De este día la verdad es que hay poco que decir porque básicamente se nos pasó volando y nunca mejor dicho. Salimos de casa a eso de las 4 y poco de la mañana para ir al aeropuerto de Bilbao a coger dos aviones rumbo a Brasilia, con escala en Lisboa. Poco más se puede añadir a este día.
Sé que no es uno de los destinos más interesantes de Brasil pero para algo es la capital del país ¿no? Para mí era una auténtica desconocida esta ciudad, lo tengo que reconocer. Hay que empezar diciendo que es una ciudad bastante atípica por la distribución que tiene, si se visitan ciertos espacios, en alguno de ellos se puede ver que tiene una clara forma de avión, es bastante sorprendente.
Las calles no tienen nombres como aquí en España, sino que va todo con números en las asas (alas en castellano) a un lado los pares y a otros los impares, lo cual sí que facilita un poco las cosas.
Nuestra primera visita la hacemos a la Torre de TV, es totalmente gratuita y se puede subir en ascensor para ver un poco la ciudad o al menos esta parte desde las alturas.
Después, como buen futbolero, aprovechando que está bastante cerca, nos acercamos con la intención de visitar por dentro el estadio Mané Garrincha pero... sólo se reciben visitas en el interior los sábados, mi gozo en un pozo.
Damos una vuelta por la zona y nos dirigimos a visitar la catedral, que es bastante original tanto por dentro como por fuera, muy curiosa la verdad.
Tras esta parada pasamos por la zona de los Ministerios pero no paramos porque no nos parece que haya nada interesante que visitar y nos acercamos a la plaza de los tres poderes. Allí entramos a ver el panteón dedicado a Tancredo Neves, luego al espacio Lucio Costa donde se puede apreciar la maqueta de cómo está configurada la ciudad de Brasilia y cómo se fue construyendo poco a poco.
Aquí ya nos retiramos a descansar y después acudimos a cenar a una churrascaría. Si sois carnívoros, os recomiendo que vayáis a una, carne hecha en una barbacoa en la misma calle y a buen precio en mi opinión.
Madrugamos para acudir al aeropuerto a coger nuestro vuelo con destino a Río de Janeiro, allí nos hospedamos en el hotel Royalty Copacabana, muy cerca de la playa. Dejamos las maletas y nos vamos (en Uber, coches particulares que hacen de taxi, muy barato y sobre todo muy recomendable, merece la pena comprar una tarjeta para tener internet en el móvil aunque sea solo para esto) a visitar el Pan de Azucar. Está el día espectacular, totalmente soleado con lo que las vistas desde arriba merecen la pena.
Tras dar una vuelta por aquí y a visitar los monos que hay por la zona (a mí me daban un poco de grima), abandonamos la zona y en otro Uber nos dirigimos al Cristo Redentor. Subimos en tren desde la parte baja aunque se puede hacer por carretera gran parte del camino si se desea. El último tramo creo que es imposible hacerlo por carretera pero no lo puedo decir al 100%.
Las vistas desde arriba y la escultura del Cristo majestuosas, espectaculares, después de verlo tantas y tantas veces por la TV, en internet, etc. no defraudaron para nada.
Mi recomendación personal es que si vais justos de tiempo o simplemente queréis hacer tan sólo una de estas dos visitas, yo sin duda elegiría la subida al Cristo Redentor, me pareció muy espectacular aunque ya se sabe que para gustos, los colores.
Como he dicho antes, soy muy muy muy futbolero y tenía todo preparado para ver el domingo el partido que se iba a jugar en Maracaná entre Fluminense e Internacional pero el trágico accidente de avión del Chapecoense hizo que se suspendieran todos los partidos y se retrasaran al fin de semana siguiente. Estaba claro que no era un viaje para mi mayor afición. De todos modos, había que acercarse, de nuevo en Uber, hasta Maracaná. Unos nos decían que sí se recibían visitas, otros que no, y al final fue que NO. Me tuve que conformar con ver el estadio desde la parte exterior. No se reciben visitas porque no hay nadie que se haga cargo del mantenimiento y de las visitas. Hay allí dos vigilantes de seguridad que así nos lo dijeron. Les lloré un poco con la intención de que me dejaran entrar a ver el estadio y sacar una foto pero no les resultó muy convincente, lógico por otra parte.
Con la decepción en el cuerpo nos vamos al hotel para darnos una ducha y un baño en la piscina y salimos a dar un paseo nocturno por la playa de Copacabana y aprovechar para cenar algo antes de que cayera una tormenta enorme... es lo que tiene estar en época de lluvias.
Bueno que recuerdos me trae ésta etapa,yo también estuve en Iguazçu (lado brasileño) y es una pasada,era uno de mis sueños desde pequeñita y por fín el año 2010 fuí con mi marido (brasileño) y mi hermana y me encantó, y que decir del Parque das Aves,una maravilla ver a los tucanes y demás aves a tus pies y comiendo de tú mano,sin palabras.Algún día haré mi diario de Brasil,que fueron 20 días alucinantes.Me ha encantada Ihla Grande,tengo que conocerla.Gracias y seguiré atenta a las demás etapas.Gracias
Hola, feliz ano, quiero vacacionar el Florianópolis y lo haría en auto Me pueden informarlos horarios de salida recomendado, soy de buenos Aires, la ruta mas segura y ewl hotel para descansar.
Muchas gracias
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