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Track de la Etapa: GPS

Los puntos fuertes de este trekking son el Campamento Base que hice ayer y la subida al Kala Patthar. El Kala Patthar es una montaña de 5550 metros rodeada de 7000 y con el Everest en frente a tan solo 8 kilómetros de la cima. La gente dice que es mágico ver amanecer desde ahí pero yo digo que es de locos.

A las 4 de la madrugada todos los turistas del albergue se han levantado y se han puesto a andar de noche para ver salir el sol tras el Everest. En mi habitación hacia -9 grados a las 5 por lo que subir de noche tiene que ser un auténtico sufrimiento estar en la cima a -15 grados ya me dirás tu donde está la magia.

Marçal, Max y yo quedamos para empezar a las 7:30. Mientras desayunábamos comienzan a llegar los que se levantaron a las 4, parecen los caminantes blancos de juego de tronos.

El día es imposible que sea mejor, ni una nube. Al empezar hace muchísimo frio y a Marçal se le hielan las manos, le dejo unos guantes que llevaba de sobra hasta que al empezar a darnos el sol la temperatura sube y con la camiseta y el corta vientos se va perfecto.


La subida se hace lenta por la altura pero son solo 300 metros. Se va subiendo por nieve y al llegar arriba es un autentico disparate. Si te caes, caes a la falda del Pumo Ri, detrás tienes el glaciar de Changri y delante el de Khumbu introduciéndose dentro del Everest. Se ve toda la frontera con el Tíbet y delante el Everest y el Nuptse. Las vistas son geniales y la visibilidad total, conforme va subiendo el sol aun van saliendo mejor las fotos. La cima del Everest está a unos 8 kilómetros, se ve el lugar donde se supone se hace el campamento 4 y la antecima sur. Sin duda la fama del Kala Patthar está merecida, se ve hasta el pico del Ama Dablam a lo lejos y se intuye el valle por el que he subido,en el video se refleja muy bien las vistas que hay desde la cima, dificilmente se podrán ver paisajes de alta montaña más espectaculares que desde el Kala Patthar.



Después de una hora en la cima bajamos entre carreras y deslizando por la nieve, en poco más de media hora estamos debajo.

El plan es bajar hasta Pheriche por una ruta diferente que la subida. Es un tramo largo pero según se baja se nota mucho la altura, te notas más despejado y con la cabeza menos atolondrada. La llegada a Pheriche la hacemos por un valle que es total del señor se los anillos, con las nubes y la nieve el Ama Dablam parece Mordor, el camino pasa por dos pueblecitos pequeños y llanea hasta Pheriche. Se ve mucha menos nieve que desde que dormimos alli, se derrite rapidísimo pero aún así los locales nos dicen que el Chola Pass tardaría al menos dos semanas en ser transitable.


Hemos bajado más de mil metros, mañana iré para Namche y aquí es donde ya me despido de Marçal y de Max. Ya seguiremos en contacto para las fotos. Aquí sigue haciendo frio pero ya es la última noche porque mañana vuelvo ala civilización, Namche!!

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Track de la Etapa: GPS

Etapa larga, lo que normalmente se hace en dos días subiendo, se puede hacer en uno bajando, son 20 kilómetros que estando bien aclimatado no deben de ser mucho.

Hoy se suponía que Max se iba para otro lado pero por la mañana se ha despertado y me ha dicho que básicamente está cansado del frio y que de momento se baja para Kathmandú. A mí me viene de lujo porque el 28 tengo que estar en Lukla.

Empezamos la caminata a las 7:30. La primera parte es repetida pero a los 5 kilómetros tomamos el desvío para Tengboche. La subida la hicimos por Phortse así que para hacer la ruta lo más variada posible tiramos para Tengboche. Aquí nos despedimos de Marçal que decide ir a Phortse.


El camino de Tengboche es menos panorámico que el de Phortse pero es muy bonito. Como vamos en sentido contrario a los turistas los pasamos a todos de golpe y prácticamente vamos solos. El camino se mete en un bosque de rododendros y va pasando por pueblecitos donde se ve a la gente labrando con yaks, secando jengibre o lavando sus cosas en el rio. Por el camino vemos una especie de cabras o ciervos y dos especies de faisanes o lo que fueran, parecían perdices gordas con colores.

El camino sube hasta Tengboche en donde está el famoso monasterio lleno de vacas, perros y caballos. Baja entonces para llegar hasta Sanasa en donde nos queda una última subida que revienta a estas alturas. La llegada a Namche se hace entre yaks y porteadores y el cansancio se nota.



Al entrar al pueblo pasamos por un colegio, los críos están en el patio jugando al criquet y al pañuelo!


Por fin llegamos Hotel Namche y resulta que solo queda una habitación! A Max se le descompone la cara porque va roto y al final decido irme a buscar un hotel y dejarle la habitación a el. Por 10 euros menos al final encuentro un hotel "Hotel Tibet" con ducha caliente, wc y sin malos olores encima el sherpa es capaz de decir en español "como andas amigo?". Probablemente la mejor ducha de mi vida después de siete días sin oler el agua.

Mañana última etapa del trekking del Campo Base Everest. 20 kilómetros hasta Lukla. A ver cómo responden las rodillas con la bajada porque hoy al final se quejaban.

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Track de la Etapa: GPS

Hoy toca etapa final. Después del desayuno quedo con Max para empezar juntos, aunque muy pronto nos separamos porque él lleva la mochila regular y va más lento. La ruta es la misma que las dos primeras, lo malo que llevo más peso en la mochila y se nota.

Lo diferente de la ruta es que en el tiempo que ha pasado ha florecido todo más que cuando pase la primera vez. Hay muchos Rododendros desde blancos a rojos a rosado. Hay magnolios con una flor blanca muy grande que dan un punto muy chulo.



Al igual que ayer, al ir contra corriente pasas todos los turistas de golpe y prácticamente voy solo, me llama la atención que debería de haber pasado dos tandas de turistas y solo he pasado una, eso solo puede significar problemas en Lukla con los aviones.


Los diez últimos kilómetros se ha puesto a llover bastante, con la lluvia los porteadores siguen andando pero le ponen un plástico a la carga y se colocan un paragua en la cabeza. La última parte se ha hecho sufrida, entre la lluvia, la niebla y el frio ha sido un poco pesadilla llegar a Lukla.

Al llegar a Lukla voy a la empresa de los aviones. Mañana sale el mío a las 8:30 pero hoy con el mal tiempo no ha salido ninguno, llevan así cuatro días, antes de ayer solo llegarón unos pocos aviones y hay mucha gente que lleva cuatro días atascada en Lukla. A cruzar los dedos y que mañana amanezca bueno!!.

Al día siguiente el aeropuerto de Lukla es una locura, resulta que llevan cuatro días sin salir aviones por lo que está lleno de gente al borde de los nervios. Hoy hace buen día pero aquí el que vuelen aviones depende del tiempo en Katmandú y en Lukla, conforme avanza el día el tiempo siempre empeora y a partir de las 12 no suelen salir aviones.

Yo tengo mi avión para las 8:30 por lo que la espera se hace tensa desde las 7 de la mañana. Suena un timbre que significa que la primera tanda de aviones ha salido de Khatmandú, la gente se pone como loca aplaudiendo pero a mí me toca esperar a la segunda tanda.

Cuando empieza el check in de mi tanda es casi una pelea, la cola se convierte en una marabunta hacia el mostrador y yo que estaba el primero me falta meterle el billete al tío en la boca para que lo coja. Son muy listos, saben donde está el negocio y si vas sin guía no eres nadie por lo que primero atienden a los guías y a los locales. A mí, por cansino, me ha cogido el billete rápido después de 200 please. El siguiente paso es esperar en la sala de salidas a que lleguen los aviones.

Al llegar el primero todo el mundo se apelotona en la puerta, el segundo avión es el mío y con 15 minutos de antelación el avión despega! El despegue es de cachondeo porque al ser la pista tan corta el avión va cuesta abajo y al terminar la pista no es que despegue es como si saltara.

La verdad que he tenido más suerte que un tonto porque aquí la gente dos días esperando para volar y llego yo y a la primera lo consigo e incluso antes de hora. No me puedo imaginar dos días en Lukla, allí no hay absolutamente nada que hacer salvo tomar tés o cervezas a precios desorbitados.

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