Sur de Inglaterra. De Bristol a Brighton. Agosto 2016. ✏️ Blogs de Reino Unido

Después del desayuno, no queríamos irnos sin dar otro paseo por Polperro. Pudimos hacer alguna pequeña compra de recuerdos y sentarnos un rato en el puerto a disfrutar del paisaje.



Pero teníamos que seguir. Dejamos atrás Cornwall y entramos de nuevo en Devon y nuestra siguiente parada fue Plymouth. Obviamente, el cambio es importante; es una ciudad relativamente grande por lo que perdimos bastante tiempo en entrar y orientarnos. Pero la verdad es que creo que vale la pena al menos subir a la pequeña colina (the Hoe) que domina la costa. Tiene un faro del s. XVIII muy chulo en un parque, y desde allí la vista espectacular. Cerca está the Barbican, el área que se conserva del antiguo y famoso puerto de Plymouth. Aún existen dos o tres calles de la época y en un sitio muy agradable, con muchos restaurantes para sentarse a comer o al menos tomar una pinta. Tanto es así que, con el riesgo de tener que renunciar a otras paradas, eso hicimos. Nos sentamos a tomar una cerveza y unos mejillones en una terraza junto a un barco pirata.




Y la consecuencia del retraso fue que tuvimos que seguir hasta Exeter, cuando nuestra idea era o bien pasar por el Dartmoor National Park o al menos, salir de la autovía en Totnes y seguir por la costa. Pero no pudo ser, queda pendiente para la próxima ...

Exeter es una agradable ciudad con un centro histórico muy cuidado y una catedral preciosa. Recordaba un poco a Wells más grande, con una calle comercial llena de tiendas de las cadenas típicas. Pero muchas de ellas en edificios históricos.



Y muy cerca de allí está el pequeño pueblo de Topsham. Está situado en la desembocadura del río Exe y el paisaje del mismo es muy bonito. Además el pueblo tiene la peculiaridad de que tiene algunas casas de estilo holandés o construidas con ladrillos holandeses por su relación con este país cuando era un importante puerto.



Y desde allí, otro largo trayecto hacia nuestro destino, Wareham, ya en el condado de Dorset. En el camino, sólo una parada en el pequeño pueblo de Abbotsbury.
Nada que ver con visto hasta ahora. Casas de piedra color ocre, con techo de pizarra o paja, que me recordaron a los maravillosos pueblos de los Cotswolds.

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Habíamos reservado el B&B en Wareham porque nos venía bien el la ruta. De todas formas el pueblo es agradable y merece un pequeño paseo. Además, está muy cerca de Corfe Castle, que sí queríamos visitar. Se trata de las ruinas de un castillo real del s. XXI, históricamente bastante importante. Queda muy poco de él y cuesta hacerse una idea de su magnitud, pero el aspecto sobre la colina y el pueblo del mismo nombre que lo rodea es muy bonito y vale la pena al menos pararse a verlo.




Ese día teníamos un buen trayecto en coche (unas tres horas al menos) hasta Brighton, y nuestra idea era atravesar New Forest, disfrutar del paraje parando en alguno de sus pueblos. Pero no pudo ser. En la autovía A31 ya tuvimos algunas retenciones que se convirtieron en atasco cuando la dejamos y nos adentramos en las carreteras del parque. Tuvimos que escapar por un atajo para llegar hasta el pequeño pueblo de Minstead.

En realidad solamente son unas pocas casas, pero su cementerio es muy conocido porque en él están los restos de Conan Doyle. Tengo en la familia una gran fan de sus novelas así que pensé que le haría ilusión pasar a saludarle .

El lugar es una maravilla y muy apacible. Creo que mereció la pena.




Así que sintiéndolo mucho, tomamos la autovía de nuevo y seguimos, dejando un lado las ciudades de la costa como Southampton o Portsmouth.

Nuestra siguiente visita fue Chichester, ya en el condado de West Sussex. Es una pequeña ciudad con una imponente catedral y un pasado romano muy relevante. De hecho sus cuatro calles principales (north st, south st., east st. y west st.) forman una cruz y siguen el trazado de la ciudad romana.

La catedral es una maravilla. Su estilo es completamente diferente a las que habíamos visto en Wells o Exeter, con un campanario que se puede ver desde muchos metros a la redonda.



Y por último, antes de llegar a nuestro destino, paramos en Arundel que tiene un castillo medieval del s. XXI espectacular. Pero para completar el día, llegamos poco después de que cerraran las taquillas... así que nos tuvimos que contentar con verlo desde fuera y dar un paseo por el pueblo que también es bonito ...



Aún llegamos a Brighton con tiempo de hacer el check-in y salir a dar un paseo. Obviamente, se nos había acabado la tranquilidad de los pueblos que veníamos visitando. Mucho coche (me costó lo mío buscar un sitio donde aparcar sin dejarnos el presupuesto), mucha gente por la calle, mucho turismo y algunos con varias copas de más ...Pero aparte de eso, la ciudad es agradable y el paseo junto a mar con su famoso "Pier" es una pasada.



Con el fin de variar nuestro menú de los últimos días, nos decantamos por un restaurante italiano para cenar... y fue un verdadero desastre. Caro, lento y ruidoso... Bella Italia, en North St., muy cerca de los jardines del Royal Pavillion. A evitar...

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Pues después del desayuno, dimos otro paseo y nos encaminamos hacia el Royal Pavillion, motivo principal que nos había llevado a Brighton. Yo ya lo conocía, pero nunca lo había visitado por dentro por falta de tiempo. Como ya sabréis, es un palacio real construido entre los s. XVII y XIX todo él en estilo oriental, lo que lo hace un palacio totalmente original y diferente, creo que único en Europa.



Creo que la visita a su interior vale la pena. Además del lujo en su decoración, el palacio contaba con todos los adelantos de la época. Destaca su magnífica cocina, conservada a la perfección.

Y de nuevo teníamos un buen rato en coche hasta Winchester. Además, otra vez tuvimos atascos en la carretera, lo que nos obligó a desviarnos y las dos horas estimadas se convirtieron casi en tres...

Así que llegamos a Winchester a la hora de comer, ya un tanto cansados... Pero había que seguir. Por suerte Winchester es pequeño y relativamente tranquilo. La calle principal (la más bonita) ser recorre en 15 o 20 minutos, hasta la parte más alta donde está el Great Hall, que es lo que queda del palacio real. De una de sus paredes cuelga la mesa redonda del Rey Arturo, o al menos se dice que lo estuvo ya que la actual es de época posterior ... Y cómo no, hay que acercarse a su magnífica catedral.




Es una ciudad muy importante en la historia inglesa. Fue capital del reino mucho tiempo. Y para l@s fans de Jane Austen hay que decir que vivió en esta ciudad los últimos años de su vida. Murió aquí y está enterrada en la catedral.


Y seguimos hasta nuestro siguiente B&B que estaba muy cerca de Salisbury. El planning indicaba que íbamos a visitar la ciudad porque al día siguiente teníamos la visita a Stonehenge a las 9 de la mañana. Pero llegamos tarde y tuvimos que dejar Salisbury para el día siguiente.

Por suerte, en el B&B nos recomendaron dar un pequeño paseo hasta Old Sarum, un antiguo asentamiento ocupado desde el Neolítico, pasando por los romanos, hasta su abandono y fundación de la ciudad de Salisbury. Obviamente no estábamos dentro del horario de de visita, pero pudimos subir a la colina mientras se ponía el sol, y disfrutar del paisaje de la campiña inglesa, con la catedral de Salisbury a lo lejos. Y a la vuelta también disfrutamos con una buena pinta en un pub cercano para acabar bien el día...

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