![]() ![]() ISLANDIA, NATURALEZA EN TODO SU ESPLENDOR ✏️ Blogs de Islandia
Trekking de Landmannalaugar a Skogar y posterior vuelta a la isla en un coche turismo por libre durante 16 días en agosto de 2014.Autor: Padi_85 Fecha creación: ⭐ Puntos: 5 (62 Votos) Índice del Diario: ISLANDIA, NATURALEZA EN TODO SU ESPLENDOR
01: PREPARATIVOS
02: Sobre el TREKKING LANDMANNALAUGAR - SKOGAR
03: Vuelo a Londres y llegada a Islandia con paseo por Reykjavík
04: 1ª etapa del Trekking: LANDMANNALAUGAR- HRAFNTINNUSKER (12 km)
05: 2ª etapa del Trekking: HRAFNTINNUSKER- ÁLFTAVATN (12 km)
06: 3ª etapa del Trekking: ALFTAVATN - EMSTRUR (15 km)
07: 4ª etapa del Trekking: EMSTRUR – PORSMORK (BASAR) 19 km
08: 5ª etapa del Trekking: BASAR (PORSMORK) – BALDVINSSKÁLI (11 km)
09: 6ª etapa del Trekking: BALDVINSSKÁLLI – SKOGAR (final del trekking) 12 km
10: Autobús a BSI. Recogida del coche. PENÍNSULA DE SNAEFELLSNESS
11: Península SNAEFELLSNESS - Piscina HOFSOS - Iglesia Grafarkirkja
12: Cascada GODAFOSS – Volcán KRAFLA – NÁMAFJAL - piscina termal MYVATN
13: Ballenas en HÚSAVIK – Cascada DETTIFOSS – Camping Mödruladur
14: Fiordos del Este: Subida al BJÓLFUR – SEYDISFJÖRDUR – ESKIFJÖRDUR – BREIDALSVÍK
15: Maravillosas lagunas glaciares de JÓKULSARLÓN y FJALLSÁRLÓN
16: Parque Nacional Skaftafell – Cascada SVARTIFOSS – Mirador SJORNARNIPA – VIK
17: Cascada y museo de SKOGAR– SELJALANDSFOSS – Baño natural HRUNALAUG – GEYSIR
18: GEYSIR - cascada GULLFOSS - P.N. THINGVELLIR - REYKJAVÍK - GRINDAVIK
19: Grindavik -Reykjavik – Vuelo a Londres- Biarritz – Casa
20: GLOSARIO DE GASTOS
21: CONCLUSIONES
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Etapas 13 a 15, total 21
Sobre las 5:30 de la mañana un escuadrón de patos empezó a cantar su sinfonía particular despertando a todos nosotros jaja pero a lo bestia…no sé cuántos eran pero un buen grupo. Frecuentan en el lago.
El día amaneció con algunos claros. Rápidamente recogimos todo el chiringuito y emprendimos la marcha hacia Húsavik por la carretera 87. Había un tramo de tierra en perfecto estado que se podía circular tranquilamente a 70 km/h. Tras 56 km y alrededor de 40 minutos llegamos a Húsavik. Dejamos el coche en un pequeño parking de tierra (sin límite de tiempo) que estaba situado entre las calles. Al llegar al puerto había 2 empresas que se dedican para avistar ballenas: North Sailing y Gentle Giants. Están al lado y ofrecen casi los mismos precios, la North Sailing es un pelín más barato. La diferencia radica en que Gentle Giants dispone también de zodiac o lanchas rápidas para tener más maniobrabilidad y rapidez a la hora de avistar ballenas. Con incremento de precio claro está. Luego tienen como Nort Sailing diferentes tamaños de barcos. Nosotros optamos por North Sailing. Tanto el uno y el otro garantiza ver las ballenas en un porcentaje de 98 %, lo cual no está nada mal. Cruzando los dedos para que no fuésemos ese 2 %. La excursión es cara: 9280 isk / 60 € por persona. Así pues nos presentamos de los primeros en el barco llamado “Gandar”. Nos dieron un buzo super caliente…con eso ni sentimos el frío ni nada. Nos drisfrazamos de Capitan Pescanova jeje. Muy cucos, subimos rápidamente a la torre del barco para tener una visión más amplia a la hora de avistar ballenas. Tenedlo en cuenta porque para nosotros es el mejor sitio además de la proa. En seguida te percatas por dónde anda la ballena, te da una visión de casi 360º y disfrutas tranquilamente apoyado en la barandilla. Tardamos una hora de trayecto antes de ver la primera ballena jorobada. Atónitos nos quedamos al verla. El mar estaba calmado con lo que según el speaker veríamos con más nitidez las ballenas y así fue. Vimos unas 4 ballenas diferentes por toda la bahía. En momentos sacaban a relucir sus pedazos cuerpos al superficie y en algunas veces muy muy cerca del barco. Al principio iba sacando fotos y tal pero rápidamente guardé la cámara para disfrutar plenamente de la visita, ya que no era para menos. No todos los días se puede ver una ballena…aunque en el mes de noviembre anduvo una por las costas de Guipúzcoa (Hondarribia). Y nosotros yendo a Islandia jeje. Además pudimos ver unos delfines saltando en la lejanía, de película. Una vez visto las ballenas y disfrutado de ellas nos volvimos hacia el puerto y nos dieron chocolate caliente acompañado de un bollito de canela. Como entró! Yo repetí ![]() Una vez en tierra tomamos un café en Gamli Baukur. Un pequeño restaurante de madera. Muy coqueto. La excursión de casi 4 horas había valido la pena. Tener un animal de semejantes dimensiones tan cerca del barco fue algo único. Una sensación maravillosa. Tras hacer una compra de comida en el supermercado y comer, emprendimos la marcha hacia el norte siguiendo la carretera de 85 para ir primero a Ásbyrgi y luego a la cascada de Dettifoss. Llegando a Asbyrgi decidimos no visitarla porque la tarde avanzaba y queríamos ver sin prisas la cascada de Dettifoss y luego ir a dormir al camping de Mödruladur. Nos dio pena pero bueno. Ásbyrgi es un inmenso cañón en forma de herradura con acantilados enfrentados de hasta 100 m de altura. Es un gigante es 3,5 km de largo y más de 1 km de ancho. En su extremo interior se encuentra Botnstjörn, un pequeño estanque, rodeado de exuberante vegetación donde predomina el abedul. Y por último una formación de rocosa conocida como Eyjan (la isla) se eleva desde el centro de Ásbyrgi, hasta 250 m de ancho. El cañon de Ásbyrgi está formado por dos o más "inundaciones catastróficas" causadas por las explosiones y erupciones volcánicas subglaciales en Vatnajökull (la masa de hielo más grande de Europa), uno hace entre ocho y diez mil años y el segundo aproximadamente hace tres mil años. Desde entonces, el lecho del río se ha movido hacia el este. La leyenda de Ásbyrgi cuenta que Sleipnir (Sleipnir era gigantesco caballo de ocho patas del dios Odín) puso su pezuña allí y dejó una huella gigante. Se puede hacer unas caminatas muy interesantes. Como curiosidad en el 2006 el formidable grupo islandés Sigur Ros dio un concierto gratuito al aire libre en este cañón de Asbyrgi. Durante ese año estuvieron de gira en Islandia promocionando su nuevo trabajo llamado Takk. Sólo dos de los conciertos (Reykiavik y Oxnadalur) se anunciaron públicamente, dejando el resto al boca a boca. De esta forma muchos islandeses de todas las edades disfrutaron y participaron en sus conciertos y DVD. Música buena donde las haya. Tomamos el desvío a la derecha por la carretera sin asfaltar 864. 25 km a no más de 50-60 km/h. Se hizo algo largo porque con nuestro coche había que tener mucho cuidado en los baches. Entraríamos en el paque de Jökulsárgljúfur, como todos los parques de Islandia, de acceso gratuito. El parque es una gran extensión a ambos lados de un profundo cañón, en el fondo de la cual se encuentra el río y desde donde descienden múltiples cascadas. Al cabo de 25 kilómetros llegamos por fin al parking de la cascada de Dettifoss. Tortuoso el camino.Hay que decir que está permitido llegar a los turismos ya que no se considera una carretera “F”. Es importante adquirir el coche del alquiler con el seguro antigravilla. Para los interesados, viniendo desde Myvatn se puede acceder por una buena carretera por el lado oeste de la cascada, concretamente por la 862. Nosotros encontramos cerrada por la posible erupción del volcán Bardarbunga con lo que tuvimos que visitar si o si por lado este, por la 864 sin asfaltar. Nada más dejar el coche una cortina de agua se levantaba desde el medio del cañón. Desde el parking en 5 minutos a pie llegamos a la cascada. Bajo nuestro punto de vista, Dettifoss es sin duda la catarata más imponente de Islandia, se alimenta del deshielo de un glaciar que nace como un río silencioso, para desembocar en uno de los saltos de agua más imponentes del mundo. En belleza seguramente le supera la fotogénica Skogafoss pero la de Dettifoss impresiona aún más por su espectacular fuerza acuífera, ya que desde los 44 metros de altura que posee este salto del Jökulsá á Fjöllum, se precipitan al vacío nada menos que 500 m3 por segundo (o si se prefiere, 500 toneladas de agua por segundo) de aguas glaciares repletas de sedimentos, que originan un estruendo ensordecedor y un impresionante rocío que genera hermosos arco iris de enorme tamaño de lado del cañón de Jökulsárgljúfur. Desde este lado de la cascada es posible aproximarse hasta el mismo borde del precipicio por el que el agua cae, algo que requiere prudencia pues las rocas suelen estar humedecidas por la enorme cantidad de agua vaporizada que riega los contornos de la cascada. Vimos algunas personas demasiado cerca del paso de agua. No es conveniente aproximarse tanto. Hay pequeños sitios que quedan muy próximos al salto para disfrutar sentados tranquilamente. Pienso que dentro de poco lo acordonarán para que la gente no se aproxime demasiado. Un fotógrafo andaba con trípode, filtros y múltiples camaras haciendo fotos de mucha exposición con lo que esperamos a que acabara para pedirle que nos sacara alguna foto decente. La espera (unos 20 minutos) mereció la pena ![]() La cascada nos impresionó de qué manera. Formidable, magnífico, extraordinario, grandioso… los adjetivos se quedan cortos ante tal fuerza de la naturaleza. Pasamos un laaaaargo tiempo sentados embobados. No podemos decir cuál es el mejor lado para ver la cascada. El acceso al otro lado estaba cerrado por la posible erupción del volcán Bardarbunga. Tras el disfrute fuimos a ver la siguiente cascada, Selfoss. Hay un sendero muy evidente que se recorre en alrededor de 25-30 minutos para llegar a ella. La cascada de Selfoss no tiene la fuerza de su vecina pero es cuanto menos curioso en la bella forma que cae. Tras visitar la cascada retrocedimos por el mismo camino a Dettifoss. El sol nos brindó la oportunidad de ver la cascada con más colorido: No sé cuál será el mejor lado para contemplar esta majestuosa cascada pero por este lado (lado este) al menos es increíble. Al estar muy próximo se puede sentir el estruendo del agua casi hasta en los pies. Del otro lado puede que la vista sea más amplia pero seguramente uno se empapará por el spray que desprende la cascada. Lo suyo sería conocer por los dos lados. Ya terminada la visita recorrimos otros 25 kilómetros por la 864 sin asfaltar hasta que cogimos por fin la Ring Road. A partir de aquí 27 km y luego desvío a la derecha hacia el camping de Mödruladur. Desde el cruce habrá 5 km más o menos por una una pista en muy buen estado. Se llega rápido. El camping se llama Fjalladýrð, se encuentra en Möðrudalur, situado a 469 metros de altitud. Por lo que he leído es la granja que más alta se encuentra por toda Islandia. Se trata de una extensa pradera con duchas de pago, baños, merenderos, una pequeña caseta con tejado de hierba con mesas y grifo…además al lado hay 2 granjas, cafetería-restaurante. . No entendimos porqué había solo 2 coches en todo el camping, si era de lo mejorcito que pisamos en Islandia. Al lado había una pequeña iglesia hecha en 1949, construida por el mismo agricultor de la granja. Desde aquí se organizan diferentes excursiones por la zona de Vatnajökull. Además había un helicóptero para posibles rutas. Hablamos con el piloto y todo durante la noche pero nos salía del presupuesto. Una pena. Algún día volveremos a Islandia y sobrevolaremos toda la zona de Landmannalaugar y la zona sur. Debe ser la repera ver aquellos paisajes bajo tus pies. Algún día… Nos costó 2300 isk/ 15 € el camping. Tras una buena ducha tomamos un buen tazón de chocolate caliente en la cafetería de al lado. 1100 isk/ 7,2 €. Había mesas, información turística, WIFI, calefacción… aprovechamos para cargar las baterías de las cámaras. Estuvimos ahí unas 2 horas antes de ir a dormir. Pronto nos quedamos dormidos en nuestro nido de amor. Para el día siguiente había previsión de buen tiempo, con lo que tocaba visitar plenamente los fiordos del este con una subidita interesante. ![]() Etapas 13 a 15, total 21
Nos despertamos sin prisas. Visitamos la pequeña iglesia de al lado:
...y tras coger el coche, aprovechando que el día se despertó con buen tiempo, pusimos rumbo hacia los fiordos del este: El camino hasta llegar a Egilsstadir fue de absoluta soledad, prácticamente no había nada Sobre todo al conducir por el norte se aconseja siempre llevar suficiente gasoil porque las distancias entre gasolineras son enormes. En Egilsstadir tomamos el desvío de la izquierda por la 93 hacia Seydisfjördur. La subida del puerto para llegar al pueblo es una preciosidad. Nieve en los alrededores, un pequeño lago donde se reflejan las montañas nevadas… un lujo poder conducir por esa bella carretera. Luego una vez coronado el puerto, descendimos hasta que vimos un pequeño panel informativo a la izquierda con el nombre de Bjólfur. Está situado 5 km más o menos antes de llegar al pueblo. Descendiendo nos queda a la izquierda. Estad atentos. Se trata de una pista de tierra que sube al pico de Bjólfur. Es un perfecto mirador para contemplar todo el fiordo de Seydisfjördur. La pista solo es practicable para los 4x4 con lo que dejamos nuestro pequeño coche justo al inicio (hay sitio para aparcar para 4-5 coches). Desde ahí subimos andando. La subida se hace por una pista bastante ancha que se hace muy amena por las vistas de alrededor. Tras el trekking que hicimos andábamos un poco perezosos. La razón era que siempre llegábamos en coche al sitio de interés. Demasiada comodidad había nublado nuestras cabezas pero bueno…no nos quejamos la verdad jaja. Esta excursión teníamos programado como “must see” si hacía buen tiempo. La pista no tenía perdida y según se iba ganando altura las vistas eran más bonitas, sobre todo viendo las decenas de cascadas que se precipitaban desde lo alto de montaña. Venga que falta menos!! Seguro que finaliza en esa mole!! De vez en cuando nos encontramos con ovejas... El camino nos aguardaba una gran sorpresa al final. Estábamos ansiosos para llegar al emplazamiento mágico. En poco más de una hora y cuarto llegamos al extraordinario mirador. Wuawuuuu!! ![]() El pico se sitúa a 1085 metros de altitud. Vaya sorpresas que nos estaba regalando Islandia! Se podía ver todo el fiordo de Seydisfjördur... Aquí sobran las palabras. Era la primera vez que veíamos un fiordo de esa embergadura. Precioso. Mágico. Maravilloso. Con solo cerrar los ojos los pensamientos iban más allá… Pasamos casi una hora relajados ante aquella belleza. De lo mejorcito del viaje. Ya de vuelta nos daba pereza descender por la pista y deseábamos que alguien subiera para luego pedirle descender en su coche hasta el nuestro. Menos mal que mi novia puso mano dura en el asunto jaja. Bajamos en menos de una hora a un ritmo bastante alegre. Tras recoger el coche descendimos al pueblo Seydisfjördur. Se trata de un pueblo costero muy bonito. Las pintorescas casas de múltiples colores, las montañas nevadas y la preciosa caída del agua de las cascadas hacen de este lugar una visita inolvidable. Creo que es el más bonito de todos los fiordos del este. Comimos en un pequeño merendero con la cascada a la espalda con un radiante sol. Paseamos por el puerto y luego por las calles del pueblo. No es grande la verdad pero tiene mucho encanto. Se puede tomar algo en los diferentes bares que hay. En este pueblo se pueden ver edificios de madera del siglo XIX, traídos por piezas desde Noruega durante el boom del arenque, allá el año 1848. Hoy se han convertido en prácticos talleres para artistas y artesanos. Se puede comprar algo bonito de recordatorio o textil. En los años del arenque, Seyðisfjörður era la mayor población en el este de Islandia. En 1906 la Great Nordic Telephone Company tendió un cable submarino y la conectó con el continente. Hasta bien rebasado el ecuador de la centuria, Seyðisfjörður fue un centro de comunicaciones importante, pero no solo eso. En 1913 construyeron un azud en el río e instalaron una turbina y un generador, de modo que también fue el primer lugar del país que tuvo fuerza e iluminación eléctrica. Durante la Segunda Guerra Mundial, británicos y americanos establecieron una base cuya pista de aterrizaje continúa en uso. Dicen que en el fondo del fiordo quedan restos de aquel tiempo y, entre ellos, un barco tanque para combustible, llamado El Grillo, que fue bombardeado y hundido por los alemanes. El cañón de El Grillo -así, en español- fue sacado a flote y es ahora un monumento en su memoria. Últimamente, la industria de la pesca y el procesado desapareció de Seydisfjördur y ahora el lugar vive ante todo del turismo. En verano llega un ferry desde el puerto escocés de Scrabster, con escala en Thorshavn (Islas Feroe). Otro ferry viene del puerto de Bergen, en Noruega. Y un tercero, el más importante, opera durante todo el año desde Hanstholm, al norte de Dinamarca. Como curiosidad el primer habitante del pueblo se llamó Bjólfur, nombre del pico (1085 metros) desde donde se obtiene magníficas vistas del fiordo Seydisfjördur. Tras el relajado disfrute tomamos el coche para ir en dirección al siguiente fiordo, Mjóifjördur. Para llegar, después de pasar Egilsstadir, tomamos el desvío a mano izquierda por la carretera 953 sin asfaltar. Conducimos unos 20 kilómetros hasta llegar a un mirador desde donde se podía ver el bonito fiordo de Mjóifjördur. Antes de llegar tuvimos que pasar pendientes de hasta 18%! Casualidad que nos cruzamos con un 4x4 y el coche casi patinando hacia arriba. Haciendo rally por los caminos de Islandia jeje. Pobre coche… menuda cera que le dimos. Nuestra primera intención era llegar hasta la playa donde yace un buque oxidado, pero decidimos regresar a medio camino, habíamos tenido suficiente aventura por el camino y contemplamos el fiordo desde la distancia. Además pudimos ver una gran cascada de 8 saltos llamada Klifbrekkufossar precipitando por los altos acantilados a nuestra derecha. La próxima parada hicimos en Eskifjördur, un pueblo pequeño de casitas de colores situada al norte del fiordo del mismo nombre, se estableció en siglo XVIII para poder aprovechar los recursos pesqueros que la zona ofrecía y sigue ofreciendo. Un punto importante para pescar salmón y truchas si nos adentramos en el río Eskifjarðará que desemboca en él. Este pueblito vive la mayor parte del año sin recibir sol directamente, pues la baja inclinación del sol durante otoño hasta primavera, hace que los rayos de sol se estrellen todos contra el Hólmantidur, un enorme y majestuoso monte de 985 metros de altura, situado en la orilla opuesta y surgiendo directamente del mar hacia las alturas. Paseamos un poco por el pueblo. Vimos el edificio del museo marítimo pero estaba cerrado. El pueblo tiene una bonita piscina climatizada de reciente construcción. Invitaba a bañar en sus instalaciones. El puerto pesquero es bastante chiquitito pero queda muy fotogénico con los barcos y la montaña de fondo. Nosotros solo nos paramos en el pueblo pero la carretera llega hasta el final del fiordo. Para tomárselo tranquilo. Tras una breve parada nos dirigimos hacia Breiddalsvik. Nada más pasar el pueblo Reydarfördur se atraviesa un túnel. Creo recordar que a la salida de ésta había un radar con lo que ojo al velocímetro. Al cabo de media hora llegamos a Stödvarfjördur por la bella carretera de la costa. El pueblo es muy pequeño, 4 casas y poco más. Este pueblo es famoso por la casa Steinasafn Petru. En ella hay una extensa colección de minerales recolectados por la octogenaria Petra Sveinsdóttir a lo largo de su vida. La amplia variedad, 70 % de la cual procede de la región, incluye preciosos cubos de jaspe, piedras de ágata pulida, amatistas, cuarzos… Lástima que cuando llegamos nosotros encontramos la casa cerrada. Para los futuros interesados: horario mayo-septiembre 09h – 18h. Una foto del puerto pesquero: Antes de llegar a Breiddalsvík nos paramos un momento para tener contacto con los caballos. Una vez llegado a Breiddalsvik nos dirigimos directamente a la zona de acampada. Está situado justo detrás del Hotel Bláfell. Es totalmente gratuito. No hay duchas pero bueno, nos lavamos en los baños. Creo que en todos los baños que pisamos en Islandia había agua caliente. Eso unido a que solo había 2 coches y 3 autocaravanas, la situación era perfecta para descansar. Tras la cena dimos un paseo por el pueblo pero apenas había nada. Es muy pequeño la verdad. Entre las inmediaciones vimos un pequeño barco pesquero abandonado y nos entraron las ganas de hacer el graciosete. El nuevo capitán del barco jeje: No suficiente con eso, fuimos más allá y rememoramos la escena eterna de Titanic. Por un momento nos disfrazamos de Leonardo Di Caprio y Kate Winslet jaja. Si alguién nos estaba viendo ya diría: vaya pedrada que llevan jajajaj. Tras las risas oportunas tomamos un café en el Hotel Bláfell. Había una sala para el uso de los usuarios con sofás, tv, chimenea encendida… todo muy cálido. Pasamos casi 2 horas con el WIFI, mirando el mapa, el tiempo…entretenidos la verdad y en manga corta! Sobre las 23h nos fuimos a dormir a nuestra “climatizada” habitación. Esa noche el cielo estaba libre de nubes y el ambiente se refrescó de qué manera. Había sido un gran día. Los fiordos del este nos sorprendieron gratamente: pueblos de casitas de colores, decenas y decenas de cascadas al borde de la carretera, puertos pesqueros muy bonitos, la carretera de la costa como para grabar anuncios de coche tipo BMW (te gusta conducir?). Bjólfur y la posterior visita a Seydisfjordur había sido lo más bonito del día. Las cosas iban mejor de lo esperado. Una maravilla de la naturaleza llamada Jökulsarlón nos esperaba al día siguiente… Etapas 13 a 15, total 21
Había amanecido otro día radiante de sol. Estábamos de enhorabuena porque este día tocaba la visita a las lagunas glaciares de Jökulsarlón y Fjallsárlón. Prometía el día. Nada más despertar sentíamos unos cosquilleos en nuestro interior debido a las ganas que teníamos de visitar Jökulsarlón.
Nos pusimos en marcha sobre las 9h por la bella carretera de la costa... …y en poco tiempo llegamos al pueblo de Djúpivogur. Se trata de un pueblo pequeño de pescadores ubicada en la bahía de Berufjördur. Es el puerto más antiguo de los fiordos del este; lleva activo desde el siglo XVI, época en la que los comerciantes alemanes traían sus mercancías para intercambiarlas. El último suceso emocionante tuvo lugar en 1627 cuando un grupo de piratas norteafricanos saquearon el pueblo y las granjas cercanas, y capturaron a docenas de rehenes. Paseamos por el pintoresco puerto y tomamos un café en el histórico Langabúd, al lado del puerto. Se trata de un almacén de 1790 convertido hoy en oficina de turismo, cafetería y museo. Dicen que es famoso por el hecho de ser un pueblo que tiene nada menos que 283 días de niebla al año. Una pasada!! Me lo creo. Tras el paseíto ya avanzamos poquito a poco al sur de Islandia. Dejamos los fiordos del este atrás para ir en dirección a los glaciares del sur. Nada más dejar el pintoresco pueblo entramos en zona de “Mordor”. El tiempo había cambiado totalmente y las nubes nos fueron envolviendo. Ni rastro del sol. 5 minutos dan para mucho aquí. Al poco tiempo una densa niebla acompañada de la lluvia. Qué mala pinta tenía todo aquello. En Höfn decidimos hacer una parada de 2 horas esperando si el tiempo nos daba tregua y poder visitar Jökulsarlón a la tarde en condiciones. No era plan visitar con niebla y lluvia (si a la tarde el tiempo hubiese seguido igual intentaríamos ir al día siguiente, no quedaba otra) Así pues fuimos a Hofn y tras un poco de paseo por el pueblo tomamos algo en Kaffi Hornid . Tras la parada, a la salida del restaurante vimos a lo lejos como se iban abriendo claros en el cielo. Bien!! Seguimos avanzando por el sur de Islandia hasta llegar a los pies del gran glaciar Vatnajökull, el mayor de Islandia y de Europa. Sus lenguas glaciares se pueden ver desde el coche en el trayecto. Vatnajökull es el mayor campo de hielo fuera de los polos, con sus 8300 km2. Sus dimensiones son de unos 150 km de este a oeste y de unos 100 km de norte a sur. El espesor promedio del hielo es de unos 400 m, llegando a un máximo de 1.000 m. El volcán más elevado de Islandia, el Hvannadalshnjúkur (con 2.100 m) está localizado en la periferia Sur del campo de hielo, cercano al Parque Nacional Skaftafell y exactamente por debajo del pequeño manto de hielo Öræfajökull. En este glaciar nace el río Jökulsá á Fjöllum, la que se precipita en la cascada de Dettifoss. En el coche nos quedamos absorbidos por la madre de la naturaleza al ver aquellas lenguas glaciares que se veían en la lejanía. Casi finalizaban en el mar; nunca he disfrutado más conduciendo. Nos desviamos de la ring road para ir en dirección a la lengua glaciar de Hoffelljökull por una pista de tierra. Apenas 3 kilómetros llegamos a una granja. La pista continúa hasta la base del glaciar pero nosotros nos bajamos en la granja. Para los interesados hay pozas geotermales a 40ºc. Será la leche bañar en sus aguas termales con las vistas hacia el glaciar. Había una pequeña caseta de baños donde se podía cambiar de ropa. Cuesta 500 isk. Por el camino se pueden ver unas cuantas lenguas glaciares y se pueden llegar a ellos por carreteras de grava. En una de estas nos acercamos bastante a la lengua del glaciar, pena que estaba cerrado por ser propiedad privada: Tras múltiples paradas llegamos por fin al fantástico Jókulsarlón. Qué decir sobre este sitio….nada más dejar el coche en el parking y ver todo el lago y su glaciar nos quedamos sin palabras. De lo mejorcito que han visto nuestros ojos en esta vida. Una maravilla de la naturaleza. Los icebers se desprenden del ramal glaciar del Vatnajökull, llamado Breidamerjökull. Se pueden pasar hasta 5 años flotando en el agua hasta llegar al mar. La laguna tiene una extensión de 17km/2 y 600m de profundidad y solo tiene 80 años. La laguna sigue creciendo a la misma velocidad a la que retroceden los hielos. Sólo se ve el 10% del hielo, el 90% está bajo el agua. Debido a su belleza salvaje, Jökulsarlón ha sido escenario de muchas escenas de la gran pantalla. Entre ellas destacan dos: Muere Otro Día del agente James Bond y Tomb Raider con la bella protagonista Angelina Jolie haciendo de Lara Croft. También se ha usado como localización en Beowulf, Batman Begins y Panorama Para Matar. La escena más famosa en la que sale Jökulsarlón es en “Muere Otro Día “,la pelea de cochazos sobre el hielo. James Bond no anda con chiquilladas. Para que la laguna de Jökulsarlon se congelara por completo y poder rodar la escena, levantaron un dique en su desembocadura evitando que el agua salada del mar entrara en el lago y favoreciendo que en pocos días se congelara la superficie de la laguna al no mezclarse el agua dulce con el agua salada. Toma ya! ![]() En Tomb Raider se respetó la belleza natural de Jökulsarlón para el rodaje de las escenas de Lara Croft y el resto del equipo. Las escenas rodadas pertenecían a la parte de la película donde iban a Siberia y se montaban en unos vehículos anfibios por los que surcaban la laguna llena de icebergs. Esos vehículos anfibios son los mismos en los que hoy en día se puede realizar la excursión en bote, con la diferencia que para esa ocasión fueron pintados de color gris militar para simular que formaban parte de la antigua URSS. Las corrientes y las mareas mueven los icebergs por Jokulsarlon haciendo que erosionen el fondo del rio y siendo transportados por la corriente hacia la desembocadura en el mar. Una vez arrojados al mar muchos terminan por las mareas en las orillas cercanas de las negras playas islandesas formando un paisaje único de contraste negro arena y blanco hielo. Prescindimos del paseo en barco anfibio porque veíamos que no se adentraban mucho en la laguna. Parecía irreal lo que estábamos viendo. Costaba asimilar lo que teníamos delante de nosotros. Ni en nuestros mejores sueños habíamos soñado con semejante postal. Pasamos 2 horas paseando por el borde y sentados ante esta maravilla... Luego dimos una vuelta por la playa para ver y tocar los pequeños icebergs. Era súper curioso ver esos bloques de hielo azotados por el mar y esparcidos por toda la playa. Mirando, tocando y observando uno dejaba de prestar atención a las olas y a más de uno pude ver como el agua le calaba hasta las botas jeje. A mí también casi me cogió de improvisto una ola jaja. Luego entendí porque mi novia tenía una sonrisilla malvada en su cara. Tras el espectáculo de icebergs vimos por una última vez la laguna de Jökulsarlón por su lado oeste. La sorpresa vino cuando pudimos ver 3 focas merodeando la zona. Qué bonitas que eran. Además estaban muy cerca. Y nosotros casi dejando el paragolpes del coche en la península de Snaellfesness ![]() Tras el disfrute del espectáculo visual cogimos el coche para ir a la siguiente laguna glaciar: Fjallsárlon. Está situado a 5 minutos de Jökulsarlón. Hay que estar atento a la carretera porque hay un pequeño cartel hacia nuestra derecha (dirección a Reykjavik). El camino es de tierra pero apto para turismos. Tras unos 4 kilómetros llegamos al parking. Nada más dejar el coche nos quedamos impresionados ante la laguna. La visión de los icebergs flotando a la deriva sobre la laguna y el glaciar Fjallsjökull detrás es imponente. Además, por encima de Fjallsárlón se asoma el famoso volcán Öræfajökull. No tiene nada que envidiar a su hermana mayor Jökulsarlón. Mucha gente ni visita esta pequeña laguna glaciar pero para mí es imperdible. Mucha menos gente y sin instalaciones ni nada alrededor. En menor escala pero igual de bella. Encima para los más aventureros, a diferencia de Jökulsarlón aquí no había cartel de prohibición para dormir en tienda de campaña. Por unos momentos dudamos si acampar y pasar la noche en ese escenario insólito. Superficie plano para ello hay. Dudamos mucho pero al final mirábamos al cielo y se preveía mal tiempo por lo que no tuvimos ganas de pasar una noche pasada por agua con el viento gélido de acompañante. Una vez en casa, igual nos arrepentimos de la decisión tomada pero bueno…una cosa es planear desde casa y otra bien distinta es estar en el mismo escenario golpeado por el viento gélido proveniente del glaciar de Islandia. Nos ha quedado esa espinita pero bueno, desde aquí animo a cualquiera a pasar la noche y según en que fecha es tener suerte para ver auroras boreales. No lo olvidaréis nunca. Entre las 2 lagunas pasamos toda la tarde, casi 5 horas entre lagunas e icebergs. El tiempo nos había dado una tregua y aprovechamos del todo la visita. Después del trekking es el sitio que más nos gustó. Tras la visita partimos con el coche hacia el Parque Nacional de Skaftafell para ir al camping de Skaftafell. Allí mismo hay un centro de visitantes del parque y un poco de todo. Zona de acampada, baños, pequeño museo y exposición de video, una caseta perteneciente a Icelandic Mountain Guides para hacer diferentes actividades en los glaciares y montes, un enorme parking… (no está incluido en la Campingcard 2015) Este camping es perfecto punto de partida para diferentes rutas de senderismo y conocer la cascada de Svartifoss, el mirador de Sjornarnipa , Kristinartindar… Pagamos por el camping 3400 isk, duchas incluidas (22 €) Vaya día que nos salió al final ![]() ![]() Al día siguiente visitaríamos a primera hora del día la cascada de Svartifoss... Etapas 13 a 15, total 21
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