DOLOMITAS 2015 y algo de Austria, Suiza... ✏️ Blogs de Italia

[size=24pt]DÍA 22 JULIO (Hallstatt - Gosausee - Camping en Abtenau)[/size]


A primera hora dejamos el camping y en la carretera camino a Hallstatt, a escasos metros encontramos un parque con zona de baño (duchas inclusive), en el que paramos a disfrutar de unas vistas formidables del lago Hallstätter See (see significa lago), con el pueblo al fondo. Era muy pronto para darse un chapuzón, así que nos dirigimos a nuestro objetivo.








Hallstat apenas tiene aparcamiento y menos aún para nosotros por la altura de nuestra furgoneta con cofre en la baca. Afortunadamente encontramos un hueco en uno de los túneles que dan acceso al pueblo.


El pueblo posee unos antiguos muelles-embarcadero a orillas del lago.




Nos dimos un paseo por el pueblo, recorriendo las callejuelas. Tiene una bonita plaza junto a la iglesia. Durante la visita coincidimos con una pareja joven de Valencia con un niño pequeño. Hallstat nos pareció coqueto y sin aspecto de los típicos pueblos turísticos (plagados de tiendas de souvenirs). A orillas del lago tiene un parque precioso, también con su zona de baño y los cisnes merodeando por todas partes.


Casi al final del pueblo vimos la oportunidad de alquilar una motoras eléctricas para dar un paseo por el lago, así que nos decidimos por disfrutar de una durante una hora (16€), lo que hizo las delicias de los niños y, no tanto de la madre, ya que pese a tener toldo y ser las 11 de la mañana solamente, tuvo que soportar en bastantes ocasiones la dureza del Sol (de hecho alzanzamos los 41 grados ese día, luego nos enteraríamos que había una ola de calor en toda Europa).








Si bien el primer contacto con Hallstatt el día anterior me había decepcionado algo, hoy pudimos disfrutar mejor del entorno del pueblo y el lago.


Aunque nos gustó la visita, la dimos por concluida y decidimos ir a comer a los cercanos Gosausee (son 3 lagos). Al llegar vimos que no había ningún sitio a la sombra para poder poner la furgo y hacer la comida; una vez más nos sacaría de apuros el toldo. No nos atrevimos a salir de su sombra hasta las seis y media de la tarde, que parecía que cedía un poco el calor. Dimos un paseo agradable a la sombra del bosque que bordea el lago más grande (Vorderer Gosausee, o lago Gosau frontal) y nos acercamos al más pequeño intermedio, pero se nos echaba la tarde encima y prescindimos de visitar el tercero (Hinterer Gosausee o lago trasero).












Para variar, mi hija quería bañarse en él, y así lo hizo. La sorpresa fue cuando nos dijo que el agua estaba calentísima, me acerqué para comprobarlo y me quede sorprendido: yo que soy de termas me animé a bañarme (pese a que no llevabamos ropa de baño), disfrutamos como enanos del baño en la tranquilidad del lago (ya que nos habíamos quedado solos) a una temperatura de unos 37º que aún no he logrado saber a que se debía, si al fuerte sol del día, a alguna surgencia geotérmica o ambas cosas a la vez.





Como se hacía de noche decidimos acecarnos al camping más cercano camino de Salsburgo. (Queríamos cambiar un poco y compaginar la visita con alguna ciudad austriaca y Viena la había desechado mi mujer por las malas referencias que tenía). Nada mas llegar al camping Oberwoetzlhof, un excelente camping de la familia Reiter (totalmente recomendable), empezó a descargar un tormenta bastante grande. Veníamos observando al poco de salir de los Gosausee un enorme y negro cumulonimbo y las cortinas de lluvia de los chubascos que de él emanaban y no tuvimos la suerte de esquivarlo. La tormenta era tan violenta que no fuimos a los servicios que teníamos al lado hasta que cesó, bastante tiempo después. Una vez llegada la calma alucinamos cuando entramos a los servicios, los mejores de todo el viaje, auténtico lujo.


A continuación tocaba ya descansar.

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[size=24pt]DÍA 23 JULIO (Camping en Abtenau - Salsburgo - Inssbruck - Camping en Imst)[/size]



Por la mañana, de nuevo nos econtrabamos con un bonito día. Nos daba rabia no haber podido aprovechar más ese tranquilo y absolutamente recomendable camping.


Aunque teníamos a tiro el lago del rey (Konigsee), llevabamos ya bastantes lagos y teníamos ganas de urbe, continuamos camino de Salsburgo como habíamos pensado el día anterior. Las carreteras austríacas formidables, y no había mucho tráfico, así que nos plantamos en la ciudad sin darnos cuenta.


Estuvimos toda la mañana recorriendo tranquilamente sus calles, también con un Sol de justicia. La valoración que hicimos al final es que está bien, pero a ninguno nos entusiasmó (hemos disfrutado de ciudades europeas con mucho más encanto).















Después de comer decidimos probar suerte con Inssbruck. En la carretera hacia Inssbruck se deja ver una parte del gran Chiemsee. Inssbruck cuenta con un estilo diferente pero tampoco llegó a emocionarnos. En una de sus plazas disfrutamos de unas piezas musicales a cargo de una banda de música.











Decidimos prescindir ya de ver las cataratas Krimml que nos cogían a desmano, porque queríamos visitar Suiza. De momento nos está aguantando el parabrisas aunque aumenta la longitud de las fisuras. Pasamos la noche en el camping Imst-west (Imst). Otro camping con las mismas características del anterior, muy bien cuidado, muy tranquilo y con unas duchas y servicios maravillosos.

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[size=24pt]DÍA 24 JULIO (Camping en Imst - Grindenwald - Camping en Ritzingen)[/size]


Por la mañana, los niños después de desayunar aprovecharon para jugar al tenis de mesa hasta que tuvimos todo preparado para continuar con la ruta. Esta vez queríamos llegar a Grindenwald y ver el Eiger. Para ello tenemos que sufrir el sablazo de la viñeta suiza (38,50€).



Paramos a comer en un área de servicio de la autopista con unas inmejorables vistas sobre el lago Walensee.



Después seguimos directos hacia Grindenwald, si parar ni en Lucerna ni en Interlaken. Una vez en Grindenwald nos llevamos una gran desilusión, el pueblo nos pareció horriblemente turístico y sin ningún encanto. A todo esto hacía malo, aunque acababa de dejar de llover solo se veía la mitad del Eiger, la otra mitad estaba cubierto por nubes.







Como parecía que esa zona era la que estaba más cerrada pusimos pies en polvorosa para alejarnos de ella a ver si había suerte. Cambio de planes. Intentaríamos ver si mañana el tiempo nos permitía visitar el glaciar Aletsch, el más grande de los Alpes. Para ello le indicamos las coordenadas de Fiesch a nuestro navegador, el cual nos hace bordear el macizo a través del curioso Grimselpass (2165m) lleno de rocas de granito de color verdoso. La carretera, abierta en el año 1894, tiene una longitud de 33 kilómetros con un desnivel del 10%. Hay un hotel en la cumbre del paso. En este puerto se llevan a cabo diversos experimentos subterráneos en el marco del Grimsel Test Site. El proyecto científico estudia el almacenamiento de los residuos radioactivos.



Se nos hace de noche y nos paramos a pernoctar en el camping Brigga de Ritzingen, a orillas de Le Rhone, que deja un poco que desear. Pasamos de nuevo la noche con lluvia. A ver si mañana podemos subir al Aletsch.

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