![]() ![]() Ios, Sikinos, Sifnos, Serifos: 14 días en blanco y azul ✏️ Blogs de Grecia
Recorrido de 14 días por algunas islas cícladas y última tarde en Atenas, durante la primera quincena del mes de julio de 2016.Autor: Tesca Fecha creación: ⭐ Puntos: 4.7 (26 Votos) Índice del Diario: Ios, Sikinos, Sifnos, Serifos: 14 días en blanco y azul
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Etapas 4 a 6, total 6
9 de julio, sábado
Anoche llegamos a Sifnos tarde y cansados, por lo que comenzamos el día sin prisas y con calma. Se oye mucho viento y nos asustamos pero parece ser que es por la situación del hotel, que está en un alto y se oye más. Por si acaso, voy a recepción a preguntar las playas recomendadas, pues he visto en internet que hará 3 ó 4 días de rachas de 36 Km/hora. En efecto, nos recomiendan las bahías resguardadas de la zona oeste. Como ya es un poco tarde, no nos complicamos y vamos a una playa cerca, la playa de Vathy. La bahía es enorme y tiene tabernas literalmente en el mar, además de un hotel grandecito y un mini-market. Se ve algo diferente, como más turístico, pero nos vamos hasta el final de la playa, donde estamos muy tranquilos. ![]() Para cuando nos ubicamos son más de las 10:00 y estamos hasta las 13:00. A continuación nos dirigimos a buscar la taberna que llevo en mi guía,”Tsikali”, pero no la encontramos y nos quedamos en una con muy buena pinta, “Okeanida”. La comida excelente, casera, deliciosa, y el marco incomparable mirando al mar. - Okeanida: pastelitos de calabacín, pastelitos de queso, gemistá, mousaka, Fix y agua. 27€. Después nos acercamos a la zona de la iglesia, que es muy bonita sobre todo por el lugar donde está, y entonces vemos la taberna que yo buscaba, que está pasada la iglesia. Pero hemos comido fenomenal, así que tan contentos. ![]() Vamos al hotel a descansar, siesta y piscinas, que son una gozada; hay una pequeñita y otra más grande, y se está muy tranquilo. Después nos arreglamos para ir a la capital de la isla, Apollonia. Hay parking gratuito junto a la carretera y enseguida encontramos unas escaleritas que nos llevan a las callejuelas del pueblo. Subimos hasta la iglesia que está en lo alto y desde ahí vamos bajando por la calle principal que está llena de tiendecitas, cafeterías y tabernas, con una decoración especialmente cuidada. Apollonia nos parece un pueblo más chick, cuidado al detalle y muy agradable. ![]() La taberna donde queremos cenar no está en la calle principal sino en una callejuela que se mete, pero está indicado con carteles. En cuanto la vemos y leemos la carta, no dudamos en quedarnos a cenar ahí. Tiene varias terrazas a diferentes alturas decoradas algunas con sillas de colores y rodeadas de buganvillas, además de una pequeña fuente. Las vistas de los pueblos de alrededor son muy bonitas y el lugar es especialmente agradable. Aparentemente, da la sensación de un sitio caro, pero los precios son muy buenos y las raciones grandes; además se ofrecen en la carta algunos platos diferentes a lo habitual. Un acierto cenar aquí. ![]() ![]() - Mezedopollo Adiexodo: dakos, pasta con crema de verduras, rollos de pasta filo con pollo y bacon, Fix y agua: 24 €. Tenemos que dar un paseo para bajar la cena, y continuamos la calle principal hacia abajo, donde hay heladerías y pastelerías estupendas y no nos podemos resistir a tomarnos un heladito. Después vamos al supermercado, pues hay que reponer desayunos y meriendas. Esta vez la compra nos cuesta 22 €. Al hotel a dormir. 10 de julio, domingo Continua el viento norte y no podemos desayunar en la terraza; luego en la playa y en los pueblos no se nota tanto, pero en el hotel sí. Hoy vamos a la playa y puerto más alejados de nuestro hotel: Heronissos. Se trata de un puerto pesquero lleno de encanto, situado en el norte de la isla. Hemos elegido este lugar pues es domingo y parece ser que, por su situación apartada, es un lugar menos concurrido que el resto de la isla. Cuando llegamos a las 9 de la mañana, esa es la sensación que nos da, y nos encanta. Un puerto encantador, con barcas que están trayendo pescado en ese momento, silencio absoluto y una playa vacía. ![]() ![]() Cogemos hamacas gratis y se está de maravilla. Pero a partir de las 11:30, cambia la cosa, y empiezan a venir familias con niños que van invadiendo la pequeña playa de Heronissos. Es una pena pues el lugar es encantador, pero hemos disfrutado dos horas de su encanto y para las 13:00 nos sentamos a comer en una de las tabernas, la que está frente a la playa, cuyos precios son mejores. - Yapotaberna: Queso feta al horno con tomate y pimientos, pasticcio, calamares, Bergina: 27 €. Al regresar al hotel nos fijamos en el desvío a la playa de Vroulidia, a la que queremos ir otro día, para saber qué tal está la pista que accede a ella; tiene muy buena pinta y queda fichada. En el hotel, como siempre, siesta y piscina, relax total, hasta que nos preparamos para nuestro paseo de la tarde. Hoy salimos antes, pues vamos a Kastro y la iglesia de Epta Martires y ambos merecen un paseo tranquilo. Kastro está ubicado junto al mar y su vista desde allí es maravillosa. Se trata de la antigua capital de la isla y el único pueblo con carácter medieval, conservando una antigua fortaleza veneciana. Su interior me recuerda a la parte antigua de Folegandros, con casas de dos plantas y puentes que pasan entre ellas. Aún es más encantador, pues conserva restos de antiguos escudos y columnas. ![]() Desde los restos de la muralla vemos la iglesia de Epta Martyres, construida sobre una roca que sobresale al mar. Para llegar a ella hay que recorrer un camino que va bordeando la costa. Tanto el camino como la ubicación de la pequeña iglesia, son encantadores. Es un sitio que inspira paz, donde nos quedamos un rato escuchando las olas del mar que rompen en esa parte de tierra que sobresale al Egeo. Nos encanta Epta Martyres. ![]() Vamos a cenar a uno de los dos restaurantes que hay en el pueblo, en una terraza con vistas a la montaña, los molinos y el cementerio. Se ve un sitio muy casero y la comida es muy buena y abundante. - Astro: ensalada de tomate, mussels saganaki, pollo al limón, Bergina: 27 €. Hay que bajar la cena, y qué mejor que el paseo a Epta Martyres de nuevo, pero esta vez con otro encanto, al verse reflejado en el mar, los últimos rayos del sol que se oculta, totalmente naranjas, y junto a ellos la maravillosa iglesia. Hay una pareja de novios haciéndose fotos y restos de arroz en la iglesia, y cuando se van, nos quedamos solos, en la pequeña roca. No hemos podido tener una manera más bonita de terminar el día. Este lugar se ha convertido en mi preferido de este viaje hasta el momento. ![]() 11 de julio, lunes Hoy vamos al monasterio de Chrissopigy, al sur de la isla de Sifnos. Desde nuestro hotel se tarda poquito y vamos a primera hora de la mañana para disfrutarlo tranquilos, pues debe ser un lugar bastante visitado. Nos sorprende ver coches aparcados en el monasterio, pero al acercarnos escuchamos que se está celebrando un acto religioso. Lo vemos por fuera, lo rodeamos y nos parece un lugar encantador. Resulta curioso cruzar el puente dentro del recinto del monasterio y ver cómo pasa por debajo el mar. Nos gustaría bañarnos ahí pero quizá hoy no sea el día más indicado por el viento, así que decidimos que volveremos a este maravilloso lugar. ![]() ![]() A la derecha del monasterio, caminando 5 minutos, está la playa de Saoures, que es en la que nos quedamos. Se trata de una playa pequeñita pero muy tranquila, con una zona de arena y otra de losas grandes, que es en la que nos quedamos. Se está de maravilla en esta playa y pasamos una mañana estupenda. Vienen algunas personas a darse un baño y se van, pero nadie se queda tanto rato como nosotros. ![]() A mediodía vamos a Faros a ver el puerto, inspeccionar las playas y comer en una de las tabernas de allí. La bahía de Faros tiene unas vistas preciosas del mar con el monasterio de Chrissopigy a lo lejos. Es un pequeño puerto pesquero con casitas blancas, tres playas y varias tabernas. ![]() Enseguida vemos que las playas son muy normales y en ellas hay bastantes familias con niños. En las tabernas hay de todo, pero son algo más caras que o que hemos visto hasta ahora. Aun así, buscamos la que más nos convence y nos quedamos. - Flaros: gemistá, mousaka, espagueti mediterránea, Bergina. Nos ponen gratis un plato de sandía. 31 €. Ya hemos estado en Faros y no tenemos intención de volver, así que vamos al hotel al momento siesta y piscina que es estupendo. Por la tarde vamos a Artemonas, un pequeño pueblo tranquilo que se encuentra junto a Apollonia. Es un poco lío pues están todos los pueblos juntos y no se sabe dónde termina uno y comienza el siguiente, así que sin saberlo vamos primero a Petali y de ahí pasamos a Artemonas. El pueblo está lleno de calles empedradas, con casitas blancas decoradas con buganvillas y algunas iglesias. ![]() Hoy vamos a cenar en el apartamento pero compramos la cena en Artemonas. Además, encontramos una de las pastelerías famosas de la isla, Nikos Theodororu, donde compramos cena para el día siguiente. - Cena en el apartamento: greek salad, dos gyros, Fix y zumo de frutas. 10 €. 12 de julio, martes Hoy ha bajado el viento, y se nota. Ya nos habían dicho que eran tres días y la verdad que no nos ha afectado pues no era demasiado fuerte y hemos buscado playas protegidas. Hoy sí que desayunamos en la terraza y vamos a la playa de Vroulidia que tenemos fichada desde hace un par de días. La bajada por la pista no está mal, pero vamos con prudencia. Llega un punto en el que no nos arriesgamos, aparcamos y continuamos andando un paseíto de unos 10 minutos por la pista, muy llevadero. Según nos vamos acercando, la playa se ve cada vez más bonita. Agua clara, mar tranquila y un grupo de sombrillas y hamacas vacías junto a una taberna frente al mar. ![]() Llegamos los primeros y vemos que hay otra taberna en el lateral, Katerina. La dueña nos recibe fenomenalmente bien aquí, nos ofrece dos hamacas y sombrilla por 5 € y una ducha. Cuando le preguntamos si da comidas, nos entrega el menú, indicándonos que es todo casero. Los precios son muy buenos y allí nos quedamos. Elegimos las hamacas del rincón y se está de maravilla. No me canso de mirar el mar azul… Enseguida llega una pareja, y a partir de las 11:30-12:00 va llegando más gente, pero todos tranquilos y repartidos, por lo que la sensación de relax continua. Como tenemos la carta, decidimos lo que vamos a pedir antes de sentarnos en la mesa, y apuramos el tiempo para disfrutar de ese maravilloso lugar en el que nos bañamos, nadamos, hacemos snorkel y nos relajamos al sol. Sobre las 13:30 subimos a comer a la terraza de la taberna, desde la que las vistas son inmejorables. La comida, en efecto, casera, abundante y deliciosa. - Katerina: mousaka, calamares, pescaditos fritos y Fix. Tres dulces de regalo, muy ricos. 26 € + hamaca 5 €. De vuelta al hotel, siesta y piscina. Por la tarde vamos a despedirnos de Apollonia, que nos encantó, con esos rincones tan bonitos. Damos un paseíto y compramos en el mini-market alguna cosilla para completar nuestra cena, que hoy es de nuevo en el apartamento, y sin nada de viento, mejor aún. - Cena: greek salad, hojaldres de queso y espinacas, Fix, zumo. 8 €. 13 de julio, miércoles Es nuestro último día en Sifnos y tengo claro que no me voy a ir de esta isla sin conocer la iglesia y playa de Poulati. La bajada es por una pista que en principio está asfaltada y después de piedras. De nuevo elegimos un lugar para dejar el coche, junto a una propiedad privada, y allí mismo cogemos el camino entre matojos de montaña hasta la iglesia. Las vistas según se va bajando son preciosas, pues de ve el pueblo de Kastro y el saliente al mar con la iglesia de Epta Martyres. Igualmente es una preciosidad la iglesia de Panagia tis Poulati sobre el mar. ![]() A partir de la iglesia hay que tomar unas escaleritas bastante empinadas que bajan hasta la costa rocosa. Realmente no es una playa, sino una bahía rocosa de agua cristalina, rodeada de acantilados verticales y rocas escarpadas que suben del mar. Me da la sensación de que es una zona en la que el mar suele estar movido, pues no hacía viento y sin embargo allí había oleaje, pero de igual modo, considero que es un lugar de visita obligatoria por el encanto del paisaje, con sus rocas y las vistas de Kastro y la pequeña iglesia. ![]() ![]() Estamos solos un buen rato, en las losas grandes, de maravilla. Un poco más tarde llega una pareja de Madrid, que son los únicos españoles que encontramos en todo el viaje y nos encanta hablar con ellos. Según avanza la mañana, nos sorprende que vaya llegando gente, incluso familias con niños, a una bahía de rocas y con oleaje, y de acceso relativamente difícil y caminando. Ello nos confirma lo que veníamos pensando en los últimos días, y es que Sifnos es más turística de lo que pensamos. En Poulati no hay taberna evidentemente, y tenemos que elegir un sitio para comer y estar un rato, pues ya no tenemos habitación para la siesta de la niña. Queremos un sitio cerca del hotel y la elección es fácil: monasterio de Chrisopigy. ![]() Nos apetece volver a ver este lugar e intentar darnos un baño allí, hoy que no hay viento; además tengo entendido que hay una taberna en la playa de Apokofto que tiene fama de ser una de las mejores de la isla. Aparcamos el coche en la misma playa y nos sentamos a comer, bajo los árboles y viendo el monasterio. La comida es excelente. ![]() - Lebessis: dakos, taramasalata, hanoum (un plato nuevo recomendado en la guía, muy rico), Fix y agua. 29 €. Después de comer vamos al monasterio y bajamos las escaleras hasta las losas del mar. ![]() En el lado izquierdo hay oleaje y no lo vemos cómodo, y en el derecho hay gente en todas las losas y no encontramos un sitio que nos agrade. Así que finalmente nos vamos al hotel, a reposar bajo las sombrillas y darnos un baño en la piscina. Allí mismo nos duchamos y vestimos, y recogemos las maletas que por la mañana habíamos dejado en recepción. A las 19:00 salimos rumbo a Kamares, el puerto principal que nos quedaba por conocer. Vamos hasta Agia Marina, donde aparcamos el coche y subimos a la iglesia. La puesta de sol desde allí es preciosa. Sobre las 20:00 nos sentamos a cenar en una taberna a orillas del mar, con una vista de Kamares al atardecer muy bonita. La comida excelente y la relación calidad-precio muy buena. - O Agiris: calabacín-patata-tomate al horno, mussels saganaki, pescaditos fritos, Bergina, agua. 29 €. ![]() De allí vamos a Kamares a dejar el coche y vamos a recoger los tickets del ferry. Pedimos en la agencia si nos dejan dejar un ratito las maletas para dar un pequeño paseo por la calle principal. Hay muy buen ambiente de tabernas. Esta noche cogemos el ferry de Seajets a las 22:20 con destino a Serifos, pero viene con casi una hora de retraso. Por suerte, el trayecto es muy corto y en 20 minutos hemos llegado a la cuarta y última isla de nuestro viaje. A las 23:30 nos espera la furgoneta del hotel, y en 5 minutos, eso sí, por una pista que en principio nos asusta un poco, llegamos a nuestro destino: Astrio Studios. El hotel es el más caro de todos los de este viaje: 90 €/noche, 360 € en total. Pero merecen la pena, pues se trata de un apartamento con una pequeña habitación para la niña en la planta superior, una cocina y un dormitorio separado para nosotros. Además, tiene dos terrazas, una desde el dormitorio y otra desde la cocina, ambas amplias, y con unas vistas espectaculares de la bahía de Livadi. Mañana las veremos. A dormir. Etapas 4 a 6, total 6
14 de julio, jueves
Qué agradable es despertar en Serifos con unas vistas tan chulas. El apartamento está realmente bien, todo muy nuevo, y da gusto desayunar en la terraza, pues además no hace nada de viento. ![]() A las 9 bajamos a la zona de las hamacas, pues hemos quedado con el del alquiler del coche. La empresa es “Kartsonakis” y la hemos elegido por su oferta. En Serifos me resultó caro el alquiler del coche, no bajaba de 45 €/día. En este caso el alquiler cuesta 45€ pero teniéndolo 3 días y medio, solo nos cobra 3 días, por lo que el total es 135 €. Tras esperar un buen rato, nuestro coche no llega; le decimos a la chica del hotel, llama por teléfono y le dice el del coche que vendrá en seguida. Enseguida, enseguida… pasa casi 1 hora y por fin llega. Yo ya iba a echarle la bronca, pero el hombre, muy majo, nos dice que ha tenido recientemente un problema con uno de sus coches, que volcó y que se ha quedado con uno menos y eso nos afecta a nosotros. Pero nos ofrece su todo-terreno para movernos en principio y nos dice que a lo largo del día nos traerá el nuestro. Vamos en su coche a su agencia que está en Livadi, para firmar el contrato, y nos llevamos su coche, a la espera de su llamada. Tanto él como su mujer son muy majos, nos indican las mejores playas de la isla y nos regalan unas peras. Como hemos dedicado bastante tiempo entre la espera, el viaje a la agencia y el cambio de coche, ya no son horas de ir a una playa muy lejana, así que decidimos ir a Agios Ioannis, que está cerca y nos ha dicho que es muy bonita y tranquila. En efecto, en esta playa estamos casi solos y el agua es cristalina. ![]() ![]() Para comer vamos a la playa de Psili Ammos, que está al lado de ésta y tiene dos tabernas. En ese momento nos llama el dueño del coche, y le decimos donde estamos para hacer el cambio. Se porta genial pues nos da un coche de categoría mayor por el mismo precio. En Psili Ammos hay dos tabernas, una por la que se pasa obligatoriamente si vas a la playa (que no nos convence), y otra un poco más hacia la izquierda, que nos gusta más y es en la que nos quedamos, sin dudarlo. Comemos fenomenal. - Taberna Psili Ammos: dakos, mousaka, calamares, Bergina, agua. 26 €. De allí al hotel se tarda muy poco. Momento siesta pero yo echo en falta una sombrilla o una piscina en la zona de hamacas, ya que como no sopla el viento, no se aguanta al sol. Así que me quedo en la terraza del hotel leyendo a la sombrita y cuando se despierta la niña bajamos a jugar con la manguera que hay junto a las hamacas y nos refrescamos todos. Nos duchamos y preparamos para ir a Chora, que está a 5 Kms de Livadi, pero es una subida de gran desnivel. Por eso las vistas desde arriba son tan maravillosas. Aparcamos en la zona de los molinos, que están restaurados y muy bonitos, y a continuación vamos a callejear. ![]() La plaza principal, donde está la iglesia y el ayuntamiento, es preciosa, y de ahí, subiendo por callejuelas, se llega a las iglesias que están en la parte más alta, con unas vistas increíbles de toda la isla. ![]() ![]() Al regresar al coche, paramos en el mini-market a comprar la cena y reponer desayunos y meriendas. Junto a él hay una panadería donde compramos repostería casera y en frente un gyros, donde compramos la cena. Una tarde completa que acaba en una noche maravillosa con cena en la terraza. Nuevamente, de lujo. - Cena en el apartamento: ensalada de tomate y feta, dos gyros, Fix. 9 €. 15 de julio, viernes Segundo día en Serifos, hoy podemos emprender la marcha a nuestra hora, y hacia poco más de las 9 estamos en la playa de Ganema. Al pasar por Vagia, estamos a punto de quedarnos pues tiene una pinta increíble, pero al final, acabamos en Ganema. La playa es larga de arena, y nosotros nos quedamos a la izquierda, en unas calas que hay. Mi hija me dice que le recuerdan a las de Koufonisia, y es cierto, pues son pequeñitas y en la que nos quedamos, solo cabemos nosotros. Una maravilla para bañarse y hacer snorkel, y esa tranquilidad… ![]() ![]() Comemos en la taberna que está en la otra punta de donde estamos nosotros. La playa se ve muy tranquila, pensábamos que se llenaría más, como en Sifnos, pero no. La taberna muy bien, sobretodo el lugar encantador, con mesitas bajo los árboles, una gozada. - Taberna Ganema: ensalada de calabacín, calamares, pescaditos fritos, Fix, agua. 26 €. ![]() Como no tenemos piscina en el hotel, decidimos continuar de playa un rato más, de camino al hotel. Pasamos por Vagia, que nos había gustado, pero no tiene árboles para la siesta, y además se ha llenado bastante. Entonces cojo mi guía y decidimos ir a la playa de Karavi, que está junto a Livadakia, pero dice que es tranquila. Aparcamos en Livadakia y pasamos por esta playa, que está llena de gente y música (justo lo contrario a lo que buscamos), pero andando un poco más, a pesar de tener que subir una cuestecita, encontramos la playa de Karavi, que se ve muy tranquila, limpia y con unos grandes juncos que dan sombra para dormir, o al menos reposar, durante el rato peor del sol. El descanso estupendo y después vamos a bañarnos. Desde esta playa se ve nuestro hotel, arriba en la montañita. Como se está muy a gusto en la playa de Karavi, decidimos tomárnoslo con calma y sin prisa, y nos quedamos hasta las 6 de la tarde. ![]() ![]() Camino del hotel paramos en Livadi y hacemos compra en la bakeri que hay junto al super, para cenar en el apartamento y comer al día siguiente en la playa. En el súper compramos cerveza y helados. - Cena en el apartamento: greek salad, pizza griega, Fix, Zumo y helados de yogur griego. 12 €. ![]() 16 de julio, sábado De nuevo, un precioso despertar en Serifos. ![]() El plan de hoy es ir a la playa de Kalo Ampeli, que es la única de acceso un poco más difícil y como es sábado, pensamos que es el mejor día pues puede haber más gente en el resto. Desayunando en la terraza nos da la sensación de que el mar está algo más movido pero confiamos en que esto no afecte a Kalo Ampeli, pues está al sur. Al llegar a la playa hay que dejar el coche y bajar por un camino andando durante unos 15 minutos. Desde arriba no parece que haya tanto oleaje, pero cuando bajamos observamos que sí lo hay. Nos da pena pues parece una playa estupenda, sin embargo a la niña le encanta jugar en las olas y no quiere que nos movamos de allí. Hoy no toca playa-piscina, sino con olas, pero también es divertido, aunque con ese mar no se puede ir a hacer snorkel, así que nos quedamos disfrutando del paisaje y jugando en a zona cercana a la orilla. En toda la mañana únicamente viene una pareja a la playa. ![]() Como sabíamos que no había taberna en Kalo Ampeli, nos hemos llevado la comida, y nos la tomamos allí. - Comida en la playa: cuatro hojaldres (dos de queso y dos de espinacas), agua. 8 €. Volvemos al hotel, hacemos un pequeño reposo y bajamos a la playa que hay bajo el hotel, caminando un poco. Esos días hemos inspeccionado cómo se podía bajar, pues el acceso está en una propiedad privada, pero se puede pasar perfectamente y estamos muy a gusto en esta playita junto a nuestro apartamento. ![]() Un par de baños y a ducharnos, pues hoy queremos ir a los pequeños pueblitos de Serifos. La isla es tan pequeña que se recorre fácilmente. Subimos hacia Kendarhos, Galani y pasamos por el monasterio de los Taxiarcas, que como he leído, solo lo abren previa cita. Desde fuera no se puede ver bien, pues está amurallado, pero el entorno en el que está es muy bonito. Paramos en el pueblo de Panagia y vamos a ver la iglesia, que está en una plaza encantadora. ![]() Continuamos la ruta y enseguida llegamos a Chora, donde aparcamos y damos un paseo para despedirnos de este pueblo que tanto nos gustó. La plaza principal tiene mucho encanto y hay algunas cafeterías pero no nos convencen para sentarnos a cenar. ![]() La duda es si cenar en Chora o en el puerto de Livadi, pero cuando miramos el menú de la taberna que tengo apuntada en mi guía, no dudamos en quedarnos. El sitio es de lo más auténtico, llevado por una pareja mayor que nos pasa a la cocina a ver los platos, y los precios son estupendos, siendo las raciones abundantes. Cenamos genial. - Taberna Petros: gemistá, pasticcio, calamares, Fix. 25 €. ![]() ![]() Como ya hemos paseado por Chora, paramos en Livadi a dar una vuelta por el puerto y recoger los tickets del ferry para el día siguiente. El ambiente en el puerto es encantador también, y nos da pena no haber estado una noche más, para ir a alguna playa más (punto fuerte de Serifos) y cenar en el puerto. Aun así, damos una vuelta por allí hasta que empieza a anochecer, que nos subimos al hotel. ![]() 17 de julio, domingo Hoy es nuestro último día en Serifos, y en Grecia. La idea inicial era haber pasado el día entero en Serifos y coger un ferry a última hora de la tarde para ir directos de El Pireo al aeropuerto, pero este ferry de Hellenic se canceló hace unos meses, nos devolvieron el dinero y lo cambiamos por uno de Aegean Speed Lines a las 13:00. Por lo tanto disponemos solo de unas horas para estar en Serifos y no nos queremos alejar mucho del puerto. Vamos a la playa de Agios Sostis y la despedida no puede ser más bonita con esta playa. Se llega enseguida desde Livadi y tras aparcar el coche, se ve esta maravillosa playa a la que se llega caminando en un momento. La playa tiene un saliente de tierra en el que se encuentra la iglesia de Agios Sostis, que divide a playa en dos zonas. Nosotros nos quedamos en la de la derecha, que nos parece más bonita y el mar está totalmente calmado. Como hemos ido muy prontito, podemos disfrutar durante 3 horas de este maravilloso paraje que supone nuestro adiós a las islas griegas en 2016 y que ya me hace pensar en cuáles son las que visitaré en 2017. ![]() ![]() A las 11:30 vamos al apartamento; ya tenemos todo recogido y nos preparamos para ir a puerto con las maletas. Paramos en un gyros para comprar la comida que tomaremos en el ferry y devolvemos el coche de alquiler. Adios Serifos. Volveremos. ![]() El ferry llega bastante puntual, va lleno y es el único de todo el viaje en el que tenemos asientos asignados. Enseguida sacamos nuestra comida para poder echar la siesta en el trayecto a El Pireo. - Comida en el ferry: 3 gyros, agua. 7,20 €. Etapas 4 a 6, total 6
17 de Julio, domingo
A las 16:00 llegamos a El Pireo. A pesar de ser nuestro séptimo viaje a Grecia, nunca habíamos estado en este puerto, y nos parece impresionante. En principio estamos desubicados entre tanto ferry, taxi, autobús, policía… Finalmente pregunto por dónde se va al metro y cuando nos lo indican, nos dirigimos a la estación a tomar el metro al centro de Atenas. Los tickets nos cuestan 3,60 €. Hay que coger la línea verde y nos bajamos en Monastiraki, donde sé que hay consignas para dejar las maletas. En esta estación hay consignas de taquilla no vigiladas, pero preferimos dejarlas en una consigna vigilada que hay a la salida de esta parada de metro, cruzando la calle. www.athenslockers.com Allí nos atiende un chico muy majo y nos explica que, aunque a las 9 de la noche cierra el local, podemos quedar a la hora que queramos y nos abre para nuestra consigna. Decidimos quedar a las 22:15, para coger el metro de las 22:35 al aeropuerto (el último es a las 23:00, pero no queremos arriesgarnos). El pago se suele hacer al recoger el equipaje, pero como vamos a hacerlo fuera de hora, le pagamos en ese momento: 11 €. Ya sin equipaje en la mano, nos disponemos a dar una vuelta por Atenas. Son más de las 17:00 y ya no nos merece la pena entrar a la Acrópolis. Nosotros ya hemos estado, y la niña ya entrará en otra ocasión, con más tiempo y menos calor. Nos dirigimos a la colina Filopapo, también conocida como la Colina de las Musas, que ofrece una de las mejores vistas de la Acrópolis. El camino es agradable de recorrer, entre senderos con sombra, que se agradece a esas horas. Vemos la cárcel de Sócrates y la iglesia de Agios Demetrios, a la que no podemos entrar, pues se está celebrando una boda. El camino hasta la cima ofrece diferentes vistas e Atenas y su Acrópolis, hasta llegar al monumento funerario construido en honor a Julio Antioco Filopapo, último príncipe del reino de Comagene. ![]() De regreso subimos a la colina del Pnix y vamos regresando hasta llegar a Anafiotika, un barrio con mucho encanto que nos recuerda a nuestras queridas islas. Buscamos un lugar para cenar, y nos cuesta elegir pues los vemos todos parecidos y no queremos caer en el típico restaurante turístico. Parece ser que acertamos, pues cenamos muy bien y a buen precio. - Taberna Sissifos: greek salad, gemistá, mousaka, fix, agua. 30 €. El menú muy estándar para nuestra última cena griega, todo muy bueno y estupendas raciones, además de buen precio para ser Atenas. De allí seguimos bajando hasta la catedral, nos compramos unos helados y damos un gran paseo por las callejuelas de Plaka. A las 22:00 estamos en Monastiraki, diciendo adiós a la Acrópolis iluminada y rodeados de gran ambiente. ![]() Recogemos las maletas de la consigna y cogemos puntualmente el metro al aeropuerto, línea azul hasta el final. Este ticket no es estándar, sino que cuesta 10€ pero sacamos uno para dos personas por 18 € (la niña no paga). El trayecto dura 45-50 minutos y ya estamos en el aeropuerto de Atenas. Ahora sí que está a punto de terminar nuestro viaje, y ha llegado el momento de decir adiós a nuestra querida Grecia. Lo hacemos con mucha pena pero muy satisfechos del viaje realizado, las islas elegidas, el reparto de días en cada una, las playas y pueblos visitados, las tabernas que tanto nos han gustado, y saber que la ilusión puesta en las islas griegas ha merecido la pena una vez más. ![]() En el viaje de vuelta, como siempre, voy pensando en las islas a las que me gustaría viajar el próximo verano. La lista es amplia y las combinaciones posibles, muchas. No me sorprenderá que algunos me digan “¿Otra vez a Grecia?”, pues es un destino que me enganchó desde que lo visité en 2008 y que no me canso de visitar. Pero cada año las islas son diferentes y cada una de ellas, con su particularidad, es encantadora. Aunque todas ellas tienen algo en común: sus paisajes, su luz, su gente, su gastronomía, sus rincones tan especiales… esas puestas de sol que no me canso de mirar y ese mar en tantas tonalidades de azul que dan un color especial a mi Grecia, mi blanco y azul. Etapas 4 a 6, total 6
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