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Viaje de novios por Kenia en julio de 2016Autor: Mpu_ Fecha creación: ⭐ Puntos: 4.8 (5 Votos) Índice del Diario: Safari en Kenia
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Etapas 4 a 6, total 7
Tras comprobar que la bolsa de agua caliente permanece templada toda la noche, nos levantamos como siempre al alba para hacer safari, uno completamente diferente al de Samburu. Primero fuimos al lago Nakuru y su parque nacional. Se trata de un parque con un gran lago, en el que hay neblina por la mañana, es muy verde y hay mucha humedad. En ese parque vimos leones, cebras, jirafas y llegamos a una zona donde había bastantes flamencos. Como estábamos solos y aparentemente no había peligro, Zacarías nos dejó bajar de la furgoneta a hacer fotos. Fue un momento un poco ridículo ya que me hizo tanta ilusión que bajé hacieno bastante ruido y todos los flamencos salieron volando. Eso sí, me hizo ilusión 'pasear' en medio de la naturaleza y ver al resto de animales.
![]() En el resto del camino hacia el lago Naivasha vimos a lo lejos los tres únicos rinocerontes que vimos en todo el viaje. También nos cruzamos con decenas de monos y vimos unas jirafas con una piel diferente a las de Samburu. Tras un pequeño trayecto de 40 minutos, llegamos al lago Naivasha, donde contratamos un safari en barco. Se trata de unas barcas de madera bajitas, la excursión nos costó 30 euros por persona y fuimos solos en una barca. El guía, que no era Zacarías, nos dio un paseo por el lago. Vimos muchas especies de aves diferentes y, de pronto, los hipopótamos. Son animales muy peligrosos, por lo que da un poco de miedo cuando te miran todos a la vez, tan cerca, y tú en una barquita tan pequeña.... ![]() Ahí nos hizo una exhibición para ver cómo caza el águila. Lo que hizo fue comprar un pez a unos pescadores, lo tiró al agua y silbó. A los pocos segundos apareció un águila que cazó el pez. fue increíble, aunque me da la sensación que esos águilas cazan más por la exhibición que de manera natural. En la isla del lago Naivasha es donde se rodó Memorias de África. Después del paseo en barquito, nos tomamos una cerveza en la terraza donde compramos las entradas para el bote. Una vez más éramos los únicos extranjeros y la cerveza con vistas al lago fue maravillosa. Zacarías nos recogió y empezamos camino hacia Masai Mara. ese viaje sin duda fue el más tedioso del viaje. Primero porque por carretera asfaltada sólo se hacen 200 km, el resto es ripio y es incomodísimo. Zacarías nos paró en una especie de supermercado de un pueblo para comprar el almuerzo del viaje. Compramos pizza y agradecimos comer 'normal' un día, ya que empezábamos a cansarnos del arroz y el pollo. Tras seis horas del viaje, agotados, sobre las 19 horas llegamos al hotel y comenzó la mala experiencia del viaje. Nos alojaron en el Ziwa Bush Lodge. Se trata de un hotel con muy malas condiciones para quedarse, por lo menos según nuestra experiencia. ^Para empezar, en lugar de estar aislado en medio del parque, al hotel se llega tras pasar una carrretera llena de lodges. Cuando vimos la recepción ya supimos que algo no iba bien. No se ponían de acuerdo en cuál era nuestra habitación y, cuando por fin nos la dieron, se trataba de una tienda de campaña en la que la ducha tenía unacortinilla llena de moho, con la típica alfombrilla antideslizante sucia y, para más inri, el retrete no funcionaba. Todo esto después de llegar sucios y tras casi 12 horas en un coche. Le dijimos a Zacarías que queríamos cambiarnos de hotel, que ahí no íbamos a dormir. El guía nos dijo que esa noche no se podía porque ya estaba prohibido a esa hora viajar por el parque, por lo que aceptamos dormir tan solo una noche ahí. Al llegar a la habitación después de cenar (con el retrete lleno de pises porque no funcionaba) descubrimos que, además de todo, las sábanas estaban sucias y no querían cambiárnoslas... Durmimos como pudimos, esperando que el día siguiente fuera mejor... Etapas 4 a 6, total 7
El día 7 amanecimos en Masai Mara suuuper temprano, pero porque nos esperaba una experiencia nueva... ¡un safari en globo!
(Hago un inciso para contar que este fue otro de los motivos que nos hicieron organizar el viaje con EnterTravel, incluso con la experiencia del globo el viaje era mucho más barato que el resto de operadores, quienes nos ponían el viaje en globo aparte por 800 euros). Nos levantamos a las 4 de la mañana, ya que a y cuarto nos recogía en un coche que pasaba por varios hoteles (ya he contado que el Semtrin mara camp está en una 'calle' llena de camps) a recoger a otras personas que iban a montar en globo. Tras unos 45 minutos en el coche, llegamos a unas instalaciones donde nos dieron un café caliente que agradecimos ya que no habíamos podido desayunar nada y a esa hora hacía un poco de frío. Sobre las cinco de la mañana nos llevaron a los globos que nos habían asignado previamente, el nuestro era el número 7. Las cestas de los globos tienen cuatro compartimentos en los que caben 4 personas, además, en medio va el piloto del globo, por lo que en cada uno van 17 personas. En el nuestro eran todo orientales y nosotros dos. El viaje en vuelo dura como hasta las 10 de la mañana y es increible ver amanecer en el globo, coger altura, bajar hasta casi tocar el suelo... Vimos muchísimos ñus, que a tanta altura parecían puntos negros. Por lo visto cruzan más de un millón cada año en esa fecha destino al Serengueti. La altura sirve para visualizar la cantidad de manadas que hay en Kenia, y que dejan la tierra totalmente esquilmada antes de llegar al otro lado del río. El safari en globo terminó después de varias horas con un plan perfecto: desayuno en la sabana. Mientras los pilotos editaban las fotografías que nos habían hecho durante el viaje (luego te dan opción a comprar una foto grupal, aunque no veo el interés a tener una foto con 15 desconocidos), nosotros desayunamos en mesas instaladas en medio de la inmensidad. Había de todo para desayunar: fruta, huevos, tostadas... De bebida: champán, zumos, café e infusiones. Lo único malo es que, atraídas por el azúcar (supongo) las avispas empezaron a llegar en masa hacia los desayunos. Después de ese descanso volvimos a montarnos en el jeep que nos había llevado para llegar al hotel. En el camino de vuelta dejamos a otros huéspedes en sus hoteles y ahí nos dimos cuenta de que realmente nuestro alojamiento era de una calidad bastante más baja que el resto. Al llegar al hotel, insistimos a Zacarías que queríamos cambiar. Él nos aseguraba que "aunque cada hotel sea de una calidad, los animales que se ven en la sabana son los mismos". Pero gracias a la gestión de Entertravel nos cambiaron de alojamiento finalmente. La verdad es que tuvimos que ponernos serios para conseguir el cambio, pero pudimos comprobar que la agencia funciona bien y que incluso siendo agosto estaban a nuestra disposición. ![]() Esa tarde pudimos seguir a una leona intentando cazar, vimos a un leopardo agotado después de comerse a una cría de ñú, seguimos a unas hienas cazando ñues e incluso vimos a una manada de wild dogs, algo que Zacarías nos aseguró que era la primera vez que veía en 13 años ![]() Cuando empezó a atardecer emprendimos camino hacia nuestro nuevo hotel. Ya el camino hacia él nos gustó más que la carretera llena de hoteles. Estábamos solos en Masai Mara y tras dos kilómetros vimos una luz al fondo... Un ratito más en coche y... llegamos a la orilla de un río donde nos esperaban dos personas. Era la entrada a Olumara Camp, el hotel de nuestros sueños en África. Al hotel se accede cruzando un puente de madera sobre el río. Son tiendas de campaña pero con suelo de cemento y baño con paredes. Las habitaciones son muy amplias y tienes una terraza con vistas al río. ![]() Es verdad que el Wifi no es el mejor y que en lugar de buffet, por la noche hay un menú cerrado (carne, arroz y verduras), pero es una maravilla. Entre todos los detalles que tienen, te ofrecen detergente por si quieres enjuagar algo de tu ropa. Nos vino muy bien después de una semana lavar calcetines, todos llenos de polvo. Tras ello, cenamos y nos acostamos dispuestos a disfrutar de dos las dos noches que nos quedaban en ese hotelazo. Etapas 4 a 6, total 7
Amanecimos el día 8 después de haber tenido el sueño más reparador de todo el viaje. entre que el día anterior nos habíamos levantado a las 4 de la mañana y que dormimos con el sonido del río... El hotel parecía un spa! Como anécdota, por la noche oímos que alguien se zambullía en el río, como si se tirara de golpe. Debido a que estábamos durmiendo, la mente me jugó una mala pasada y, pensando que estábamos en la ciudad me imaginé que algún humano se estaría bañando. En el desayuno por la mañana, el encargado del hotel nos dijo que si habíamos oído el ruido y nos contó que era... un hipopótamo!!!
Esa era sólo una de las sorpresas que nos tenía reservado el camp, ya que por ahí se pasea tan tranquilo un antílope que, según nos contaron, cuando construyeron el camp decidió no irse de allí. Es totalmente pacífico, se le puede tocar y de vez en cuando, como nos dijeron, desaparece un par de días, sospechan que para aparearse. Tras el desayuno a la carta, nos marchamos al safari con comida en el coche para pasar todo el día fuera. La gran atracción de Masai Mara después de ver varias cosas del parque es esperar a que los ñus crucen el río para la migración, así que ese día nos fuimos al río a esperar. Con esa parte del viaje tenemos sentimientos encontrados. Como todo el mundo va a esperar la migración, nos juntamos muchísimos jeep. Tantos que tuvo que aparecer la guardia forestal del parque a 'colocar' los coches, ya que interrumpían el paso de los animales hacia el río. Sin embargo, mientras esperas es interesante ver a los animales que, como tú, están a la espera de que algún antílope o alguna cebra se queden resguardados para comérselos. En el día que fuimos nosotros había un hipopótamo muerto, rodeado de cocodrilos intentando atravesar su piel para comérselo. Además, muchos buitres esperaban su turno para comer. Después de varias horas esperando, Zacarías decidió buscar una zona tranquila y 'libre' de peligro para comer. Nos pusimos a la sombra de una de las famosas acacias africanas a comer el picnic que te prepara el hotel. Por nuestra experiencia estos picnic simepre son iguales sea el hotel que sea: un sandwich, una botella de agua unas patatas fritas y un muslo de pollo. Nios acabábamos de sentar a comer cuando avisaron a Zacarías por la radio de que parecía que los animales iban a cruzar el río. Recogimos corriendo y fuimos al río. Los tiempos en África son para todo más lentos, así que la prisa se convirtió en otras dos horas de espera, en las que aprovechamos para comer, pero ya con nuestro sitio 'reservado' a orillas del río. Por fin, los animales se decidieron a cruzar, no fueron muchos, pero a esa hora llegó la guardia del parque y echó a todos. Según nos explicaron, en el momento que se ven algunos cruzando (o sea, que los turistas ya tenemos la foto) piden a los coches que se vayan para no afectar a la migración, algo que me parece muy bien. Ya de vuelta al hotel nos tomamos una cerveza en compañía del antílope que vive allí y, cuando íbamos a la habitación decidimos explorar un poco la zona. Estaba atardeciendo y fue mágico lo que vimos. Primero, porque disfrutamos del mejor de los atardeceres africanos (mi móvil no lo logró captar, pero el cielo se pone rojo), pero s que además pudimos ver al pueblo Masai en estado puro. ![]() Como nos había contado Zacarías, los Masai viven en el parque nacional y para ellos los animales que llegan en la migración no son buenos porque se comen sus cultivos. Lógicamente no los matan, pero lo que hacen es echarlos. Hasta los niños saben espantar a los animales de su tierra. La última noche, como digo, paseando cerca del río que rodeaba al hotel, vimos en la otra orilla como una familia masai echaba a los ñus de su zona mientras se ponía el sol. Una postal perfecta para nuestra última noche en Kenia. Etapas 4 a 6, total 7
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