Destino Madagascar ✏️ Blogs de Madagascar

Las montañas de Isalo nos despiden escondidas en la niebla que a medida que se va disipando nos deja ver el típico paisaje desolado del sur. Campos yermos salpicados por algún árbol o palmera y algunos baobabs que rompen el horizonte infinito. Entre minas de zafiros paramos en una escuela para entregar un poco de material que hemos traído. El paisaje aquí también es desolador: el maestro, ataviado con un raido traje, intenta mantener cierta dignidad ante la falta absoluta de recursos, como el árbol que aguanta en pie en medio de la sabana y sin agua. Cuanta impotencia! Qué injusticias se cometen en éste Mundo!
Finalmente Tulear.

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Tulear es una ciudad costera y con aires y caos propios de ciudades asiáticas. No tiene mucho más encanto, excepto asomarse al mar y probar algún pousse-pousse para vivir ese caos circulatorio tan particular.
Salimos hacia el aeropuerto esperando que esté el avión que nos ha de llevar a Antananarivo.
No está!!! Esperamos... Y por fin llega. Con un poco de retraso claro! Tenemos avión!!!
Llegamos a Tana, nos recogen y tardamos 2h en cruzar por la caótica capital y hacer los 35 km que nos separan de nuestro hotel.
Tarde de sábado "en casa" descansando.

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Antes de abandonar Tana nos dirigimos a visitar la colina de Ambohimanga. La ciudadela, con sus palacios y tumbas reales, nos ayudan a entender buena parte de la historia del país.
Ponemos rumbo al este. El paisaje se va coloreando de verde y la vegetación que cubre las montañas se hace más exótica y exuberante . Llegamos a la Reserva de Peyreras. Encuentro con el Lemur sifaka, geckos y camaleones. Continuamos hacia el este a través de las verdes montañas y llega. Os a Andasibe. Nuestro hotel está rodeado de la vegetación del bosque lluvioso. Collonut!!

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