Idioma: English Español
Mostrar/Ocultar Blogs / Diarios
Mostrar/Ocultar Fotos / Pics
Blogs 
Vuelta completa a Islandia en autocaravana

Vuelta completa a Islandia en autocaravana ✏️ Blogs de Islandia Islandia

Aventura alrededor de Islandia durante 12 días en autocaravana.
Autor: Mon77  Fecha creación:  Puntos: 5 (53 Votos)
Etapas 10 a 12,  total 13
anterior anterior  1  2  3  4  5  siguiente siguiente

Día 10: Skaftafell - Vík

Día 10: Skaftafell - Vík


Localización: Islandia Islandia Fecha creación: 25/12/2014 09:33 Puntos: 5 (2 Votos)
El décimo día de nuestro periplo nos levantamos en el magnífico camping del parque de Skaftafell (el mejor de todos los que vimos, sin duda), nos pegamos una ducha que nos supo a gloria (increíble que solo haya dos o tres casetas para ducharse con lo inmenso que es el camping, o si hay más no las supimos encontrar, aunque por suerte no nos tocó hacer cola) y nos dispusimos a salir de caminata hacia la cascada de Svartifoss.

Para llegar hay que hacer un trekking de una media hora o cuarenta y cinco minutos que es totalmente cuesta arriba excepto en su parte final, por lo que, dependiendo del ritmo al que se haga, puede cansar un poco. Cuando llegamos a Svartifoss no había gente alrededor y pudimos fotografiarla a placer, dentro de los límites permitidos (hay un mirador delimitado con cuerdas, por otras fotos que he visto no sé si antes esto era así), a pesar de que el día era, nuevamente, bastante plomizo y soso:

Vuelta completa a Islandia en autocaravana - Blogs de Islandia - Día 10: Skaftafell - Vík (1)

Decidimos continuar haciendo algo de ruta más allá de la cascada y después de un rato paramos a comer los bocadillos en una explanada con buenas vistas:

Vuelta completa a Islandia en autocaravana - Blogs de Islandia - Día 10: Skaftafell - Vík (2)

Para nuestra sorpresa, de pronto todos esos nubarrones se esfumaron y lució el cielo más azul que habíamos visto hasta entonces. Ejem, perdón, permitidme matizar: el único cielo azul que habíamos visto hasta entonces. De hecho, si no llega a ser por esta mañana, el cielo de Islandia podría haber sido rosa y no nos habríamos enterado.

Decidimos volver a la cascada y ahí ya nos tocó "hacer cola" para fotografiarla otra vez:

Vuelta completa a Islandia en autocaravana - Blogs de Islandia - Día 10: Skaftafell - Vík (3)

Vuelta completa a Islandia en autocaravana - Blogs de Islandia - Día 10: Skaftafell - Vík (4)

Cuando emprendimos el camino de regreso pudimos constatar cómo se había llenado de gente el trekking. Hubo algunos puntos concretos en que aquello parecía la Quinta Avenida. Menos mal que nosotros habíamos sido un poco más tempraneros y pudimos disfrutar del paseo por la mañana con relativa tranquilidad.

Lo que parecía fuera de todo tipo de dudas es que por fin había llegado el buen tiempo que debía de ser el normal en pleno julio. O eso pensábamos, claro Ojos que se mueven

Una vez llegamos a la autocaravana emprendimos el camino rumbo a Vík. Por el camino paramos a comprar algunas provisiones, entre ellas una bolsa de snacks que eran bolitas de wasabi, y decidimos parar en el cañón cuyo nombre parece ya un chiste: Fjadrárgljúfur.

Primero recorrimos el sendero que hay por el margen derecho, desde el cual hay unas vistas muy chulas. La verdad es que no llegamos muy lejos ya que pronto dimos la vuelta porque queríamos intentar bajar abajo:

Vuelta completa a Islandia en autocaravana - Blogs de Islandia - Día 10: Skaftafell - Vík (5)

Para bajar abajo, cruzamos el río al principio del todo por un puente y vimos unos agujeros en el alambrado por los que podíamos colarnos. Con cuidado buscamos el lugar del terraplén más apropiado para bajar y así conseguimos meternos en el meollo del asunto:

Vuelta completa a Islandia en autocaravana - Blogs de Islandia - Día 10: Skaftafell - Vík (6)

Estar en el meollo del asunto desde luego que tiene su gracia, pero lo que no la tiene tanto es que justo en ese momento las bolitas de wasabi, que picaban como el demonio, te jueguen una mala pasada. Y eso fue lo que precisamente nos ocurrió, con una sincronización milimétrica y de forma fulminante como un rayo. El desenlace de tal situación no merece ser detallado aquí, pero lo que sí puedo compartir es la moraleja: si te vas al monte, mejor deja en casa los snacks picantes Riendo (Simplemente dejar caer el detalle de que al lado del aparcamiento hay una caseta con baño, y eso se agradece.)

Una vez resuelto el asunto, empezó a lloviznar y decidimos reanudar el camino a Vík, puesto que a lo tonto ya eran las 5 de la tarde.

Por el camino paramos a ver e intentar fotografiar unos grandes campos de rocas de lava cubiertas de musgo, pero llovía cada vez más fuerte y fue inútil.

Cuando llegamos a Vík, seguía lloviendo sin parar. En ese momento leímos en la guía que esa era precisamente la zona más lluviosa de Islandia. ¡Qué bien! Como habíamos tenido tan poca agua en todo el viaje...

Nuestra idea era ir a la playa a ver los "sea stacks", pero llovía tanto que decidimos parar a tomar algo en el restaurante que hay en la gasolinera N1. "Igual luego abre", nos dijimos, en lo que ya venía siendo el "leitmotiv" del viaje, igual que en Hawaii lo había sido el "la vuelta se hará más corta".

Pero no abrió, ni siquiera paró de llover, por lo que, para hacer más tiempo, decidimos echar un vistazo en la tienda contigua de IceWear.

Y después resultó que tampoco había parado aún, sino que llovía además más fuerte. Decidimos ir a un hotel que había al otro lado de la carretera y esperar tranquilamente a que dejara de llover con una botella de vino, después de preguntar y conocer que en Islandia solo venden alcohol en licorerías que tienen un horario de apertura muy reducido.

Mientras tanto, salí afuera a hacer este vídeo donde se puede observar el estado de la autocaravana:



La cosa se fue poniendo peor, y al final ya eran las diez u once de la noche y seguía lloviendo y, lo que era mucho peor, se había levantado un viento terrible. Convenimos, por tanto, dar por finalizado el día, después de haber esperado sin hacer nada unas cuatro horas en Vik a que dejara de llover, sin resultado alguno, y fuimos a echar un vistazo al camping.

Este nos pareció, a primera vista, de los más cutres. Lo recorrimos con cuidado y vimos que estaba todo lleno excepto algunos sitios que se veían inundados por el agua, y después de lo que habíamos pasado con la autocaravana el tercer día por la mañana (hacía algo así como un millón de años), no queríamos arriesgarnos lo más mínimo. Así que decidimos que ahí no podíamos quedarnos a dormir. La idea inmediata fue entonces quedarnos en el parking de enfrente del hotel, que era bien grande, y donde ya había una autocaravana aparcada de algunos que habían tenido la misma idea.

Ya estábamos en el parking cuando tuve lo que luego se desveló como la idea menos brillante de todo el viaje: ¿y por qué no íbamos a dormir a la playa, y así, a lo mejor, si al despertarnos bien temprano por la mañana no llovía, podríamos ver los "sea stacks" a primera hora, sin gente y pudiendo continuar el viaje bien temprano?

La playa a la que yo me refería era la de Reynisdrangar, a unos 6 o 7 kilómetros. Lo que no sabía es que los "sea stacks" ya son visibles desde una playa anterior en el propio Vik. (De hecho, los veíamos perfectamente desde donde estábamos, pero no sabíamos que ahí también había una playa. Desde Reynisdrangar se ven desde el lado contrario, pero, por la información de la que disponía, no tenía esto muy claro.)

Conseguí que mi idea fuera aceptada muy a regañadientes y conduje, ya con una oscuridad considerable (nada que ver con las "noches" tan claras que habíamos vivido en el norte de la isla), hacia la playa de Reynisdrangar. Seguía lloviendo como si fuera el fin del mundo y el viento se hacía cada vez peor, tomando tintes huracanados que daban miedo.

Al llegar a la playa vimos un parking grande y totalmente vacío. "Bien", me dije, "vamos a aparcar correctamente la autocaravana para pasar la noche aquí". Ya ves tú qué necesidad había de aparcar milimétricamente, cuando podía haberla parado en el puñetero medio de aquel solar y habría servido perfectamente. Pues no, como si se tratara de plazas de parking, la coloqué para aparcarla marcha atrás y arrimé lo más que pude al límite, demarcado por una cuerda sujeta por postes. Yo mismo me di cuenta de que quizá me estaba pasando arrimando la caravana hacia atrás, pero, en el peor de los casos, "lo máximo que puede pasar es que dé a la cuerda con la parte de atrás", me dije. Y una cuerda no podía hacer ningún daño.

Una vez apagado el motor y las luces fue cuando nos dimos realmente cuenta del temporal que había afuera. Las rachas de viento eran tan fuertes que parecía que podían volcar la caravana. Seguía lloviendo y aquello daba la sensación de que se estaba acabando el mundo. Habíamos sufrido viento muy fuerte en Husavik, pero esto no tenía nada que ver. La manera en que golpeaba el vehículo era tan violenta que llegaba a dar miedo.

Nos quedamos cinco minutos sin movernos del asiento, yo creo que dilucidando si aquello podía llegar a denominarse técnicamente tifón o no. Lo que estaba claro es que iba a ser una nochecita muy movida...

Fue a los cinco minutos cuando llegó la frase inevitable: "Deberíamos habernos quedado en el parking del hotel". La verdad es que yo reconocía que esa era una gran verdad, pero era inmensa la pereza que me daba ponerme de nuevo en marcha de vuelta a Vik. Sin embargo, tras un pequeño tira y afloja de un par de minutos, no me quedó más remedio que ceder y, de mala gana, olvidar mi brillante idea de dormir en la playa y volver a un sitio donde estuviéramos más resguardados del viento.

"¡Pues venga, vamos!", dije, un poco a regañadientes, y arranqué y salí hacia adelante.

No duró mucho mi recorrido, apenas unos diez metros, porque un estruendo procedente de la parte trasera me hizo detenerme de inmediato y los dos preguntamos al unísono: "¿Qué coño es eso?"

Mirando por el retrovisor derecho yo veía algo raro, pero entre la lluvia y la oscuridad tampoco conseguía entender nada. Mi mujer se bajó y fue a mirar la parte de atrás. Su cara al volver era un poema que lo decía todo.

Había arrimado tanto la autocaravana al borde del parking que, efectivamente, había tocado la cuerda. Bueno, "tocar" quizá no es el verbo más apropiado, teniendo en cuenta que había tirado tres de los postes de madera que la sostenían a lo largo de todo el perímetro del parking. Pero ese no había sido el problema. La parte de atrás se había metido justo encima de una roca que había al borde del parking y, al salir hacia adelante, había arrancado todo el paragolpes trasero, de manera que ahora estaba completamente roto de izquierda a derecha y colgaba en el aire como la sonrisa macabra de un payaso, con el conjunto de luces de la parte derecha yaciendo en el suelo, sujeto solo por los cables de las bombillas cual guirnaldas absurdas de un árbol de Navidad.

"La hemos cagado", fue lo único que acerté a decir. Y fue una reflexión muy acertada.

En un momento así, uno empieza a analizar alternativas pero sin ser capaz de pensar con mucha claridad. La primera opción obvia era ir así igualmente a Vík, pero siendo de noche, con aquella lluvia y aquel viento, no parecía la mejor de las opciones circular en ese estado, con un paragolpes colgando. Había un par de kilómetros de "camino de cabras" hasta la carretera, y lo más normal sería acabar perdiendo todo el paragolpes y las luces por completo.

De hecho, todo lo que significara mover la autocaravana, hacia adelante o hacia atrás, comportaba un grave riesgo de empeorar aún más una situación que era ya de por sí complicada, por no decir dantesca: la lluvia, el frío, el viento, la oscuridad y el maldito paragolpes de la autocaravana colgando, con las luces pendiendo de sus cables.

¿Podíamos pedir ayuda a alguien en algún momento? No, era de noche, no se veía una luz ni un alma alrededor y no podíamos ir a ningún sitio, ni andando ni mucho menos conduciendo. Al final del parking, pegado a la playa, se veía lo que nos parecía que podía ser un hotel, pero estaba todo cerrado y a oscuras. La autocaravana estaba ahora parada, por no decir atravesada, en el medio del parking, azotada por el viento que seguía pareciendo que era capaz de tumbarla.

Cinco minutos antes habíamos llegado a la conclusión de que sería una tortura dormir ahí. Pues ahora parecía que no quedaba más remedio que hacerlo y encima sabiendo que había una situación de muy difícil arreglo. Después de pasar por el momento "yo me quiero ir a mi casa", que supuso el punto más crítico, patético y bajo de todo el viaje, nos dispusimos a dormir allí mismo tal cual estábamos, con la caravana en mitad del parking con su horrible desperfecto en la parte de atrás y el viento recordándonos que aquella iba a ser una noche muy larga y muy dura.

Pero no se nos ocurría ningún remedio mejor: dormir y, a la luz de la mañana y sin viento ni lluvia (porque seguro que abriría, claro), pensar una solución para el lío en el que nos habíamos metido.

Todo pintaba a que no íbamos a pegar ojo en toda la noche, pero debió ser el agotamiento ante la angustia lo que hizo que nos durmiéramos enseguida y pasáramos la noche entera sin despertarnos ni una vez.

Kilómetros de la etapa: 176.

Kilómetros totales: 2430.
Etapas 10 a 12,  total 13
anterior anterior  1  2  3  4  5  siguiente siguiente


Día 11: Vík - Seljalandsfoss

Día 11: Vík - Seljalandsfoss


Localización: Islandia Islandia Fecha creación: 25/12/2014 12:38 Puntos: 5 (2 Votos)
No hay sensación más horrible que la de despertar y, a los tres segundos, darte cuenta de que estás inmerso en una pesadilla real, y, como no podía ser de otra manera, eso fue lo que nos sucedió al abrir los ojos el undécimo día en mitad del parking de la playa de Reynisdrangar. ¡¡EL PUÑETERO PARACHOQUES!!

A la luz del día, nos bajamos a evaluar de nuevo la situación y, de paso, constatamos que seguía lloviendo, aunque por lo menos ya no había el horrible viento huracanado de la noche anterior. Algo era algo.

Eran algo así como las siete de la mañana y estábamos solos en mitad del parking de aquella playa, sin el más mínimo signo de vida humana alrededor, evaluando las opciones que podíamos llevar a cabo: ¿Llamar a la asistencia técnica? Eso quizá supondría tener que quedarse allí varias horas esperando y, de todas maneras, ¿cómo iban a solucionar aquello? El parachoques estaba rajado de un lado a otro a lo largo de los dos metros de anchura de la caravana. No era posible hacer un reemplazo sobre la marcha ni tampoco nos iban a dar otra autocaravana. ¿Bajar a Vík a buscar cinta americana para intentar pegar aquello de alguna manera de modo que al menos aguantase hasta el día siguiente, cuando teníamos que devolver la caravana? Aquello parecía una buena solución, pero el problema es que si circulábamos los seis o siete kilómetros que había hasta el pueblo en aquellas condiciones, lo más normal sería que perdiéramos parachoques y luces por el camino. ¿Ir hasta alguna de las casas que se veían a lo lejos y pedir ayuda? Mmmm... eran las siete de la mañana y las casas que había eran pocas, estaban lejos y de ellas no salía mucha señal de vida. ¿Ir hasta lo que pensábamos que era un hotel, al borde de la playa? Nos acercamos bajo la lluvia y constatamos que realmente era un bar cafetería y que estaba cerrado a cal y canto. Cada opción que planteábamos acabábamos descartándola por uno u otro motivo.

Fue entonces cuando mi mujer hizo brillar su faceta de McGyver. Tomó un par de bolsas de plástico de la compra, las rasgó para convertirlas en una especie de cuerda alargada y, aprovechando algunos agujeros, las usó para atar de alguna manera el conjunto de las luces al paragolpes Chocado De todas maneras, aquello aún no daba sensación de solidez. El tema luces parecía arreglado, al menos estaban donde tenían que estar, pero el problema es que aquel paragolpes se estaba sosteniendo solo por un pequeño trozo del lado izquierdo que no estaba rajado, y tarde o temprano caería.

Fue entonces cuando me preguntó: "¿Tú no tenías celo por algún sitio?"

"¿Celo?" Chocado Chocado Chocado La sola idea de imaginar un parachoques de cinco kilos pegado con celo me parecía absurda. "Sí, celo". Efectivamente, tenía un rollo de Scotch 3M, un celo blanco y de un centímetro de anchura.

La surrealista propuesta consistía en pegar el parachoques mediante tiras de celo perpendiculares a la raja, a lo largo de toda la anchura del mismo. Es decir, usando unas cien tiras de celo, aproximadamente Riendo con la esperanza de que al menos así se aguantase el tiempo necesario para llegar a Vík y comprar cinta americana en condiciones.

De perdidos, al río, así que, ¿por qué no intentarlo? Pero había otro problema: ¡la lluvia! Con tanta agua, aquello no pegaba de ninguna manera. Por lo tanto, la solución fue un coordinado trabajo en equipo: ella secaba con un trapo una zona concreta y de inmediato yo pegaba una tira de celo. Y así, centímetro a centímetro, a lo largo de todo el parachoques, fuimos repitiendo una y otra vez la operación bajo la lluvia, durante una media hora, hasta que todo el parachoques estuvo pegado.

Al finalizar la "reparación", nos echamos atrás y dimos un vistazo al resultado. Aquella autocaravana con el parachoques pegado con celo y el conjunto derecho de las luces traseras atado con bolsas blancas de plástico resultaba de lo más absurdo. ¡Pero quizá aguantaba!

Primero hicimos una prueba: arranqué la caravana y avancé diez metros mientras mi mujer vigilaba la parte de atrás desde afuera. Al ver que aguantaba, recogimos todo y nos pusimos en marcha hacia Vík.

Llegamos al parking de la gasolinera N1, aparcamos y bajamos a echar un vistazo a la parte de atrás. Aquello aguantaba. Bueno, pues una vez ahí parecía que todos los problemas estaban resueltos...

Pues no. Resulta que en la gasolinera, que estaba llena de artículos para el mantenimiento y cuidado de vehículos, no había cinta americana Chocado De hecho no parecían saber ni de lo que estábamos hablando.

Incapaces de creer que no pudiéramos encontrar algo tan cotidiano como la cinta americana, fuimos a la tienda de IceWear y ni cortos ni perezosos la pedimos allí. ¡Tampoco tenían! Como último recurso, fuimos al hotel donde habíamos estado la tarde anterior y preguntamos... solo para encontrar otra negativa por respuesta.

Es decir, en Islandia directamente la cinta americana no existe Sorprendido

De todas formas, nuestra casera reparación estaba dando un resultado excelente. Pusimos algo más de celo y decidimos que podríamos continuar así los dos días que quedaban, parando cada poco a reforzar el tema con más celo.

Lo único que me consolaba es que ya no podía pasar nada más. Fui haciendo recuento... aquel parecía el viaje en el que desde el primer día nos iban pasando cosas adversas y, cuando parecía que ya no podía pasar nada más, siempre iba y acababa pasando. Pero aquello ya era el colmo, la apoteosis de todas las contrariedades. Ahora sí que estaba claro que todo lo malo que tuviera que pasar, había pasado ya y que las cosas a partir de aquí solo podían ir a mejor.

O eso pensaba yo, claro.

Entonces dejo de llover y volvimos al parking maldito de Reynisdrangar. Al menos pudimos disfrutar de esa fabulosa playa con sus columnas de basalto, la cueva y los "sea stacks" al fondo. El día había empezado muy mal, pero al menos iba a conseguir la que sin duda fue una de las fotos del viaje. Aquí estoy yo en pleno proceso:

Vuelta completa a Islandia en autocaravana - Blogs de Islandia - Día 11: Vík - Seljalandsfoss (1)

Y aquí está el resultado:

Vuelta completa a Islandia en autocaravana - Blogs de Islandia - Día 11: Vík - Seljalandsfoss (2)

Justo cuando la foto estuvo hecha, empezó a lloviznar de nuevo. La playa se acababa de llenar de turistas que habían desembarcado de varios autobuses. Nosotros dimos por finalizada la visita a la playa y volvimos a la autocaravana, donde pude comprobar que me había traído algo así como tres litros de agua de mar en cada bota.

Nuestro plan para el día era ir a ver el DC abandonado y luego las famosas cascadas de Skogafoss y Seljalandsfoss. Lo del avión lo había descubierto por internet, no es nada que salga en las guías, y era de las cosas que más ilusión nos hacían. Además parecía algo bastante exótico, en el sentido de que no era algo que pareciera muy típico o conocido o que todo el mundo hiciera. Sin embargo, desde que volvimos cada vez veo más y más fotos del avión...

Sabíamos que para llegar a él solo hay dos opciones: vehículo 4x4 o a pata. Evidentemente, nos tocaba la segunda. Había leído muchas historias de gente que se había perdido o que no había sido capaz de encontrarlo nunca, pero tras una minuciosa investigación tenía bastante claro dónde teníamos que dejar la caravana y por dónde debíamos caminar.

Una vez llegados al punto exacto, dejamos la caravana en el arcén... lo más metida para adentro de forma que estorbara lo menos posible en la carretera, pero sin pasarse, pues cada vez que vislumbrábamos la posibilidad de entrar en terreno poco firme, nos echábamos a temblar. Sabíamos que la caminata sería tranquilamente de una hora o más de ida y otro tanto de vuelta, por lo que nos equipamos bien: agua, bocadillos,... y después de diez minutos, emprendimos la marcha.

Cinco minutos después nos dimos cuenta de que me había olvidado el trípode. ¡Genial! Donde ya teníamos que caminar "poco", encima nos acabábamos de dar diez minutos más de regalo.

Dimos la vuelta, lo cogimos y empezamos la caminata de nuevo.

No llevábamos cinco minutos, sino quince, cuando mirando atrás vimos un nubarrón que se acercaba. ¿Tendríamos la mala suerte de que se pusiera a llover? Podría ser, pero quizá nos daba tiempo a llegar al avión, y una vez allí, a lo mejor la lluvia no era muy fuerte o el nubarrón pasaba rápido. Aceleramos la marcha.

Me atrevería a decir que no habían pasado ni tres minutos más cuando sobre nosotros empezó a caer lo más parecido al diluvio universal, acompañado, como siempre, del encantador viento que hace que todo sea mucho más divertido. Nos pusimos mil capas de ropa impermeable encima, pero era totalmente evidente que en esas condiciones no tenía sentido pegarse semejante caminata. Ya estábamos empapados, no se veía un pimiento y la nube no tenía pinta de ser pasajera: cubría con su negrura todo el cielo, mirásemos donde mirásemos.

Con gran resignación hicimos los quince o veinte minutos de vuelta hacia la autocaravana. ¡Otro plan más que se chafaba! Y ya iban...

Fue llegar a la autocaravana y parar de llover. La verdad es que aquello empezaba a parecer una especie de Show de Truman en la que los del tiempo eran un poco hijoputas.

No obstante, a pesar de las ganas de ver el avión, no podíamos con la idea de emprender la caminata una tercera vez, sabiendo además lo lejos que estaba. Por lo que continuamos adelante hacia Skogafoss y, mientras tanto, empezó a llover de nuevo.

Skogafoss es majestuosa y está llena de turistas, creo que esta es la mejor manera de definirla. Llovía tanto cuando llegamos que decidimos usar el truco habitual de la siesta en la autocaravana pensando que "bah, igual luego despertamos y el cielo ha abierto". Coloqué estratégicamente la autocaravana en primerísima línea y nos fuimos al catre.

Después de la siesta, que fue corta, vimos que seguía lloviendo. Al final nos dimos cuenta de que no nos iba a quedar otra más que ver la cascada bajo la lluvia y disfrutarla como pudiéramos. Subimos por las escaleras que ascienden por el margen derecho hasta arriba del todo, bajamos y finalmente volvimos a la autocaravana. Yo no me quería quedar sin una foto de tan icónico sitio, así que salí a intentarlo, pero era inútil. No había manera de conseguir nada decente con tanta lluvia más el viento y el spray de la cascada, así que la única solución que se me ocurrió fue hacer la foto... ¡desde dentro de la caravana! No hay nada como ser una persona de recursos Mr. Green

Vuelta completa a Islandia en autocaravana - Blogs de Islandia - Día 11: Vík - Seljalandsfoss (3)

Y el resultado:

Vuelta completa a Islandia en autocaravana - Blogs de Islandia - Día 11: Vík - Seljalandsfoss (4)

Como ya eran las seis de la tarde y estábamos secos (por dentro, se entiende), decidimos ir a tomar cerveza al bar para ver si, mientras tanto, paraba de llover de una vez. Cosa que no sucedió, claro. Conclusión: una tarde entera en Skogafoss bajo la lluvia.

Un par de horas después nos fuimos rumbo a Seljalandsfoss, donde también hay bastantes turistas, aunque empezaban a escasear algo dado que se iba haciendo un poco tarde, y donde por supuesto seguía lloviendo. Dimos la típica vuelta alrededor de la cascada pero no pudimos disfrutar mucho ni hacer ninguna foto decente a causa de la lluvia. Hay que decir además que por la parte de atrás de la cascada literalmente te duchas.

Así que, con esas, nos hicimos la cena en el parking de la cascada y nos fuimos a la cama, esperando que "mañana fuera otro día".

La única certeza que teníamos acerca del día siguiente es que era el último, y que había que devolver la autocaravana Sorprendido

Kilómetros de la etapa: 74.

Kilómetros acumulados: 2504.
Etapas 10 a 12,  total 13
anterior anterior  1  2  3  4  5  siguiente siguiente


Día 12: Seljalandsfoss - Keflavik

Día 12: Seljalandsfoss - Keflavik


Localización: Islandia Islandia Fecha creación: 27/12/2014 20:47 Puntos: 5 (6 Votos)
El duodécimo día, al abrir los ojos a las ocho de la mañana, hice lo que por instinto se había comvertido ya en una costumbre cada mañana: aguzar el oído para percibir el golpeteo de las gotas de lluvia sobre el techo de la caravana.

Y resultó que mis oídos no percibieron nada.

Como uno ya se había vuelto como Santo Tomás, me incorporé y corrí una cortina para mirar afuera: efectivamente, no llovía. Pero no solo eso: aparte de que no había absolutamente nadie alrededor, lógicamente, mis ojos pudieron ver un enorme y fascinante arcoíris en el horizonte.

Me froté los ojos y repasé mentalmente la situación: o sea que, ¿estaba apenas a metros de una de las cascadas más fotogénicas del mundo, sin nadie alrededor y con un arcoíris del copón bendito adornando la escena?

¡¡¡LA VIRGEN!!!

Me vestí tan rápido que no sé si me puse los calzoncillos en la cabeza y los calcetines en los brazos. Recogí el equipo, que andaba todo desperdigado por la caravana, y salí afuera tan rápido como pude. ¡Esta era la mía!

El paseo desde el parking a la cascada no es nada largo, apenas unos doscientos metros. Bueno, pues fueron los suficientes como para empezar a notar gotas de lluvia mientras me acercaba a la cascada, y, lo que es peor... como para ver, cuando me daba la vuelta cada poco para mirar, cómo el arcoíris iba desapareciendo gradualmente Malvado o muy loco

Desde luego, los del tiempo se habían guardado una de los mejores para el final Malvado o muy loco Malvado o muy loco

Cuando llegué a la cascada, lloviznaba un poco y del arcoíris había tan poco rastro que no sabía si lo había soñado. No obstante, una vez allí, y siendo las ocho de la mañana con aquello desierto, me dije que tenía que intentar hacer una foto en condiciones. Y me esmeré. Volví a dar toda la vuelta a la cascada, haciendo fotos desde cada punto y duchándome como si me tuvieran que eliminar radiactividad, hasta que me di por vencido una vez que hube empapado unos seis trapos limpiando objetivos y filtros. Antes de que la propia cámara sacara una banderita blanca ante la ingente cantidad de agua que recibió en esta sesión, decidí que ya era suficiente y volví a la caravana.

De todo aquello apenas he podido salvar esto:

Vuelta completa a Islandia en autocaravana - Blogs de Islandia - Día 12: Seljalandsfoss - Keflavik (1)

De vuelta a la caravana me di cuenta de que estaba hasta las narices de todo. Lo único que quería era pegarme el desayuno del siglo y olvidarme ya de cascadas, paisajes, fotos,... De hecho, me empezó a apetecer llegar a Reykjavik, donde teníamos anotado un sitio con una pinta absolutamente tremenda para ir a comer: el Grill Market.

Desayunamos en la autocaravana sin movernos del parking mientras empezaban a llegar autobuses de turistas y después nos pusimos en marcha. En este momento me di cuenta de que, después de 2500 kilómetros conduciendo aquella vaca alrededor de toda la puñetera isla, me aborrecía por completo ponerme al volante, de manera que le dije a mi mujer: "Hoy conduces tú".

Y dicho y hecho: salimos a la Ring Road y enfilamos la carretera hacia Reikjavik. Dejó de llover y el camino se nos hizo ameno, ya que cada vez íbamos viendo más civilización, que nos llamaba la atención después de tanto paraje desierto que habíamos cruzado aquellos días atrás.

De hecho, tanto nos animamos que fuimos incluso cantando con la música y riendo al recordar todo lo que nos había pasado. El celo, por cierto, seguía haciendo su trabajo y aguantando el parachoques. Tan contentos íbamos, que en una de estas ni siquiera dimos importancia a una señal de aviso:

-Se acaba de encender un testigo en el cuadro -dijo ella.

-¿Qué es? -pregunté yo.

-Tiene el dibujo de una bombilla.

-Bah... se habrá fundido un intermitente o algo así.

Y con las mismas seguimos cantando y avanzando hacia la capital del país.

Reykjavik resultó ser una ciudad sorprendentemente pequeña, sobre todo para ser una capital de Europa. Tienes todos los lugares de interés a menos de cinco minutos a pie. De hecho, nos imaginábamos la típica vorágine de atascos y demás y nada más lejos de la realidad. Fuimos hacia el centro y aparcamos en una plaza que había en batería en una calle, para descubrir después mirando el mapa que estábamos a apenas dos minutos del puro centro de la ciudad.

Esta historia merece un poco más de detalle. Mi mujer conducía cuando entramos en Reykjavik y yo iba analizando el mapa. Mi intención era acercarnos al centro lo máximo posible y, en efecto, cuando llegó el momento en que ya estábamos muy cerca, empezamos a buscar aparcamiento en la calle. En seguida encontramos una plaza libre en una calle donde se estacionaba en batería. Aparcamos de frente, pero a ver a ambos lados turismos normales, uno se da cuenta de lo grande que es la autocaravana. Daba la sensación de que era tan grande que no dejaría pasar a los coches por la calle Sorprendido Por eso mismo, mi mujer me dijo:

-¿Puedes ir a mirar si tengo el culo muy atrás? -refiriéndose, por supuesto, a la parte trasera del vehículo, que daba la sensación de estar muy salida de la zona de aparcamiento.

Ante lo cual yo me bajé y fui a la parte de atrás de la autocaravana a evaluar la situación.

-Hombre... ¡y tan atrás! Porque debe estar a 30 km por lo menos.

Y es que el conjunto de luces que con tanto cuidado habíamos atado con las bolsas de la compra brillaba por su ausencia Chocado Chocado Chocado Ni faros colgando, ni nada: ¡¡no estaba!!

Inmediatamente comprendí lo astutos que habíamos sido achacando el encendido de un testigo con forma de bombilla a "una luz fundida". Bien, está claro que si uno pierde por la carretera todas las luces de un lado, algún aviso aparecerá en el interior, ¿no? Riendo Pues no habíamos sido capaces de relacionarlo. Es decir: llevar todo un parachoques pegado con celo y un conjunto de luces atado con dos bolsas del super, que se encienda un testigo de alarma con forma de bombilla y no ser capaz de atar cabos es, directamente, de lerdos Riendo

De todas maneras, en seguida comprendimos que el daño era el mismo, a pesar de que la espectacularidad obviamente había aumentado varios enteros. Pero en mi cabeza yo llevaba tiempo haciendo recuentos: las puertas de armarios que ya no cerraban, el depósito del retrete que no encajaba, la bisagra de la puerta del conductor, el retrovisor izquierdo con el boquete y sin el espejo de abajo... y ahora todo el parachoques... Empezamos a hacernos a la idea de que unos 600 - 700 euros por esos daños no nos iba a quitar nadie Trist

Al menos teníamos por delante uno de esos planes que anhelábamos desde que lo habíamos preparado meses antes, y era comer en el Grill Market, cosa que llevábamos esperando desde el primer día con mucha ilusión, después de todas las opiniones y críticas que habíamos leído de ese sitio. Y, además, ¡no llovía!

Con lo que no contábamos era con que era sábado y resulta que, los sábados, la mayoría de los restaurantes de Reykjavik no abren para comer, solo abren para cenar Sorprendido Lo intentamos en los otros dos o tres que llevábamos apuntados en la recámara, por si acaso, y corrimos la misma suerte Malvado o muy loco Al final acabamos entrando en un bar a tomar un par de cervezas de alta graduación para aclarar las ideas y buscando un buen restaurante con el teléfono, vía wifi, en Tripadvisor que estuviera abierto los sábados para comer. Al final terminamos en el Caruso, en el centro, en una mesa para dos pegada a la ventana; un sitio correcto donde lo mejor fue poder disfrutar de una botella de vino como Dios manda, a precio de oro, eso sí.

Al terminar de comer fuimos a ver la famosa iglesia Hallgrimskirkja. Había una boda y dimos el cante plantando el trípode en mitad de la plaza para intentar hacer una larguísima exposición. Sin embargo, los resultados no terminaron de convencerme, por lo que se puede decir que perdimos allí una hora y pico para nada.

Finalmente decidimos reanudar la marcha y, ya que sobraba algo de tiempo (serían las cinco de la tarde), ir al área geotermal de Gunnuhver, que no quedaba muy lejos del aeropuerto de Keflavík. Desaparcamos, salimos y a los tres minutos, circulando por una de las estrechas calles de Reykjavík, mi mujer dio un golpe con el retrovisor derecho en un coche aparcado y el espejo grande saltó por los aires... ¡Nooooo! Chocado

Paramos la autocaravana y me bajé corriendo a recoger el espejo del suelo, comprobando con un cierto grado de alivio que no se había roto. Lo encajé como pude. Daba el pego, pero no terminaba de darme una completa seguridad de que no fuese a irse a tomar viento en cualquier momento. De manera que, en los semáforos, aprovechaba para bajar la ventanilla, sacar la mano y presionarlo para asegurar su encaje. Completamente surrealista Riendo

Una vez más tocó decir aquello de: "Ahora sí que NO nos puede pasar nada más". Y eso que la experiencia nos había enseñado que estas palabras nunca se podián pronunciar, porque, por mala que pareciera cualquier situación, siempre podía terminar pasando algo más. Pero ahora ya parecía difícil. Y, sin embargo, la realidad se demostraría insuperable una vez más.

Cuando ya has visto Hverir, Gunnuhver tampoco es algo que te sorprenda. Hay unas fumarolas interesantes pero Hverir es bastante más amplio y variado. Aproveché para hacer una foto de la autocaravana del terror con sus daños colaterales (el celo no se aprecia porque era de color blanco):

Vuelta completa a Islandia en autocaravana - Blogs de Islandia - Día 12: Seljalandsfoss - Keflavik (2)

Eran las seis de la tarde y, al reemprender la marcha, vimos a lo lejos un faro. Decidimos acercarnos por si podíamos hacerle una foto. Aquello ya empezaba a dar una cierta sensación de "revival"... el viaje a Hawaii terminó con nosotros intentando hacer una foto a un faro in extremis, sin poder conseguirlo y teniendo que salir cagando centellas al aeropuerto. En este caso, ahí estábamos de nuevo con un faro... y tampoco pudimos hacer la foto porque no había manera de acceder a él.

Sin embargo, vimos unos "sea stacks" en la costa, que no estaba nada lejos, y nos acercamos. Resultó que estábamos en Grindavík. Buscando la última foto del viaje, nos echamos los bártulos a la espalda y nos jugamos el tipo entre las piedras para acercarnos al agua. Cuando me dispuse a hacer la foto, me di cuenta al mirar por el visor de la cámara de que no veía ni para cantar. Supuse que había entrado agua en el visor y usé el Live View, comprobando que seguía sin verse ni un pijo. Revisé el objetivo, de 1500 € nuevo y que me habían prestado para el viaje, y con una mezcla devastadora de pánico, desolación y agonía, constaté que la lente se había llenado de agua por dentro. Esto ya superaba toda mi capacidad de aguante y por ello este fue el momento en que dimos el viaje por definitivamente terminado, poniendo rumbo al aeropuerto mientras yo no dejaba de dar vueltas a lo que nos iban a cobrar por los desperfectos de la caravana y a cómo iba a resolver el entuerto del objetivo con el amigo que me lo había dejado.

Finalmente llenamos el depósito de gasolina y fuimos a la agencia de alquiler de la autocaravana. Entré muy decidido en la recepción y le dije al dependiente algo que traía muy ensayado: "Venimos a devolveros una autocaravana, pero he de advertiros de que tiene un par de daños menores". Mi estrategia era la de ir de frente con los desperfectos del parachoques y el retrovisor. Pensaba que si no decíamos nada, revisarían toda la caravana y acabarían encontrando todo el rosario de desperfectos y daños colaterales que estaban a punto de hacer que la caravana se desmontase por completo al cierre de una puerta. Sin embargo, al indicar directamente estos dos daños, probablemente la cosa se quedaría ahí.

El dependiente salió, miró el parachoques y se quedó aproximadamente así Chocado

-¿Es habitual este tipo de daños? -pregunté, para romper el hielo. Su mirada ya me hizo entender que no.

Lo siguiente fue el retrovisor. Me esforcé en hacerle comprender que era una carcasa de plástico y que el espejo no estaba motorizado.

Después de apuntar semejantes dos desperfectos, el tipo me miró y, con cara horrorizada, me preguntó:

-¿Algo más?

Aquí apliqué la táctica del buen ataque como mejor defensa:

-¿Algo más? ¿Te parece poco todo esto? ¡Es difícil hacerle más daños a un vehículo en doce días!

Mientras tanto por mi cabeza pasaba el depósito del water desencajado, la bisagra de la puerta del conductor que se había ido a tomar viento (nunca mejor dicho), las puertas de armarios que ya no cerraban... Y, por encima de todas las cosas, aquel diálogo, repetido una y otra vez como a cámara lenta: "¿Queréis contratar seguro? NOOOO"...

Fuimos adentro y dedicaron unos minutos a rellenar papeles y hacer alguna llamada. Nosotros nos quedamos cuidando del equipaje con cara de corderitos degollados, como el que espera una muerte segura. Yo empezaba a pensar que los 600 - 700 € que había calculado igual terminarían siendo algo más... así como 1000 o algo similar.

Finalmente me llamaron y me acerqué con la dignidad de un hombre que se enfrenta a su destino. Habían evaluado los daños, me decían, y estimado el valor de reparación. Ese valor pensaban que iba a superar el máximo que debíamos pagar según el seguro. Por tanto solo debíamos pagar ese máximo. Y el máximo era de...


...


...


DOS MIL EURAZOS DEL ALA Sorprendido Sorprendido Sorprendido

En mi cabeza se juntaron estos dos mil euros con los mil quinientos del objetivo (por no mencionar los que ya parecían 50 insignificantes euros de un polarizador enganchado a una anilla de 140) y no sé cómo pude superar las náuseas.

El parachoques había que cambiarlo entero, el retrovisor también... a pesar de ser una autocaravana FIAT con un huevo y medio de kilómetros encima, las piezas eran muy caras porque había que importarlas... en fin, había explicaciones de todo tipo, pero lo único seguro es que eran las ocho de la tarde, nuestro avión salía a la una y teníamos que pagar dos mil euros. Así, sin más. De una tacada. Como quien los saca del banco, los rompe y los tira por el water.

¡Qué gran colofón para el viaje! Esto era lo que se dice terminar con buen sabor de boca...

Resignados, pagamos y, con una cara que daba pena, lástima y dolor, nos dejamos llevar al aeropuerto, donde por desgracia nos quedaban aún varias horas de espera para regodearnos en nuestra propia miseria. Mientras tanto, yo tenía otro asunto importante que resolver, y era el de un objetivo pata negra que vale un pastizal y que estaba empañado ¡por dentro! (lo cual suele ser siempre muy mal asunto).

En el aeropuerto me dediqué a cubrirlo de bolsitas de sílica gel, pedir arroz por las cafeterías e incluso inentar secarlo durante veinte minutos con el secador de manos de los lavabos. Nada funcionó. Mientras tanto nos bebimos unos cuantos vinos, una vez que habíamos llegado a la conclusión de que era lo mejor para olvidar.

Eran ya las once de la noche cuando el cielo nos brindó un espectáculo digno de contemplación. El temporal que había llegado a la vez que nosotros estaba claro que ya era historia, y la luz por fin se convirtió en aquella que esperábamos haber tenido cada día. El sol se mantuvo a muy poca distancia del horizonte, la lluvia brilló por su ausencia y no tuve más remedio que salir a fotografiar el espectáculo que se proyectaba ante nosotros:

Vuelta completa a Islandia en autocaravana - Blogs de Islandia - Día 12: Seljalandsfoss - Keflavik (3)

Mientras hacía estas fotos pensaba en tantos sitios espectaculares que habíamos visto a esa misma hora (el Kirkjufell, el Vesturhorn, la playa de hielo de Jökullsarlon, Seljalandsfoss,...) bajo lluvias torrenciales y cielos encapotados, y a la vez seguía haciendo recuentos de todo el dinero que ya podía dar por perdido debido a daños colaterales... digamos que, por una vez, este viaje no tuvo lo que se puede llamar final feliz.

Con este lamentable sabor de boca nos subimos al avión diciendo: "Bye bye, Islandia", y pensando para nuestros adentros: "Primera y última vez en nuestra vida".

Para finalizar, os dejo lo el mapa meteorológico de uno de los días. Concretamente este mapa es del día 7, cuando fuimos de Atlavik a Höfn, pero podría haber sido de cualquiera de los días. Normalmente no aparecían nubes en el mapa, y si aparecían, estaban justo en el lado opuesto de la isla:

Vuelta completa a Islandia en autocaravana - Blogs de Islandia - Día 12: Seljalandsfoss - Keflavik (4)

Como el hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra, adelanto que en mayo voy a volver cuatro días de escapada relámpago Riendo

En cuanto a la autocaravana... un par de meses después, me enviaron la factura de la reparación. Tenía la esperanza de que hubieran sido menos de 2000 €, pues entonces me devolverían la diferencia. Pero resultó que habían sido 3300 Chocado .

En cuanto al objetivo que me habían prestado... una vez de vuelta en Barcelona, intenté de todo con él durante un par de días. Creo que solo me quedó meterlo en el horno Riendo Finalmente, justo antes de darme por vencido y gastarme un auténtico dineral mandándolo a reparar, me dio por ponerlo en la terraza de casa de cara al implacable sol de julio en Barcelona y eso fue lo que, milagrosamente, en una hora consiguió lo que ninguno de los intentos hasta entonces había conseguido: que se fuera todo el agua acumulada dentro de la lente y sin dejar ni un residuo. Ese agua que empañaba el cristal era muchísima y, aviso a navegantes, había entrado en un objetivo profesional sellado en la cascada de Seljalandsfoss, según pude comprobar después analizando las fotos (por eso las de la iglesia de Reykjavik no valían para nada, ya no tenían ninguna nitidez debido al agua). Acto seguido me compré mi propio ejemplar de ese mismo objetivo, por si acaso Mr. Green

La lista de daños colaterales fue en aumento, dado que tuve que reponer el polarizador que me habían prestado (unos 45 €), pero también un degradado inverso (unos 150 €) que se me rayó pienso que al limpiarlo con un paño que debía tener algo de arena debido al horroroso viento o a alguna ola que hubiera pasado por encima. Más tarde también descubrí el degradado estándar (unos 100 e) igualmente rayado.

El agua que se había acumulado en la pantalla superior de la Nikon D600 y en el visor de la Olympus E-M10 acabó desapareciendo. La Olympus E-M1 volvió sin problemas, aunque no se había usado tanto.

Hicieron falta mucho días para que olvidáramos el fastidio de los 2000 € tirados por el water y la mala suerte del terrible tiempo que nos había acompañado. Aparte de eso, habíamos vivido una aventura nueva y diferente y se abría ante nosotros el nuevo desafío de buscar un siguiente viaje que supusiera el mismo grado de aventura y que tuviera el mismo componente de "ser diferente a los anteriores" que había tenido este.

La cosa estaba difícil. Tan difícil, que a día de hoy seguimos buscándolo.






Kilómetros de la etapa: 246.

Kilómetros totales: 2750.



NOTAS:

-En cuanto recopile la información, publicaré una última etapa con datos prácticos del viaje y el presupuesto.

-He añadido un vídeo a la etapa 10.

-Algunas de las fotos pueden verse a mayor calidad aquí: https://www.flickr.com/photos/ramoncovelo/sets/72157645662649075/

-Más fotos, incluyendo a los protagonistas, aquí: https://plus.google.com/u/0/photos/+Ram%C3%B3nMen%C3%A9ndezCovelo/albums/6046704220713045105?sort=1

-Edito para, a petición de varias personas, enlazar más fotos de mi segundo viaje a Islandia en mayo de 2015, en el que, entre otras cosas, conseguí ir al avión "varado": https://www.flickr.com/photos/ramoncovelo/albums/72157650356083523

-Hago una tercera edición para anunciar una nueva expedición a Islandia: en diciembre de 2016 y con niños Aplauso El propósito de este tercer viaje es tener una visión diferente de los paisajes (presumiblemente cubiertos de los colores del invierno), intentar ver auroras boreales y fotografiar localizaciones muy poco vistas. Noticias, a la vuelta.

-Vuelvo a editar porque ya estoy de vuelta de este tercer viaje. Sí, por increíble que parezca, decidí ir una tercera vez, con el propósito claro de verlo todo cubierto de nieve y ver auroras boreales. Si no fuera por eso no volvería por tercera vez al mismo sitio. También quería explorar con detenimiento la península de Snaefellsnes. Bien, pues ¿qué pasó? Para empezar, a un puñetero anticiclón no se le ocurrió otra cosa que instalarse por la zona, de tal manera que, en todos los días que estuvimos allí, no vimos ni una gota de nieve, y de hecho pasamos más calor y menos inclemencias del tiempo que nunca, andando siempre a entre 5 y 8 grados. Vamos, que parecía aquello el Caribe. Manda narices, sufrir lo indecible de frío, viento y lluvia cuando fuimos en verano y pasar calor al ir en invierno. La lluvia nos respetó bastante, pero sobre todo el viento, que suele ser lo peor. Con lo que no hubo mucha suerte fue con las nubes, teniendo un tiempo encapotado la mayor parte del tiempo.

Y esto liga con el segundo punto... las auroras boreales. Tuvimos un par de días de Kp = 3 y ¡¡dos días de Kp = 5!! (Este es un índice de la actividad geomagnética de la Tierra, con un valor de 5 aquello ya puede ser como el Big Bang por lo menos). ¿Y qué nos pasó todas las noches? Pues que 100% de nubes, ¡cojonudo! Además lo triste es que lo íbamos viendo en la previsión, y la previsión iba acertando. Como acertó cuando decía que despejaría el día que nos íbamos, y así fue. Conduciendo de vuelta al aeropuerto fuimos viendo cómo se abría el cielo... y al final acabamos viendo una aurora en el vuelo por la noche desde el avión, ¡manda narices!

Nada, que, total, yo que solo iba por tener fotos con nieve y auroras y ni una cosa ni la otra. No, si al final voy a tener que ir una cuarta vez, esto es increíble... Avergonzado

Lo más increíble fue lo que me encontré en casa al revelar una de las fotos. Resulta que una de las noches en las que no había mucha previsión de auroras hubo un momento, a las 8:00 am, en que por la ventana vi un pequeño claro. Me dije: "bueno, no pillaré auroras pero al menos puedo hacer una foto con estrellitas". Salí en mitad de la negrura (dejándome encendidas la luz del jacuzzi y del porche que son las que salen estropeando toda la foto en la ladera de la montaña) e hice unos cuantos tiros... y al mirarlas bien en el ordenador de vuelta a casa, voy y me encuentro con esto:

Vuelta completa a Islandia en autocaravana - Blogs de Islandia - Día 12: Seljalandsfoss - Keflavik (5)

Debo ser la primera persona que fotografía una aurora sin verla ni saberlo, ¡tiene cojones la cosa!

Os dejo un enlace a las fotos de este tercer viaje. Recorrimos 22 localizaciones en 7 días (6 si contamos que en el primero una nube inmensa cubría todo infinitamente y no pudimos ver nada), lo cual significó bastante tute, teniendo en cuenta que había 5 horas de luz al día. Hay bastantes sitios raros de la península de Snaefellsnes sobre todo: Iceland 2016 | Flickr

La verdad que creo que el nivel de las fotos está ya a años luz de las de aquel viaje en autocaravana que ya veo tan remoto. Esta vez todo fue fácil, nos movíamos en terreno conocido, íbamos preparados para el clima, con un coche adecuado,... se nos ha roto la idea o mito de aventura contra los elementos que quedó del viaje en caravana, pero en su día fue una experiencia tremenda y no podemos dejar de recordar lo mal que lo pasamos y la mala suerte que tuvimos, pero lo "grande" que fue lo que hicimos Sonriente


***EDITO por cuarta vez la etapa... para actualizar con fotos de un cuarto viaje Mr. Green *** Yo quería ver blanco (nieve) y auroras, y esta vez ya lo he conseguido. Creo que aquí se acaba pues mi historia con esta isla Aplauso Aquí está el álbum: Islandia 2018

Vuelta completa a Islandia en autocaravana - Blogs de Islandia - Día 12: Seljalandsfoss - Keflavik (6)

Vuelta completa a Islandia en autocaravana - Blogs de Islandia - Día 12: Seljalandsfoss - Keflavik (7)

Vuelta completa a Islandia en autocaravana - Blogs de Islandia - Día 12: Seljalandsfoss - Keflavik (8)

Etapas 10 a 12,  total 13
anterior anterior  1  2  3  4  5  siguiente siguiente


📊 Estadísticas de Diario ⭐ 5 (53 Votos)
  Puntos Votos Media Visitas
Actual 0 0 Media 20
Anterior 0 0 Media 83
Total 264 53 Media 30450

05 Puntos
04 Puntos
03 Puntos
02 Puntos
01 Puntos
Para votar necesitas conectarte como usuario registrado.
Te puedes registrar gratis haciendo click aquí

comment_icon  Últimos comentarios al diario Vuelta completa a Islandia en autocaravana
Total comentarios: 64  Visualizar todos los comentarios
Viii  Viii  31/05/2017 19:40   📚 Diarios de Viii
jajaja no he podido evitar la risa en muchos puntos del diario, pero sobre todo en el que muestras la foto de la caravana con el boquetón ahi... bestial!!
increible la mala suerte que tuvisteis, y acojonao me dejas porque vamos este Julio para allá... XDD
eso sí, los fotones de larga exposición que nos has mostrado son sublimes
enhorabuena por un gran diario!! (3 años despues!)
Abdelkrim  Abdelkrim  25/08/2017 14:18   📚 Diarios de Abdelkrim
Comentario sobre la etapa: Día 12: Seljalandsfoss - Keflavik
Fantástico vuestro relato, y muy instructivo. Por si sirve de atenuante, el "joint" que iba pintado en la autocaravana, en francés se traduciría por "porro"
Jlnavarro76  jlnavarro76  23/10/2018 18:26   📚 Diarios de jlnavarro76
Comentario sobre la etapa: Día 12: Seljalandsfoss - Keflavik
Fantástico relato en modo "Tragicomedia". Veo que os lo tomasteis con filosofía. Nosotros vamos este próximo 2019 con niños (verano), y espero tener más suerte. Las fotografías, de cine, las mejores que he visto de Islandia. Este tema es uno de los que me ha decidido a preparar este viaje, ya que yo también soy aficionado (aunque no tengo ningún "pata negra").
Te dejo 5 estrellas.
Mon77  Mon77  23/10/2018 19:43   📚 Diarios de Mon77
jlnavarro76, muchas gracias por tu comentario!

La verdad es que ahora nos acordamos de aquel viaje y nos pareció una epopeya y un infierno. Ahora Islandia es como más fácil, es increíble cómo el turismo ha avanzado en tan pocos años. Kirkjufellfoss ahora parece un parque temático... señalizado, con parking, sendero, perímetro de seguridad... recuerdo que cuando hicimos este viaje nos lo pasamos tres veces de ida y vuelta porque ni se veía.

De todas maneras el tiempo es una lotería, eso sí que no cambia con el turismo Sonriente Normalmente creo que no deberéis tener tan malísima suerte. Leí que fue el mes de julio más lluvioso en Islandia en los últimos 50 años o por ahí. Desde luego que no es el Caribe y tenéis que ir preparados, pero bueno, creo que aquello fue excepcional. No quiero que mi diario eche a nadie para atrás, a veces me da esa sensación Sonriente

Sobre las fotos, la verdad es que las de aquel viaje ahora me parecen un truño XD XD XD Me gustaron mucho más las del segundo viaje que hice, aún más las del tercero y ya con el cuarto me he quedado tan sumamente a gusto que ahora ya sí que creo que no vuelvo nunca más. (Creo.)
Novia_Cadaver  Novia_Cadaver  03/10/2019 17:13   📚 Diarios de Novia_Cadaver
Te felicito considerablemente!!!! Creo que es el diario más brutal que he leído nunca!!!!
Que maravilla de descripción (casi gráfica) de todo lo vivido.... y lo mejor de todo el final feliz de esos 3 otros viajes después del gran desastre!!!!
Una maravilla de historia, que sin duda debia ser contada!!! No todo en los viajes es bueno... y vosotros vivisteis una gran aventura!!!!
Me he reido a la par que me he aterrorizado! Es muy muy bueno!!!

Gracias por compartirlo! Y casi que se me han quitado las ganas de alquilar caravana jajajaaja
CREAR COMENTARIO EN EL DIARIO


👉 Registrate AQUÍ

Diarios relacionados
ISLANDIA en los tiempos del CoronavirusISLANDIA en los tiempos del Coronavirus Viaje de 16 días en coche 4x4 de alquiler recorriendo fiordos, glaciares, volcanes... ⭐ Puntos 5.00 (34 Votos) 👁️ Visitas mes actual: 59
Islandia, 17 días..."sin sus noches" Julio 2022Islandia, 17 días..."sin sus noches" Julio 2022 Dando la vuelta a Islandia en sentido antihorario, Incluidos Fiordos... ⭐ Puntos 4.75 (12 Votos) 👁️ Visitas mes actual: 40
Islandia en autocaravana en familia, un pequeño bocado en 11 díasIslandia en autocaravana en familia, un pequeño bocado en 11 días Nuestra aventura islandesa en 11 días con nuestro hijo de... ⭐ Puntos 4.89 (45 Votos) 👁️ Visitas mes actual: 37
ISLANDIA, NATURALEZA EN TODO SU ESPLENDORISLANDIA, NATURALEZA EN TODO SU ESPLENDOR Trekking de Landmannalaugar a Skogar y posterior vuelta a la isla en un coche turismo... ⭐ Puntos 4.98 (62 Votos) 👁️ Visitas mes actual: 32
Islandia, paisajes que parecen de otro planetaIslandia, paisajes que parecen de otro planeta Viaje de 10 días en septiembre de 2022. Vuelta a la isla en sentido horario en un... ⭐ Puntos 5.00 (24 Votos) 👁️ Visitas mes actual: 32

forum_icon Foros de Viajes
Pais Tema: Viajar a Islandia: dudas
Foro Europa Escandinava Foro Europa Escandinava: Foro de viajes por Escandinavia: Dinamarca, Suecia, Noruega y Finlandia.
Ir a tema del foro Ir a tema del foro
Últimos 5 Mensajes de 1881
1340042 Lecturas
AutorMensaje
MiquelMiquel
MiquelMiquel
New Traveller
New Traveller
14-01-2024
Mensajes: 5

Fecha: Lun Ene 15, 2024 12:07 am    Título: Re: Viajar a Islandia: dudas

Nosotros `cogimos un 4x4 con tienda de campaña en el techo. Fue toda una experiencia
rosoll
Rosoll
Super Expert
Super Expert
24-07-2008
Mensajes: 732

Fecha: Lun Ene 15, 2024 10:11 am    Título: Re: Viajar a Islandia: dudas

Nosotros dimos la vuelta a la isla en 11 días, copiándole la ruta a @marimerpa. Pillamos 4x4 y la verdad que lo volvería a hacer, porque creo que economizábamos algo de tiempo en los recorridos por las pistas. Eso si, pillamos un seguro platinum y la verdad es que nos costó una pasta, pero al devolver el coche ni miraron si el depósito de combustible estaba lleno... Yo elegiría cabañas, apartamentos, casas... Con cocina para poder comprar en el super y cocinar por la noche. En concreto el tema del 4x4 con tienda yo no lo elegiría porque nosotros vimos a unos que se les había abierto el...  Leer más ...
tximbos
Tximbos
Silver Traveller
Silver Traveller
11-01-2015
Mensajes: 11

Fecha: Mie Ene 17, 2024 12:38 am    Título: Re: Viajar a Islandia en Invierno

Hola
Que tal veis las últimas erupciones? No parecen un gran problema para ir a la isla pero puede atraer más turistas o al contrario. Lo digo por el tema reservas porque nunca vamos a estar abarrotados en ningún sitio turístico aunque parece que cada vez hya más gente en toda la ruta 1.
Opiniones?
Salodari
Salodari
Moderador de Diarios
Moderador de Diarios
03-04-2009
Mensajes: 18871

Fecha: Mie Ene 17, 2024 07:21 am    Título: Re: Viajar a Islandia: dudas

Traigo tu mensaje a este hilo Amistad
Conequipajedemano
Conequipajedemano
New Traveller
New Traveller
03-02-2024
Mensajes: 4

Fecha: Sab Feb 03, 2024 09:41 pm    Título: Re: Viajar a Islandia: dudas

Nosotros fuimos en octubre (a finales para más inri) y no tuvimos ningún problema con las carreteras. Algunas de las internas estaban cortadas pero lo que es la ring Road todo perfecto.

Nosotros lo hicimos en camper y hay camping súper cómodos y mucho más baratos, claro. Nos sorprendió la comodidad de las duchas, las cocinas… súper bien equipado todo.
Respuesta Rápida en el Foro

¡Regístrate Aquí para escribir en el Foro!


Mostrar/Ocultar Galería de Fotos
Islandia
Budir
Franjfs88
Islandia
Acantilado
Franjfs88
Islandia
Focas
Franjfs88
Islandia
Reflejo
Franjfs88
All the content and photo-galleries in this Portal are property of LosViajeros.com or our Users. Aviso Legal - Privacidad - Publicidad
Nosotros en Redes Sociales: Pag. de Facebook Twitter instagram Canal de Youtube