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Viaje de 15 días por La Habana, Viñales, Cienfuegos, Trinidad, Cayo Santa María,... En octubre!Autor: Fly55 Fecha creación: ⭐ Puntos: 4.9 (15 Votos) Índice del Diario: Descubriendo América
01: Preparativos
02: Viajando a Madrid y llegada a La Habana
03: La Habana Vieja
04: Vedado
05: Viñales
06: Cayo Jutías
07: Cienfuegos
08: Trinidad
09: Playa Ancón
10: Trinidad
11: Cayo Santa María
12: La Habana
13: Conclusiones y presupuesto
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Etapas 10 a 12, total 13
Por desgracia, de descansar, nada de nada… Al par de horas de estar acostada me desperté vomitando, con diarreas y mareada, y la cosa no mejoró, fue a peor hasta que llegó la mañana. En la que estaba que no me tenía en pie y el yerno de Ruth, que fue quien nos llevó el día anterior a la playa, nos llevó al hospital. Allí me atendieron rápidamente y muy bien. Tras verme la doctora, me puso un par de bolsas de suero, con lo que me repuse bastante. El problema fue a la hora de contactar con el seguro que llevábamos, tuvimos que llamar a un número, para ello mi marido fue a comprar una tarjeta de Etecsa, localizarlos, ellos debían llamar a la Habana para autorizar ese cargo y desde la Habana llamar al hospital para certificar que estaba pagado. En las dos horas y pico que estuve allí no consiguieron contactar. Mi marido fue de nuevo a llamar a ver que pasaba y nos decían que no conseguían contactar con la Habana…. Al final nos fuimos, esperando que a lo largo de lo que quedaba de día se resolviera, en el hospital para asegurarse se quedaron un pasaporte. Una vez que terminamos la medico llamó al chico que nos había traido, que había dejado allí su teléfono y nos vino a buscar. Además no consintió cobrarnos nada, se portaron muy bien con nosotros. Era casi medio día y debíamos cambiarnos de casa, ya que a nuestra llegada, Ruth nos informó de que le habían pedido las dos habitaciones una familia para el último día que nosotros estábamos, y que para no perderlas se las había alquilado, siempre que nos pareciera bien que nos cambiaran a otra casa de unos vecinos el último día. Y qué le vas a decir... Pues nada, que lógicamente entiendes que se busquen la vida como puedan, ya que ellos alquilen o no las habitaciones tienen que pagar al estado 150 CUC al mes por habitación. Nos aseguró que la casa estaba muy bonita y que nos mantendrían el mismo precio y condiciones. Así que le dijimos que sí, que siempre que fuese así, estaba bien. Así que por suerte esa familia no entraba temprano y al volver del hospital recogimos y nos acompañaron a esa casa, que estaba literalmente a la vuelta de la esquina. Era la casa de Fefita y Jesús y la verdad es que no podía ser más bonita. La habitación era enorme, no faltaba detalle y muy limpia. También se portaron muy bien con nosotros, ya que en la situación que yo estaba, algo mejor pero aún muy débil, estuvieron muy pendientes de ayudarnos en todo lo que necesitamos. Nos cocieron un poco de arroz blanco y algo más para mi marido en su bonito patio y para cenar también. Mientras el pobre mío, iba de un lado para otro, intentado solucionar lo del seguro, yendo a por los billetes para el día siguiente que iríamos al cayo, yo dormí casi toda la tarde. Con el tema del seguro, no pudo hacer nada, finalmente tuvo que pagarlo y ya en España lo arreglaríamos para reclamarlo. Por suerte no fue demasiado tampoco, 112 CUC. Los billetes los compró el Viazul, para el día siguiente a las 07:30, que era el único que salía. Costaron 20 CUC cada uno. Así que nuestro día de Topes de Collantes no pudo ser! Por suerte, vamos a ser positivos, solo perdimos un día, ya que al día siguiente entre lo que descansé y poquito que fui comiendo, estaba mucho mejor. Etapas 10 a 12, total 13
Aún así Jesús, el dueño de la casa quiso llevarnos a la estación, aunque estábamos cerquita. Les agradecimos enormemente el trato recibido y nos despedimos de él, de su mujer y de su suegra, todos maravillosos. El viaje en autobús transcurrió sin ningún problema. Largo, pero bien… Tenía temor de volver a ponerme mal y no poder disfrutar nuestros últimos días con el todo incluido además, pero no. Sobre las 13:30 o así estábamos haciendo el check-in. Al ser temporada baja nos dejaron entrar antes a las habitaciones, ya que había disponibles. El autobús va preguntando los hoteles y así para sólo en los que alguien vaya a bajarse, en lugar de todos. El nuestro era el Sol Playa Cayo Santa María, muy original el nombre, que habíamos reservado desde España, aprovechando una oferta que hizo Logitravel de hoteles de costa y nos salió por unos 375 los dos 4 noches en todo incluido. Nos pusieron la pulserita y tras dejar las maletas fuimos directos a comer! Aunque yo debía tener cautela por la barriga y eso, creo que se me pasó todo al ver tanto comida, jejeje. Comí normal, y por suerte ni este día ni los siguientes tuve ningún inconveniente. *** Imagen borrada de Tinypic *** *** Imagen borrada de Tinypic *** Este hotel no está mal, pero tienes bastantes deficiencias. Por ejemplo la comida es bastante variada, pero lo que ya sale hecho, no está muy allá, en cambio lo que ves que te hacen en el momento: carnes, pescados, también puedes elegir pasta a tu gusto, pizzas, arroz frito con lo que quieras,… todo esto está mucho más bueno. El primer día pecamos de ingenuos, pero los siguientes ya lo sabíamos e íbamos directos. Hay muchas piscinas por el complejo, con lo que siempre encontrarás alguna tranquila, o alguna animada, si es lo que buscas. Hay bar húmedo, otros que están abiertos 24 horas, en fín, para hartarse. Otra pega es la poca profesionalidad de los trabajadores en general, quitando alguno. Limpiadores gritando desde bien temprano, hablando a voces, te despertaban, no estaban atentos de servirte o atenderte porque estaban de charla, la limpieza era muy justita, misteriosamente se olvidaban de reponer el minibar … cosas que en un 5 estrellas en España, ni en un 4 seguramente verías. Pero bueno, todo esto se olvida, cuando estás bajo el sol en la maravillosa playa que tiene, que gozada,… *** Imagen borrada de Tinypic *** El primer día el tiempo no nos acompañó, de hecho creo que fue el único día que llovió sin parar horas y horas. Aún así, estuvimos bañándonos en las piscinas y disfrutando, nada nos lo iba a arruinar. *** Imagen borrada de Tinypic *** *** Imagen borrada de Tinypic *** *** Imagen borrada de Tinypic *** *** Imagen borrada de Tinypic *** Por las noches tienen un show, cada día de la semana uno diferente. Fuimos las 4 noches que estuvimos y nos gustaron mucho, los chic@s son unos artistazos! *** Imagen borrada de Tinypic *** *** Imagen borrada de Tinypic *** Los 3 días siguientes más de lo mismo: playa, piscina, coctails, comer a todas horas, jejejej. El tiempo nos dio tregua y pudimos disfrutar, aunque casi cada día había ratos de tormentas, como ya estábamos acostumbrados, simplemente aprovechábamos ese tiempo para ir a los ordenadores a conectarnos y hablar con la familia, tomar un café en la cafetería, mientras jugábamos a las cartas y demás. Por cierto ni en el todo incluido hay Wifi gratis! El último día, tras hacer el check-out, no te quitan la pulsera, así que puedes dejar tu maleta en el guardamaletas y seguir por el hotel, haciendo lo que te de la gana, además de irte comido, ya que el autobús a la Habana sale a las 14:00. Los tickets los compramos en el hotel, costaban 25 CUC. Además el autobús para en Santa Clara junto al mausoleo del Che para que puedas tomar unas fotos. Luego alguna parada más para ir al baño o comer algo, ya que el viaje es largo y hay varias zonas para bajarte. Nosotros elegimos bajar en Centro Habana, en el hotel Iberostar. Desde allí fuimos andando hasta la casa en la que pasaríamos nuestra último noche en la isla, casa Adiel y Deisy. El precio eran 25 CUC por noche, y había opción de salir más tarde con un suplemento, como al día siguiente nuestro vuelo salía a las 23:00 h, y no recibía a más huéspedes, por lo que no necesitaban la habitación libre, nos dejaron quedarnos hasta la hora que nos fuésemos al mismo aeropuerto. La casa no queda muy lejos caminando y está muy bien, los dueños como la mayoría encantadores. Llegamos cansados y tras una charla con Adiel, el hijo de la dueña de la casa, y una ducha, nos fuimos a dormir. Etapas 10 a 12, total 13
A la mañana siguiente desayunamos en la casa, todo correcto y muy bueno. También le pedimos un par de botellas de agua grandes, una para el día y otra que dejamos enfriándose en la habitación y nos fuimos después de hablar un rato con esta familia a comprar regalitos. Nos trajimos gorras, maracas, un abanico para mi suegra, parajitos de madera que se cuelgan del techo, una tortuguita de juguete para nuestra sobrina, café para los papis, compañeros, otro instrumento musical y unas maracas más profesionales para mi marido, cerveza para mi hermano, ron para mí y mi cuñada, un poco de todo vaya! Total 45 CUC. Fuimos hasta el mercado de la artesanía, que está caminando como a 15 minutos o 20 de Habana Vieja, allí había de todo absolutamente! Ya que me encapriché de los pajarillos en Viñales y como siempre dejamos las compras para el último día, en la Habana no los encontrábamos… A la hora de comer después de horas dando vueltas y comprando, volvimos al restaurante del primer día, ya que estábamos cerca y nos gustó bastante. Esta vez probamos otros platos y también todo muy bueno, nada caro. Tras esto fuimos a descargar a la casa, íbamos como podréis imaginar cargados, nos dolían los hombros de la mochila, de tantas cosas como habíamos comprado, jejeje. Allí organizamos todo para a la vuelta ducharnos y coger las maletas y nos volvimos a ir a patear por última vez, al menos en este viaje, las calles de La Habana. Lo bueno de ir andando a todos sitios, es que acabas conociendo lugares que no buscabas y sabiéndote mover como pez en el agua. Antes de volver nos paramos a comer unas pizzas en un restaurante cubano, que vimos que estaba lleno de gente, buena señal y a precios de risa. Pedimos 2 pizzas a 50 MN cada una, pensando que eran como esas de la calle pequeñitas, que habíamos comido en otros sitios, pero nada que ver, eran grandes! También pedimos un batido de plátano, que vicio! Mmmm! Nos comimos una sola pizza y la otra nos la pedimos para llevar y antes de llegar a la casa se la ofrecimos a una señora que iba con un niño y que muy sonriente nos dijo que sí, que la quería. Así gastamos nuestros últimos MN, con sólo 10 euros, nos dio para todo el viaje. Aparte de guardarnos algunos para nuestra colección. Volvimos a la casa y estuvimos hablando con Deisy y con Adiel. Pasamos un rato muy agradable conversando con ellos, mientras llegaba el taxi que habíamos contratado con ellos, que era un amigo de la familia, por 20 CUC hasta el aeropuerto. El coche era otra auténtica reliquia, tanto que no arrancaba, jajaja, pero como nos decían los cubanos que nos llevaban, aquí te haces mecánico a la fuerza. Así que el chico lo pudo arreglar y unas tres horas antes de la salida del vuelo, estábamos allí. Nos recomendaron estar tres horas antes los dueños de la casa, ya que aquí ya se sabe, todo va lento, lentoooo. La conversación el “taxista” fue una de las que más nos marcó. Es increíble cuando estás a solas con ellos y saben que pueden hablar sin tapujos, como se abren. Este hombre, ni si quiera tiene licencia de taxi, lo hace para intentar sacarse algo, ya que con su sueldo no les da ni casi para lo básico. Así que nos cuenta que ha pedido una excedencia y que así, dando algunos viajes gana incluso más que trabajando para el estado. Nos pide que le paguemos antes de llegar, para que no pueda tener ningún problema y así lo hacemos, nos vamos con el corazón encogido. El aeropuerto ahora nos parece más pequeño y más sucio que a nuestra llegada, quizás sería el cansancio o el no fijarnos tanto, pero no hay mucho donde perderse, vaya. A pesar de llegar tres horas antes hay una gran cola para Iberia y nos toca esperar otra hora y pico fácil… Nosotros sí que tenemos que pagar el impuesto a la salida, ya que compramos los billetes en enero y por entonces aún no estaban incluidos en el precio del billete. Nos vamos a esperar a la puerta de embarque, muertos de andar todo el día sin parar y deseando llegar a casa, ya que el viaje de vuelta es lo peor de los viajes, jejejej. El avión sale puntual, pero esta vez ni pantallas individuales, ni nada, de nada… Como es de noche, casi que da igual, te apagan las luces y a dormir. O al menos eso hubiésemos querido nosotros, ya que el vuelo fue horrible, no pararon las turbulencias que te despertaban de un sobresalto, la comida igual de mala que a la vuelta y a pesar de tomar varias biodraminas muy mareada con tanto vaivén. A la vuelta fuimos a por las maletas, cogimos el cercanías hasta Chamartín y de ahí el tren de vuelta a casa. Casi 24 horas después estábamos al fin en casita!!!! Etapas 10 a 12, total 13
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