Marruecos familiar 4x4 Norte-Sur ✏️ Blogs de Marruecos

Quizá lo mas esperado del viaje: Las dunas…

Despues de desayunar, prontito eso si, nos pusimos rumbo a M’hamid, por algo de pista y carretera.

El paisaje se vueve poco a poco desertico.

Una vez en M’hamid comenzamos a cruzarnos con algunas carabanas de 4x4 y vemos a los primeros turistas, por que hasta el momento había sido como estar nosotros solos en Marruecos.

Una vez en M’hamid ponemos rumbo por pista a Erg Chegaga. Una gran extensión de dunas no muy altas, pero no por eso menos bellas.

En poco rato alcanzamos el campamento de Kahaimas en el que íbamos a dormir. De autentico lujo la verdad. Kahaimas con muros cerrados, camas equipadas, luz, y fuera incluso unos baños, pero el campamento no pierde en absoluto la estética de los campamentos de los touaregs nomadas.

Después de nuestro habitual Pic-nic nos pusimos rumbo a surfear las dunas.

Una de las experiencias mas divertidas y asimismo peligrosas que hay, así que hay que hacerlas con cabeza. Siempre debe abrir gente con experiencia, mas que nada por que si no te pasas todo el rato sacando coches de la arena.

Bueno con las indicaciones adecuadas fuimos poco a poco cogiendo experiencia y confianza y haciendo dunas cada vez mas altas, peraltes e incluso sacando el coche si se te atrapa a base de reductora sin que te tengan que rescatar. Aquí nos fue guiando uno de los expedicionarios, Mariano, que lleva muchos años viniendo al desierto, y la verdad lo hizo genial.

La tarde se paso en un santiamén y además venía tormenta de arena así que regresamos al campamento para cenar. Una pena la tormenta de viento que nos impidió cenar a la luz de las estrellas y tuvimos que hacerlo en la Kahaima restaurante.

Cena marroquí típica 100%. Una vez terminada el viento comenzto a amainar y nos permitió hacer una hoguera, cantar, tomarnos unas copitas y hacer también unas fotos a las estrellas. Fue una noche divertida y bonita.

---

Nos levantamos por la mañana con viento y lluvia, segunda vez que nos llueve en el desierto. Es una de las experiencias mas raras que hay.

Nos preparamos y salimos dirección al Lago Iriki, pero por las dunas, claro está. Aquí nos fue guiando Jaime de Terranatur. El tío tiene una habilidad clara para este tema y pese a lo complejo que estaba con la arena mojada por la lluvia, nos lo pasamos genial.

La mañana trascurrio duna va duna viene, hasta que ya salimos al rio de arena que lleva dirección al lago Iriki. Aquí nos encontramos con unos alemanes que venían desde el lago Iriki con una furgoneta 4x2, estaban embarrancados en la arena, les ayudamos a dar la vuelta. Impracticable entrar al desierto sin el vehículo adecuado.

El lago Iriki es una basta extensión de lago seco plagado de piedrecitas y fosiles. Aquí hicimos una parada para que los mas pequeños disfrutaran del entorno y después les dejamos a conducir. En mi caso como Ines es pequeña ella llevaba el volante y yo todo lo demás. Fue super divertido, se lo paso en grande, decía que iba a trabajar como papa y mama por la mañana y hablaba por la emisora con el resto de expedicionarios junior.

Una vez en Foum-Zguid tomamos la carretera hacia el norte dirección El Mhamid y un poquito mas arriba tomamos la pista a la izquierda dirección Tlite. Esta pista rozando la trialera en algunos puntos, fue la pista mas bonita de todo el viaje, encajonada en unos puntos, descogada en el abismo en otros, rozando las palmeras y las casas de algunos pueblos a su paso, en otros sitios cruzando riachuelos. Lo tenía todo.

Al final salimos a la carretera de Tazenakht, donde ya pusimos rumbo a Ouarzazate, que será el lugar en el que dormiremos esa noche.

El hotel era el Hotel Kenzi Azghor.

El mas flojo del viaje. Llegamos tarde ya que disfrutamos al máximo de la ruta del día de mas de 400km por pista. Cuando llegamos el buffet estaba a punto de cerrar así que prácticamente no cenamos. Pero bueno lo importante es que pudimos ducharnos para quitarnos los muchos kilos de arena que llevábamos encima y descansar.

---

Convencimos unos pocos a Jaime pasa salir prontito y así poder estar lo antes posible en Marrakech y disfrutar también del día sin prisas. Así hicimos. Ventajas de ir con Terranatur ☺.

Salimos prontito rumbo a Ait Ben Hadou, que se sitúa en la carretera de Ouarzazate a Marrakech, escenario de multiples películas como Gladiator o Lawrence de Arabia.

No fuimos por la carretera lo hicimos por pista cogiendo una que hay justo nada mas pasar los estudios de cine a la derecha. Hicimos este ultimo tramo de pista del viaje, lo que nos permitió llegar a Ait Ben Hadou justo a su base y poder hacer allí una buena foto de la expedición.

Visitamos el Ksar, hicimos algunas compritas, y vuelta al coche. Si vais aquí es muy bonito subir a la parte mas alta del Ksar, se hace en 20 minutos y las fotos del palmeral son geniales.

Una vez visitado pusimos rumbo a Marrakech por la carretera antigua del puerto de Tizi n’Tichka. Lo hicimos por la carretera vieja que sale de Ait Ben Hadou a su derecha y no por la nueva por es mucho mas bonita y divertida. Fue todo un acierto. Es una carre-pista, mas pista que carretera, superdivertida, dirección Telouet. Os recomiendo ir por aquí.

Una vez alcanzado el puerto, justo al comenzar a bajar encuentras la población de Taddert donde paramos a comer en uno de sus restaurantes de pinchitos.

La cosa es como sigue: El restaurante, tiene 2 puestos de carne con las terneras colgando a la entrada. Pides los kg de pinchitos o kefta que quieras, cortan la carne en el puesto de carne y la hacen en la barbacoa que tienen al lado. Mas fresco imposible ☺

Una vez repuestas las fuerzas procedimos a continuar camino a nuestro destino final Marrakech y en concreto al Hotel Kenzi Farah.

Imponente gran hotel de Marrakech, en bastante buen estado, muy europeo. Aquí teníamos buffet, igual que el día anterior, pero fuimos todos hablando por las emisoras que ya que teníamos solo unas horas para ir a Marrakech, podíamos cenar en la plaza de Jemaa el-Fnaa. La famosa plaza donde comienza el zoco y que es una barbacoa gigante por las noches.

Bueno desde la ultima vez que habíamos estado nosotros hasta ahora, han regulado bastante el tema de los puestos, ya son puestos fijos, y de alguna forma el humo que desprenden ahora no es ni una 10% parte del que había antes.

En cualquier caso toda una experiencia.

Nosotros entregamos el coche en el hotel a Hicham de Trocaderocar y a partir de ahí regresaríamos a Madrid en uno de los coches de la organización, tal y como fuimos a Kenitra. La verdad un acierto hacerlo así, ya que ahorramos 2 días de alquiler de coche, meternos un montón de km por carretera y pudimos ir descansando.

Cogimos taxi a la plaza donde quedamos con nuestros compañeros de expedición y dimos juntos una vuelta por la medina para comprar cositas y practicar un poco el arte del regateo y acabamos cenando todos juntos en la medina, gracias a que todos llevábamos walkie y nos pudimos encontrar.

Una vez finalizada la cena, los niños se nos fueron durmiendo así que cogimos taxi de vuelta al hotel.

---