![]() ![]() Japón en Verano 2017: el viaje de las experiencias. ✏️ Blogs de Japon
Diario de un viaje de tres semanas y medias a Japón desde el 27 de Julio al 21 de Agosto de 2017. Incluye, junto a lo más típico en un viaje a este país, algunas etapas que quizá no son demasiado habituales en una primera toma de contacto, pero que sin duda han merecido la pena.Autor: Omaringa Fecha creación: ⭐ Puntos: 5 (11 Votos) Índice del Diario: Japón en Verano 2017: el viaje de las experiencias.
01: Introducción
02: Itinerario y medios de transporte
03: Visitas inesperadas.
04: Hyvää huomenta, Helsinki!
05: Aprovechando el tiempo
06: Aprovechando el tiempo II
07: En busca de la Geisha perdida
08: Kyoto Express
09: Ciervos y Toriis
10: Garzas y bueyes
11: Gran Torii Sentado
12: Vacaciones infernales
13: Tú a Boston y yo a California
14: Un monstruo viene a verme
15: Matsusaka?!?!?! WTF!!
16: ¡Bienvenidos a España!
17: Un pueblo en las montañas
18: La ciudad de las carrozas y los muñecos.
19: Con el chacachá del tren...
20: Fantasmas y samurais
21: Terror japonés en 3D
22: City of lights
23: Relaciones internacionales
24: Los illuminatti.
25: Templos y empanadillas bajo la lluvia.
26: Amigos Invisibles
27: La tormenta perfecta
28: El fina de la aventura.
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Etapas 16 a 18, total 28
Martes, 8 de Agosto:
Para este día sólo teníamos planteada una cosa, pasar el día entero en un parque de atracciones, pero claro, no era cualquier parque, era el ¡Shima Spain Village! También es conocido como Parque España. ![]() Este parque temático abrió en 1994 y está dedicado a la cultura, historia y tradiciones españolas, por lo que es una clara muestra del interés que España despierta entre los japoneses, cosa de sobra conocida. Para llegar desde Matusaka cogimos la línea Kintetsu hacia Kashikojima y nos bajamos en la estación de Ugata. Este trayecto no está incluido en el JR PASS. Una vez en Ugata salimos al exterior, en la zona de autobuses y cogimos el autobús directo que sale desde el andén 5. Eran las 9 de la mañana e íbamos prácticamente solos en el autobús, lo que ya daba una idea de que el parque no iba a estar precisamente masificado. Cuando empecé a leer cosas sobre Japón descubrí un enlace a este parque por casualidad y empezamos a buscar vídeos en youtube y fotos y nos enganchó. Tuvimos claro que teníamos que ir si o si, y no era por patriotismo, si no porque tenía pinta de ser lo más cutre y hortera del mundo y queríamos comprobarlo in situ y echarnos unas risas. La verdad es que el parque no es muy grande y da tiempo a verlo bien en un día, aunque tampoco le faltan cosas. Como no había tampoco mucha gente apenas teníamos que hacer colas para subirnos en las atracciones, lo nunca visto, y de hecho en alguna subimos varias veces seguidas y sin problema. El parque es básicamente un pastiche de monumentos representativos de España, algunos muy famosos como la Plaza Mayor y la Cibeles de Madrid, la arquitectura de Gaudí y la estatua de Colón de Barcelona, los típicos pueblos blancos andaluces, la puerta del Cambrón de Toledo, galeones, molinos manchegos, la montaña de Montserrat, la Plaza de España de Sevilla, esculturas de Don Quijote y Sancho Panza... y sobre estos decorados se han montado las distintas atracciones típicas de los parques de atracciones. Es una sensación curiosa estar a miles de kilómetros de España y encontrarte con estas reproducciones. ![]() ![]() Quizá la parte más sorprendente en cuanto a arquitectura se refiere es la reproducción del castillo de Javier, un pequeño pueblo de Navarra. ¿Y qué hace este monumento aquí, si no es de los más famosos de España? Algún motivo tendría nos dijimos... y efectivamente, lo hay. En este castillo, el cual conozco el original por haber estado varias veces, nació Francisco de Jaso y Azpilicueta, más conocido como San Francisco Javier. Fue un religioso de la orden de los jesuitas, muy amigo del fundador San Ignacio de Loyola, que estuvo predicando y cristianizando en Japón. Se le considera el introductor del cristianismo en este país, de ahí que le hayan dedicado un homenaje en el parque. El castillo alberga un museo sobre la cultura española con exhibiciones de trajes regionales, oficios tradicionales, porcelana, cuadros, reproducciones de los gigantes representado a los Reyes Católicos y hasta una reproducción de la cueva de Altamira. Al poco de entrar al parque vimos el primer desfile mañanero, el show del capitán, con un barco, unas chicas vestidas de algo parecido a un traje de gitana y unos chicos vestidos con inspiración torera. El show fue tremendo, los japoneses entregados y nosotros nos reímos muchísimo. Los actores eran españoles y cuando nos vieron nos invitaron a participar en el show, y algunos se lanzaron a torear o bailar. ![]() Otro show que vimos estaba enfocado al público infantil y las mascotas del parque, también vestidas a la española, iban cantando canciones relativas a cosas de España que empezaban por ABCD, o algo así nos pareció entender, incluyendo la C de churro ![]() En el parque también había algunas atracciones que no le vimos mucha relación con España. Una de ellas fue el show de la Atlántida, un espectáculo de acrobacias donde destacaba sobre todo la ambientación, con una pirámide que echaba fuego y una muralla que se rompía y manaba una corriente de agua que lo inundaba todo. En este caso era fácil seguir la historia. ![]() Entre las atracciones probamos una montaña rusa interior de aspecto retrofuturista, una de agua en la que ibas montado en troncos y una montaña rusa, estas dos últimas se desarrollaban entre las rocas de la montaña de Montserrat. Nos montamos en una cosa curiosa que se llamaba "La batalla del Alcazar", donde te montabas en un vagón e ibas disparando a los monstruos que iban apareciendo. También había atracciones dedicadas a obras clásicas como El Cascanueces o Alicia en el País de las Maravillas. Otra de las posibilidades era ver películas en 4D, con unas películas bastante interesantes y muy logradas, que daban una sensación de inmersión muy alta, con una pantalla de 360º. También nos gustaron mucho los puestos de fotografías que había por todo el parque. Allí había unos decorados preparados donde te indicaban en qué punto se tenía que poner la gente y el fotógrafo para conseguir fotos con efecto 3D. Algunas quedaron realmente chulas, como la de la paella que me encanta ![]() ![]() Comimos dentro del parque, había varios restaurantes pero elegimos uno que era tipo buffet. La comida no era gran cosa, pero probamos una paella que era mejor que algunas que hemos comido aquí en España. Y en otro bar por la tarde tenían auténtica cerveza española, Mar se tomó una Cruzcampo tan a gusto. El desfile con las carrozas lo vimos dos veces, una por la tarde y otra ya de noche justo antes de irnos, y también era digno de ver con carrozas con toros, una dedicada a Picasso, una gran cabeza de flamenca, etc. ![]() Como veis, el parque es un cóctel de elementos muy diversos. Nos gusto mucho más de lo que pensábamos y nos lo pasamos realmente bien. Y además tuvimos suerte con el tiempo y no llovió, el día estuvo espectacular. Fue un agradable contrapunto a otros días más serios como la visita a Hiroshima. Nos fuimos justo cuando iban a empezar los fuegos artificiales con los que se clausura la jornada cada día, pero es que si no perdíamos el último bus. Aún así, nos dio tiempo a verlos desde el bus cuando nos íbamos. Etapas 16 a 18, total 28
Miércoles, 9 de Agosto:
Tocaba despedirse de la región de Kansai, zona que aglutina buena parte de las etapas de los viajeros por Japón (Kyoto, Osaka, Kobe, Himeji, Nara, Koyasan, Shima, Matussaka :lol:), pero íbamos a conocer otra zona de Japón muy diferente y más rural, los Alpes Japoneses. El viaje de hoy empezaba otra vez temprano, sobre las 8 de la mañana salía el tren que nos llevaría hasta Takayama, con un trasbordo en Nagoya. Atravesamos un paisaje montañoso impresionante, con el tren marchando casi siempre al lado del río. Llegamos puntualmente a la estación de Takayama y desde aquí cada uno se dirigió a su alojamiento. De nuevo Juanlu e Isa habían optado por un hotel, mientras que los otros 4 elegimos una casa contratada por Airbnb. La tarde de este día, además, también la pasaríamos por separado, ya que nosotros queríamos ir a Shirakawa-go mientras que Juanlu e Isa, que ya lo conocían, irían al Hida No Sato Folk Village. "Nuestra casa" estaba a unos 10 minutos andando de la estación, y aunque la hora de entrada era a partir de las 4 de la tarde y no eran ni la 1, había quedado con el dueño en que nos acercaríamos para dejar las maletas y así tener tiempo para hacer la excursión. Cuando llegamos el dueño estaba aún limpiando. Fue muy simpático y nos enseñó las diferentes habitaciones y hasta nos dio un regalito, un cuadro hecho a mano por su mujer pintado sobre madera. La casa nos encantó, ya que era de estilo tradicional japonés, con su tatami, su puertas de papel, sus mesitas bajas... y en la parte de abajo tenía como una barra de bar. La zona donde se encontraba estaba llena de restaurantes y karaokes por lo que quizá era un restaurante originalmente y lo habían reconvertido. Como Victor y yo hemos visto muchas pelis de miedo japonesas ambientadas en este tipo de casas nos empezamos a imaginar que "la pelos", un ser fantasmal que suele salir, iba a aparecer en cualquier momento por la casa ![]() ![]() Volvimos a la estación de Takayama ya que justo al lado se encuentra la estación de bus. Compramos billetes para el siguiente bus que saliera hacia Shirakawa-go y como todavía faltaba un rato aprovechamos para ir a un combini a comprar algo de comer. El trayecto hasta Shirakawa-go dura más o menos una hora. Este pueblo es Patrimonio de la Humanidad por su valor arquitectónico y paisajístico, ya que conserva numerosas viviendas tradicionales de la zona, llamado en japonés Gassho-zukuri o 'construcción con las palmas de las manos juntas', que designa las casas con el tejado muy inclinado con el fin de soportar la nieve, muy abundante en esta región en invierno.Las montañas y los bosques ocupan el 96 % del territorio, dejando el 4 % restante para las tierras de cultivo. ![]() Cuando llegamos dimos un paseo por el pueblo y me lleve una gran sorpresa. Yo pensaba que el pueblo era algo así como un pueblo museo, pero muchas de las casas están aún habitadas y se veían coches aparcados y ropa tendida. Algunas de las casas están abiertas para los visitantes, nosotros entramos sólo en la Kanda-ke House, una de las granjas mejor preservadas del pueblo. En la parte superior hay una exhibición de herramientas tradicionales del campo y se tienen unas estupendas vistas de las granjas de los alrededores. En la parte de abajo hay una sala de estilo japonés donde nos ofrecieron un té frío. ![]() Continuamos la visita por el pueblo hasta llegar al puente colgante, que temblaba cuando pasabas por encima, aunque tenía pinta de ser bastante sólido. En esa parte del pueblo se puede visitar el templo Myozenji, que no era nada especial comparado con otros templos ya visitados, y más casas típicas, algunas de ellas bastante majas. En general, todo el pueblo está rodeado de campos de arroz. Volvimos hacia la zona central del pueblo y encontramos otra casa que habían habilitado como cafetería y entramos a tomar algo. Era bastante pequeña, sólo había dos mesas grandes que tenías que compartir con otros clientes. En nuestro caso nos tocó con una familia rusa y dos chicas que parecían coreanas. Lo curioso del sitio es que está decorado con cientos de tazas y cuando pides un café o un té tú mismo eliges la taza donde quieres que te lo sirvan, con el platito a juego. Allí estuvimos un rato descansando y volvimos a salir al pueblo. ![]() Subimos al mirador de Shiroyama, que había leído que se podía acceder mediante un bus lanzadera, pero realmente no merece la pena el bus. El camino es corto y tampoco demasiado empinado, así que con una forma física normal se puede subir perfectamente, otra cosa es para gente con problemas de movilidad, que entonces les vendrá muy bien el bus. Desde arriba las vistas son fantásticas, ves todo el pueblo a tus pies, rodeado de montañas, todo verde, y allí estuvimos un buen rato disfrutando del atardecer y de la calma del lugar. Shirakawago me gustó mucho, no se corresponde a la idea que se suele tener de Japón y así puedes conocer la cara más rural del país, que también existe. ![]() Cuando ya estaba oscureciendo bajamos de nuevo al pueblo y nos fuimos a la estación de bus para volver a Takayama. Al llegar fuimos a cenar al EATOWN, un centro de restaurantes que son más bien barras donde pedir para llevártelo a unas mesas centrales compartidas por todos los locales. Fue una recomendación del dueño de la casa y la verdad es que nos gustó mucho porque cada uno podía pedir el tipo de comida que más le apeteciera pero estábamos todos juntos. Una de las cosas que probamos fue la hamburguesa de de arroz, una especialidad de la zona que consiste en dos tortas de arroz y en medio tiras de carne de Hida, muy apreciada en Japón. Como gustó tanto el sitio al día siguiente volvimos allí otra vez a comer. Además, ya en el vuelo de vuelta a España, en el avión nos pusieron otra vez la hamburguesa ésta, y según las explicaciones que había escritas es uno de los platos japoneses menos conocidos que quieren popularizar fuera del país. ![]() ![]() ![]() ![]() De vuelta a nuestra casa, que estaba muy cerca, pasamos por la zona de izakayas y karokes. Había bastante ambiente por la calle y dentro de los locales. En uno de los karaokes vimos llegar a un grupo de señores mayores en taxi, se bajaron y prácticamente tenían que subir las escaleras a gatas de la cogorza que llevaban. Desde la calle se podían escuchar algunos berridos de los entregados "cantantes" y no tengo mucho que envidiarles, la verdad ![]() ![]() Etapas 16 a 18, total 28
Jueves, 10 de Agosto:
El plan para este día era conocer la ciudad de Takayama, y como tampoco es especialmente grande tampoco madrugamos demasiado. Toda esta zona de Japón ha sido históricamente pobre en cuanto a agricultura se refiere, pero lo compensaban con madera y carpinteros, de hecho se consideraban los mejores, así que aquí se encuentran algunos de los mejores ejemplos de arquitectura tradicional de los que quedan en el país. Hoy en día la ciudad es famosa por su centro histórico muy bien conservado en algunas calles y por su célebre festival que tiene lugar en Abril y Octubre y sus carrozas. El Takayama matsuri se consdiera uno de los tres más bonitos de todo Japón. ![]() Debido a la ubicación de nuestro alojamiento lo primero que visitamos fue la zona norte de la ciudad, que era lo que más cerca nos pillaba. Pasamos por el mercado mañanero que se monta todos los días a lo largo del río Miyagawa. La mayoría vende artesanía local y productos locales como encurtidos y flores. Entramos también en una tienda bastante grande donde vendían souvernirs y algunos compraron ahí algunas cosas. Desde el mercado nos dirigimos a la Kusakabe Heritage House y la Yoshijima Heritage House, una al lado de la otra. La primera pertenecía a una rica familia de comerciantes y la segunda albergó una fábrica de sake. Ambas son ejemplos muy bien conservados de arquitectura tradicional pero no entramos en ninguna por dentro, nos conformamos con verlas por fuera. De aquí nos encaminamos a la zona del santuario Hachiman, pero antes de llegar entramos al Shishi Kaikan, o Salón de exposición de la ceremonia de la danza del León. Este museo alberga una colección de máscaras de León, muchas de hecho, y en principio no me llamaba demasiado la atención. Sin embargo, también hay una muestra de autómatas, algunos de los cuales van incorporados en las carrozas del festival, y cada poco tiempo hacen un pase de demostración de cómo funcionan. La verdad es que nos encantó a todos, muy entretenido. Además, uno de los autómatas llevaba una bandeja para realizar la ceremonia del té y sacaron a Víctor al escenario. Como en Himeji nos habían contado cómo realizar la ceremonia giró la taza al estilo japonés, levantando los aplausos de los asistentes a la demostración. Creo que este sitio no es muy conocido para los visitantes de la ciudad porque apenas había gente y una vez más éramos los únicos occidentales, pero le recomiendo encarecidamente, fue de lo mejor de la ciudad. ![]() Cuando terminamos con el museo entramos al santuario Hachiman, sede del famoso festival de Takayama. El templo es bonito, elegante y rodeado de abundante vegetación. Dentro del recinto del templo se encuentra el museo Takayama Yatai Kaikan, donde se pueden contemplar algunas de las carrozas del festival, esta parte es de pago pero está bien conocer algo tan típico de esta ciudad. Además hay una exposición con fotos del festival por las calles de Takayama. ![]() ![]() Dejamos la zona de Hachiman y nos fuimos para el centro. En un puesto callejero probamos unos bollos rellenos de una pasta hecha a base de sésamo, con un sabor curioso, pero que no nos convencieron especialmente. También encontramos una escultura del Sarubobo, un muñecos rojo con forma humana, sin características faciales. Tradicionalmente, los sarubobos eran hechos por las abuelas para sus nietos como muñecas, y para sus hijas como un hechizo para un buen matrimonio y familia. Como ya se había hecho la hora de comer volvimos al Eatown de la noche anterior, ya que algunos querían repetir la hamburguesa de arroz ![]() Tras la comida visitamos el sur de la ciudad, que incluye la zona más turística, que incluye las calles Sannomachi, Ninomachi e Ichinomachi. En esta zona se conservan numerosas casas de madera tradicionales del periodo Edo (siglo XVII). Muchas de estas antiguas casas de comerciantes han sido habilitadas como museos o galerías de arte y otras como tiendas de souvernirs o destilerías de sake. Nosotros entramos en una de estas destilerías y nos dieron a probar, de forma gratuita, varios chupitos de diferentes sabores de sake como limón o ciruela. Nos gustaron mucho, sobre todo el de ciruela, y acabamos comprando varias botellas para llevar de regalo a las familias. Personalmente esta zona me gustó mucho más que Gion, por ejemplo, me pareció más bonita y más auténtica. ![]() Cruzamos el río para visitar el Takayama Jinya, un edificio de estilo tradicional que fue la sede del gobierno durante el periodo Edo. Se pueden visitar las diferentes habitaciones, sala de torturas y el almacén. Fue una visita interesante porque pese a ser un edificio antiguo no es un templo, si no una muestra de arquitectura civil, que tampoco vimos muchas en nuestro viaje. Tras esta visita volvimos a casa a dejar las compras realizadas, sobre todo las botellas de Sake, que pesaban lo suyo, y nos quedaba un buen tute aún. ![]() El resto de la tarde lo queríamos dedicar a hacer la ruta de Higashiyama, un camino de 3,5 Km que discurre por las afueras de la ciudad recorriendo varios templos y que se mete en el parque Shiroyama, una colina boscosa que alberga los restos del castillo. Lamentablemente se nos hizo tarde y no pudimos llegar al castillo ya que estaba oscureciendo y decidimos volver a la ciudad. Además, ya metidos en el parque vimos letreros que anunciaban que había peligro de osos sueltos, así que mejor no tentar mucho a la suerte, aunque imagino que no se acercarán mucho a los humanos. Nosotros nos decidimos por esta ruta en vez de visitar la aldea típica de Hida no Sato ya que teníamos previsto visitar una parecida dos días después, pero si no se tiene contemplado ver ninguna otra en otras partes de Japón creo que puede ser muy interesante conocerla. ![]() Volvimos cansadetes de la vuelta por Higashiyama, así que directos a casa y cenamos algo que compramos en un combini, y a preparar las maletas que al día siguiente nos poníamos en marcha otra vez. Etapas 16 a 18, total 28
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