INDONESIA. Selva, volcanes y buceo. ✏️ Blogs of Indonesia

Hoy ha sido un día un poco bajón. Pero es inevitable para poder llegar de Medan al volcán Bromo en Java. Hoy me tocaba volar a Surabaya, la segunda ciudad más grande de indonesia tras Yakarta. Entre retrasos e historias he llegado a Surabaya a las 15. La ciudad es horrorosa, la envuelve una nube de contaminación increíble que ya se nota al salir del aeropuerto.

Mi objetivo en Java es visitar el volcán de Bromo, activo hasta hace dos semanas, y el de Kawa Ijen con su mina de azufre. Se supone que en transporte público se puede llegar de forma barata pero paso del sin vivir de buscar autobuses, taxis y que me vayan viendo como un billete de 100 euros andante, si viajará durante seis meses tira que va, pero para poco más de tres semanas el tiempo es oro. Antes de venir contraté un coche con chofer que, por 200 euros, me hace todo el recorrido por los volcanes dejándome el día 29 en mi hotel de Bali donde bucearé. Para los precios de aquí es caro pero con las buenas críticas de TripAdvisor y buscando ahorrar tiempo y comodidad, por 3 días me parece razonable. La empresa es http://www.bromoijentrans.com Ninguna queja, totalmente recomendables, fiables y con una comunicación súper fluida.

En el aeropuerto me estaba esperando Nico, el chofer. No habla mucho ingles pero como yo tampoco es genial. Del aeropuerto al parque del Bromo han sido 3 horas y media. Las carreteras están mejor que en Sumatra y todo se ve algo más desarrollado. El paisaje alterna campos de palma, con campos de arroz y miseria. La conducción es surrealista. Ha habido un punto en el que un autobús estaba atascado bajo un puente porque como iba hasta arriba de gente en el techo no podía pasar y se tenían que bajar los del techo para volver a subir. Carros hechos a mano, miles de motos, caballos... Un sin dios.

Ya en Bromo al llegar era de noche. El hotel, "Bromo Permai" está bastante mejor de lo que me esperaba y se ve limpio, con ducha caliente y todo. Aquí hace frio y no hay mosquitos, estamos a 2200 metros de altura y ahora mismo hacen 9 grados, la gloria. Doy una vuelta y ceno sopa de verduras.
Me voy a la cama con los loonis porque mañana uno de los puntos fuertes es ver amanecer desde lo alto y para eso me tengo que despertar a las 3:30 de la madrugada.

Sigo siendo el único occidental que veo. Aquí hay turistas pero de momento son asiáticos.

---

A las 3 estaba sonando la alarma. Aunque tampoco he dormido una barbaridad me he levantado descansado. He recogido las cosas y he dejado la mitad de la mochila en la habitación porque después de la ruta volvería para pegarme una ducha.

A las 3:45 estaba andando. Para el pueblo es hora punta porque saben que los turistas van a ver el amanecer desde el monte Pananjakan. Es un constante ofrecimiento de moto y de jeep. En un kilómetro habré dicho "tidak, terima kasih" (no gracias) 50 veces. Al menos no son extremadamente pesados, el más desesperado me intenta engañar diciendo que hasta el mirador hay 10 kilómetros. En mi GPS pone 3,5 así que andando.

Aquí os dejo la ruta exacta que hice: GPS TRACK

Al haber luna llena el cielo no se veía tan estrellado cómo me gustaría pero aún así, gracias a la aplicación de Stellarium, he podido ver algunas de las constelaciones del hemisferio sur, junto con alpha centauri que prácticamente no se ve desde el hemisferio norte y es de las que más brilla esta noche. Entre jeeps y algún caballo llego en una hora al mirador. No hay mucha gente y cojo un sitio ideal en una piedra con toda la visión libre de árboles. A los pocos minutos comienza a aumentar paulatinamente la luz dando paso al espectáculo de la caldera. La imagen desde el mirador es realmente bonita. Se ve toda la caldera de Teggen con los tres volcanes más destacados: el Batok, el Bromo y al fondo el Semeru. Tanto el Bromo como el Semeru están activos expulsando gases y ceniza. El Semeru de vez en cuando expulsa un penacho y el Bromo lo hace de forma constante con picos más fuertes, creando una alta columna de humo que hace que la caldera se llene de humo según lo desplaza el viento.


Supongo que no será época alta de turismo porque no somos muchos los que estamos en el mirador y, nuevamente, no hay ningún occidental. También es debido a que el mirador en el que estoy yo solo se llega andando o en caballo. Mientras que la gente que lo hace en jeep o moto va a uno algo más arriba.
Cuando el sol está ya iluminando la caldera la mayoría de la gente se va. He apurado un poco más haciendo un timelapse y a las 6:30 he comenzado el descenso. El descenso me permite ver lo que no vi a la ida. Campos de arroz con casitas rurales, las mujeres y niños empezando el día. A los dos kilómetros cojo un desvío que recomendaban en wikiloc.

El desvío es recorre una zona prácticamente ajena al turista. Baja a la caldera serpenteando entre árboles para, en poco tiempo, pisar la planicie de la caldera. Esta planicie está considerada como la única zona desértica de Indonesia. El suelo está formado por la ceniza que ha ido desprendiendo el Bromo. Los laterales de la caldera tienen vegetación en forma de matorral alto. Voy totalmente solo, el paisaje es precioso e invita a parar cada dos por tres. De la nada veo que me sigue una señora indonesia mayor, cargada con su cestita. Me sonríe y sigue andando, los matorrales de alrededor son de altos como ella y la escena de la señora moviéndose entre ellos es muy auténtica. La voy siguiendo hasta que los matorrales dan paso a un área sembrada. La mujer me sonríe, me dice adiós y se pone a segar hiervas. Tras un rato viéndola y tomando alguna imagen continúo.


Cuanto más me adentro a la caldera más patente se hace el desierto de ceniza. Suelo negro con rocas basálticas salteadas que recuerda a Islandia. Tras unos kilómetros llego a la zona donde los locales van a la caza del turista para subirlos hasta las escaleras del bromo en caballo. Es una explanada inmensa de arena donde por momentos parece una película postapocalíptica. Se te acerca un caballo al galope, le dices no y al galope se va a por otro. Poco a poco voy acercándome al Bromo. A los pies de este hay un templo hindú desafiando el tiempo, y es que el volcán es un icono para el hinduismo derivando su nombre del Dios Brahma.




La subida al Bromo se hace por unas escaleras que se va transformando en cuesta por la ceniza acumulada. Una vez arriba es acojonante. Hay una primera parte con barandilla que es donde se ponen la mayoría de la gente para el selfie. También hay una pequeña estatua de un dios hindú con bananas como ofrenda, todo cubierto de ceniza. La caldera se puede rodear, aunque debido al humo no es recomendable. Aun así recorro un cuarto de caldera para alejarme del gentío.


Se va andando por el borde de la caldera mientras se escucha el borboteo del volcán. Periódicamente el borboteo se hace más intenso tras lo cual expulsa una nube blanca y negra junto con piedras y cenizas. Es hipnótico y lo puedo disfrutar tranquilamente sin nadie alrededor. La panorámica desde la caldera también es de quitar el hipo. Un campo de lava que cae hasta el desierto de ceniza con el volcán Batok y el templo a los pies. He fundido una batería de la gopro...


La tradición entre los hindúes es arrojar una ofrenda al volcán. Pues cuando he ido a cambiarme la camiseta, para ponerme manga corta, un par de calcetines que tenía hechos una bola se ha caído. La mala suerte que para el lado de la caldera, por lo que rodando se han ido hasta el mismo agujero... Ahí va mi ofrenda, mis calcetines de lana.


Después de un rato, y costándome mucha voluntad, me vuelvo. La caldera del Bromo es quizá de las cosas más espectaculares que haya visto hasta ahora. En la vuelta voy siguiendo un pequeño cañón que el agua ha creado en el campo de ceniza. La parte final termina en cuesta y lo más duro no es la cuesta si no los de las motos diciendo que te suben por menos de 50 céntimos... Pero nada, andando!

Al final han sido 14 kilómetros preciosos que, aunque han sido muy poco a poco he terminado roto. La ducha me ha sabido a gloria y el agua caía negra de la arena que llevaba.
Después de la ducha he comido en el hotel. Eran ya las once y el conductor me estaba esperando para ir a Ijen.

De la zona de Bromo a la de Ijen han sido 5 horas de coche. Hemos salido a las 12 y hemos llegado a Sempol a las 17 y poco. El camino no se me ha hecho pesado. El paisaje varía bastante según el cultivo que predomina. Hemos comenzado recorriendo una zona que se considera ciudad, después un buen tramo cerca del mar, desde donde se veían las barquitas típicas de Asía, y ya hemos cogido el desvío a la zona de Ijen. En esta zona hemos pasado de campos cultivados de caña de azúcar a bosques de caucho. Resulta muy curioso porque al caucho le van haciendo unas rajas y al final de la raja ponen un cuenco para ir acumulando el líquido del que sacan el caucho. Algunos de los árboles están que se caen de la cantidad de veces que los han rajado.


Finalmente hemos pasado a los cultivos de café. Lo del café es otro mundo. Al pasar al área que se dedica al café hay que pagar una especie de impuesto a unos hombres uniformados con la palabra "security" en el pecho. El conductor me dice que es una donación obligatoria para la seguridad de las plantaciones. Recorremos kilómetros de plantación hasta que llegamos a Sempol. Sempol es un pueblo donde los trabajadores son todos de la fábrica de café que está en el mismo pueblo. Realmente es un sitio bastante bonito, tiene su cascada, aguas termales, campo de fútbol... Pero los que viven ahí son pseudoesclavos, económicamente de ahí no pueden salir y viven por y para el café.

En este pueblo está el único "Hotel" que hay cerca de Ijen, Catimor Homestay, pertenece a la fábrica de café. Las críticas en Internet eran horrorosas pero yo tengo que romper una lanza a su favor. Partiendo de que estamos en un sitio subdesarrollado, el hotelillo para mi aprueba. Tiene su piscina de agua termal y piscina normal que para nada están sucias. Las habitaciones vale que son viejas y hay moho en el techo pero me parece asumible viendo donde estamos. No huele mal, hay enchufe y agua caliente. Por 6 euros qué más se puede pedir?

Tras dejar las cosas me doy una pequeña vuelta por el pueblo. Un niño pequeñito de 7 años llamado "Firdi" me hace de guía. La vuelta es corta porque el pueblo tiene poco. De vuelta al hotel me voy a la cama. Son las 6 de la tarde pero para la ruta de mañana me tengo que levantar a las 23:30 porque la ruta es principalmente nocturna, me desperté a las 3 por lo que voy a caer roto.

---

Con cuatro horas de sueño a las 23:30 estaba de pie. La historia de levantarse a esta hora es la visita al volcán Ijen.

El volcán de Ijen es un escenario único. Consiste en un cráter volcánico formado por un lago de color turquesa considerado el lago más ácido del mundo, prácticamente es ácido sulfúrico. Es tan tóxico que a veces se producen filtraciones a los campos de agricultura cercanos arruinándolos, así como al suministro de agua de la zona. Mi conductor me cuenta, por lo que le entiendo, de un proyecto de canalizar el agua al mar pero que no cree que se haga ya que llevan 20 años diciéndolo.

El cráter de Ijen es una mina de azufre. El azufre se encuentra en forma sólida, en la parte baja de la caldera, además de gaseosa. Este gas de azufre es lo que hace que durante la noche se puedan ver llamaradas continuas de fuego de color azul formadas por el gas que arde al salir a la superficie desde las brechas. Lo bonito es que este gas se condensa formando azufre líquido que se va deslizando por la piedra mientras arde con un fuerte color azul entre nubes de gas. El efecto del fuego deslizándose entre las piedras es el motivo de levantarse a estas horas.


Aquí os dejo la ruta exacta que hice: GPS TRACK

La ruta comienza con una subida hasta el cráter de una hora. Cuando se llega al cráter hay que descender unos 300 metros por un camino semiempedrado. Se necesita máscara antigás ya que el volcán expulsa de forma constante una columna de humo que, según como sople el viento, te inunda con peligro de respirarlo. Además de peligroso el humo es muy desagradable, tiene un olor intenso a huevo podrido al que te acostumbras rápido , aún así escuece los ojos y al respirarlo da quemazón en la garganta.

Al despertarme tan pronto he conseguido estar, literalmente, el segundo en el cráter. He podido disfrutar durante un tiempo del espectáculo, tan solo con la compañía de los mineros. Intentando capturar el fuego con la cámara aunque con mi cámara es prácticamente imposible. Los mineros están trabajando día y noche. Es la única mina de azufre que sigue siendo explotada de manera manual. Han construido una serie de tuberías por las que canalizan el gas para que condense y vaya formando piedras de azufre las cuales van picando. Estos mineros realizan un trabajo de locos. Una vez picado el azufre lo van cargando en dos cestas de bambú unidas por un palo. Cargan sobre unos 70 kilos y desde abajo del cráter lo suben hasta arriba en un entorno incompatible con la vida. El aire es irrespirable, más cuando cambia el viento y todo se envuelve de humo, calor, grietas, camino traicionero... Y te los ves a los tíos subiendo con sus cestas paso a paso, con el rechinar de la cesta de bambú, sin máscara y fumando! El contraste con los turista la verdad que es esperpéntico.


Uno puede pensar que lo hacen obligados, explotados por alguna multinacional. Es cierto que la pobreza está detrás pero es un trabajo que para ellos está bien remunerado, comparado con la media en Indonesia, y que defienden con uñas y dientes, siendo los primeros en negarse a la mecanización de la mina. Realmente están reduciendo su esperanza de vida drásticamente por un sueldo que permite vivir por encima de la media a sus mujeres e hijos.

Después de casi un par de horas por la caldera, llega un momento en el que se juntan tantos turistas que es difícil echar una foto sin que salga un foco. Tras ser "expulsado" por tres americanos estúpidos con sus megatripodes y cámaras decido hacer la ruta que sube hasta el borde del crater y lo bordea para poder ver el amanecer desde lo alto. Lo mejor son las vistas de la costa de Java y, con el sol ya fuera, el cráter de Ijen con el color del agua y la fumarola.




A la vuelta decido volver a las escaleras por donde pasan los mineros para echarles unas fotos con la luz del día.


Volviendo al parquing donde me espera el coche, paso por la zona antes recorrida de noche. En verdad no tiene ningún interés y reafirma el poco respeto por la naturaleza que hay en indonesia. Todo lleno mierda.

Ya en el coche mi destino es Bali, el pueblo de Tulamben donde bucearé dos días y visitaré un par de templos cercanos. Son cuatro horas desde Ijen cogiendo el ferri que une Java con Bali. Hay un mito que dice que de tanto plástico que hay en el mar existe una isla de plástico a la deriva. No es un mito, esa isla existe y se encuentra en el estrecho de Java y Bali. La hora que dura el recorrido en ferri ha sido de las cosas más deprimentes que he visto en mucho tiempo. Una cantidad de basura en el mar que no abarca la vista a ver el final. Manchas de fuel constantes, basura de plástico flotando entre papeles, envoltorios, pañales, bolsas... de forma constante y en ocasiones sin que se vea el agua. Al pobre conductor se le caía la cara de vergüenza y me decía que Indonesia tiene mucho que cambiar. Realmente me parece una labor imposible.

Una vez pasado el disgusto del ferri afrontamos las tres horas hasta Tulamben. Con el cansancio que llevo encima me quedo durmiendo la mitad. Una vez en Tulamben me despido de Nico, el conductor, la verdad que un hombre agradable y sin queja alguna.

En Tulamben me quedo en el resort Matahari Dice Center. De primeras tiene buena pinta y me dan una habitación bastante cuidada. A los 20 minutos veo que el aire acondicionado no funciona y al ir al decirlo me han cambiado a una habitación deluxe, al menos hasta mañana. Por mi de lujo porque la habitación esta genial.

He llegado a las tres por lo que me he informado de cómo funciona el buceo. Hay una tabla de inmersiones en grupo en donde te apuntas y ya está, buceas con el grupo, con un guía cada tres personas. Hay una nocturna a las 18:30 así que hoy he podido bucear por primera vez en el indicopacífico. A las 18 estaba listo. Solo estaba apuntado yo por lo que mi guía, Waian, se ha presentado y me ha dado el equipo. Todo bastante bien menos los escarpines... De aquí salgo con boletus en los pies.Waian me ha hecho un briefing totalmente de open water, se agradece para ponernos de acuerdo con las señales. Me explica que al solo estar yo no vamos al pecio Liberty si no que bucearemos en la costa. No pongo pegas porque me vale lo que sea ahora mismo.


La costa es de piedra y hay un poco de corriente que arrastra para dentro. Es ponerme las gafas, encender los focos y empezar a alucinar. Hay sobre todo una cantidad de vida pequeña increíble. Los del resort han hundido unas estatuas budistas con el fin de crear arrecife artificial pero aun le queda para que el coral se enganche, pero no deja de ser refugio de mucha vida. He disfrutado de nudis, una sepia del tamaño del meñique, alevines de peces globo, gambas, cangrejos, una morena que el guía me ha hecho la señal de venenoso... 50 minutos de inmersión disfrutados como un enano.
Al salir he cenado y a la cama.

Mañana a las 6:30 sí que vamos al pecio Liberty. Ahora mismo estoy "tapek" (muerto en indonesio)

---