![]() ![]() 5 días en Corea del SUR 2016 ✏️ Blogs de Corea Sur
Un pequeño recorrido por Corea del Sur como complemento a nuestro viaje por JapónAutor: Juanip Fecha creación: ⭐ Puntos: 5 (3 Votos) Índice del Diario: 5 días en Corea del SUR 2016
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Etapas 4 a 6, total 7
Después de la paliza del día anterior decidimos no madrugar mucho y tras desayunar cerca de la estación compramos los billetes para el bus que salía para Seul a las 11:30 (hay uno cada hora). El trayecto dura unas 4 horas y nos costó unos 12 euros a cada uno. El autobus como la vez anterior era comodísimo e hizo una parada de unos 20 minutos en un área de servicio concurridísima llena de restaurantes y puestos de comida donde nos tomamos unos pinchos y compramos algo de fruta para el camino.
El trayecto, todo por autopista, nos permitió observar lo verde y montañoso que es Corea y resultó muy comodo. El bus nos dejó en una estación un poco cutrecilla pero que tenía una parada de metro al lado, con lo que nos permitió desplazarnos hasta la céntrica parada de Jonggak para ir a nuestro hotel, el Sunbee, un hotel estupendo y que quedaba muy cerca de los principales monumentos de Seul y en plena zona comercial, junto al edificio más alto de la ciudad, la Jongno Tower. ![]() El trayecto por las estaciones de metro nos permitió ver las mascaras antigas dispuestas en diversas zonas por si sufren el ataque del amigo Kim de Corea del Norte. ![]() Muy cerca de nuestro hotel se encontraba el Bosin-gak o Pabellón de la Gran Campana que se tañe para celebrar la llegada del año nuevo. Es una copia de la original del siglo XV y el lugar donde los coreanos celebran la llegada del año nuevo. ![]() Justo enfrente está la Jongno Tower, una torre de 33 pisos que cuenta conun bar-restaurante en la azotea. Después de sacarle unas fotos buscamos el barrio de Jongno en la zona detrás de la campana, un barrio lleno de restaurantes y locales para comer de todo tipo y muy concurrida por las noches: coreanos, japoneses, italianos, tailandeses, mejicanos, de todo hay en esta zona llena de carteles luminosos que anuncian comida y más comida. Al atravesar el barrio salimos al arroyo Cheonggye, primero cubierto por una autopista y que luego se volvió a dejar al aire, creándose un bonito paseo, de puentes, que simula un río en plena naturaleza, un ooasis en medio de los rascacielos de oficinas, y que está lleno de coreanos paseando, haciendo ejercicio o tan solo mojando los pies en el rio. ![]() ![]() Volvimos hacia una de las avenidad principales y nos dedicamos a pasear sin más. Una de las cosas que más nos llamó la atención es la enorme cantidad de tiendas de productos de estética que hay, frecuentadas por chicas y chicos, y es que parece que entre la gente joven hay una gran obsesión por la imagen (No sé que será de ellos cuando cumplan años). Como ya era hora de cenar volvimos hasta Jongno y cenamos en Panasia, un bonito restaurante con platos de diversos lugares de Asia, nos tomamos un pad thai riquísimo (nos enamoramos de este plato en Tailandia, como todo el mundo) y muy barato y nos volvimos ya para el hotel. Al día siguiente empezaríamos a visitar los palacios reales de Seul. Etapas 4 a 6, total 7
Lo primero que queríamos visitar hoy era visitar uno de los palacios más importantes de Seul, el Changdeokgung, Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO, que en castellano significa “Palacio Ilustre de la Virtud”, y que estaba a unos 20 minutos de nuestro hotel. Tras desayunar en un café cercano a nuestro hotel nos dirigimos hacia él pero por el camino nos encontramos con el santuario real Jongmyo y decidimos visitarlo.
![]() ![]() La entrada nos costó 1000 wons y solo se puede visitar en una visita guiada, así que nos unimos a una en inglés que estaba a punto de comenzar. Eramos un grupo de 7 personas y ahí empezamos un curiosa visita que luego se repetiría más tarde: mientras íbamos con la guía visitando el recinto del templo un no muy discreto empleado avanzaba unos metros detrás de nosotros como si fuese un coche escoba para que nadie de nuestro “numeroso grupo” se quedara rezagado. La visita la verdad es que no mereció mucho la pena, pese al esfuerzo de nuestra guía, puesto que fuimos visitando una sucesión de pabellones cerrados a cal y canto, con lo que tampoco entendimos muy bien tanta preocupación porque fueramos agrupados, ni que fueramos a quemar el recinto. Después de salir y ver como nuestro “coche escoba” se preparaba para marcar a un grupo de japoneses que iniciaba la visita, tuvimos que bordear el recinto del santuario por el exterior para llegar al palacio de Changdeokgung. ![]() Como las calles están en obras tuvimos que dar un poco más de rodeo, con parada para un café, hasta que llegamos a las taquillas del palacio. Changdeogund abre todos los días menos los lunes, ojo, y aunque el palacio se puede visitar por tu cuenta, si quieres visitar el Jardín Secreto (la zona de retiro y descanso de la realeza) hay que comprar una entrada aparte y solo se puede visitar en una visita guiada. Las visitas al jardín en inglés son a las 11:30, 13:30 y 15:30 y aunque a otras horas hay vistas en chino, coreano o japonés no te dejan unirte a ellas, así que más te vale sincronizar tu visita con estas horas. Nosotros llegamos a las 12:00, así que optamos por ir a comer y así aprovechar el tiempo para luego visitar el Jardín y el resto del palacio. Sacamos una entrada conjunta por 10.000 wons para los 4 palacios de Seul, el jardín secreto y el santuario que acabábamos visitar, puesto que visitar Chandeokgung y el jardín ppor separado ya nos costaba más, así que nos compensaba aunque no hiciesemos todas las visitas. Comimos en una zona cercana, siguiendo a los oficinistas que salían en masa para comer y mal comimos a base de platitos de Kinchi superpicante, pescadito, trozos de casquería ultrapicante, una verdura desconocida picante como el demonio y una especie de torta de harina con calamares que fue lo que nos salvó un poco la comida. Desde luego, a pesar de que nos gusta el picante no nos acababan de convencer los platos típicos coreanos. ![]() A las 13:30 iniciamos la visita en inglés al jardín secreto un grupo de unas 80 personas, todas extranjeras, acompañados de un guía y del correspondiente “coche escoba”, no sea que nos dispersaramos cual plaga de langostas por el lugar. La visita duró unos 80 minutos, demasiado tiempo a nuestro parecer. A nosotros el jardín secreto, del que habíamos leído maravillas, nos decepcionó un poco. No sé si era porque veníamos de ver los fantásticos jardines japoneses o porque el ir en grupo como borregos no nos motivaba (sí, no nos gustan los viajes organizados en grupo y no entendemos que nos hagan ir así) pero no nos pareció maravilloso, bonito sí, los estanques, los lotos, algún pabellón, pero bueno, reconozco que lo podíamos haber visto mejor solos en 30 minutos que en manada en 80 minutos. ![]() ![]() La cosa es que realmente es un gran parque y tampoco tiene sentido esa forma de visitarlo para tener controlada a la gente, cuando con un par de vigilantes en alguna zona no habría problema. Tras esos 80 larguísimos minutos nos llevaron hasta la entrada del palacio y ahí ya pudimos visitar el resto del recinto por nuestra cuenta. El palacio en sí es bonito. Fue contruido en 1405 durante el Reinado de Taejo, el primer rey de la dinastía Joseon, y tras ser quemado por los japoneses se reconstruyó en 1609. El palacio sigue un poco el esquema de la ciudad prohibida de puertas monumentales, patios y pabellones hasta llegar a la Sala del Trono, donde los reyes recibían a los embajadores de otros países. Alrededor de esta sala están los pabellones coloridamente decorados donde estaban los funcionarios y los aposentos reales donde dormía la familia real. La arquitectura es muy parecida a la china, sobre todo en cuanto a decoración y colores. ![]() ![]() ![]() Al salir del palacio decidimos coger el metro y acercarnos a Namdaemun, la puerta monumental del sur de la ciudad. Fuimos hasta la parada de Seul Station y salimos por la salida que indicaba la puerta. ![]() Esta puerta ardió en 2008 cuando un loco le prendió fuego y lo que se puede ver hoy es una fiel reconstrucción del original. Nos llamó la atención la cantidad de vagabundos tirados por el suelo y en muy malas condiciones que había por la zona, en una imagen que no habíamos visto en Japón y que la mayoría de la gente ignoraba sin más. Tras sacar unas fotos, fuimos hacia la zona derecha de la puerta y entramos en el Namdaemun Market, un enorme mercadillo al aire libre concurridisimo y donde puedes encontrar de todo: comida, hierbas, ropa, bolsos, juguetes... Es una zona animadísima en la que según avanza la tarde cada vez se van poniendo más puestos. Además hay tiendas en los bajos de edificios que dan paso a diferentes plantas donde todavía hay más tiendas de todo tipo. ![]() Compramos algunas cosillas y dimos con una calle donde tenía lugar la actuación de un cantante coreano patrocinada por unos almacenes de allí. El tio era un showman y una especie de Georgie Dan y entre eso y que las señoras coreanas estaban entregadísimas aplaudiendo y bailando canciones animadas pasamos un rato muy divertido. ![]() No nos imaginamos a los japoneses siendo tan espontáneos como ellos. A todo esto el cielo cada vez estaba más negro y un tremendo chaparrón hizo que la gente se desbandase y que decidieramos meternos en el metro. Como ya anochecía fuimos hasta Insadong, la zona de nuestro hotel y tras dar un paseillo por allí cenamos algo y nos fuimos a descansar. ![]() Etapas 4 a 6, total 7
Tras desayunar un café y un par de piezas de bolleria en un cafe-pasteleria cercano fuimos andando hacia Gyeongbokgung, que se encontraba a unos 15 minutos de nuestro hotel. Llegamos a él por una de las principales avenidas de Seul con las montañas al fondo. En la avenida se encuentra la estatua de Yi Sun-si, un famoso general coreano que derrotó a la flota japonesa en el Siglo XVI y la estatua de uno de los principales reyes de la dinastía Joseon.
![]() ![]() Nos llamó la atención el despligue policial que había en la zona y que se explicaba porque en un lado de la avenida se encontraba la embajada de EEUU, vamos que como le sacásemos una foto nos hacían un tour por la comisaría. Llegamos al final de la avenida y a la puerta que da acceso al recinto del palacio, con la suerte de que eran las 11 de la mañana y estaba a punto de producirse el cambio de guardia. Los guardias de este palacio van vestidos con coloridos vestidos medievales y te puedes sacar fotos con ellos. Cuando se produce el cambio de guardia hay un pequeño desfile y la parafernalia que se suele producir en estos casos. Es un poco turistada pero como somos como niños pequeños nos encantó. ![]() ![]() Entramos ya en el recinto del palacio propiamente, abarrotado de gente, y que imita la disposición de la Ciudad Prohibida, aunque a menor escala, con grandes patios y pabellones que dan paso a otras zonas. El palacio es espectacular y muy bonito, con sus edificios decorados con mucho colorido como los chinos, sobre todo el pabellón donde se encuentra el salón del trono de la dinastía Joseon. ![]() ![]() Seguimos hacia la parte trasera del palacio, donde se llega a la zona de los aposentos reales y de jardínes donde hay un precioso estanque lleno de lotos con un pequeño pabellón en el medio que construyó el príncipe heredero, junto con otra residencia (el pisito de soltero del pollo) y una pequeña y preciosa biblioteca de planta octogonal. ![]() ![]() La zona estaba bastante concurrida por excursiones de turistas chinos con lo que el follón era considerable y nos dirigimos hacia la derecha del recinto donde está el Museo etnográfico, al pie de la pagoda. Entramos a echarle un vistazo y resultó muy interesante porque te introduce en la vida tradicional de los campesinos y de los pueblos durante la dinastía Joseon. Cuando salimos del palacio se acercaba la hora de comer así que decidimos volver a la zona de Jongno y regalarnos con otro riquísimo pad thai en el restaurante donde habíamos comido 2 días antes. Con la barriga llena fuimos a la parte trasera del barrio y salimos al arroyo Cheonggye, que como os hemos dicho había sido primero tapado por una autopista y que ahora se ha rehabilitado. La zona nos encantó porque se ha acondicionado como si fuera un río de montaña, y tu puedes ir paseando por su ribera haciéndote olvidar que estás rodeado de rascacielos en plena ciudad. Estaba muy concurrido por gente que paseaba, mojaba los pies o simplemente se relajaba del estrés de la ciudad. Realmente es un espacio precioso y nos dio un poco de envidia que no pudiera haber un espacio así en España sin que se llenara de basura, grafitis, olor a meos y etc, porque los coreanos nos ganan por goleada en cuanto a respeto y cuidado por las cosas públicas. ![]() Volvimos a la gran avenida que desemboca en el palacio y seguimos en sentido contrario hasta llegar en poco tiempo a la plaza del ayuntamiento con el espectacular edificio acristalado del ayuntamiento de Seul, que se encuentra en una gran plaza cubierta de cesped y junto al palacio Deoksugung de estilo neoclásico. ![]() El ayuntamiento original fue construido por los japoneses durante la ocupación y ahora es una biblioteca pública, que se encuentra delante del nuevo edificio acristalado del ayuntamiento. Por cierto, si entrais en él y bajais por las escaleras mecánicas del hall hay una zona que da acceso al metro, tiene un pequeño museo, una zona grande para relajarse con sofás y una tienda de recuerdos. Nos quedamos un rato en la plaza viendo los ensayos de un grupo coreano de percusión tradicional que iba actuar por la noche en un festival de músicas del mundo y tras descansar tirados en la hierba decidimos ir a ver una de las aldeas tradicionales o Hanoks que existen en Corea. ¿Qué son estas aldeas tradicionales? Son recintos creados por el gobierno en los que se recrean pueblos de arquitectura tradicional y se recrean ofocios tradicionales, danzas y juegos. Nosotros fuimos a ver el Hanok de Namsagol, al que llegamos en metro porque está junto a la estación de Chungmuro. Lo que hicimos nosotros fue contemplar las casas, que no son reconstrucciones, sino casas originales que se llevaron allí desde diferentes lugares de Seul y del país, aunque si uno lo desea puede comprar los tickets para actividades que se realizan en las casas por parte de diferentes personas: clases de protocolo, una clase de caligrafía, de artesanía, etc. ![]() ![]() Nos pareció una idea muy original y vimos alguna que se estaba desarrollando en esos momentos. Aunque al principio pensábamos que iba a ser una turistada muy artificial, el hecho de que las casas fueran casas antiguas reales y la seriedad con que vimos que se realizaban las actividades y el respeto de los asistentes nos hizo cambiar de opinión. Cuando salimos, cogimos el metro y nos dimos un paseo por la zona céntrica de Seul. Si bien Seul no nos había llamado mucho la atención cuando llegamos, el paso del tiempo nos hizo cambiar de opinión y nos pareció una ciudad muy agradable para vivir y para pasear. Si bien Tokio es muchísimo más espectacular, Seul tiene otro ritmo más pausado y vas descubriendo poco a poco muchos rincones encantadores. Etapas 4 a 6, total 7
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