Japón 2.0: escapada a los Alpes Japoneses ✏️ Blogs de Japon

Llegamos al aeropuerto de Osaka a las 8.40 de la mañana, y no tenemos el check-in del hotel hasta las 16, así que como teníamos planeado, toca ir al hotel, dejar las maletas y comenzar a danzar por el país nipón.

Para llegar a Kyoto desde Osaka es muy fácil, los trenes salen desde un edificio que está justo delante del aeropuerto y hay indicaciones por todas partes. Antes de ir a por el tren, aprovecho para pasarme por el puesto de información turística de Kansai (se ve fácilmente al salir) con la intención de comprar el pase de día para los buses y metro de Osaka. El chico me pregunta si vamos a ir a Kyoto, y nos ofrece el billete para coger el tren Haruka por 1600 yenes (el mismo precio que tiene al comprarlo con la Icoca). Yo no tenía pensado comprar la Icoca, así que aprovecho y lo compro aquí porque si lo compras luego cuesta 1850 yenes. Si os interesa, el punto de información al que acudí es este.


Importante: no se puede pagar con tarjeta de crédito, por lo que antes de comprar tuvimos que ir a un ATM en el Family Mart que hay en la segunda planta del aeropuerto. Tuve que pagar unos 214 yenes de comisión. En el Family Mart también aprovechamos para comenzar nuestra rutina de "comprar comida para los viajes en tren", yo me compro un van houten y unos makis y tan feliz

Pues después de comprar los tickets para Osaka, los tickets para el tren hacia kyoto y la comida, nos vamos a por el tren. Ya comenzamos a sentirnos en japón. Al llegar al hotel, dejamos las maletas y nos permiten cambiarnos en un pequeño lavabo que tienen para el público. Aprovechamos para cambiarnos y nos vamos para Fushimi Inari

Aunque ya habíamos ido en el viaje anterior, Fushimi Inari nos gustó mucho, por lo que fue una de las visitas que decidimos repetir. Además, en verano con el calor que hacía, nos quedamos con la sensación de que no habíamos subido mucho. La realidad es que al repetir nos dimos cuenta de que habíamos subido bastante, esta vez subimos hasta el mirador y nos bajamos. Fue un paseo muy agradable porque también habían muchos menos turistas, y el que no haga tanto calor ayuda.

Al llegar abajo, pasamos por el mercado de comida que hay al lado del templo y nos comemos un par de bolas de arroz rellenas de carne y unos takoyakis. Muy rico

Nos vamos hacia el hotel, ya es hora de hacer el check-in, nos duchamos y ahora, más fresquitos, nos vamos hacia la zona este de kyoto para dar un paseo y cenar. Nos bajamos en Gion y comenzamos a pasear hasta llegar a nuestro destino: el restaurante KATSUKURA, especializado en tokatsu. Fue uno de nuestros restaurantes favoritos del viaje anterior, no defrauda

Después de la caminata y un paseíto por Kyoto decidimos volver al hotel y descansar. Aunque parezca poco, caminamos bastante y estábamos cansados del vuelo.

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Nos levantamos en nuestro hotel de Kyoto y aprovechamos el segundo día de nuestro viaje para ir a Osaka, una ciudad a la que no habíamos ido en nuestro viaje anterior por falta de tiempo (y también por falta de ganas, nos habían dicho que no valía la pena sobretodo en un primer viaje). La verdad es que es una ciudad enorme pero hay que tener varias cosas en cuenta:

- Las distancias son largas entre los puntos interesantes, así que vale la pena comprar un ticket para coger el metro/bus.
- Entre los puntos interesantes no hay mucha cosa interesante, nosotros somos de andar pero aún así repito: compra un pase! Vas a necesitar esa energía para todo tu viaje a Japón.

Llegados a este punto... ¿qué pase elegir? Nosotros lo miramos con antelación, de hecho como cuento en la primera etapa, compramos el pase en el aeropuerto de Osaka para ir más relajados. Tienes todos los tickets aquí. Nosotros nos decidimos por el "Osaka 1 day pass", que nos costó unos 550 yenes. el otro más famoso es el "Osaka amazing pass", que incluye entradas a los puntos más turísticos de la ciudad, pero como a nosotros nos gusta la libertad de poder elegir, decidimos no comprarlo e ir a lo que nos interesa aunque luego salga por lo mismo. Voy a explicar los sitios que visitamos nosotros, tened en cuenta que este día bajaron mucho las temperaturas y comenzó a llover, por lo que fuimos con calma.

Castillo de Osaka
Nos encantan los castillos y sus alrededores (más aún que los templos), así que para no saturar el día de visitas a zonas comerciales, decidimos empezar visitando el castillo de Osaka. Es un castillo reformado, con unos jardines exteriores muy bonitos, por lo que vale la pena visitarlo (aunque sea por fuera). Nosotros decidimos no entrar, ya que el verano anterior ya visitamos Himeji y este no nos parece tan espectacular, además nos quedan muchos más castillos durante el viaje. Pese a todo, la zona exterior es muy bonita y vale la pena, sobretodo en otoño con el Momiji.

Zona Abeno Harukas

Comienza a llover, por lo que aprovechamos para hacer una pausa e irnos por la zona de Abeno Harukas a ver unas cuantas tiendas. Realmente no nos pareció tan espectacular, así que visitamos un poco la zona y seguimos con nuestro trayecto.

Dotonbori
Se acerca la hora de comer así que decidimos ir a la zona de más ambiente de Osaka. Una calle impresionante, llena de neones, ruido, carteles animados... No es nuestro primer viaje a Japón pero aún así nos quedamos impresionados. Buscamos un sitio para comer y nos decidimos por ir a comer okonomiyakis al famoso "Ajinoya". Tuvimos que hacer una buena cola, pero valió la pena. Nos encanta ver como hacen los okonomiyakis y estaba muy bueno.

A diferencia de Abeno Harukas, nos encanta el ambiente de esta zona: las tiendas, la gente, los restaurantes... A nosotros nos valió la pena pasar más rato en esta zona y de hecho creo que fue todo un acierto, ya que junto con el castillo, fueron las dos zonas que más nos gustaron de Osaka.

Shinsekai y Tsutenkaku

Caminando por Dotonbori, decidimos irnos hacia la zona de Shinsekai. Vemos la gran torre Tsutenkaku y como he oido que hay un museo de kinnikuman en la segunda planta, decidimos entrar. Total, que para entrar tienes que ir a la planta -1 y comprar un ticket, coger el ascensor que te lleva a la segunda planta y... el museo de kinnikuman es una especie de pasillo, digamos que es un entretenimiento mientras esperas subir al mirador de la torre. Un poco decepcionante, aunque hay cosas interesantes (que bajo mi punto de vista, estarían mejor en un museo de verdad).

El mirador de la torre, una decepción total... Sinceramente, no lo recomiendo: fuimos de noche y estaba lleno de luces de neón, bolas de discoteca y música estridente. Es imposible tomar ni una sola foto de las vistas decente, ya que el interior está tan iluminado que refleja en el cristal, y el ambiente no iba mucho con nuestro rollo, por lo que para nosotros fueron 700 yenes (cada uno) tirados a la basura. No lo recomendamos. Salimos de la torre y comenzamos a pasear por el barrio de Shinsekai, después de ver dotonbori ya no parece tan espectacular, de hecho hay hasta las mismas cadenas de comida que en dotonbori, por lo que viendo que se acerca la hora de cenar y un poco desilusionados tras pasear por este barrio, decidimos volver a Kyoto.

Aprovechamos para pasarnos por un super cerca del apartamento y nos compramos algo, una de las ventajas de ir a un apartamento es el poder comprarte algo para comer, un par de cervezas y disfrutar viendo la tele japonesa (aunque no entendemos nada, nos hace mucha gracia).

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Como he dicho al principio, este viaje lo realizamos 1 año y 2 meses después de nuestro primer viaje a japón, por lo que nuestras rutas por las zonas que ya hemos visitado son diferentes a las que alguien realizará en una primera visita. Nosotros ya habíamos visitado casi todos los templos de Kyoto, así que decidimos ir a nuestro ritmo, profundizar un poco más en las zonas que nos gustaron tanto y si vemos algo que nos gusta, entramos.

Comenzamos nuestro día visitando Arashiyama, un templo precioso pero estaban reformando el salón central, y al ver que el momiji no está en pleno auge decidimos no entrar (con el cambio de hojas hay fotos espectaculares desde el interior). Aún así si es tu primera vez en Kyoto, recomiendo verlo por dentro, las zonas exteriores dentro del templo son muy interesantes y hay unas vistas impresionantes de toda la ciudad.

Seguimos nuestro recorrido por el barrio de Higashiyama, sobretodo por las cuestas Sannenzaka y Ninenzaka, aunque parezca mentira no fuimos en el viaje anterior ya que en agosto había muchísima gente en aquella zona, así que nos agobiamos y decidimos no entrar. Esta vez tuvimos más suerte.

Hacemos varias paradas "obligatorias": el nuevo Starbucks situado en una antigua casa de té, una buena excusa para reponer fuerzas a la vez que descubrimos uno de los Starbucks más peculiares del planeta, con tatamis y una arquitectura única.

También recomiendo pasar por la tienda Yojiya, una marca cosmética famosa ya que las geishas compran sus productos para mantener su piel perfecta. Decido comprarme un espejito y un tarjetero muy mono, el tema cosmético lo veo caro y ya tenía una larga lista de productos de maquillaje que quería comprar. Hay varias Yojiyas pero el de la zona de higashiyama es precioso, además al lado había un pequeño estanco con una pareja haciéndose las fotos de boda. Sin molestarles, les tomo una foto.

Seguimos callejeando, pasamos por una tienda de totoro y claro, decidimos entrar, ¡que tentación! miles de productos Ghibli. El precio no es barato pero si te gustan los dibujos de Hayao Miyazaki te recomiendo entrar. A continuación pasamos por la calle Ishibei Koji, un callejón con mucho encanto por el que recomiendo pasar si tienes tiempo.

Seguimos por higashiyama, pasamos por el Ryozen Kannon, un homenaje a las víctimas de la guerra del pacífico. no había casi nadie pero es muy bonito, si tenéis mucho tiempo os lo recomiendo, si no id a lo principal.

Llegamos al templo Yasaka Jinja, famoso por ser el templo donde van las geishas. Nos encontramos con una especie de celebración, no sabemos exactamente de qué, sólo vemos gente trajeada que entra al templo. Nos quedamos un rato mirando por curiosidad y seguimos con nuestro trayecto. Había escuchado cosas muy buenas del parque Maruyama, que está al lado, pero sinceramente creo que sólo vale la pena en el hanami, con el momiji el parque apenas tiene vegetación, eso si, vimos japoneses tocando la guitarra y divirtiéndose, así que en el hanami me imagino que debe ser una zona muy animada.

Nos vamos paseando hacia la zona del templo Chion-in. La puerta sanmon nos parece espectacular, así que subimos, pero al llegar arriba vemos que el templo está totalmente cubierto por una estructura metálica (en obras) después de ver tantos templos en el viaje anterior decidimos pasar y seguir con nuestra ruta.

Se nos ha hecho la hora de comer, así que decidimos ir a buscar un restaurante muy popular que nos habían recomendado, tras mirar en google y en tripadvisor, llegamos y ¡sorpresa! El restaurante estaba cerrado y la zona a la que habíamos llegado estaba desértica. Decidimos ir a un restaurante de soba que había recomendado en tripadvisor: una cola de escándalo, incluso vimos salir cámaras de televisión del restaurante, la ventaja es que justo al lado hay otro prácticamente idéntico con menos cola ya que no tiene tanta fama. Acertamos de pleno, una comida buenísima que no habíamos probado en el viaje anterior: los soba estaban buenísimos, yo elegí tempura y estaba impresionante, nada que ver con lo que hayas probado hasta ahora. Por si os interesa, el restaurante se llama Okakita[u].

Decidimos coger un bus y subir hasta el templo Ginkaku-ji, que no pudimos ver en el viaje anterior. Para mi, mucho más bonito que el templo Kinkaku-ji, que realmente me pareció sólo un sitio donde ir, echar una foto y salir. Sin embargo este me transmitió mucha paz, el jardín estaba precioso y la visita mereció la pena.

Por último, nos vamos por el paseo del filosofo, que tampoco pudimos ver en el viaje anterior. Una zona más tranquila de Kyoto con cierto encanto. Cuando nos cansamos un poco de tanto caminar, decidimos coger un bus a la zona de shijo dori, una de las zonas más comerciales de la ciudad. Nos vamos a comer algo dulce a la Lipton Cake Shop. Los pasteles no estaban mal, pero sinceramente creo que en nuestro país tenemos un concepto diferente de repostería.

Toca pasar por el hotel, ducharnos, descansar un poco y pensar en la cena. Esta vez, decidimos ir a la "Ramen street" situada en la estación de kyoto: una planta superior de la estación llena de restaurantes de Ramen muy interesantes. Cada restaurante está especializado en un tipo de Ramen del país, se me cae la baba sólo de pensar en lo que nos comimos

Con la barriga llena, nos vamos al hotel a descansar, mañana será otro día!

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