barba (niño gratis) incluido el transporte hasta Puerto Angel, el equipo de Snorkeling y la travesía de 4 horas por las bahías.
Nos juntaron con otras 15 personas, y después de un buen rato buscando ballenas, finalmente pudimos ver 2, bastante cerca; así como una tortuga bien hermosa.
Después nos fuimos a varias de las BAhías de Puerto Angel, y allí hicimos snorkeling, luego nos dejaron saltar de varias rocas cerca de las playas y finalmente volvimos a Puerto Angel, donde nos dejaron 1 hora para comer en el hotel frente al mar y luego vuelta a Zipolite.

Paseo y baño en Zipolite, precioso atardecer y a disfrutar de no hacer nada.

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