Safari en Kenia ✏️ Blogs de Kenia

Salimos de Madrid la noche del 26 de julio, dos días después de nuestra boda y todavía agotados por la fiesta que celebramos. El viaje lo habíamos organizado meses antes con EnterTravel. Es una agencia que recomiendo sin dudar, Emilio, el comercial que nos atendió, es muy profesional y cubrió todas nuestras necesidades, además, el precio fue mucho más competitivo que el de cualquier otra agencia. No puedo dar el exacto de la parte del safari porque además viajamos a Dubai y a Maldivas, pero vamos, que nos cobraron la mitad que las agencias grandes como B the travel Brand, El Corte Inglés o. Además, se encargaron de resolvernos el único problema del viaje.
Como decía, partimos de madrid el 26 de julio por la noche. Como no hay vuelo directo a Nairobi, las opciones es viajar vía Londres o vía Doha. En nuestro caso elegimos la segunda, ya que preferimos hacer dos vuelos más cortos que uno corto y otro largo, se hacía menos pesado. Volamos Madrid-Doha en un vuelo de 7 horas. Los aviones de Qatar son muy recomendables, te dan neceser con cepillo de dientes, toallitas, antifaz y calcetines. Hay pantalla individual con bastante entretenimiento a bordo y no pararon de darnos comida en los dos vuelos.
A las 7.20 de la mañana llegamos a Doha, un aeropuerto muy moderno en el que teníamos una hora y media de escala, por lo que apenas nos dio tiempo a llegar a la nueva puerta y, en mi caso, a dormir un poco en el suelo del aeropuerto mientras esperábamos, ya que era muy temprano. El siguiente vuelo apenas duró cinco horas, por lo que llegamos a Nairobi el 27 de julio a las 14.25.
Agotados de tantos vuelos, pasamos el control fronterizo sin hacer una cola larga y recogimos el equipaje. Al salir del aeropuerto nos estaba esperando Zacarías, la persona con la que hicimos todo el viaje. Se trata de un guía local, que habla español y francés. En nuestro caso elegimos hacer safari privado, algo muy recomendable ya que pasar tantas horas en un coche con un desconocido no quiero ni pensar en lo que sería. Por cierto, Zacarías trabaja para SiriYa Kenia, una agencia de un keniata casado con una española llamada Rosario que es con quienes trabaja EnterTRavel, igual se puede contratar con ellos el safari y sale aún más barato.
Nada más llegar salir del aeropuerto, nos recibió un grupo de personas vestidos de Masai Mara y haciendo bailes típicos, algo que nos llamó mucho la atención ya que fue lo primero que vimos en el aeropuerto. Zacarías trajo la furgoneta del viaje, una Toyota con techo desplegable en la que iríamos ya toda esa semana. Del aeropuerto nos llevó al hotel de Nairobi donde descansaríamos tras un viaje tan largo. Se trata del Hilton y en la habitación nos encontramos el primer detalle 'honey moon', lo que nos hizo mucha ilusión.

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El tráfico es Nairobi es terrofírico, tardamos casi una hora en llegar al hotel, con un calor agobiante. Lo único bueno es que durante todo el camino pudimos ver muchos Marabúes, el pájaro típico de Kenia, con su gran tamaño.
Una vez instalados en el hotel y tras ver que tampoco merecía salir a la calle, nuestro guía nos cambió euros a la moneda local y decidimos descansar un rato antes de ir a cenar. Pese a que llegamos a las 14.25 de la tarde, eran las 17.30 cuando logramos quedarnos en la habitación y darnos una ducha.
A las 19 nos recogió Zacarías para llevarnos a cenar a Carnivore, un restaurante típico de Nairobi donde sirven comida exótica. Esto depende mucho de la época a la que vayas. Funciona como un Rodizio y van pasando comida. En nuestro caso, sólo pasaron una vez cocodrilo, que sabe a pollo. Unos amigos estuvieron después y dijeron que por la demanda de esos días no les quedaba nada nuevo. Tras la cena, en la que probamos la cerveza local que ya consumiríamos durante todo el viaje, nos fuimos al hotel a descansar, que al día siguiente empezaba la aventura...

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Tras la cena y descansar en el hotel hilton Nairobi, a las seis de la mañana nos vino a recoger Zacarías para comenzar nuestro viaje por Kenia. Parece una hora terrible, pero como allí anochece temprano, al final del viaje nos acostumbramos a acostarnos pronto y levantarnos al alba. El desayuno en el Hilton estuvo bien.
En el coche, nos esperaban cinco horas de interesante viaje. Tras abandonar Nairobi, nos llamó la atención el buen estado de las carreteras, todas lisas y sin baches. Íbamos pasando por pueblos y hablando con Zacarías. La temperatura varía mucho a lo largo del día, eso es algo que fuimos aprendiendo, así que de Nairobi salimos con camiseta de algodón, camisa, jersey y un pañuelo, capas que conforme avanzaba el día nos quitábamos.


Cuando llevábamos como tres horas de viaje, Zacarías paró en una especie de gasolinera, donde pudimos ir al cuarto de baño y comprar dos cafés para continuar camino, estábamos deseando entrar en el parque! Y así lo hicimos a medio día. Ya hacía calor y fuimos directos al hotel. En este caso nos alojamos en Samburu Sopa Lodge. La cadena Sopa debe ser la más conocida en Kenia, aunque no todos los hoteles son iguales. Este nos gustó mucho. Nos dieron una de las habitaciones-cabaña más lejanas a la zona común, por lo que podíamos pasear un poco. Tras dejar las cosas en la habitación, fuimos a comer. Durante el viaje teníamos todas las comidas incluidas, no así las bebidas, pero recuerdo que la cerveza (que era de medio litro) valía tres euros, por lo que siepre pedíamos cerveza y un agua para compartir. La comida, muy completa, aunque básicamente nos alimentamos de pollo, arroz y pasta para no arriesgar.


Tras comer, todavía nos dio tiempo a disfrutar un rato de la piscina del hotel. Con los días aprendimos que los safaris se hacen a primera hora de la mañana (de 7 a 12) y a última de la tarde, ya que a medio día los animales se esconden a la sombra a básicamente duermen. Desde la piscina del hotel vimos a muchos monos que vivían en los alrededores, además de dos jabalíes que se cruzaron cuando salimos de la habitación, ¡menudo susto!
Por fin, tras descansar un rato e incluso nadar en la piscina, llegó la hora del safari. Con muchas ganas comenzamos el primer día. Lo primero que nos llamó la atención fue el paisaje: todo seco, con grandes termiteros rojos... De pronto, nos acercamos a un río y todo se llenó de vegetación... Y de elefantes. Pudimos ver a una familia en la que el bebé mamó de su madre. También vimos muchos leones, primero un grupo de hembras, luego un macho y luego unos cachorros descansando a la orilla del río. El primer contacto no pudo salir mejor, y con esa sensación nos volvimos al hotel a las siete de la tarde.


Debido a la tierra seca, el polvo se cuela por todos lados, por lo que es muy necesario ducharse por la noche antes de cenar, ya que después apagan los generadores y no hay agua caliente. Era nuestra primera noche en la sabana. Lo primero que nos dejó alucinados cuando se hizo de noche cerrada fue el cielo. Nunca jamás habíamos visto tantas estrellas. Nos dormimos con el sonido de la sabana de fondo.
A la mañana siguiente nos levantamos a las 6 y disfrutamos de un desayuno buffet muy bueno. Tras ello, comenzamos el safari de por la mañana. Ya nos habían avisado de que en Samburu hay animales que no se ven en otros parques. Por ejemplo, la jirafa reticulada, muy diferente a los dos otros tipos de jirafas que se ven en Kenia. También el saltarrocas, que es el antílope más pequeño del mundo, o la gacela jirafa, qu es un antílope que se pone completamente vertical para comer de los árboles.
Ese día estuvo soleado y regresamos al hotel para comer. Tras comer, intentamos tomar el sol pero hacía tanto calor que nos quedamos en la pisci. Esa tarde, Zacarías nos recogió y volvimos a hacer un safari por la tarde. Esta vez tuvimos la suerte de encontrar un guepardo, al que seguimos durante un rato. Fue impresionante. regresamos al hotel sobre las siete de la tarde, que es cuando se hace de noche y ya no te dejan circular por los parques. Ducha, cena y a descansar que al día siguiente tocaba viaje de nuevo.

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El día cinco amanecimos una vez más temprano, ya que nos esperaba un largo camino en carretera. Antes de abandonar el hotel, pagamos la cuenta de las bebidas consumidas esos días. Un apunte importante: te dejan pagar con tarjeta, pero es mejor pagar en efectivo, ya que tienen que llamar al banco para autorizar el pago y te retrasa un poco. Otra cosa, en el Sopa Lodge de Samburu tienen cosas muy chulas en la tienda, y más baratas que las tiendas en las que te paran los guías.
Nos esperaba un largo camino en carretera, pero mereció la pena. Sobre todo por ver lo verde que es toda esa zona hacia el lago Nakuru. Además, pasamos por el parte nacional de Aberdare, donde comimos en una especie de merendero y vimos las cataratas de Thomson. Un momento curioso que vivimos es que éramos los únicos 'blancos' en la zona y era día de excursiones escolares, por lo que los niños nos empezaron a tocar y a pedir fotos. Nos reímos mucho y, como todo el mundo en Kenia fueron muy amables.
Tras casi seis horas de coche, incluida la parada a comer, llegamos al pueblo de Nakuru. El tráfico era horrible, sobre todo porque estaba lleno de obras, y para llegar al hotel perdimos otra hora más. En lugar de alojarnos en el parque nacional, dormimos en Ziwa Bush Lodge. Se trata de un pequeño hotel con pocas habitaciones fundado por un matrimonio australiano para costear los gastos del orfanato que tienen cerca del hotel. Por supuesto pudimos conocer a los niños y pasar tiempo con ellos, lo cual fue muy bueno. Recomiendo a todo el mundo ir a este hotel, si bien no está en el parte, tienes oportunidad de conocer a los niños y hacer una buena acción.
Por la noche cenamos solos en el comedor y, al llegar a nuestra cabaña, nos sorprendió algo que en adelante sucedería todas las noches. Si bien samburu es un parque en el que hace calor porque está más al norte, en el resto por la noche refresca bastante. cuando llegas a la habitación, te han abierto la cama y han puesto una bolsa con agua caliente dentro, algo que se agradece mucho. Esa noche dormimos fenomenal, en parte porque estábamos agotados por un viaje tan largo.

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