![]() ![]() Descubriendo New York y continuar con Orlando 2015 (Terminado) ✏️ Blogs de USA
Viaje inolvidable a las Tierras AmericanasAutor: Malvia2 Fecha creación: ⭐ Puntos: 4.7 (7 Votos) Índice del Diario: Descubriendo New York y continuar con Orlando 2015 (Terminado)
01: Introduccion
02: Jueves 27 Agosto Salida de España y llegada a Reino Unido.
03: Viernes 28 Agosto Llegada a New York
04: Sabado 29 Agosto: Excursion Contraste, Chinatown, Little Italy y Puente Brooklyn
05: Domingo 30: Misa Gospel, Harlem, Central Park, Empire State Building
06: Lunes 31: Estatua de la Libertad, Zona Financiera, Zona Cero
07: Martes 1 Septiembre Museo de Historia Natural, Rockefeller Center, Time Square
08: Miercoles 2 Septiembre:Salida de New York- Philadelfia-Llegada a Orlando
09: Preparacion de Disney
10: Jueves 3 Septiembre: Magic Kingdom
11: Viernes 4 Septiembre: Hollywood Studios
12: Sabado 5 Septiembre: Animal Kingdom
13: Domingo 6 Septiembre: Universal Studio e Island of Adventure
14: Lunes 7 Septiembre: Space Kennedy Center
15: Martes 8 Septiembre Island of Adventure y Universal Studio 2º dia
16: Miercoles 9 y Jueves 10 Septiembre Despedida de Orlando y llegada a Gibraltar
17: Conclusion final personal
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Etapas 4 a 6, total 17
Con la ilusión más grande del mundo, abrí los ojos aquella mañana. Ya habíamos descansado, ya estábamos en New York, y hoy tocaba la excursión de Contraste. Habíamos quedado a la 8,30 con Gerardo en el Hotel Row para la recogida. Nos levantamos sobre las 7,15, vestirnos y bajar a probar nuestro primeros muffin mañaneros obsequio del hotel con su cafelito. Teníamos claro el trayecto para llegar al Hotel Row. Yo los llevaba impreso de casa. Salimos del hotel, dirección 34 St Herad Square para coger el metro y la parada era la 49 St. Todo muy fácil y clarito. Mientras el metro realizaba sus tres paradas, conversábamos y bromeábamos sobre nuestra llegada a New York el día anterior. De repente, nos damos cuenta que la parada que se suponía que tenia que ser la 49 St, era la 57 St…. En ese momento se nos corto la risa a todos. Donde estábamos? Como habíamos llegado hasta aquí? Y lo peor de todo, como llegábamos al Hotel Row en 15 min??? Aaaaahhggg…..Confiados con nuestra experiencia por los metros de Londres, pagamos la novatada. Nuestro amigo saco su superplano y literalmente echamos una carrera a través de las calles de New York. No era el momento de quejas ni remordimientos por no estar más atentos en nuestro primer día de metro por New York. Puedo aseguraros que esa mañana hicimos deporte. BRICONSEJO: Mas tarde descubrimos que la estación estaba en obra y que había varios luminosos haciendo referencia en varias estaciones por las que pasamos. O sea, estar atentos. Llegamos al hotel Row pasadas las 8,30. Yo estaba de los nervios pensando que quizás ya se habían marchado sin nosotros. Mi sorpresa fue que aquel lugar es un sitio de referencia para varias compañías de tour. Había 30 o 40 personas allí y varios autobuses por llenar. Empezamos a preguntar por Gerardo y un joven muy amable llamado Jorge, se presento y nos dijo que el era nuestro guía y que lo siguiéramos a un autobús, que ya estaba bastante completo. Pero no éramos los últimos. Ufffff…… Nos encanto la excursión. La visita incluía Bronx, Brooklyn y Queens. Paramos en el estadio de los Yankees para hacer algunas fotos, visitamos un “ presinto”(comisaría de policía). Por el Bronx visitamos algunos grafittis conocidos. Visitamos Queens con todas sus casas a cual de ellas más espectaculares. También pasamos por Citi Field, es estadio de los Mets, donde se estaba jugando el US Open Tenis. Llegamos a Brooklyn y pudimos observar a los judíos en su día libre. Es una excursión 100 por 100 recomendable sobre todo para ubicarte en New York, y para conocer un poco la vida americana. Jorge, nuestro guía, fue muy agradable y divertido, en ningún momento de las 5 horas que duro la excursión, nos aburrimos. Le pregunte a Jorge por el tema de la limusina, con respecto a los 15 dólares de mas y me comento que eso seria por el peaje. Bueno, no es que me quedara muy convencida, podían informar con antelación. Una vez concluida, nos dejaron en Chinatown. Paseito de rigor con sus calles tan típicas. Hasta los bancos son chinos!! Recuerdo que fue hasta agobiante la forma en que los chinos te asaltan intentando venderte imitaciones. Paramos en una tienda de souvenir, y allí hicieron el agosto con nosotros. Jorge, nos recomendó esta zona para comprar los recuerdos. Pero personalmente, encontramos en Time Square una tienda mucho más barata que el chino. Demasiado tarde. Empezamos comprando camisetas y terminamos comprando saleros y pimenteros con la imagen de New York. Una locura, pero, es Nueva York… Seguimos caminando y nos encontramos con Little Italy. Es verdad, que Chinatown se lo esta tragando. Queda una calle con muchos restaurantes y tiendas de recuerdo. Nos fuimos a almorzar a CasaBella. Acertamos, los espaguetis a la boloñesa para chuparse los dedos. Además después de varios días comiendo hamburguesa, ya nos apetecía algo diferente. El precio fue correcto, pero no se olviden propina aparte. La idea de esa tarde era pasear un poco por Tribeca y buscar el Cuartel General de los Cazafantasmas, que me hacia mucha ilusión. A continuación, nos dirigimos hacia el puente Brooklyn, y lo cruzamos andando. Toda una experiencia para recordar. Fotos, fotos y más fotos. Mucha gente andando y en bicicleta. Llegamos al final de puente y nos dirigimos a buscar la zona DUMBO. Queríamos ver allí el anochecer, no podíamos perdernos el skyline. Pero era temprano todavía, así que buscamos una cafetería en Brooklyn y descansamos un rato de la caminata. Sobre las 6 y media, volvimos a DUMBO y esperamos a que se hiciera de noche. Estas imágenes quedaran grabadas para el resto de mi vida en mi memoria. Estábamos cansados, y aunque mi planning incluía cenar en Grimaldi, nos lo saltamos y decidimos ir a Time Square. Cogimos el metro y nos bajamos allí. ¿Qué hacían un grupo de gente apelmazados mirando hacia arriba? Aaaahhh… La pantalla de Time Square tomaba foto de la multitud. Allá fuimos y nos apretujamos y, siiiii lo conseguimos, salimos en la pantalla. Todavía no habíamos probado un perrito caliente de New York, y esto era imperdonable. Así que nos dispusimos a buscar un puestecito camino del hotel. A la altura de la 33 St , vimos un parque y cruzando la calle un puesto con Hot dogs. Mi marido y su amigo cruzaron para comprar los perritos mientras nosotros descansábamos en un banco. Mi hijo no podía más. De buenas a primeras, a lo lejos vemos, que se vuelven sin los perritos. Que cosas más extraña!! Y antes de cruzar, se le acerca un policía y se pone a hablar con ellos. Mi amiga y yo nos pusimos blancas. Que ha pasado?? Después de unas cuantas palabras con el policía el cual no parecía de muy buen humor, llegaron a nosotras, aguantando la risa, diciendo que siguiéramos para adelante. Pero, y mis perritos?? Bueno pues la historia es que había dos puestos uno al lado del otro, y claro, uno ponía un precio, no se si era 5 dólares por perrito, y el otro le decía que era una estafa que el lo ponía más barato. Llegado a un punto, los vendedores entablaron una pelea, a la cual acudió la policía. Por supuesto, cuando mi marido vio la que se estaba formando, decidieron de dejarlo. Al retirarse, los dos sin poder aguantar la risa, por tan cómica situación, solo queríamos unos perritos y mira la que se había formado ¡!, el policía fue detrás de ellos a preguntar si no habían pagado los perritos!!!! Jaja, ¿pero que perritos? Al decirlo en ingles, esta gente no se enteraba de nada y el policía les increpó gritando y con cara de pocos amigos, “What language do you speak??” a lo que mi marido contesto “Español, español” muy bajito. Entonces el policía en un perfecto español le pregunto que había pasado, y el se lo contó. Con lo cual, los dejaron de ir sin mas. Os puedo asegurar que la cara que traían los dos de vuelta era de película. Jajaja. Ya ni peritos ni nada. Nos fuimos al hotel que estaba al lado, riéndonos de la situación. Buscamos una pequeña tienda que se encontraba en la calle de atrás del hotel, y allí compramos un par de bocadillos, que nos cenamos en la habitación. El día había sido agotador, con más experiencias y anécdotas que no dudaríamos en recordar el resto de nuestra vida. Etapas 4 a 6, total 17
Suena el despertador y abro los ojos a un nuevo día en la Gran Manzana. Apenas un café y un muffin, y planning en mano nos disponemos a descubrir Harlem. Cogemos el metro y nos bajamos en la 116 St y anduvimos unos 8 min. hasta llegar el lugar. La misa empezaba a la 11, pero nosotros a las 10 ya estábamos allí. Cuando llegamos se estaba empezando a formar colas. Unos feligreses muy amablemente y hablando castellano, nos pregunto de donde éramos, como habíamos conocido la iglesia, y nos informo de los detalles de la misa. Estuvimos esperando como 30 min. largos, hasta que nos hicieron pasar por grupitos y nos iban ubicando en la parte superior del templo. Muy buena organización. Muy buenas vistas. La parte superior se lleno en 15 min. Sobre las 11.00 empezaron a cantar. Mi recomendación es que vayáis a ver una misa gospel, es emocionante. La forma con la que lo viven y lo sienten te lo transmite directamente. Os puedo asegurar que hubo momentos en que tuve que contener las lagrimas, y con la piel de gallina. Y que conste que yo no soy mucho de misas. Las voces eran angelicales. Después de un cántico, el predicador, dedico unas palabras de bienvenidas en inglés, las cuales fueron traducidas, en español y en francés. Después de estos cantos y más cantos en alabanza a Dios. También una especie de coreografía que no dejaba a nadie indiferente. Un detalle que me sorprendió, es que si nos permitían hacer fotos y grabar con las cámaras. En varios diarios había leído que no lo permitían. Pero allí no pusieron ningún problema. Pasaron la canastilla de rigor, y dejamos algunos dólares cada uno. Cuando ya llevábamos 1 hora aproximadamente, el predicador empezó a dar su discurso. Entonces la gente comenzó a levantarse para marcharse. Sin problema ninguno, los feligreses te acompañaban hasta la puerta y se despedían amablemente, agradeciendo tu visita. Yo ya estaba cansada, y esto ya no era tan divertido. Además eran más de las 12.00 y ya estaba deseosa de salir para seguir nuestro recorrido. Pero el hijo de nuestros amigos le encanto la charla del predicador, y ellos prefirieron quedarse. Por lo que nos separamos. Mi marido, mi hijo y yo, salimos un rato a fuera a un parque que se encontraba en frente y nos sentamos a degustar unas frutas, que los feligreses vendían amablemente en la puerta de la iglesia al salir por 1 dólar. Mira que saludables!! Nos peleábamos por las frutas. jajajja. Decidimos encaminarnos hacia Malcom X, y buscar el restaurante Sylvia´s, tan famoso y también ver el teatro Apolo, donde Michael Jackson empezó a cantar. Al salir de allí eran más de la 13,00 h, buscamos a nuestros amigos y de camino a la estación de metro, nos encontramos con el Gray Papaya, donde venden los mejores perritos calientes de New York. También mi marido y su amigo aprovecharon que estábamos en una tienda de cosmética buscando unos encargos, y se tomaron una cerveza. Por Dios, se metieron en un pub que le cobraron 10 dólares por cada cerveza. Nos bajamos en 72 St. Enfrente al Edificio Dakota. Estaba en obras. Esta es la fachada. De ahí nos sentamos y nos comimos un segundo perrito caliente, en un puesto callejero, ya que con el del Gray Papaya nos quedamos con hambre. Nos sentamos en un banco justo en la entrada de Central Park. Eran sobre las 15 de la tarde y los pies dolían. Ahora tocaba adentrarnos en este maravilloso parque, aunque el planning inicial era echar la tarde completa paseando en el, tuvimos que modificarlo pues el día de la llegada habíamos perdido varios lugares por ver y los teníamos que recuperar de algún modo. Así que entramos por la parte donde esta el mosaico en memoria de John Lenon. Acercándonos podíamos oír la canción “Imagine” que un joven con una guitarra tocaba allí. Multitud de persona rodeaba el mosaico y se sacaban fotos. Seguimos caminando por el sendero hacia abajo y nos encontramos con un precioso lago “ The lake”. Paseamos un rato, nos sentamos bajo un árbol. Descansando un ratito. Mi hijo y mi marido jugando con una ardilla. Al ratito, decidimos continuar. Cogimos el metro desde la 72 St hasta la Grand Central Station. Es exactamente igual que las películas. Cuantas y cuantas se rodaron…. Paseamos por la zona central, donde se encuentra el reloj. Descubrimos una zona con restaurantes y cafetería, y nos topamos con unos policías uniformados que muy amablemente aceptaron hacerse la foto. De ahí salimos hacia afuera porque estábamos cerca del edificio Chrisler (1 min andando), seguimos nuestro paseo y llegamos a New York Public Library, pero por desgracia estaba cerrada. Era ya más de las 6 de la tarde. Como teníamos las entradas para subir ese día al Empire State Building, cogimos el metro y nos dirigimos hacia allí, ya que queríamos llegar con tiempo suficiente para poder ver las vistas de día, y ver anochecer sobre New York. Al llegar entramos por la puerta de los residentes sin darnos cuenta, y un amable conserje nos oriento hasta la cola. Pasamos una serie de controles de seguridad, y el audio guía si te interesa. Llegamos al ascensor y ups….. Como se nota lo rápido que sube. Llegamos a la planta 80 en 45 segundos. Desde alli cogimos el segundo ascensor que nos llevo a la 85. A la bajada fue diferente, nos ofrecieron bajar las 5 plantas por las escaleras, y después coger el asencsor en la 80. Nos hizo mucha ilusion. Al llegar arriba y salir al exterior la terraza estaba abarrotado de gente. No había forma de llegar a la muralla para ver. Tuvimos que guardar colas para poder acercarnos al murete y hacer fotos decentes. Las vistas desde luego son impresionantes. Yo que le tengo pánico a las alturas, disfrute un montón. Esperamos que anocheciera para poder sacar las fotos nocturnas. Aquí tenéis una pequeña muestra. Pasado dos horas y ya felices por haber hecho todas nuestras fotos. Decidimos bajar para cenar ya que el estomago rugía. Nos decidimos por el Shake Shark, había leído varios comentarios en el foro que eran las mejores hamburguesas de New York. Pusimos rumbo a Madison Square Park donde se encuentra unos de los tantos locales que tiene esta franquicia repartida por toda New York. Al llegar sentimos como algunas gotitas caer, pero no le dimos mayor importancia. Pobre de nosotros!!! Pedimos las hamburguesas con patatas. Y nos sentamos en una mesa al aire libre para comernos este delicioso manjar. Estábamos riendo y disfrutando como niños de las hamburguesas. Cuando la lluvia empezó a caer. Primero poquito, pero de buenas a primeras, dijo Dios, ahí va agua!!!Aaaaaahhhhhh!! No habíamos donde resguardarnos, el restaurante era un pequeño kiosco, por lo que nos apretujamos en un techito, por supuesto sin soltar las hamburguesas ni las cervezas de las manos. Pero,… Que pasa?? Nos seguimos mojando??!! Miramos hacia arriba y el “techito” estaba lleno de “boquetitos” como un colador, jajajaa. Esto no servia para nada. Todos los clientes apretujados y mojándonos. Y el agua de no dejaba de caer torrencialmente. Como pudimos, cruzamos la calle ya que habíamos visto en la acera de enfrente unos andamios de obras en uno de los edificios, y nos resguardamos debajo. Estábamos empapados, la comida a medias, y claro cansadísimos de todos el día. Decidimos dar por concluido el día y volver en metro hacia el hotel. Otra anécdota mas para contar….. Etapas 4 a 6, total 17
Como de costumbre el reloj sonó sobre las 7 de la mañana. Ya estábamos dispuesto para un nuevo día en esta fantástica ciudad. Hoy tocaba la Estatua de la Libertad. Desde que empecé a preparar el planning mi marido insistía en que quería subir a la corona de la Estatua, que no se conformaba con verla por fuera. Así que sacamos las entradas online, la visita estaba reservada para las 9,30 de la mañana. Cogimos el metro directo hasta White Hall St..Pronto encontramos Battery Park, canjeamos los tickets que habíamos comprado a través de la web, y nos fuimos directamente a las colas de seguridad antes de embarcar. Los barcos van saliendo cada 15 min aproximadamente. Subimos a la parte superior exterior del barco para poder divisar el skyline mientras nos adentrábamos en las aguas de la desembocadura del río Hudson. Sé que muchas personas prefieren coger el Ferry de Staten Island porque es gratuito y pueden ver la Estatua, pero personalmente creo que se pierde mucho si no se llega a los pies de la Señora. Y ni contar subir la escalera interior hasta la corona. El control de seguridad de acceso a la estatua es muy parecido al de los aeropuertos. Tienes taquillas donde dejar todo bolso, chaquetones, etc... Solo te permiten llevar la cámara de foto y poco más. Esta claro que la Estatua representa un símbolo muy importante para Estados Unidos y después del atentado del 11S, primero se cerro la visita interior, y ahora la permiten pero con muchísimos controles de seguridad. En la parte interior, en el centro de la Estatua se sitúa una antorcha, y en uno de los laterales, un museo con toda su historia. Siguiendo las indicaciones de una guía, nos dirigimos a los pies de la escalera muy estrecha y en forma de caracol. Solo podíamos subir de uno en uno. No lo veo recomendable para personas que tengan algún problema de movilidad, para niños muy pequeños o personas con claustrofobia. Subes, y subes, sin ver el final y la verdad es que cansa. 354 escalones en total. La vista a través de la corona no es que sea espectacular, de hecho apenas se ve por los ventanales. Más bien es la sensación de encontrarse dentro de la corona en si. Después de 5 min. escasos arriba, donde un vigilante se ofrece a echar una foto de familia, emprendimos la bajada. Ayy ¡!! Como duelen las piernas.!! Dimos un paseo por el museo donde vimos una replica de la cara, historia de cómo la trajeron desde Francia, e información varia relacionada. Al salir, en la parte exterior se encuentra una tienda de souvenir, una pequeña tienda donde comprar algunos refrigerios, y un parque con un montón de animales. Descansamos un rato, y repusimos fuerzas para continuar. Volvimos a coger el barco para dirigirnos a Isla Ellis, donde los emigrantes desembarcaban antes de entrar en Estados Unidos y pasaban los controles médicos y de registros. Este lugar contiene un museo, y un par de salas mostrando fotos y documentos de los emigrantes. Personalmente, no quisimos perder mucho tiempo, dimos una vuelta por el edificio y volvimos a coger el barco para regresar a la isla de Manhatan, las manecillas del reloj seguían avanzando y había mucho que ver aun. Al desembarcar nos topamos de frente con la Esfera del 11S, continuamos dirección al Distrito Financiero buscando el Charging Bull. Famoso toro plantado en Broadway, donde según dicen traen buena suerte tocarles las partes nobles. Así que todos a probar suerte!! Jijiji. Fotito de rigor. El hambre se hacia sentir, y un poco mas hacia delante nos encontramos un restaurante Friday. Entramos y almorzamos varios entrantes para compartir. Continuando con nuestro planning ahora tocaba la iglesia de la Trinidad, con su cementerio adjunto. Remanso de paz y tranquilidad en el ajetreo de esta ciudad. En frente paseamos por Wall Street, Federal Hall con la estatua de George Washington, lugar de la investidura del primer presidente de Estados Unidos. La Bolsa de New York, donde se mueve el mayor mercado de valores del mundo en volumen monetario. Tienda Tiffany´s, aunque no me atreví ni a entrar. Desde allí nos dirigimos hacia la zona 0. Era fácil orientarse porque de lejos se ve el one World Trade Center o la torre de la libertad construida en memoria a los atentados del 11S. Después de sopesar, decidimos no subir a la torre. El precio era de 32 dólares cada uno y nuestra dosis de rascacielos ya estaba cubierta por la visita del día anterior al Empire State. En los cimientos de las torres gemelas, se encuentra dos piscinas, en las que se erigieron paneles de bronce donde se grabaron los nombres de las víctimas que fallecieron en los atentados contra el Word Trade Center en 1993 y 2001, así como los muertos durante el ataque al Pentágono en Virginia y en el avión que se estrelló en Pensilvania. Es muy impresionante y da mucho sentimiento. A pocos metros nos encontramos con el Museo del 11 S. Eran sobre las 5 de la tarde, y no recuerdo una cola excesivamente larga. Creo que en 20 min estábamos dentro. El precio de la entrada era 24 dólares por adultos. En la fachada de la torre norte del World Trade Center, a 21 metros bajo tierra se encuentra el museo del 11S. A un lado de la rampa de entrada, están las escaleras de acceso desde la antigua plaza elevada a la calle por donde escaparon centenares de supervivientes. He de decir que personalmente, no me gusto el museo. Sé que es un recuerdo y un legado histórico, pero es que lo veo muy macabro. El sentimiento es de angustia totalmente. Describe muy bien paso a paso todo lo ocurrido. Y ves muchos objetos de las victimas que fallecieron. Para mi hijo que tiene 12 años y solo sabe por lo que le contamos, le resulto muy interesante, porque es parte de la historia. Pero realmente, es espeluznante. Recuerdo que al cabo de una hora, mi amiga se sentó en un banco y me dice: ya no puedo mas, esto es demasiado triste, vamonos…. Y sinceramente es exactamente como me sentía yo también. Salimos de allí, cabizbajo, y bastante apagados. Nos dirigimos Century 21, un centro comercial, a ver si nos cambiaba las ideas y nos animábamos un poco. Se encuentra justo delante del Museo. Es un centro comercial bastante grande, con varias plantas en la que puedes encontrar casi de todo. Según comentaban en algunos foros y diarios, había buenos precios. Nuestra idea del viaje, no era precisamente de pasar horas en tiendas. Pero si que queríamos llevarnos algunas cosillas de recuerdos. Mi hijo loco con las gorras. Y yo también me lleve mi gorra de los Yankees. Encontramos algunas gangas de ropa de Tommy Hilfiger y gafas de sol de marcas a muy buenos precios. Cuando salimos de allí ya era de noche. Así que más contentos y animados nos dirigimos hacia la estación de metros Cortland St. y nos bajarmos en la 49 St direccion a Ellens Stardust Diner. Este es un restaurante muy animado, donde los camareros aparte de servirte la comida y atenderte, cantan y bailan alrededor de las mesas. Son verdaderos artistas de Broadway. Es un espectáculo en si. La comida normal, con precios normales para Nueva York. Pero por el ambiente vale la pena. Agotados de otro interminable día de caminata, volvimos al hotel no sin antes recordar que el siguiente día era el último en esta maravillosa ciudad. Etapas 4 a 6, total 17
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