![]() ![]() ISLANDIA, NATURALEZA EN TODO SU ESPLENDOR ✏️ Blogs de Islandia
Trekking de Landmannalaugar a Skogar y posterior vuelta a la isla en un coche turismo por libre durante 16 días en agosto de 2014.Autor: Padi_85 Fecha creación: ⭐ Puntos: 5 (62 Votos) Índice del Diario: ISLANDIA, NATURALEZA EN TODO SU ESPLENDOR
01: PREPARATIVOS
02: Sobre el TREKKING LANDMANNALAUGAR - SKOGAR
03: Vuelo a Londres y llegada a Islandia con paseo por Reykjavík
04: 1ª etapa del Trekking: LANDMANNALAUGAR- HRAFNTINNUSKER (12 km)
05: 2ª etapa del Trekking: HRAFNTINNUSKER- ÁLFTAVATN (12 km)
06: 3ª etapa del Trekking: ALFTAVATN - EMSTRUR (15 km)
07: 4ª etapa del Trekking: EMSTRUR – PORSMORK (BASAR) 19 km
08: 5ª etapa del Trekking: BASAR (PORSMORK) – BALDVINSSKÁLI (11 km)
09: 6ª etapa del Trekking: BALDVINSSKÁLLI – SKOGAR (final del trekking) 12 km
10: Autobús a BSI. Recogida del coche. PENÍNSULA DE SNAEFELLSNESS
11: Península SNAEFELLSNESS - Piscina HOFSOS - Iglesia Grafarkirkja
12: Cascada GODAFOSS – Volcán KRAFLA – NÁMAFJAL - piscina termal MYVATN
13: Ballenas en HÚSAVIK – Cascada DETTIFOSS – Camping Mödruladur
14: Fiordos del Este: Subida al BJÓLFUR – SEYDISFJÖRDUR – ESKIFJÖRDUR – BREIDALSVÍK
15: Maravillosas lagunas glaciares de JÓKULSARLÓN y FJALLSÁRLÓN
16: Parque Nacional Skaftafell – Cascada SVARTIFOSS – Mirador SJORNARNIPA – VIK
17: Cascada y museo de SKOGAR– SELJALANDSFOSS – Baño natural HRUNALAUG – GEYSIR
18: GEYSIR - cascada GULLFOSS - P.N. THINGVELLIR - REYKJAVÍK - GRINDAVIK
19: Grindavik -Reykjavik – Vuelo a Londres- Biarritz – Casa
20: GLOSARIO DE GASTOS
21: CONCLUSIONES
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Etapas 7 a 9, total 21
Esta cuarta etapa tiene un desnivel descendiente de 300 metros. Son casi 18 km (unas 6 horas) hasta el refugio Langidalur en Porsmork pero alargamos hasta el refugio de Basar, un poco más de 45 minutos de camino desde Langidalur. En total cerca de 19 km; la más larga del trekking. Es preferible dormir aquí para los que tienen intención de subir al puerto de Fimmvörduháls; la subida al puerto se hace menos dura si se empieza la jornada desde aquí.
Amaneció el día despejado. Estábamos teniendo mucha suerte con el tiempo. Tener tantos días de buen tiempo en un país como Islandia es para echar cohetes. Por suerte, fuimos unos privilegiados aunque luego con el paso de días tuvimos la verdadera cara del demonio en forma de viento y lluvia. Después del desayuno de campeones nos preparamos y para las 08:30h estábamos en marcha. Siempre intentábamos madrugar un poco (aunque para las 22h estábamos dormidos) para luego tener más tiempo a la tarde para descansar y hacer alguna rutilla interesante. En un primer momento nos dirigimos al sudeste, bajando por unos escalones al lado de la zona de acampada. Tras cruzar un riachuelo por un pequeño puente, tuvimos que subir una pequeña subida donde encontramos un cartel en el que se indica cómo actuar en caso de erupción volcánica. Después el camino transcurre por una senda en suave descenso, por terreno herboso, destacando a lo lejos la lengua glaciar Entujökull. Tras aproximadamente media hora el camino gira a la derecha dirección sur. Al poco tiempo llegamos a un paso con una fuerte e inclinada bajada que estaba equipado de cadenas y cuerdas para ayudar mejor a descender. No es gran cosa pero las mochilas de hierro nos lo hacen poner un poco difícil. En este punto hay que guardar los bastones para agarrarse bien a las cuerdas. Tras esto pasamos un puente de madera sobre el río Fremri- Emstruá. El río proviene de los glaciares de alrededor y su caudal es muy significativo. El estruendo es notorio en toda la garganta. El sendero bordea la garganta y para ello hay cadenas para mayor seguridad de los caminantes. A partir de aquí el camino se dirige hacia el suroeste, por un tramo llano hasta que gana pendiente para remontar un pequeño collado, con rampas duras que nos hicieron sudar de lo lindo. El calor apretaba y tuvimos que ponernos en manga corta; cualquiera lo diría… Atrás dejamos un paisaje realmente bonito para adentrar en un tramo de tierra marrónea con mucho sube y baja. Al alcanzar un collado, la vista se hizo muy amplia. Enfrente teníamos una gran zona salpicada de colinas de tonos marrones y verdosos conocida como Almenningar; con el imponente glaciar del Eyjafjalljökull como telón de fondo. Poco a poco la senda desciende por la zona de colinas, paralela al río Markarfljót y su garganta Markarfljótsgljúfur; siempre situados a nuestra derecha. A lo lejos se intuye la zona boscosa a la que nos dirigimos. En el pequeño “bosque” nos quitamos las botas y a la sombra descansamos un buen rato acompañados de un bocadillo de jamón ibérico. Tras algo más de una hora y media de continuos subeybajas finalmente alcanzamos la cima de una colina algo más alta; tapizada de hierbas de tonos verdosos y rojizos. Desde aquí la vista era espectacular, el glaciar y con un frondoso bosque a nuestros pies, del cual no separaba el cauce del río Pronga. Otra vez nooo por dios noooo… ![]() Se trata de otro río sin puente para cruzarlo. Había leído que era el punto más complidadito de todo el trekking pero para nuestra suerte el río no llevaba demasiado caudal y pudimos cruzarlo con relativa facilidad. Eso sí, ancho sí que lo era. Antes de emprender la aventura pasamos un buen rato intentando descubrir con la mirada un lugar relativamente seguro y corto para cruzarlo. Con las botas en el cuello agarré la GoPro y me grabé toda la escena. Intenté poner buena cara pero me fue imposible jajaj. El río venía con bastante fuerza desde el glaciar, en una de estas casi pierdo equilibrio y me caigo al agua, ufffff!! Sufrimos de lo lindo. Tras dejar de estar los dedos del pie en estado de shock, poco a poco entraron en calor y enseguida nos adentramos en un paisaje totalmente diferente. Se trata del bosque de Thor, ya en la zona de Porsmork. Un sitio poco atípico en Islandia, formado de numerosas plantas y árboles. Durante 15 minutos el sendero serpentea por este oasis hasta que encontramos carteles informativos, indicando los posibles destinos finales de nuestra ruta. Nosotros nos desvíamos a la izquierda, dirección Basar y Langidalur (a estos últimos también llega el autobús para luego poder ir de vuelta hacia Reykjavik). El sendero pica hacia arriba y enseguida se hace ver el valle al que íbamos. Desde la cima hasta el refugio de Langidalur (ya en zona Porsmork) hay unos 15 minutos. El área de Posmork es un gigantesco valle cerrado al este por el glaciar Myrdálsjökull, y al sur por el Eyjafjallajökull. La satisfacción era grande. Llegamos a la zona del refugio de Langidalur entre un gentío de chavales y excursionistas que habían llegado a Porsmork en autobús. Hay duchas, merenderos, baños… se notaba que era un sitio concurrido y de gran demanda debido a múltiples opciones de senderismo que ofrece. Hasta tenía una pequeña tienda de comida. Había leído antes de ir que vendían comida y tal pero bueno, porsiacaso no me hice ilusiones y llevamos la comida suficiente para todo el trekking; porque vamos!! Fuimos a comprar algo apetecible como galletas de chocolate, queso, pan… y solo nos encontramos con 4 cosas ![]() Compramos una bolsita de caramelos y pepitas de chocolate. Eso sí, a precio de oro: nos costó 800 ISK. Advertidos estáis. Vaya desilusión jeje. Soñábamos llenar la panza a diestro y siniestro jaja. Bueno…dentro de lo malo nos vino bien no ganar peso para subir ligeros al día siguiente al pedazo puerto de Fimmvörduháls, esto no me lo creo ni yo jajaj. Tras descansar en un merendero decidimos atravesar la extensa llanura fluvial que teníamos delante. Un puente nos ayudó cruzar el río Krossá para llegar al refugio de Basar después de casi 7 horas de marcha incluyendo las paradas oportunas. Éste también pertenece a UTIVIST www.utivist.is/english/basar-hut/ Sus instalaciones son muy buenas. Buena zona de acampada, baños, cocina, duchas, merenderos. El refugio tiene una capacidad para 83 personas. Es una buena alternativa al masificado refugio Langidalur y muy próximo al inicio de la subida del día siguiente. El trekking Laugavegur empieza en Landmannalaugar y finaliza en Porsmork. 4 etapas distribuidas en alrededor de 60 km. Mucha gente que tuvimos a nuestro alrededor en el trekking dieron por finalizada su aventura en este sitio pero no era nuestro caso. Antes de ir a Islandia cuadramos todo el itinerario para poder hacer el trekking completo añadiendo 2 etapas, finalizando en Skogar. Era nuestra prioridad del viaje. Además mi novia me animaba para que así fuera. Terminar la ruta en Porsmork nos habría dejado una pequeña espina o sensación agridulce. Sin duda la subida a Fimmvorduhals tenía que ser la repera y poder caminar alrededor del volcán que erupcionó en 2010 algo insólito y luego ya para finalizar en la cascada de Skogar el éxtasis total. Pero el extra peso de la tienda de campaña y esterilla nos bajaba de la nube y nos daba que pensar si merecía o no el esfuerzo extra. Después de lo visto y sentido ni lo dudaría. Os recomiendo con los ojos cerrados. Es cierto que la subida se hace un poco agotadora pero esperamos peor. Eso sí, antes de iniciar la etapa hay que tener claro de las intenciones que uno pueda tener una vez arriba porque allí el tiempo puede cambiar en poco tiempo y la niebla, viento o la nieve te puede hacer pasar complicaciones hasta en verano. Ropa de invierno indispensable porque el paso se encuentra a más de 1000 metros de altitud. Las 2 etapas finales se pueden unir y convertir en una etapa de 9-10 horas. Dura, muy dura se tiene que hacer la etapa pero la gente lo hace. Yo no lo recomendaría porque si vais con el tiempo justo igual no dedicaréis el tiempo deseado a cada rincón que os guste. Nosotros por lo menos cerca del volcán pasamos mucho tiempo en zonas donde todavía la actividad era presente. En algunas zonas la tierra estaba caliente y subíamos a pequeñas mesetas de restos volcánicos para investigar la zona. Merece mucho la pena. Otra opción muy interesante es reservar noche en cualquiera de los 2 refugios que hay en lo alto de Fimmvörduhals: Uno es el refugio de Fimmvörduhals: Se trata de una cabaña para 20 personas en lo alto del puerto. Pertenece a UTIVIST y se puede reservar a través de su pagina web: www.utivist.is/english Ésta se encuentra tomando un desvío a mano derecha (dirección a Skogar) justo arriba del puerto. El refugio te hace desviar unos 20 minutos del sendero principal. Además para llegar hay una subidita de aúpa. Pero el esfuerzo vale la pena; con el buen tiempo las vistas están aseguradas ya que justo detrás el glaciar casi se puede tocar con la mano. La segunda opción sería el refugio Baldvinsskálli. Se trata de una cabaña para unas 25 personas. Se encuentra a media hora de camino desde el cruce de Fimmvörduhals. Hasta 2013 se utilizaba como una cabaña de emergencia donde se podía resguardar ante cualquier incidencia meteorológica. Justo hace 2 años se restauró totalmente y hoy en día se usa como refugio de pago. Tiene cocina de gas con varias mesas y estufa de gas también. Tiene una pequeña caseta a fuera para el baño pero carece de duchas. Además, lo más importante: el refugio está justo al lado del sendero principal para bajar hacia Skogar, lo que hace que sea el preferido para muchos caminantes. Ni lo dudamos. Cuando llegamos al refugio de Basar le pedimos al guarda del refugio llamar para reservar 2 plazas en el refugio Baldvinsskálli al día siguiente. Yo cumplía años y queríamos festejar teniendo un poco de comodidad, qué menos! Por suerte, tuvimos suerte. Si no era el caso intentaríamos reservar en el otro refugio o como última opción hubiéramos plantado la tienda de campaña pegado al refugio de Baldvinsskálli, para protegernos del viento (es lo que hicieron una pareja británica que iba con nosotros en todo el trekking). La tarde pasamos lavando la ropa interior y el camping por dentro. En manga corta y con un solazo que daba gusto. Qué más podíamos pedir! Con el paso de las horas poco a poco la temperatura bajó y tras la cena diaria de pasta con atún dimos por finalizada la jornada. Creo que fue la etapa menos interesante de todo el trekking. El listón se había puesto muy alto. El camping nos costó 2400 + 800 de ducha= 3600 ISK. Etapas 7 a 9, total 21
Ruta de 11 km y desnivel de 1.010 m; se presentaba la más dura del trekking por el desnivel a superar.
Otra vez el día amaneció bastante soleado. Había que aprovechar e iniciar la marcha lo antes posible. Tras el pedazo de descanso que disfrutamos las piernas teníamos a punto para afrontar la dura subida del día. Hoy cumplía años, 29, en un entorno único. Así se puede festejar los años…al menos no duele tanto jeje. Desde el inicio la senda es bastante estrecha y serpentea por zonas de vegetación y montañas herbosas. El camino está perfectamente marcado con palos de madera color azul y luego de amarillas. A veces el sendero se convierte en bastante aéreo. Hay tramos donde hay una soga para ayudar a subir un pequeño repecho. A lo lejos se intuía la “subidita” que nos esperaba para subir al collado. Ahí sudamos de lo lindo. Entramos en calor a la fuerza. Gracias a las mochilas, en esa subida perdimos casi medio kilo cada uno… Tras coronar el collado el paisaje cambia drásticamente. Ahora toca atravesar un gran mesetón, al cual obtendremos mejor vista un poco más adelante. Aquí ya el viento pegaba con ganas. Si abro la chaqueta me deslizo como en windsurf!! Otro sendero aéreo y a poner la chaqueta pese a que íbamos subiendo. Cada paso la altitud se iba in crescendo y se empezaba a notar más el frío. Llegamos a una zona espectacular. Un torrente de lava petrificada derramada entre las cascadas glaciares, cayendo como una lengua negra aún caliente sobre el hielo. Entre la tierra hay pequeñas chimeneas que evidencian que la tierra está viva. En este punto quitamos las mochilas para pasar un buen rato sentados maravillados ante tal impresionante escenario. Otro paso dotado de cadenas en una pequeña subida muy pronunciada. Una mirada hacia atrás con la gran meseta atravesada y otra vez hacia arriba. Casi no hay tregua. Mi novia casi ni se quejaba de sus rodillas. Llevó una rodillera para posibles molestias y de lujo. Animooo!! Que falta poco! La subida es intensa y contundente pero el esfuerzo vale la pena para la sorpresa que nos espera. Desde aquí en adelante empieza lo bueno: poco a poco nos adentramos en los restos volcánicos del volcán que entró en erupción en la primavera de 2010, en el glaciar Eyjafjallajökull. Debido a la nube de cenizas que expulsó hacia el cielo el tráfico aéreo de toda Europa se vio paralizado durante unos largooos días. Empezamos a atravesar neveros y zonas de escoria volcánica, coladas de lava…hasta que llegamos a una “montaña nueva” de color rojiza. Digo nueva porque se creó a partir de los restos volcánicos hace 4 años. Dejé el sendero principal para subir y explorar el monte rojizo por un evidente sendero. Cada paso que daba la tierra se podía notar como se hundía levemente junto con mi bota. Si ponía la mano contra la tierra rojiza podía notar el calor que desprendía. Todavía había pequeñas chimeneas humeantes. Con mucho ímpetu le animé a mi novia para que dejara las mochilas al lado de un panel informativo y subiera al monte rojizo. Ni se lo creía. Desde ese punto teníamos una visión grandiosa en todo 360º. Se puede ver con total nitidez los glaciares de alrededores, la colada de lava, los cráteres Magni y Módi…brutal todo el escenario. Nos sentimos afortunados de poder presenciar con nuestros ojos. Después de tanto leer diarios, fotos y demás estábamos allí en persona, puffff! Vaya satisfacción! Precisamente llevamos unas piedras volcánicas de recuerdo a casa. Hoy en día las tenemos puestas como decoración en el salón. Para regalar a alguien puede ser muy interesante, algo único y lo más importante: totalmente gratis que en Islandia todo sale muy caroooo jeje. Le dedicamos más de hora y media a esta zona. Costaba dejar atrás esta maravilla. Un cono volcánico... Con el viento pegando a lo bestia, desde la lejanía pudimos ver el refugio de Fimmvörduhals en lo alto de una montaña, en una situación privilegiada. En la foto hay que fijarse en la parte alta de la derecha. Justo a su espalda tiene el gran glaciar Eyjafjallajökull por lo que corre un viento super gélido. Para acampar con el camping recomiendo hacerlo en el otro refugio situado un poco más adelante. El camino a seguir estaba libre de nieve pero con una polvareda que molestaba cada paso dado. Imprescindible llevar gafas de sol. En algunos diarios leí que encontraron este paso con bastante nieve a mediados de julio pero hasta finales de agosto no presenta dificultad aunque siempre puede haber una buena nevada siendo verano. Es casi totalmente llano y está perfectamente señalizado con estacas altas de color amarillo. El camino adquiere muchos subeybajas hasta que llegamos al desvío del refugio del Fimmvörduhals. Desde este punto se puede ver cómo hay que superar un buen trecho para llegar a ello. Ufff menos mal que nosotros íbamos al siguiente refugio que quedaba a la vista en la lejanía. Como nos alegramos de la decisión tomada jeje. No había que desviar del sendero principal. Poco a poco fuimos acercando a nuestro refugio tras atravesar unos neveros bastante grandes y zonas con algo de hielo. La espalda necesitaba descansar, se estaba quejando un buen rato… Ya pudimos ver nuestro refugio en la lejanía....faltaba poco! Llegamos muy pronto al refugio Baldvinsskáli situado casi a 1000 metros de altitud, sobre las 14:30h. El refugio antes se utilizaba como emergencia. Se renovó al completo en 2012. Aspecto que tenía antes…(foto de web) ...y el aspecto de hoy tras la reforma: Nos daba tiempo para bajar hasta Skogar pero no nos merecía la pena; la fatiga se notaba y que eran mi cumpleaños! Jeje. Merecíamos pasar una noche calentita y dormir encima de un colchón. El mejor regalo regalable en ese momento, ya lo creo! Tardamos 4 horas y 50 minutos en recorrer la etapa, incluyendo las paradas. La subida sí que se hizo dura pero íbamos mentalizados hasta la médula y al final no se nos hizo tan dura como habíamos esperado. Con el correr de los días la comida se estaba agotando y con ello la mochila pesaba cada vez menos lo que nos sentíamos más livianos o ligeros al andar… y eso sumado que cada vez estábamos mejor de forma nos presentamos en el refugio mejor de lo esperado. Extendimos los sacos sobre los colchones y disfrutamos de lo lindo de la estadía. La tarde pasamos dando una vuelta por las inmediaciones y charlando con todo aquel que entraba en el refugio. Sobre las 17h el tiempo cambió radicalmente y un fuerte viento acompañado de lluvia tapó todo a 20 metros a la redonda. Cada vez que salíamos afuera al baño nos congelábamos. Nos llamó la atención un grupo de jóvenes excursionistas provenientes de Skogar que iban en pantalón corto en dirección al refugio de Fimmvörduhals al no haber plaza en el nuestro. Sin ropa adecuada y algunos hasta con zapatillas. Y luego que pasan cosas y desgracias… no me extraña. Sobre las 19h llegó una pareja que habíamos conocido durante el trekking. Unos alemanes. El refugio estaba lleno, apenas era para 25 personas, pero hablando con el guarda al final entre todos les hicimos sitio para dormir. En esta etapa si no se tiene una reserva para dormir es mejor madrugar y llegar para el mediodía al puerto que si no luego pueden venir complicaciones con las horas de luz. El refugio nos costó 9000 ISK / 58 € entre los dos. Estufa, cocina de gas y con suelo de madera. A esas alturas qué más podíamos pedir; nos pareció el mejor resort del mundo ![]() Disfrutamos muchísimo, hasta me cantaron los cumpleaños y todo!! Jeje y me dieron un pastel de chocolate; casi se me saltan las lágrimas de la emoción al ver ese pastel jeje, buenooo no era para tanto pero sí que me emocioné bastante al ver que todos del refugio cantaban dirigiendose a mí. Compartí con mi novia y tan agusto ![]() Pasamos la velada entre mapas, libros y charlas interesantes. Al tener una ventanita encima de nuestras cabezas, siempre estaba mirando al exterior. Había un pequeño termómetro, marcaba 3-4 ºC. Hacía un viento infernal y todo estaba cubierto por una niebla extensa. Nos dormimos en un santiamén, qué gozada! ![]() Etapas 7 a 9, total 21
Dormimos casi 8 horas y media, increíble!! Los rayos de sol muy pronto empezaron a iluminar la habitación pero al instante pusimos el antifaz y directos otra vez a los sacos de dormir. Mi novia ni se quejó de la decisión tomada jaja.
Perezosos como nunca nos levantamos bastante tarde, sobre las 8:30. El día se presentaba muy tranquilo: teníamos que descender a Skogar en 4-5 horas para finalizar el trekking y luego se presentaba toda la tarde libre en el camping de Skogar hasta tomar el bus que nos iba a llevar de vuelta a Reykjavík, en concreto a la estación central de autobuses (BSI) al día siguiente a las 08h de la mañana en punto. Allí ya recogeríamos el coche de alquiler. Tiempo nos sobraba por los cuatro costados por lo que iba a ser un día de disfrute y tranquilidad total. El día amaneció radiante. El tiempo perfecto, ni una nube!! Éramos afortunados ![]() Última etapa de nuestra expedición por las tierras altas islandesas. Tocaba descender todo lo subido el día anterior para llegar ahora a la costa sur de Islandia. La fotogénica cascada de Skogafoss nos esperaba con toda su belleza; perfecta para dar el broche de oro a todo el trekking. Tras despedir los compañeros del refugio con un “hasta luego”, iniciamos la agradable ruta del día. En nuestros interiores sentíamos cierta pena por no seguir con nosotros los compañeros del trekking que dejamos atrás en Porsmork; sobre todo un grupo italiano que eran super amable… El 65% (más o menos) de los compañeros del trek finalizaron en Porsmork. Desde la terraza del refugio se veía con bastante nitidez toda la costa y el océano atlántico. De esta guisa empezamos la caminata. El camino baja por una pista de tierra que está habilitado para subir todoterrenos. Camino abajo, poco a poco el musgo verde se hace notar entre el paisaje de tierra negra. En seguida el curso del río Skóga toma protagonismo. El camino va paralelamente por la derecha y en poco tiempo se empieza a escuchar el rugido de una cascada. Tras aproximarnos nos quedamos pasmados ante la fuerza que cae el agua desde 23 metros de altura. Descansito y fotos. Ésa será la tónica del día; disfrutar de las cascadas con muchaaa tranquilidad. No había prisa. La primera oveja que vimos en todo el trekking... Después de 5 km desde el refugio Baldvinsskáli cruzamos el río Skóga mediante un puente de madera para seguir nuestro camino por el margen izquierdo. Ahora el camino deja de ser una pista y se convierte en sendero. Desde este puente unas 20 cascadas y saltos de agua se suceden hasta llegar al mar. Toda la bajada hasta Skogar es un disfrute. Nos encontramos con preciosas cascadas de todos los colores. Cortas e intensas, algunas de muchos metros de altura…un lujo poder presenciarlas. Además al ser temprano casi siempre estamos solos ante las maravillas. Con solo cerrar los ojos y escuchar el estruendo te transportaba a un paraíso imaginativo difícil de escapar. A medida que bajamos nos vamos encontrando en dirección opuesta con más gente que van con minimochila para hacer alguna ruta de día. La tienda de campaña que llevé atado fuera a la mochila pesaba alrededor de 4 kg y sobresalía bastante en dimensiones por lo que algunas veces si el sendero era estrecho casi rozaba con la gente. Nuestra pesada pisada se hacía notar en la tierra húmeda. Cascadas y más cascadas. El sonido del agua era nuestro acompañante durante todo el día. El camino que discurre junto al cañón es impresionante. Nos desviamos cada dos por tres a los diferentes miradores que hay para observar los saltos de agua. El tiempo se pasa volando mientras nos quedamos anonadados con las fotogénicas siluetas. Cada vez la costa estaba más próxima a nosotros. Faltaba media hora en llegar a la gran cascada. El final de la ruta es una gozada: el sendero se hace muy llevadero; predomina el color verde….las sensaciones y emociones empiezan a ser palpables ...hasta que después de más de 4 horas de marcha llegamos a la gran cascada Skogafoss. Misión cumplida. Desde arriba la cascada es imponente; la fuerza en que cae el agua es descomunal. Pasamos 5 minutos en el pequeño mirador que hay y bajamos por unas escaleras metálicas a los pies de la cascada. Después de pasar 6 días por tierras casi inhóspitas donde apenas vimos unas personas se hace chocante al ver todo el gentío y autobuses y el chiringuito que había junto a la cascada. Nos sentíamos un poco desconocidos o fuera de lugar pero bueno era normal… Eufóricos ante el gran reto conseguido… La satisfacción era enorme... ![]() Con la sonrisa de oreja a oreja le convencí a mi novia para que fuéramos a festejar como dios manda bajo la gran cascada con las mochilas y todo jeje. Nos acercamos a la cascada hasta donde pudimos! Primero nos hicieron una foto pero luego cogimos la GoPro impermeable y para dentro hasta los confines del mundo! jeje Nos presentamos a los pies de la gran cascada bajo el diluvio universal ! Abrazados uno al otro nos sentimos eufóricos en esos momentos tan mágicos. El viento acompañado del agua nos empapó de qué manera! Qué cosa más pequeña éramos ante ese monstruo. El estruendo era tan grande que ni siquiera podía oír el grito de mi novia. La nube de agua que se crea es bestial. Allí estuvimos durante unos buenos segundos con los brazos alzados al cielo dándole las gracias por darnos 6 días de auténtico disfrute con el sol de protagonista. Cada vez que lo recordamos una amplia sonrisa dibuja nuestras caras ![]() ![]() Una vez salido de la ducha natural ocupamos una buena parcela del camping de Skogar, que justo está al lado, y nos cambiamos de ropa. Pero antes quisimos homenajear a los actores secundarios del trekking. Las mochilas también querían ser protagonistas porque se portaron de fábula. Nuestras espaldas agradecieron sus respaldos tan cómodos que tienen. Va por vosotros “Osprey” jeje Con la tienda de campaña abierta pusimos toda la ropa colgada con el deseo que el solazo nos iba a secar para el día siguiente. Hay que puntualizar que este camping no entra entre los de “campingcard”. Ya tumbados, tomando el sol, las sensaciones eran confusas. Por un lado felicidad por haber finalizado el trekking superando con todas las expectativas que teníamos en mente, sobre todo por el tema del mal tiempo, y por otro nos sentíamos algo tristes por haber terminado. Queríamos más. Habíamos tenido una dinámica muy muy buena. Mi novia ni pestañeó ni se quejó de su pesada mochila grande. En este sentido estoy muy orgulloso de ella…. y orgullosos de tomar la decisión de dormir en tienda de campaña durante el trekking porque nos sentimos más en contacto con la naturaleza; para lo bueno y para lo malo. La primera noche el demonio se nos presentó en forma de nieve y viento pero pudimos defendernos. Tras 81 km habíamos llegado a la meta sanos y salvos. Nuestros cuerpos se habían acostumbrado a arrastrar el peso de las mochilas y al racionamiento de la comida que fue bastante exigente la verdad; para lo que como yo en casa. El que lea este diario y se plantea ir a Islandia que no deje la oportunidad de hacer este maravilloso trekking ya sea por libre o agencia y en tienda o refugio. Dormir en tienda conlleva transportar algunos kilos de más a la espalda; pero de esta forma creo que estás más en contacto con la naturaleza, bajo mi punto de vista claro. Para comodidad están los refugios: disponen de cocina equipada, colchones y estufa…lo que viene muy bien para después de un día de fatiga y mal tiempo, pasar al calorcito del refugio. Eso a esas alturas del trekking no tiene precio. Los de “fuera” pasamos cierta envidia al ver que las ventanas del refugio “lloraban” de calor mientras nosotros pasamos algunos malos momentos debido al viento y el frío; sobre todo en Hrafntinnusker pero bueno… En Hrafntinnusker y Fimmvorduhals es muy recomendable dormir bajo techo por su elevada ubicación, sobre 1000 metros de altitud. Nosotros somos más cabezones y nos gusta más hacer todo al natural. Pero el quinto día nos dimos un pequeño regalo y nunca nos arrepentiremos de la decisión tomada. El tiempo inestable y el viento hará pasar algunos momentos malos pero por lo demás es insuperable. Paisajes de otro planeta. Es increíble como el paisaje cambia radicalmente en tan pocos kilómetros. Dicen que es uno de los mejores trekking del planeta y nosotros así lo corroboramos. Las irreales montañas de colores en Landmannalaugar de la primera etapa, seguido del paisaje alucinante hacia el valle de Alftavatn, los sandur (desiertos negros) y montañas verdes de la tercera, cuarta un poco de transición con su momento estelar en el río gélido a atravesar, la quinta pasando por los impresionantes restos volcánicos de Eyjafjallajökull y con la sexta finalizando en la majestuosa cascada de Skogar como colofón… te hacen sentir más vivo que nunca. En serio, ni lo duden. Con una condición física normal tirando a buena es suficiente para hacer el trekking. No es especialmente dura; lo que verdaderamente duro se hace es el peso de las mochilas y las condiciones meteorológicas. Y para esto están esos refugios, para que el trekking sea más ameno en todos los sentidos. La tarde pasamos descansando en el camping. Nos pegamos una buena siesta. La temperatura era perfecta, como para estar en manga corta. Pagamos el camping, 2300 isk (te daban una pegatina para poner en una zona visible de la tienda) y nos duchamos en sus instalaciones (300 isk/5 min creo recordar). Tras rejuvenecernos tuvimos una charla amistosa con la pareja británica que nos acompañó en toda la ruta. Cómo nos alegramos! Encima iban a dormir en el camping y tomar el autobús a primera hora del día como nosotros. Era increíble como llegaban autobuses llenos de turistas a la cascada. Bajaban en pelotón, directos a la cascada y tras 15 minutos y otras tantas fotos regresaban al autobús. Nosotros pasamos desde las 15h hasta las 07:30 del día siguiente sentados con la vista hacia el salto. Pero ni nos aburrimos, es más, para dormir nos vino de lujo. Transmitía paz y armonía. A la tarde aprovechamos que no había gente para fotografiarnos a solas bajo la cascada. Pudimos hacer unas cuantas fotos muy chulas para el recuerdo. Además el generoso sol nos proporcionó 2 arcos iris para nuestra suerte. Yo le decía a mi novia: alguien nos ha tocado con la barita de la suerte porque tener tan buen tiempo no es normal. Había leído decenas de diarios y siempre la niebla hacía demasiado acto de presencia. No sorprende descubrir que el poeta Matthías Jochumsson, autor de la letra de la Lofsöngur, el bello himno nacional de Islandia, sea natural de Skógar donde nació en 1835. Tras comprar algo de comida y una CocaCola en una pequeña tienda-restaurante que había en los alrededores, cenamos bajo los últimos rayos de sol. Esa Cocacola supo a gloria. La noche oscureció y las constelaciones de estrellas aparecieron ante nosotros para soñar con ellas. Momento único y especial con el sonido de la cascada de fondo. ![]() Al día siguiente, ya tendríamos comodidades que con el paso de días echamos poco en falta. La segunda parte de las vacaciones empezaban sobre 4 ruedas. Etapas 7 a 9, total 21
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